La patria no se nego­cia, la patria se defiende

«Que impor­ta mi vida cuan­do lo que está en peli­gro es la humanidad.»Ernesto Che Guevara

«Las Revo­lu­cio­nes nacen en los calle­jo­nes sin salida.»Bertolt Brecht

Par­te I

La Cau­sa Pales­ti­na es la cau­sa de un pue­blo nati­vo semi­ta que hoy en el siglo XXI lucha con­tra un ana­cro­nis­mo colo­nial euro­cén­tri­co deno­mi­na­do «Israel». Eso es todo, reite­ro, eso es todo. Y esto no es sim­plis­mo, pero sí es un temi­do tabú. Cuan­to mie­do nos habi­ta en nues­tro repre­si­vo mun­do occidental.

En 1948, des­de Euro­pa y por euro­peos, se logró impo­ner un régi­men colo­nial en Pales­ti­na a tra­vés de un movi­mien­to fas­cis­ta lla­ma­do el sio­nis­mo. El movi­mien­to sio­nis­ta, entre otras cosas, con­sis­te en la fabri­ca­ción de un Esta­do-Nación segre­ga­cio­nis­ta para los pro­fe­san­tes de la reli­gión, repi­to, de la reli­gión, y en este caso de la reli­gión judía. Se valen de las escri­tu­ras sagra­das bíbli­cas (heren­cia semi­ta no euro­pea), para ocul­tar el colonialismo.

Aho­ra, esta­mos ante un clá­si­co colo­nia­lis­mo, pero que, a dife­ren­cia del his­tó­ri­co colo­nia­lis­mo, es un colo­nia­lis­mo que no pro­vie­ne de un pue­blo sino de un movi­mien­to euro­cén­tri­co tenien­do como pro­yec­to la fabri­ca­ción de un Esta­do-nación. Esta par­ti­cu­la­ri­dad de no ser pue­blo, los obli­ga tam­bién a tomar, a robar la his­to­ria del pue­blo nati­vo. Aho­ra bien, los judíos no cons­ti­tu­yen un pue­blo (de igual mane­ra que los cris­tia­nos y los musul­ma­nes tam­po­co son «pue­blos»). Se dis­fra­zan de hebreos, israe­li­tas, etc. El israe­lí no es el «israe­li­ta des­cri­to en la biblia». Mani­fies­tan que se tra­ta de la tie­rra que Dios les pro­me­tió. Otros argu­men­tan un retorno a la tie­rra ances­tral des­pués de 2000 años y toda la aro­má­ti­ca men­ti­ra car­ga­da de épi­ca y epo­pe­ya, todo un alu­ci­nan­te man­to esté­ti­co que faci­li­ta la fal­si­fi­ca­ción de la historia.

En el clá­si­co colo­nia­lis­mo el colo­ni­za­dor expo­lia el sue­lo del nati­vo y en muchos casos des­tru­ye la his­to­ria y cul­tu­ra del nati­vo, la con­si­de­ra peca­mi­no­sa, sal­va­je. En algu­nos casos no las toca, pero lo que si que­da cla­ro es que el colo­ni­za­dor no se apro­pia de ella, ya que el colo­ni­za­dor tie­ne su pro­pia his­to­ria y tie­ne su pro­pia his­to­ria por­que es un pueblo.

Sim­ple, cuan­do el régi­men colo­nial de Israel pre­sen­ta el fala­fel como pla­to típi­co de Israel, esto es prue­ba que no es un pue­blo y es por esto que se ve obli­ga­do a apro­piar­se no solo de la his­to­ria sino tam­bién de la gas­tro­no­mía y demás expre­sio­nes del acer­vo cul­tu­ral palestino.

Al pue­blo nati­vo semi­ta pales­tino no solo pre­ten­den expul­sar­lo de su tie­rra, sino que tam­bién bus­can expul­sar­lo de la historia.

Se hace urgen­te recor­dar, hacer memo­ria y hacer lec­tu­ra que la tri­lo­gía mono­teís­ta judío-cris­tia­na-musul­ma­na es una heren­cia, no euro­pea sino semi­ta, de lo que hoy es el ances­tro ára­be. Es difí­cil o escan­da­lo­so que el euro­cen­tris­mo lea esto, inclui­da la izquier­da misma.

