Nación Mapu­che. Mine­ría y zonas de fric­ción: con­tac­to con los ríos y afec­ta­ción de comu­ni­da­des mapuche-tehuelche

Por Mar­ce­lo Gar­cía /​Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 16 de diciem­bre de 2021

Obtu­vo dic­ta­men posi­ti­vo el pro­yec­to de zoni­fi­ca­ción mine­ra en Chu­but. El pro­yec­to invo­lu­cra fuen­tes de agua rele­van­tes para la Mese­ta, como el río Chu­but y la Cuen­ca del Saca­na­na.

Otro pun­to de con­tro­ver­sia es que 8 comu­ni­da­des mapu­che-tehuel­che que­da­rían den­tro de la zona de explo­ta­ción mine­ra, núme­ro que podría lle­gar a 15. Si se habi­li­ta­ra la extrac­ción de ura­nio en la zona de Paso Indios el poten­cial con­flic­to con los pue­blos ori­gi­na­rios se acen­tua­ría. En su mayo­ría, la cuen­ca del río Chu­but no apa­re­ce afec­ta­da a prio­ri. Sin embar­go, en el lími­te entre los depar­ta­men­tos de Gas­tre, Paso de Indios y Lan­gui­ñeo, unos 15 empren­di­mien­tos mine­ros hacen con­tac­to o se encuen­tran muy cer­ca del cur­so del río Chubut.

Un minu­cio­so aná­li­sis hidro­grá­fi­co, catas­tral y terri­to­rial de las comu­ni­da­des con­for­ma­das por los pue­blos ori­gi­na­rios de la Mese­ta Cen­tral chu­bu­ten­se per­mi­te corro­bo­rar que el pro­yec­to de zoni­fi­ca­ción mine­ra en Chu­but tie­ne impac­to sobre dos prin­ci­pa­les fuen­tes de agua dul­ce exis­ten­tes en la región; y que que ade­más invo­lu­cra a casi una dece­na de pun­tos de poten­cial con­flic­to en los que habi­tan pobla­do­res mapuche-tehuelches.

Cuan­do se obser­van en el mapa gene­ral de la pro­vin­cia los depar­ta­men­tos de Gas­tre y Tel­sen, se veri­fi­ca que muchos empren­di­mien­tos mine­ros (cua­dros en rojo), mani­fes­ta­cio­nes de des­cu­bri­mien­tos (cua­dros en ver­de) y per­mi­sos de explo­ra­ción o cateos mine­ros (cua­dros en azul) están den­tro de la zona pre­vis­ta por la zoni­fi­ca­ción envia­da a la Legislatura.

En casi todos los casos abar­ca cur­sos de agua impor­tan­tes o de menor cuan­tía en el enor­me terri­to­rio don­de se bus­ca habi­li­tar la explo­ta­ción mine­ra; que com­pren­de una super­fi­cie de 36.228 kiló­me­tros cuadrados.

Ese pano­ra­ma se mul­ti­pli­ca en el depar­ta­men­to de Gas­tre ‑16.335 kiló­me­tros cua­dra­dos de super­fi­cie- don­de sobre­sa­len el pro­yec­to Navi­dad de la cana­dien­se Pan Ame­ri­can Sil­ver y el de Mina Ánge­la de la bri­tá­ni­ca Pata­go­nia Gold. Mien­tras tan­to, en el depar­ta­men­to de Tel­sen (19.893 kiló­me­tros cua­dra­dos de super­fi­cie) se detec­tan sig­ni­fi­ca­ti­va­men­te menos desa­rro­llos mine­ros declarados.

En toda esa geo­gra­fía el gobierno pro­vin­cial pre­ten­de habi­li­tar la mine­ría a cie­lo abier­to y per­mi­ti­ría el uso de cia­nu­ro, sal­vo en lo espe­ci­fi­ca­do como Zona 1 en el pro­yec­to de zoni­fi­ca­ción; que com­pren­de el cur­so de los ríos involucrados.

