Por qué se inten­si­fi­ca la pri­va­ti­za­ción de la sani­dad anda­lu­za – ARBOREÁ Andaluza

Auto­ra: Chi­qui Cruz Rojo

La pri­va­ti­za­ción en Anda­lu­cía sigue su camino impa­ra­ble. En la pro­vin­cia de Cádiz son varias las loca­li­da­des cuyos cen­tros públi­cos deri­van a espe­cia­lis­tas de hos­pi­ta­les pri­va­dos de Pas­cual. Vithas, el segun­do gru­po de la sani­dad pri­va­da en el Esta­do espa­ñol será sede de los ser­vi­cios qui­rúr­gi­cos del hos­pi­tal sevi­llano Vir­gen del Rocío. Pas­cual, el mayor hol­ding pri­va­do de Anda­lu­cía, logra exter­na­li­za­cio­nes, pri­va­ti­za­cio­nes, de dis­tin­tos ser­vi­cios sani­ta­rios para el dis­tri­to Huel­va-Cos­ta. Ambas empre­sas con­si­guen sin con­cur­so los mayo­res con­tra­tos de emer­gen­cia de la sani­dad de Anda­lu­cía: con­cier­tos por 5 millo­nes de euros. Cep­sa se lle­va la pri­va­ti­za­ción de los resi­duos infec­cio­sos de los hos­pi­ta­les del SAS y a la empre­sa Eulen segu­ri­dad se le adju­di­ca fun­cio­nes de vigi­lan­cia y segu­ri­dad para el hos­pi­tal Vir­gen de la Vic­to­ria de Mala­ga (1). La Jun­ta de Anda­lu­cía vuel­ve a pre­miar, a pagar, a estas empre­sas lo que no invier­te en los hos­pi­ta­les públi­cos. Así, el gobierno anda­luz en sus pre­su­pues­tos aumen­ta la inver­sión tími­da­men­te en per­so­nal y ser­vi­cios sani­ta­rios públi­cos, mien­tras aumen­ta enor­me­men­te en ser­vi­cios pri­va­dos (un aumen­to del 43% en con­cier­tos con cen­tros pri­va­dos y un 58% en mate­rial sani­ta­rio y far­ma­cia) (2).

Las con­se­cuen­cias de este tras­pa­so de dine­ro públi­co al sec­tor pri­va­do se notan de mane­ra alar­man­te en todo el sis­te­ma, empe­zan­do por su sos­tén, su “puer­ta de entra­da”: la Aten­ción Pri­ma­ria, que, con la excu­sa de la pan­de­mia, dejó de pres­tar impor­tan­tes ser­vi­cios de pre­ven­ción como los segui­mien­tos de pro­gra­mas de salud y de aten­ción a las pato­lo­gías. Las con­sul­tas se colap­san al no refor­zar a per­so­nal que ha teni­do que afron­tar la pan­de­mia y ame­na­za el cie­rre de Cen­tros de Salud como el de “Cerro Ama­te” en Sevi­lla. Esta situa­ción la ha sufri­do nues­tra pobla­ción con los abu­sos en con­sul­tas tele­fó­ni­cas y el aumen­to de las lis­tas de espe­ras. La pre­ven­ción y pro­mo­ción de la salud bri­llan por su ausen­cia y la Aten­ción Espe­cia­li­za­da ve aumen­tar sus lis­tas de espe­ra a pesar de que hay menos deri­va­cio­nes por los retra­sos y el colap­so en la Aten­ción Pri­ma­ria. La gen­te, o direc­ta­men­te no va a las con­sul­tas de medi­ci­na gene­ral, o ata­ja su aten­ción a tra­vés de los ser­vi­cios de urgen­cias. Lo mis­mo ocu­rre con las medi­das de Salud Públi­ca, Epi­de­mio­lo­gía y los Sis­te­mas de Infor­ma­ción, estos últi­mos pri­va­ti­za­dos por el gobierno actual.

