Libia, el fren­te desconocido

Los pozos de petró­leo de Libia están cerra­dos des­de febre­ro pasa­do, mien­tras que Euro­pa se deba­te en medio de la cri­sis energética.

Pero en Ita­lia y en Euro­pa nadie men­cio­na el cie­rre de los pozos libios… para no tener que remo­ver los deta­lles de una gue­rra que noso­tros mis­mos pro­mo­vi­mos, deta­lles que –por suer­te para el gobierno ita­liano– nadie había per­ci­bi­do… has­ta ahora.

¿Cómo lle­ga­mos a esta situación?

En diciem­bre de 2021, las elec­cio­nes que iban a rea­li­zar­se en Libia des­apa­re­cie­ron brus­ca­men­te de las noti­cias, cuan­do fal­ta­ba sólo una sema­na para la votación.

¿Por qué? Por­que los son­deos pre­vios a las elec­cio­nes mos­tra­ban que Saif al-Islam Kadha­fi, hijo del ase­si­na­do Guía libio Muam­mar el-Kadha­fi, reu­nía más del 50% de la pre­fe­ren­cia de los elec­to­res y que tenía las mayo­res posi­bi­li­da­des de con­ver­tir­se en pre­si­den­te de Libia.

En medio de esa bru­tal inje­ren­cia exter­na en la vida polí­ti­ca de los libios, el par­la­men­to libio emi­tió en febre­ro pasa­do un voto de con­fian­za a favor de Fathi Bashagha, quien había reco­no­ci­do la auto­ri­dad del Ejér­ci­to Nacio­nal Libio, enca­be­za­do por Kha­li­fa Haftar.

Pero el pri­mer minis­tro salien­te, Abdulha­mid Dabai­ba, quien goza del res­pal­do de Occi­den­te –aun­que aho­ra no cuen­ta con abso­lu­ta­men­te nin­gu­na legi­ti­mi­dad polí­ti­ca– se man­tie­ne a la cabe­za del gobierno en Trí­po­li, bajo la pro­tec­ción de las mili­cias arma­das, entre las que aho­ra se cuen­ta el Emi­ra­to Islá­mi­co (Daesh).

Fue esto lo que lle­vó el pue­blo libio –jun­to con los sin­di­ca­tos– a cerrar casi total­men­te los pozos de petró­leo en la par­te del terri­to­rio libio (75% del país) que se halla bajo con­trol del Ejér­ci­to Nacio­nal Sirio de Haftar.

Esta deci­sión extre­ma de los libios se debe al temor, total­men­te jus­ti­fi­ca­do, de que los ingre­sos del petró­leo sean uti­li­za­dos para finan­ciar un nue­vo dis­po­si­ti­vo de repre­sión mili­tar en Trí­po­li, bajo la égi­da de la OTAN y en con­tra de la volun­tad popular.

En medio de un con­tex­to don­de el deba­te en Ita­lia [y en nume­ro­sos paí­ses occi­den­ta­les. Nota de la Redac­ción.] gira alre­de­dor de la gue­rra y del enca­re­ci­mien­to de la vida, des­blo­quear la pro­duc­ción de petró­leo en Libia –pero no finan­cian­do mili­cias arma­das y el apo­yo a un pri­mer minis­tro ile­gal sino median­te el pleno reco­no­ci­mien­to de la sobe­ra­nía de Libia– podría garan­ti­zar a Ita­lia [y al res­to de Euro­pa. NdR.] los recur­sos que tan­to se nece­si­tan para com­ba­tir el enca­re­ci­mien­to de la vida.

¿Y quién está dis­pues­to a desa­fiar al gobierno de Mario Draghi para empren­der esa batalla?

Man­lio Dinucci

15 de junio de 2022

[Tra­du­ci­do al espa­ñol por Red Vol­tai­re a par­tir de la ver­sión al fran­cés de Marie-Ange Patrizio.]

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