Méxi­co. Ase­si­nan a otro líder social que bata­lla­ba por la defen­sa de agua+territorio en Baja California

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 25 de sep­tiem­bre de 2020.

Comu­ni­ca­do:

¡Exi­gi­mos jus­ti­cia por el ase­si­na­to de nues­tro compañero

Óscar Eyraud Adams, defen­sor del agua y del terri­to­rio del pue­blo índi­ge­na Kumiai, Baja California!

El día de hoy 24 de sep­tiem­bre de 2020, en la ciu­dad de Teca­te, Baja Cali­for­nia fue cobar­de­men­te ase­si­na­do nues­tro com­pa­ñe­ro Óscar Eyraud Adams, par­te de la comu­ni­dad indí­ge­na de Jun­tas de Neji y defen­sor del agua y del terri­to­rio kumiai, uno de los cin­co pue­blos indí­ge­nas de Baja California.

Los hechos ocu­rrie­ron alre­de­dor de las 21 hrs en el cen­tro de la ciu­dad de Teca­te. Según repor­tes perio­dís­ti­cos, un coman­do arma­do entró a su casa y lo eje­cu­tó median­te varios disparos.

En los últi­mos meses Óscar se había dedi­ca­do a denun­ciar la fal­ta de agua en la comu­ni­dad de Jun­tas de Neji y el aca­pa­ra­mien­to de pozos por par­te de gran­des usua­rios en el muni­ci­pio de Teca­te. En una recien­te entre­vis­ta con el dia­rio Refor­ma, Óscar denun­ció que mien­tras la Cona­gua nie­ga a su comu­ni­dad un per­mi­so para la extrac­ción de agua, bene­fi­cia con con­ce­sio­nes de varios millo­nes de metros cúbi­cos a gran­des empre­sas con­su­mi­do­ras del vital líqui­do ubi­ca­das en las áreas rural y urba­na de Teca­te, como es el caso de la trans­na­cio­nal Hei­ne­ken Inter­na­tio­nal, due­ña de la fábri­ca de cer­ve­za que lle­va el nom­bre del municipio.

Duran­te varios años, Óscar luchó por intro­du­cir pro­yec­tos pro­duc­ti­vos a su comu­ni­dad, prin­ci­pal­men­te pro­duc­ción agrí­co­la para fines comer­cia­les y de auto­con­su­mo, para que jóve­nes kumiai como él no tuvie­ran que migrar a la ciu­dad en bus­ca de empleo, y con ello poder pre­ser­var su cul­tu­ra, terri­to­rio y cos­mo­vi­sión indí­ge­na. La mayo­ría de estos pro­yec­tos fra­ca­sa­ron jus­ta­men­te por la fal­ta de agua.

Y fue pre­ci­sa­men­te esa fal­ta de con­di­cio­nes de sub­sis­ten­cia en su comu­ni­dad, lo que lo obli­gó a radi­car en la ciu­dad, en la casa don­de fue cobar­de­men­te ase­si­na­do. Aún así, estan­do ale­ja­do físi­ca­men­te de su pue­blo y en medio de la pan­de­mia por el Covid-19, Óscar siguió tra­ba­jan­do en la orga­ni­za­ción de su comu­ni­dad, en la lucha por su auto­de­ter­mi­na­ción como pue­blo indí­ge­na y en la defen­sa del terri­to­rio kumiai.

Óscar tam­bién se soli­da­ri­zó con diver­sas luchas de Baja Cali­for­nia y del res­to de Méxi­co, como fue­ron el levan­ta­mien­to de los jor­na­le­ros de San Quin­tín, la lucha de la CNTE con­tra la Refor­ma Edu­ca­ti­va, la bata­lla con­tra la cer­ve­ce­ra Cons­te­lla­tion Brands en Mexi­ca­li o la lucha por los 43 estu­dian­tes des­apa­re­ci­dos de Ayotzi­na­pa y por la miles de per­so­nas más des­apa­re­ci­das en México.

El ase­si­na­to de Óscar se suma a los más de 80 casos de defen­so­res del medio ambien­te y el terri­to­rio ase­si­na­dos en Méxi­co des­de 2012, la mayo­ría per­te­ne­cien­tes a pue­blos y comu­ni­da­des indí­ge­nas. Es otra de las con­se­cuen­cias de la polí­ti­ca cri­mi­nal del Esta­do mexi­cano, que mien­tras siem­bra vio­len­cia y des­tru­ye los teji­dos comu­ni­ta­rios, entre­ga nues­tros recur­sos y terri­to­rios a capi­ta­les pri­va­dos, nacio­na­les y extranjeros.

Óscar era un joven ale­gre, inquie­to, soli­da­rio y com­pro­me­ti­do con su comu­ni­dad y con el país. Su ase­si­na­to nos des­ga­rra pro­fun­da­men­te. No debe que­dar impu­ne. Como escri­bió uno de sus mejo­res ami­gos: ante su cobar­de ase­si­na­to, sólo nos retum­ba fuer­te­men­te la pala­bra justicia.

¡Jus­ti­cia para Óscar Eyraud Adams!

¡Alto a los ase­si­na­tos y agre­sio­nes a defen­so­res del territorio!

Fir­man:

Jóve­nes ante la Emer­gen­cia Nacional