Siguien­do los pasos de las resi­den­cias de mayo­res, otro impor­tan­te sec­tor que está sufrien­do las pri­va­ti­za­cio­nes es la Salud Men­tal. Según la encues­ta de mor­bi­li­dad hos­pi­ta­la­ria del INE, en 2019, los pro­ble­mas de salud men­tal oca­sio­na­ron las mayo­res estan­cias hos­pi­ta­la­rias en el esta­do espa­ñol: casi seis millo­nes (5.965.518), un 15,1% del total, y con los mayo­res tiem­pos ingre­sa­dos (50,6 días de media), más que las enfer­me­da­des cir­cu­la­to­rias y res­pi­ra­to­rias (3). Las cua­tro prin­ci­pa­les com­pa­ñías pri­va­das de salud men­tal en todo el esta­do tie­nen como accio­nis­ta mayo­ri­ta­rio a un fon­do de inver­sión. Tres de estas cua­tro com­pa­ñías per­te­ne­cen a gru­pos empre­sa­ria­les euro­peos cuya acti­vi­dad prin­ci­pal es la ges­tión de geriá­tri­cos. De esta for­ma, median­te la inyec­ción de dine­ro publi­co a las empre­sas pri­va­das, pri­me­ro más peque­ñas y esta­ta­les, éstas son adqui­ri­das por gran­des empre­sas euro­peas, líde­res en ambos sec­to­res: Geriá­tri­cos y Salud men­tal. Así, Mag­num Capi­tal, un fon­do de inver­sión que com­pra com­pa­ñías que no coti­zan en Bol­sa, las hacen cre­cer rápi­da­men­te y las reven­den (4). Adquie­ren la com­pa­ñía, aun­que se endeu­den, sabien­do que son sec­to­res que tie­nen ganan­cias ase­gu­ra­das para poder devol­ver los prés­ta­mos, y si enci­ma están finan­cia­dos por dine­ro públi­co, mejor que mejor. Ade­más, com­pran fir­mas de la com­pe­ten­cia con­cen­tran­do las empre­sas del sec­tor en “pocas manos”, dejan­do fue­ra de la acti­vi­dad a las empre­sas fami­lia­res o media­nas. Puro capi­ta­lis­mo sal­va­je don­de los pes­ca­dos gran­des se comen a los peque­ños y con la ayu­da del dine­ro del Esta­do en una socie­dad don­de los pro­ble­mas de salud men­tal están aumen­tan­do jun­to al sufri­mien­to de nues­tra gente.

CONTEXTO HISTÓRICO

Para enten­der por qué se pro­du­cen estos pro­ce­sos de pri­va­ti­za­ción hare­mos pri­me­ro un bre­ve repa­so his­tó­ri­co. Des­de hace tiem­po veni­mos dicien­do que la Refor­ma Sani­ta­ria en Anda­lu­cía, y la del con­jun­to del Esta­do espa­ñol, se pro­du­jo en un con­tex­to de cri­sis polí­ti­ca y de impor­tan­tes luchas popu­la­res. Se que­ría trans­for­mar la dic­ta­du­ra fas­cis­ta en un sis­te­ma par­la­men­ta­rio que con­ser­va­ra todos los pode­res esen­cia­les (fac­ti­cos): Monar­quía, fuer­zas mili­ta­res y poli­cia­les, bases mili­ta­res extran­je­ras y un sis­te­ma eco­nó­mi­co que siguie­ra bene­fi­cian­do a las gran­des empre­sas trans­na­cio­na­les. Se tra­ta­ba de cam­biar algo para que lo fun­da­men­tal siguie­ra igual. Estos cam­bios se con­fi­gu­ra­ron a par­tir de la apro­ba­ción de la Ley Gene­ral de Sani­dad (LGS) en el año 1986. Antes, Anda­lu­cía, con­si­gue el máxi­mo de com­pe­ten­cias, entre ellas la sani­dad, que solo se había con­ce­di­do a las lla­ma­das nacio­na­li­da­des his­tó­ri­cas. Esto ocu­rrió, en gran medi­da, gra­cias a las mul­ti­tu­di­na­rias mani­fes­ta­cio­nes de la pobla­ción anda­lu­za, el 4 de diciem­bre de 1977, que recla­ma­ban las máxi­mas com­pe­ten­cias para Anda­lu­cía (5).

