A vuela pluma, dos noticias recientes relacionadas con Islandia, parecen irrelevantes, pero podríamos estar ante la punta de lanza de una campaña mediática contra ese país porque allí no quieren más neoliberalismo y han nacionalizado la banca.
Islandia quebró en 2008, debido a los desmanes de la banca internacional que creó en ese país una deuda impagable. Hoy, el Gobierno cómplice ya no existe, han abierto procesos contra los banqueros ladrones, han rechazado en un referéndum democrático el pago de la deuda y están elaborando una nueva constitución donde el pueblo tenga peso real y no ficticio. Por si fuera poco, se anuncia que Islandia volverá a crecer este mismo año. Y todo ello sin neoliberalismo, la receta que aplica España para «salir» de la crisis.
¿Será por eso que la agencia Moody le dice a Islandia que por negarse a pagar la deuda, la rebajará a la categoría Ba1 o menos, algo que ni nos preocupamos en saber qué significa porque no nos interesa el capitalismo? ¿Quizás también guarda relación con el hecho de que la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) urge al país nórdico a eliminar el impuesto de 1,53 euros que aplica a los turistas que salgan o entren al país? ¿Es que en otros aeropuertos del mundo no hay tasas de todo tipo que se cargan a los viajeros?
Islandia se está convirtiendo en un mal ejemplo; por tanto cabría preguntarse: ¿Quién vendrá detrás de la IATA y de Moody ? ¿Quizás la OTAN?