En los dos depar­ta­men­tos lin­dan­tes al sur, tan­to en el de Paso de Indios como en el Már­ti­res ‑con una super­fi­cie de 22.300 y 15.445 kiló­me­tros cua­dra­dos res­pec­ti­va­men­te- se amplía con­si­de­ra­ble­men­te la can­ti­dad de empren­di­mien­tos a la espe­ra de habi­li­ta­ción. Eso por­que el actual pro­yec­to de zoni­fi­ca­ción deja abier­ta la posi­bi­li­dad de exten­der la habi­li­ta­ción a estos terri­to­rios, espe­cial­men­te en el lími­te sur entre Gas­tre y Paso de Indios, don­de se loca­li­zan los prin­ci­pa­les yaci­mien­tos de ura­nio ape­te­ci­dos por las com­pa­ñías mineras.

El impac­to sobre el Río Chubut

Uno de los argu­men­tos cen­tra­les que esgri­me el gobierno pro­vin­cial jun­to al empre­sa­ria­do mine­ro para res­pal­dar la pues­ta en mar­cha de la zoni­fi­ca­ción en la Mese­ta Cen­tral remar­ca que la mis­ma «no afec­ta» a la cuen­ca hídri­ca del Río Chubut.

Es cier­to que la mayo­ría del reco­rri­do que tie­ne dicha cuen­ca ‑con nacien­te en la zona cor­di­lle­ra­na y desem­bo­ca­du­ra en el Mar Argen­tino- no apa­re­ce afec­ta­da. No menos real es que en el vér­ti­ce infe­rior ‑en la zona lími­te entre en los depar­ta­men­tos de Gas­tre, Paso de Indios y Lan­gui­ñeo- el Río Chu­but es afec­ta­do de mane­ra direc­ta por la zoni­fi­ca­ción, ya que un total de 15 empren­di­mien­tos mine­ros hacen con­tac­to o se encuen­tran muy cer­ca­nos al cur­so de agua.

La gran mayo­ría de esos des­cu­bri­mien­tos o soli­ci­tu­des de explo­ra­ción están con­cen­tra­das entre las empre­sas Mine­ra Sud Argen­ti­na SA. (con 4 empren­di­mien­tos); Mine­ra Cie­lo Azul SA. (con 3); Mine­ra Argen­ti­na S.A. de Pan Ame­ri­can Sil­ver (con 2) y Bahía Atlán­ti­ca SA. con otros dos empren­di­mien­tos en la poten­cial zona de con­flic­to con el Río Chubut.

Ries­gos en la Cuen­ca Sacanana

El segun­do y uno de los más impor­tan­tes pun­tos de con­flic­to está dado por la cer­ca­nía de los empren­di­mien­tos mine­ros en el nor­te de Gas­tre sobre la Cuen­ca del Río Saca­na­na. Allí se ubi­ca prin­ci­pal­men­te el mega pro­yec­to Navi­dad y otros loca­li­za­dos en sus adyacencias.

Si bien el empren­di­mien­to mine­ro de pla­ta y plo­mo que impul­sa Pan Ame­ri­can Sil­ver no toca al río en cues­tión, su cer­ca­nía encien­de las aler­tas sobre posi­bles even­tos de con­ta­mi­na­ción ambien­tal sobre el cur­so hídrico.

El río en cues­tión for­ma par­te de la deno­mi­na­da, según el catas­tro mine­ro nacio­nal, Cuen­ca de la Lagu­na Cari Lauf­quen Gran­de. Sobre ella se posan casi una dece­na de empren­di­mien­tos mine­ros que atra­vie­san el cur­so de agua dulce.

Allí se pue­den iden­ti­fi­car 9 mani­fes­ta­cio­nes de des­cu­bri­mien­tos mine­ros, de las cua­les 4 corres­pon­den a Pata­go­nia Explo­ra­ción SA.; 3 a Sala­man­ca Oil & Gas SA.; 1 a Lele­que Explo­ra­ción SA.; y 1 a Petro­mi­ne­ra Chu­but SE.