En Anda­lu­cía, la refor­ma sani­ta­ria se va desa­rro­llan­do con mucho inte­rés y esfuer­zo de sus pro­fe­sio­na­les. Se comen­zó a incluir la pre­ven­ción y pro­mo­ción de la salud en los nue­vos Cen­tros de Salud. A la Aten­ción Pri­ma­ria se le fue dado un papel prin­ci­pal con dife­ren­tes tipos de pro­fe­sio­na­les y un per­so­nal médi­co for­ma­do con la espe­cia­li­dad de Medi­ci­na Fami­liar y Comu­ni­ta­ria. Se desa­rro­llan Pro­gra­mas de Salud como la aten­ción a enfer­me­da­des cró­ni­cas, al emba­ra­zo, la salud infan­til, pro­gra­mas de Salud esco­lar y vacu­na­cio­nes, o la detec­ción pre­coz del cán­cer. Se refor­za­ron las acti­vi­da­des de Salud Públi­ca ante epi­de­mias y pan­de­mias, entre otras. Se refuer­za tam­bién la Aten­ción hos­pi­ta­la­ria y sus cen­tros de espe­cia­li­da­des para las fun­cio­nes más espe­cí­fi­cas. Sin embar­go, estos impor­tan­tes avan­ces se han vis­to con­ti­nua­men­te ata­ca­dos por las pri­va­ti­za­cio­nes e insu­fi­cien­te inver­sión en la sani­dad pública.

Estas pri­va­ti­za­cio­nes se pro­du­cen por­que nues­tra legis­la­ción lo per­mi­te. Pri­me­ro, en su ley bási­ca: la Ley Gene­ral de Sani­dad (LGS). En su artícu­lo 90, aprue­ba los con­cier­tos con ser­vi­cios pri­va­dos. Uti­li­zan­do pala­bras eva­si­vas y poco cla­ras: “a ter­ce­ros”, “con medios aje­nos a las admi­nis­tra­cio­nes públi­cas”. Es muy lla­ma­ti­vo que en la ley fun­da­men­tal de la refor­ma sani­ta­ria se evi­ta con­ti­nua­men­te la pala­bra pri­va­do para que pare­cie­ra lo que no era. Curio­so tam­bién cuan­do dice: pre­vio al con­cier­to, se ten­drán en cuen­ta la uti­li­za­ción ópti­ma de sus recur­sos sani­ta­rios pro­pios. Con­di­ción que no se cum­ple como con­ti­nua­men­te han denun­cia­do las mareas, aso­cia­cio­nes y sin­di­ca­tos com­ba­ti­vos. No solo han denun­cia­do la pri­va­ti­za­ción y paso del dine­ro públi­co al pri­va­do, sino tam­bién no cum­plir con la uti­li­za­ción ópti­ma de los recur­sos sani­ta­rios, ya que los ser­vi­cios sani­ta­rios públi­cos en Anda­lu­cía están infra­uti­li­za­dos. Por ejem­plo, implan­tar tur­nos de maña­na y tar­de para con­sul­tas, pro­ce­sos diag­nós­ti­cos y qui­rúr­gi­cos con el per­so­nal suficiente.

Pos­te­rior­men­te, en el año 1991, se publi­ca el Infor­me Abril Mar­to­rell, que fue el pri­mer inten­to serio de faci­li­tar la mer­can­ti­li­za­ción del sis­te­ma sani­ta­rio. La idea fue sepa­rar la ges­tión y pro­vi­sión (que podrían ser pri­va­das) de la finan­cia­ción que siguen sien­do públi­cas. Esto es, finan­ciar con dine­ro públi­co deter­mi­na­dos ser­vi­cios pri­va­dos. Se intro­du­ce el repa­go en las pres­ta­cio­nes com­ple­men­ta­rias como el mate­rial orto­pro­té­si­co. Se faci­li­tó el nego­cio de con­tra­ta­cio­nes de sec­to­res tan impor­tan­tes como las tec­no­lo­gías sani­ta­rias y la indus­tria far­ma­céu­ti­ca (6).

En 1997, el gobierno de Aznar con el apo­yo del PSOE y PNV aprue­ba la ley 1597 que per­mi­te la entra­da de enti­da­des pri­va­das en la ges­tión de cen­tros sani­ta­rios públi­cos. Las con­se­cuen­cias están sien­do desas­tro­sas en los cen­tros hos­pi­ta­la­rios públi­cos de ges­tión pri­va­da que se implan­ta­ron con rapi­dez. A los pro­ble­mas de corrup­ción y des­pil­fa­rro de dine­ro públi­co, se une los de la baja cali­dad del ser­vi­cio y el empeo­ra­mien­to de las con­di­cio­nes labo­ra­les del per­so­nal. Esta ten­den­cia pri­va­ti­za­do­ra sigue los requi­si­tos que impo­ne el Ban­co Mun­dial y la Unión Euro­pea (6).