Los ideó­lo­gos del sio­nis­mo saben bien de su par­ti­cu­la­ri­dad colo­nial, que es un colo­nia­lis­mo que no vie­ne de un pue­blo, y por lo tan­to saben bien que el día que el nati­vo pales­tino logre su inde­pen­den­cia, el colo­ni­za­dor no tie­ne un pun­to de retorno como ocu­rre en el clá­si­co colo­nia­lis­mo. (Quie­ro hacer un parén­te­sis en esto. Sí tie­nen un pun­to de retorno, lo que pasa es que sería un pun­to de retorno, no a un lugar común, sino que retor­na­rían a sus res­pec­ti­vas tie­rras de ori­gen: Rusia, Polo­nia, Ucra­nia, Ale­ma­nia, Ingla­te­rra, Marrue­cos, Argen­ti­na, etc. Millo­nes de nati­vos pales­ti­nos sos­te­ne­mos que, ante la Inde­pen­den­cia del pue­blo nati­vo pales­tino, esa pobla­ción que por­ta un gen­ti­li­cio colo­nial, israe­lí, per­ma­nez­ca en Pales­ti­na, no deben ser expul­sa­dos, sino que deben por­tar el gen­ti­li­cio nati­vo pales­tino. Esto debe ser un prin­ci­pio moral intrín­se­co en la noble cau­sa por la libe­ra­ción de Pales­ti­na y ante la uni­ver­sa­li­dad huma­na misma).

Par­te II

Des­pués de la expul­sión de la OLP del Líbano, esta orga­ni­za­ción pier­de coor­di­na­ción, y es en 1987 que irrum­pe un genuino levan­ta­mien­to popu­lar den­tro de Pales­ti­na deno­mi­na­do Inti­fa­da. El régi­men colo­nial de Israel esta­ba per­di­do, des­ar­ti­cu­la­do y por pri­me­ra vez masi­va­men­te desacreditado.

El gran y cri­mi­nal error fue haber para­do, haber dete­ni­do la Inti­fa­da. Se debió dejar la con­ti­nua­ción de la Inti­fa­da. Fue una opor­tu­ni­dad his­tó­ri­ca de libe­ra­ción. La Inti­fa­da fue secues­tra­da por una cúpu­la pales­ti­na y entra­ron en nego­cia­cio­nes con el colonialismo.

Des­de hace tres déca­das esa cúpu­la pales­ti­na entró en nego­cia­cio­nes con el régi­men colo­nial de Israel.

Semán­ti­ca­men­te, hablar en tér­mi­nos de nego­cia­cio­nes es una vul­ga­ri­dad, aun­que es ver­dad, ya que se tra­ta de nego­cia­cio­nes, Pales­ti­na está sien­do negociada.

Las nego­cia­cio­nes están lle­van­do al pue­blo nati­vo pales­tino al mata­de­ro. Las nego­cia­cio­nes están con­tri­bu­yen­do al fin de la exis­ten­cia y con­ti­nui­dad de ese pue­blo nati­vo semi­ta que lle­va mucho más de 11 mil años en la luz de la his­to­ria de la Huma­ni­dad. El sio­nis­mo colo­nial está avan­zan­do en su empre­sa de exter­mi­nio expan­sio­nis­ta y criminal.

La lucha pací­fi­ca tam­bién pasó a ser cen­su­ra­da. Por ejem­plo, el Boi­cot, que es una heren­cia gandhia­na y de pra­xis suda­fri­ca­na con­tra el apartheid, fue inclu­so prac­ti­ca­do por los judíos en Esta­dos Uni­dos con­tra el régi­men nazi. Hoy, hablar del BDS (Boi­cot, Des­in­ver­sión y San­cio­nes) pue­de ser moti­vo de cár­cel. El fas­cis­mo sio­nis­ta colo­nial expan­sio­nis­ta avanza.

Ya algu­nas tira­nías ára­bes trai­do­ras están nor­ma­li­zan­do abier­ta­men­te sus rela­cio­nes con ese régi­men geno­ci­da colo­nial, sobre la san­gre de sus pro­pios her­ma­nos ára­bes, ponien­do así en ries­go la sobe­ra­nía de sus pro­pios pue­blos. Recor­de­mos que ese colo­nia­lis­mo es expan­sio­nis­ta, el pro­yec­to de «la Gran Israel» no se limi­ta a Pales­ti­na, sino tam­bién a otros pue­blos ára­bes. El fas­cis­mo sio­nis­ta colo­nial expan­sio­nis­ta avanza.

