La conferencia internacional celebrada en la Universidad de York (24−26 de mayo) ha sido uno de los eventos académicos mas importantes del mundo en relación con el 150 aniversario de la primera publicación de El Capital de Marx. La conferencia reunió a algunos de los principales académicos en el campo de la sociología, la ciencia política y la filosofía, de más de veinte universidades y diez países, para discutir críticamente la historia, el contenido y la relevancia de este libro pionero. El evento fue organizado por el Marx Collegium (Universidad de York), bajo la dirección de Marcello Musto, Profesor Asociado de Sociología.
Los tres días de la conferencia ‑uno de los mayores eventos académicos celebrado en la Facultad de Artes Liberales y Estudios Profesionales (LA & PS) de la Universidad de York en muchos años‑, atajó a un gran número de público, más de 1.000 estudiantes, académicos y activistas, no sólo de diferentes provincias de Canadá, sino también de países tan variados como Nepal, Japón, México, y Nicaragua. A la sesión de clausura, con una conferencia del profesor Immanuel Wallerstein asistieron más de 300 personas.
La conferencia contó con intervinientes tan distinguidos como Etienne Balibar (Universidad de París X Nanterre), Saskia Sassen (Universidad de Columbia), Bob Jessop (Universidad de Lancaster), John Bellamy Foster (Universidad de Oregon), Silvia Federici (Universidad de Hofstra), Richard Wolff (The New School), Moishe Postone (Universidad de Chicago), Kevin B. Anderson (Universidad de California Santa Barbara), Bertell Ollman (Universidad de Nueva York), Leo Panitch (Universidad de York), Ursula Huws (Universidad de Hertfordshire), Michael Kraetke (Universidad de Lancaster), Himani Bannerji (Universidad de York), Seongjin Jeong (Universidad Nacional de Gyeongsang), Mauro Buccheri (Universidad de York), Alfonso Maurizio Iacono (Universidad de Pisa), Pietro Basso (Universidad Ca’Foscari de Venecia), George Comninel (Universidad de York), Gary Teeple (Universidad Simon Fraser), y William Roberts (Universidad McGill).
Resumir los 27 trabajos presentados en la conferencia excede la capacidad de este breve informe. La selección que sigue tiene como objetivo mostrar algunas de las contribuciones originales, representativas de los cuatro temas generales de la conferencia, a saber, la historia de la difusión y recepción de El Capital en el mundo; la interpretación «extra-económica» de El Capital; la relevancia contemporánea y las limitaciones de El Capital; y la re-lectura de El Capital a la luz de los manuscritos preparatorios.
La sesión de apertura de la conferencia estuvo dedicada al proyecto en curso de escribir la historia global de la difusión y recepción de El Capital en todo el mundo. Varios de los colaboradores de este proyecto colectivo ‑cuyos resultados serán publicado en un próximo libro titulado The Routledge Handbook of Marx’s ‘Capital’: A Global History of Translation, Dissemination and Reception (London: Routledge), editado por Marcello Musto y Babak Amini (London School of Economics)-, presentaron sus hallazgos en esta sesión. Cada interviniente trazó la historia de las diferentes traducciones de El Capital en el contexto de la historia de la penetración del marxismo en sus países, y destacó las interpretaciones más influyentes de El Capitaly sus efectos en la recepción general de Marx.
Un número significativo de los trabajos presentados en la conferencia estaban dedicados a nuevas interpretaciones de El Capital a la luz de los debates sobre ecología, perspectivas no europeas y la crítica feminista. Dos ejemplos notables en este sentido fueron los trabajos presentados por Foster y Federici. En su aportación titulado «El Capital de Marx y la Tierra: La Critica Ecológica de la Economía Política», Foster argumentó que El Capital podía leerse como una crítica ecológica de la economía política. Foster demostró la prominencia del pensamiento ecológico en los escritos de Marx, desde su tesis doctoral a sus escritos de madurez, y la falta de toma en consideración del mismo entre los pensadores marxistas contemporáneos. Foster estableció las raíces del pensamiento ecológico de Marx en su concepción materialista de la historia, que siempre estuvo entrelazada con una concepción materialista de la naturaleza. También criticó las lecturas ecosocialistas de El Capital y de Marx y trató de situar de nuevo a Marx en la muy necesaria crítica ecológica del capitalismo contemporáneo.
La aportación de Federici, titulada «Marx, género y la reproducción de la clase obrera», examinó la concepción de Marx del trabajo reproductivo en el análisis y pronóstico del actual desarrollo de las relaciones de género en la historia del capitalismo y sus consecuencias para la comprensión marxista de las dinámicas internas de la lucha de clases. Criticó a Marx por no prever el desarrollo, desde la década de 1870 a la Primera Guerra Mundial, de la familia proletaria, caracterizada por el aumento de la explotación de las mujeres y los niños y la introducción del «salario familiar». Federici argumentó que la ceguera de Marx hunde sus raíces en las insuficiencias de su marco teórico al no incluir el trabajo doméstico en el proceso de reproducción de la fuerza de trabajo. También lo relacionó con la desconfianza de Marx en el trabajo no asalariado como sujeto de lucha anticapitalista.
Otro tema importante de la conferencia giró en torno al examen crítico de la importancia que sigue teniendo El Capital a la hora de proporcionar un marco para entender las transformaciones de nuestro tiempo y la naturaleza del desarrollo capitalista. Un ejemplo de las aportaciones sobre este tema fue la de Postone, «La crisis actual y el anacronismo del valor». Argumentó que entender el capitalismo como una forma abstracta históricamente específica de dominación es cada vez más importante en el contexto de la actual crisis económica y el aumento alarmante de la extrema derecha. Sugirió que el capitalismo ha construido una forma históricamente específica de la temporalidad que opera sobre la base de la dominación de la gente mediante el tiempo, lo que contradictoriamente hace al proletariado superfluo y dificulta progresivamente la posibilidad de su abolición. Este proceso crea condiciones mórbidas en las que el excedente de la fuerza de trabajo es erróneamente interpretada como un exceso superfluo de personas.
Uno de los principales objetivos de la conferencia era discutir en que medida los estudiosos de Marx hoy puede reconstruir mejor las etapas de su crítica de la economía política a la luz de los textos recuperados por el Marx-Engels-Gesamtausgabe (MEGA). La presentación de Krätke, «¿Por qué y en qué sentido El Capital esta incompleto?», fue característica en este sentido. Su tesis es que El Capital de Marx sigue incompleto en muchos aspectos cruciales. Los problemas que Marx identificó, pero no pudo resolver plenamente establecen una hoja de ruta para nuevas investigaciones. Krätke resumió lo que Marx creía haber logrado, como la distinción entre trabajo concreto y abstracto, la forma general de la plusvalía, y la diferencia entre capital constante y variable. También evaluó las diferentes interpretaciones sobre el proceso de investigación de Marx, relacionado directa o indirectamente con El Capital de 1842 a 1882, defendiendo que el proceso de investigación de Marx debe entenderse como un proceso muy discontinuo de aprendizaje sobre un problema extremadamente difícil y en evolución. Repasó las cuestiones sin resolver por Marx y especuló por qué no había podido hacerlo durante su vida.
Todos los paneles han sido grabados en vídeo y podrán verse en breve en la página web de la conferencia (http://www.marxcollegium.org/). Por otra parte, las actas de la conferencia se publicarán en 2018.
Babak Amini, estudiante de doctorado en el Departamento de Sociología de la London School of Economics.
8 de septiembre de 2017