Actual­men­te, el gobierno de coa­li­ción, mien­tras se lle­nan la boca de sani­dad públi­ca, ela­bo­ra un ante­pro­yec­to de ley, noviem­bre de 2021 (7), que vuel­ve “caer” en el pun­to fun­da­men­tal: “…la pres­ta­ción y ges­tión de los ser­vi­cios sani­ta­rios y socio­sa­ni­ta­rios se lle­va­rán a cabo pre­fe­ren­te­men­te median­te la fór­mu­la de ges­tión direc­ta de carác­ter públi­co. El recur­so excep­cio­nal a otras fór­mu­las de ges­tión habrá de con­tar obli­ga­to­ria­men­te con una memo­ria que jus­ti­fi­que des­de el pun­to de vis­ta sani­ta­rio social y eco­nó­mi­co la nece­si­dad de acu­dir a ellas, tenien­do en cuen­ta, con carác­ter pre­vio, la uti­li­za­ción ópti­ma sus recur­sos sani­ta­rios pro­pias…(la negri­ta es nues­tra). Nue­va­men­te dejan abier­ta la puer­ta a la entra­da de la ges­tión pri­va­da, aun­que evi­tan esa pala­bra y lo vuel­ven a mati­zar con su nece­sa­ria jus­ti­fi­ca­ción y uso pre­vio de la uti­li­za­ción ópti­ma de los recur­sos públi­cos. ¿No se pare­ce dema­sia­do a la LGS? Sí, y tam­bién con el vis­to bueno de la Unión Europea.

Vemos, por tan­to, que las pri­va­ti­za­cio­nes que hemos sufri­do des­de la refor­ma sani­ta­ria, des­de la LGS de 1986, has­ta la actua­li­dad, están ampa­ra­das por las leyes de los sis­te­mas capi­ta­lis­ta espa­ñol y euro­peo. No es de extra­ñar esta con­gruen­cia de una socie­dad pri­va­da con las pri­va­ti­za­cio­nes de lo públi­co. O, dicho de otra for­ma, la con­tra­dic­ción de tener ser­vi­cios públi­cos en una socie­dad pri­va­da. Con­si­de­ra­mos esta con­tra­dic­ción públi­co-pri­va­do otra cues­tión esen­cial de este análisis.

LA DIALÉCTICA EN LOS SERVICIOS SANITARIOS: LA CONTRADICCIÓN PÚBLICO-PRIVADO

Pro­mo­ver ser­vi­cios públi­cos, como sani­dad, edu­ca­ción o ener­gía, en una socie­dad capi­ta­lis­ta basa­da en la mer­can­ti­li­za­ción, el nego­cio y la pro­pie­dad pri­va­da, no deja de ser una con­tra­dic­ción que ter­mi­na sal­tan­do, a favor de lo pri­va­do, sobre todo en épo­cas de cri­sis capi­ta­lis­tas. El hecho es que la esen­cia, el ADN, de un Esta­do capi­ta­lis­ta es defen­der las rique­zas de las empre­sas pri­va­das. Empre­sas que, en una eco­no­mía inter­na­cio­nal, que va más allá de los Esta­dos, se amplían y con­cen­tran en unas pocas cor­po­ra­cio­nes. Esto pro­vo­ca la exis­ten­cia de oli­go­po­lios de ser­vi­cios tan esen­cia­les como la ener­gía, la ban­ca o los medios de comu­ni­ca­ción. Pero tam­bién de sec­to­res sani­ta­rios o aten­ción a las per­so­nas mayo­res. Ya hemos habla­do de la recien­te entra­da de tres mul­ti­na­cio­na­les euro­peas en geriá­tri­cos pri­va­dos y de salud men­tal espa­ño­las, muchas de ellas finan­cia­das con dine­ro públi­co a tra­vés de conciertos.

Des­de una visión dia­léc­ti­ca cual­quier pro­ce­so natu­ral o social que se ana­li­ce, se encuen­tra que son inter­na­men­te hete­ro­gé­neos, dife­ren­tes entre sí, con­tra­rios, y que depen­den del con­jun­to supe­rior del que for­man par­te. Las fuer­zas con­tra­rias son con­si­de­ra­das como con­tra­dic­to­rias, por­que cada una de ellas pug­na por pre­va­le­cer, por hacer­se domi­nan­te. En el caso de nues­tro sis­te­ma sani­ta­rio, su hete­ro­ge­nei­dad lo mar­ca su carác­ter públi­co-pri­va­do, por un lado, su pre­ten­di­da natu­ra­le­za públi­ca, de todas y para todas; por el otro las con­ti­nuas pri­va­ti­za­cio­nes que la soca­ban. Son fuer­zas con­tra­rias que pug­nan entre sí en un equi­li­brio diná­mi­co. En la actua­li­dad, nues­tro sis­te­ma sani­ta­rio, sien­do de finan­cia­ción públi­ca, aun­que no en todas sus pres­ta­cio­nes (medi­ca­men­tos y otros pro­duc­tos sani­ta­rios), la ges­tión y pro­vi­sión (los ser­vi­cios que se ofre­cen), es cada vez más pri­va­da, lo cual hace más ines­ta­ble al con­jun­to del sistema.