El gobierno per­sa de Irán y el movi­mien­to liba­nés Hiz­bu­llah son algu­nas de las gran­des reser­vas mora­les, polí­ti­cas y mili­ta­res que resis­ten por la libe­ra­ción del pue­blo pales­tino, fren­te al ana­cro­nis­mo colo­nial y expan­sio­nis­ta de «Israel».

El motor, el cere­bro del régi­men colo­nial de Israel es el movi­mien­to fas­cis­ta inter­na­cio­nal sio­nis­ta. El sio­nis­mo es el más pode­ro­so poder fas­cis­ta de nues­tro tiem­po. El sio­nis­mo inter­na­cio­nal es el impe­ria­lis­mo mismo.

La exis­ten­cia del régi­men colo­nial de Israel con­lle­va a que el sio­nis­mo sea hoy el más pode­ro­so poder fas­cis­ta de nues­tro tiem­po histórico.

La libe­ra­ción de Pales­ti­na es la libe­ra­ción del mun­do, ya que esta­ría­mos abo­lien­do un ana­cro­nis­mo colo­nial, y a su vez, orgá­ni­ca­men­te, esta­ría­mos debi­li­tan­do al más pode­ro­so fas­cis­mo de nues­tro tiempo.

A pesar de tan­ta trai­ción de los man­da­ta­rios ára­bes, la coyun­tu­ra de hoy hace via­ble la libe­ra­ción de Pales­ti­na. Esta­mos ante el ama­ne­cer de un mun­do mul­ti­po­lar, el hege­món impe­rial, don­de habi­ta el fas­cis­mo sio­nis­ta, se halla en decli­ve. La Euro­pa asfi­xia­da en su pro­pio tóxi­co Ota­nis­ta, al apo­yar al nazis­mo en Ucra­nia…, el sur­gi­mien­to de los BRICS, el des­per­tar de la madre Áfri­ca y una Amé­ri­ca Lati­na menos sumisa.

Hoy, el pue­blo pales­tino se encuen­tra uni­do ante la ope­ra­ción mili­tar rea­li­za­da por Hamas. Es tiem­po de lucha y no de nego­cia­cio­nes. No se debe repe­tir el error de dete­ner la lucha como ocu­rrió en la pri­me­ra Intifada.

His­tó­ri­ca­men­te los pue­blos nati­vos com­ba­ten a su colo­ni­za­dor, y el pue­blo nati­vo semi­ta pales­tino no debe ser la excepción.

Hoy todos a las calles, tene­mos una cita con la His­to­ria y es la libe­ra­ción del pue­blo nati­vo semi­ta pales­tino. Tene­mos una deu­da con la Huma­ni­dad, y es la abo­li­ción del más pode­ro­so fas­cis­mo de nues­tro tiem­po, el Sionismo.

Por aque­llos que aún no han naci­do, sea­mos los hijos de nues­tro tiem­po, tiem­po de luz, no de oscurantismo.

Susa­na Khalil

24 de octu­bre de 2023

Fuen­te: https://espanol.almayadeen.net/articles/1765162/la-patria-palestina-no-est%C3%A1-dispuesta-a-negociar

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Un comentario

  1. Me pare­ce un artícu­lo cla­ri­fi­ca­dor de la his­to­ria pales­ti­na, de sus dere­chos como pue­blo secues­tra­dos, de la crea­ción del esta­do de israel ocu­pan­do tie­rras pales­ti­nas y expul­san­do­los al des­tie­rro a otros paí­ses. Israel está prac­ti­can­do un geno­ci­dio con el pue­blo pales­tino, sin res­pues­ta ade­cua­da de la ONU, apo­ya­dos por EEUU y la Unión Euro­pea. Los ata­ques y bon­bar­deos con­tra la pobla­ción civil matan­do a miles de niños y niñas, 6500 en estos momen­tos, son crí­mi­nes de gue­rra, acom­pa­ña­dos de la des­truc­ción de los hoga­res e infra­es­truc­tu­ras civi­les, inclui­dos hos­pi­ta­les y escue­las. El cor­te de ayu­da huma­ni­ta­ria, de agua, luz y car­bu­ran­tes, es tam­bién cri­men de gue­rra y va rea­li­zan­do el Geno­ci­dio con­tra Palestina.

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