Comu­ni­da­des originarias

Otro de los aspec­tos con­tro­ver­ti­dos del pro­yec­to de zoni­fi­ca­ción mine­ra está liga­do a las comu­ni­da­des y pue­blos ori­gi­na­rios cuyos terri­to­rios están ubi­ca­dos den­tro del área en la que se pre­ten­de habi­li­tar la mine­ría a cie­lo abier­to y con cianuro.

Según los rele­va­mien­tos del INAI (Ins­ti­tu­to Nacio­nal de Asun­tos Indí­ge­nas) se tra­ta de un total de ocho comu­ni­da­des de pue­blos ori­gi­na­rios cuyos terri­to­rios que­da­rán com­pren­di­dos por la zoni­fi­ca­ción. 5 están loca­li­za­das en el depar­ta­men­to de Gas­tre y otras 3 en el de Tel­sen. Tam­bién que­da­rán en zona de ries­go ‑como pro­duc­to de las posi­bles amplia­cio­nes- otras 3 en el depar­ta­men­to lin­de­ro de Cusha­men; por lo menos 2 en el de Paso de Indios y 2 más en el de Languiñeo.

En los alre­de­do­res del pro­yec­to Navi­dad de foca­li­za actual­men­te la mayor con­cen­tra­ción de comu­ni­da­des mapu­che-tehuel­che, que serían afec­ta­das por el avan­ce de las com­pa­ñías mineras.

Allí hay 5 comu­ni­da­des cir­cun­dan­tes a Navi­dad, iden­ti­fi­cán­do­se a la de Cha­cay Oes­te y Lagu­na Fría; Yala­lau­bat – Blan­cun­tre; Los Pino; Ngu­llu­pe­le Qui­chau­ra (Qui­chau­ra Oes­te); y Mallín de los Cual.

No sola­men­te allí hay comu­ni­da­des abo­rí­ge­nes loca­li­za­das, sino que hay otras loca­li­za­das al lími­te sur de Gas­tre y en el sec­tor nor­te de Paso de Indios. En esa zona don­de se foca­li­za bue­na par­te de los empren­di­mien­tos mine­ros de ura­nio y de exten­der­se la zoni­fi­ca­ción se trans­for­ma­ría en una región calien­te para el sur­gi­mien­to de con­flic­tos cre­cien­tes con los pue­blos originarios.

Las comu­ni­da­des abo­rí­ge­nes de Los Pichi­ña­nes y Cerro Cón­dor están ubi­ca­das a esca­sos kiló­me­tros de los dos prin­ci­pa­les yaci­mien­tos de ura­nio que tie­nen en su poder Ur Amé­ri­ca Ltd. y Comi­sión Nacio­nal de Ener­gía Ató­mi­ca (CNEA). Se tra­ta de los yaci­mien­tos deno­mi­na­dos Mese­ta Cen­tral y Cerro Solo. Des­de la ori­lla sur de Gas­tre se ubi­can las comu­ni­da­des de Lagu­ni­ta Sala­da – Cerro Bayo – Gorro Fri­gio y la de El Esco­rial – Ñuque Mapu.

Des­de la ori­lla sur de Gas­tre se ubi­can las comu­ni­da­des de Lagu­ni­ta Sala­da – Cerro Bayo – Gorro Fri­gio y la de El Esco­rial – Ñuque Mapu.

Toda la zona sur de Gas­tre y nor­te de Paso de Indios se encuen­tra cubier­ta de minas de ura­nio ya decla­ra­das (cua­dros rojos), nume­ro­sas mani­fes­ta­cio­nes de des­cu­bri­mien­to de mine­ra­les (cua­dros ver­des) y soli­ci­tu­des de per­mi­sos de explo­ra­ción o cateos (cua­dros azules).

Los posi­bles daños ambien­ta­les sobre ríos y cuen­cas hídri­cas, suma­dos al impac­to que pro­vo­ca­ría la vola­du­ra de cerros y mon­ta­ñas o la rea­li­za­ción de enor­mes boque­tes sobre la tie­rra, pue­den pro­du­cir efec­tos nega­ti­vos sobre las comu­ni­da­des de pue­blos ori­gi­na­rios y el natu­ral desa­rro­llo de la flo­ra y la fauna.

FUENTE: El Extre­mo Sur

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