Inclu­so en una socie­dad capi­ta­lis­ta la exis­ten­cia de ser­vi­cios públi­cos finan­cia­dos por el Esta­do es siem­pre bene­fi­cio­sa para la pobla­ción. En pri­mer lugar, por­que son ser­vi­cios para todas y por su coor­di­na­ción. Tam­bién por la mejor orga­ni­za­ción y for­ma­ción de sus pro­fe­sio­na­les. Unos ser­vi­cios públi­cos bien finan­cia­dos mejo­ran las con­di­cio­nes labo­ra­les de su per­so­nal que, ade­más, revier­te en la aten­ción y satis­fac­ción de las per­so­nas aten­di­das. Se dice el sis­te­ma públi­co de salud es insos­te­ni­ble, no hay sufi­cien­te dine­ro, enton­ces, nos pre­gun­ta­mos, ¿por qué se da dine­ro a los cen­tros pri­va­dos?, ¿por qué se con­cier­tan ser­vi­cios con dine­ro públi­co cuan­do sal­dría más bara­to finan­ciar mejor los cen­tros públi­cos con más per­so­nal e infra­es­truc­tu­ras?, ¿por qué se ceden a mul­ti­na­cio­na­les medi­ca­men­tos de pro­duc­ción públi­ca mucho más baratos?

Si la prin­ci­pal con­tra­dic­ción de una socie­dad es ser públi­ca (socia­lis­ta) o pri­va­da (capi­ta­lis­ta), todas las con­tra­dic­cio­nes en los dife­ren­tes nive­les que lo cons­ti­tu­yen vie­nen mar­ca­dos por esa con­tra­dic­ción prin­ci­pal del con­jun­to. Si la socie­dad es pri­va­da sus fuer­zas son deter­mi­nan­tes en sus dife­ren­tes sis­te­mas. El sis­te­ma sani­ta­rio es uno de ellos, este con­tex­to mar­ca la deri­va, la espi­ral nega­ti­va de pri­va­ti­za­cio­nes que la aho­gan y que la des­tru­yen como Sis­te­ma Nacio­nal de Salud.

A MODO DE CONCLUSIÓN

En este bre­ve aná­li­sis que aca­ba­mos de expo­ner tra­ta­mos de com­pren­der las cau­sas de los pro­ce­sos pri­va­ti­za­do­res en el sis­te­ma sani­ta­rio espa­ñol y anda­luz, des­en­mas­ca­ran­do los sim­plis­mos. Por ejem­plo, cuan­do el gobierno anda­luz dice que va a aumen­tar los pre­su­pues­tos en sani­dad, no dice que gran par­te del dine­ro va a la ges­tión pri­va­da. O cuan­do dice que no refuer­zan per­so­nal por­que no hay pro­fe­sio­na­les para con­tra­tar, no dice que éstos emi­gran de Anda­lu­cía para mejo­rar sus con­di­cio­nes labo­ra­les (8). Los pro­ble­mas se mues­tran como acci­den­tes sobre los que no pode­mos hacer nada, evi­tan­do ana­li­zar con rigor sus cau­sas inme­dia­tas y leja­nas. Ver solo los con­di­cio­nan­tes exter­nos como una coli­sión más o menos acci­den­tal nos impi­de ana­li­zar el obje­to de estu­dio en sus cau­sas y con­tra­dic­cio­nes para corre­gir­las con honestidad.

