De la misma manera que el calendario, caprichoso, este 2019, ha situado cerca, con apenas una semana de diferencia entre el Aberri Eguna y el Primero de Mayo, Txabi situó de la misma manera estas dos fechas1.
Las palabras del bilbaíno no dejaban lugar a la duda. Independentzia y sozialismo son las dos caras de una misma moneda. Una semana en el calendario, el canto de una moneda en la explicación de Txabi.
El Aberri Eguna reivindica la Independentzia, no la autonomía, ni un nuevo estatuto, ni ninguno de esos inventos que desde hace cuarenta años se llevan sacando de la chistera los militantes jeltzales del PNV y últimamente los reformistas y socialdemócratas.
Hablar de esas vías es dejar aplazada sine quanon la independencia nacional de Euskal Herria. Esa es la trampa que hacen algunos, declararse soberanistas cuando saben perfectamente que la soberanía no es necesariamente la independencia. Pero estos tejemanejes les deja margen para sus juegos políticos, sus traiciones y sus engaños. Hablar de soberanismo permite presentar una autonomía más amplia, con ciertas competencias más como un avance, como más soberanismo.
Pero el Estado que nos oprime, en concreto el Estado español, ni eso les concede, lleva en su ADN su carácter fascista, y lo saben.
Euskal Herria para sobrevivir, para existir, necesita imperiosamente, urgentemente un Estado propio. Sin él este pueblo puede desaparecer y convertirse, poco a poco, en una autonomía española con algo de folclore, gestionada por una caterva de traidores que vivirán de las migajas que graciosamente les conceda el Estado español, porque el Estado francés ni eso se plantea. Por eso la importancia vital de la independencia.
Pero hablamos de un Estado vasco, pero un Estado socialista, fuera de la Unión Europea y de sus mercaderes ladrones, fuera de la banda criminal de la OTAN… Un Estado vasco auténticamente socialista, que construya su futuro desde el internacionalismo, el feminismo… Esa es la reivindicación histórica del Primero de Mayo.
No se trata de darse un paseo por las capitales vascas y después de la comida anual del sindicato tomarse unos tragos. Se trata de luchar, de poner en el centro de esta jornada de lucha al proletariado vasco, a los colectivos populares, a las personas inmigrantes, a los colectivos que sufren los rigores y la falta de humanidad de la sociedad capitalista en la que vivimos. Se trata en definitiva de devolverle a esta fecha el significado que siempre tuvo y que nunca debió perder. Que las burocracias sindicales y el reformismo se hagan a un lado y el centro de la imagen sea el pueblo trabajador vasco…
Estas son las citas que nos trae el calendario y que afrontamos con más ilusión y esperanza. Y es que tras el desazón de los últimos años, desazón que nos producía al ver cómo la Izquierda Abertzale renunciaba a su bagaje histórico y poco a poco se integraba en el sistema burgués, por fin la juventud se organiza y empieza a hablar de las reivindicaciones históricas del pueblo trabajador vasco. Igual que en los años 50, es la juventud vasca la que ha roto con este estado de cosas y abre una posible nueva etapa. Sin tutelas de ningún poder adulto.
Esta es la juventud vasca, independentista, revolucionaria socialista que nos hace tener más ganas de salir a la calle a combatir.
No apoyemos al reformismo en su vía hacia la asimilación en el capitalismo español y francés, trabajemos a favor de movimiento revolucionario vasco socialista de liberación nacional.
Boltxe Kolektiboa
16 de abril de 2019
- «En Euskal Herria, los vascos y las vascas no somos los dueños de nuestro futuro. Nuestro pueblo no puede desarrollar su personalidad, no tiene en sus manos las fuerzas políticas, ni socio-económicas, ni culturales. Por eso nuestro nacionalismo no es uno de cualquier tipo, al contrario, es algo específico. Al decir nacionalismo queremos decir patriotismo, libertad, independencia […]. Hoy los dueños y señores son los Estados español y francés. Todo sabemos que son capitalistas y que por ayudar a sus intereses encadenan a Euskal Herria. En la lucha por establecer el socialismo en toda la tierra, ocupamos un lugar bien determinado: el de liquidar la fuerza de los Estados capitalistas español y francés, incluidos los capitalistas de apellidos vascos que colaboran con ellos. Por este motivo, para ETA el Aberri Eguna y el Primero de Mayo son idénticos. Precisamente porque denunciamos la realidad tal cual es hoy en día no podemos permitirnos diferenciar estos dos acontecimientos diciendo que uno sea el día de la patria y otro el día de los obreros. No. Nuestra lucha es una sola, de la misma manera que único es el pueblo que sufre la opresión. Nuestro objetivo es la liberación y el desarrollo de los vascos y las vascas, del pueblo trabajador vasco.» Zutik nº 44, 1970.
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