Mien­tras la legis­la­ción sani­ta­ria espa­ño­la ampa­re la pri­va­ti­za­ción, defen­der la Sani­dad Públi­ca impli­ca inci­dir y luchar por los cam­bios de las leyes en sus aspec­tos pri­va­ti­za­do­res. Sabien­do tam­bién que las fuer­zas que pug­nan en el sis­te­ma sani­ta­rio actual se pro­du­cen por su con­tra­dic­ción prin­ci­pal: Que la socie­dad en la que se encuen­tra es capi­ta­lis­ta, que poten­cia la mer­can­ti­li­za­ción y el nego­cio de todos los sec­to­res de la eco­no­mía. Que esta socie­dad a su vez está inser­ta en el capi­ta­lis­mo mun­dial. La Unión Euro­pea y sus reglas del jue­go que tene­mos que cum­plir es un ejem­plo incues­tio­na­ble. Tener cla­ro esto es saber que recla­mar ser­vi­cios públi­cos en sec­to­res como el de la salud se encuen­tra con incon­ve­nien­tes como los cos­tes de la tec­no­lo­gía sani­ta­ria ‑pri­va­da- o con la resis­ten­cia de las empre­sas pri­va­das que nece­si­tan del dine­ro del esta­do para sub­sis­tir. Las par­ce­las públi­cas del ser­vi­cio de salud se con­vier­ten así en cau­ti­vos y meros apén­di­ces de los nego­cios pri­va­dos que el esta­do capi­ta­lis­ta apo­ya y promueve.

En Anda­lu­cía, la pri­va­ti­za­ción sigue impa­ra­ble y los indi­ca­do­res de insu­fi­cien­te finan­cia­ción en los ser­vi­cios públi­cos son los peo­res de todo el esta­do. Como hemos vis­to son las legis­la­cio­nes esta­ta­les y euro­peas de sus socie­da­des capi­ta­lis­tas las que per­mi­ten las pri­va­ti­za­cio­nes en Sani­dad y en otros sec­to­res de nues­tra eco­no­mía. La ausen­cia de sobe­ra­nía legis­la­ti­va y polí­ti­ca impi­den poder rei­vin­di­car leyes que blin­den la sani­dad públi­ca y otros sec­to­res esen­cia­les de nues­tra eco­no­mía. Por eso la lucha por una sani­dad públi­ca y con­tra las pri­va­ti­za­cio­nes en este como en otros sec­to­res de la eco­no­mía anda­lu­za supo­ne luchar por una autén­ti­ca sobe­ra­nía polí­ti­ca. Luchar por un tipo de socie­dad que nos lo per­mi­ta. Si la Salud es el esta­do de bien­es­tar físi­co, psí­qui­co y social, esto impli­ca tener unas ade­cua­das con­di­cio­nes eco­nó­mi­cas y socia­les que apor­te las nece­si­da­des de vivien­da, ener­gía, res­pe­to al medio ambien­te o unos empleos dig­nos para todas. Vivir en un ambien­te sano y no rodea­dos de indus­trias y ver­te­de­ros. Vivir en un con­tex­to de paz y segu­ri­dad y no rodea­dos de peli­gro­sas bases mili­ta­res. ¿Esta es la socie­dad que que­re­mos para Andalucía?

REFERENCIAS

1.- Vithas y Pas­cual se lle­van sin con­cur­so los mayo­res con­tra­tos de emer­gen­cia de la sani­dad de Anda­lu­cía: con­cier­tos por cin­co millo­nes de euros. Con­sue­lo Durán. 20/​04/​2021.

2.- La Jun­ta de Anda­lu­cía aumen­ta un 43% en un año el pre­su­pues­to para exter­na­li­zar la sani­dad públi­ca hacia la pri­va­da. Álva­ro López. 12/​11/​2021.

3.- Encues­ta de mor­bi­li­dad hos­pi­ta­la­ria. Año 2019. Resul­ta­dos nacio­na­les. Ins­ti­tu­to Nacio­nal de Estadística.

4.- Los fon­dos de inver­sión hacen nego­cio con la salud men­tal a tra­vés de las prin­ci­pa­les empre­sas de resi­den­cias de mayo­res. Manuel Rico. 27/​09/​2021 (actua­li­za­do el 15/​10/​2021).

5.- La refor­ma sani­ta­ria. La salud, una nece­si­dad de los pue­blos. Con­cep­ción Cruz Rojo. Anda­lu­cía en la His­to­ria. Julio 2018.

6.- ¿Sani­dad públi­ca en un sis­te­ma pri­va­do? Con­cep­ción Cruz Rojo. 8 – 4‑2013.

7.- Ante­pro­yec­to de ley por la que se modi­fi­can diver­sas nor­mas para con­so­li­dar la equi­dad, uni­ver­sa­li­dad y cohe­sión del Sis­te­ma Nacio­nal de Salud. Minis­te­rio de Sani­dad. Ver­sión 15 de noviem­bre de 2021.

8.- Se inten­si­fi­ca la pri­va­ti­za­ción de la sani­dad anda­lu­za. Con­cep­ción Cruz Rojo. 17/​11/​2021.

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