Car­ta abier­ta de un sim­ple roc­ke­ro a Cris­tiano Ronaldo

Las recien­tes decla­ra­cio­nes del juga­dor del Real Madrid, Cris­tiano Ronal­do, están dan­do mucho que hablar. El por­tu­gués, cuan­do le pre­gun­ta­ron por qué cree que le pita la gen­te en los par­ti­dos, res­pon­dió: “Será por­que soy gua­po, rico y un gran fut­bo­lis­ta, por­que me tie­nen envi­dia. No ten­go otra expli­ca­ción”. A Fer­nan­do Madi­na, líder y bajis­ta de Rein­ci­den­tes, le han moles­ta­do mucho tales pala­bras y aca­ba de escri­bir una car­ta abier­ta al juga­dor del Real Madrid que no tie­ne des­per­di­cio. El gru­po tie­ne nue­vo dis­co, Tiem­pos de ira. Y la car­ta dice así:

Car­ta abier­ta de un sim­ple roc­ke­ro a Cris­tiano Ronaldo

Señor Cris­tiano Ronal­do. Me pre­sen­to. Me lla­mo Fer­nan­do Madi­na, soy de nacio­na­li­dad espa­ño­la-vene­zo­la­na, resi­do en Sevi­lla hace 35 años y vivo de la músi­ca. Soy el bajis­ta y can­tan­te de un gru­po de rock que se lla­ma Rein­ci­den­tes (algún fut­bo­lis­ta que otro sabe de nues­tra existencia).
Me diri­jo a usted con la pre­sen­te, para expre­sar­le mi pro­fun­do des­agra­do, por no lla­mar­lo direc­ta­men­te asco, a pro­pó­si­to de sus decla­ra­cio­nes tras el par­ti­do de Cham­pions Lea­gue que enfren­tó al Real Madrid en Zagreb con­tra uno de los equi­pos locales.

“Creo que la gen­te me pita por­que soy rico, gua­po y jue­go muy bien” “Por eso me tie­nen envi­dia” . Mire, señor Cris­tiano. Yo no dudo de que usted sea ni rico, ni gua­po, ni jue­gue estu­pen­da­men­te al fút­bol. Pero quie­ro plan­tear­le varias cuestiones:

1.- Esta­mos vivien­do un momen­to eco­nó­mi­co don­de el hecho de ser rico, qui­zá no sea moti­vo sim­ple­men­te de envi­dia, sino tam­bién de rabia, al dar­nos cuen­ta de que los sim­ples tra­ba­ja­do­res esta­mos pagan­do el pre­cio de una gran cri­sis eco­nó­mi­ca que no hemos gene­ra­do, y vien­do cómo gen­te que jue­ga al fút­bol, o invier­te en bol­sa, o sim­ple­men­te explo­ta al tra­ba­ja­dor y elu­de sus com­pro­mi­sos con la Hacien­da Públi­ca, por no hablar de otras pro­fe­sio­nes enri­que­ce­do­ras y de dudo­sa hones­ti­dad (no es su caso), empie­zan a derri­bar Esta­dos ente­ros. Pero el hecho de que los fut­bo­lis­tas ganen can­ti­da­des des­me­su­ra­das de dine­ro, no hace más gra­ves sus afir­ma­cio­nes de lo que ya son. Aun así, pien­so que son des­me­su­ra­das, aun­que es cier­to que uste­des pro­du­cen tam­bién dinero.

2.- Lo de que es usted gua­po, no lo pon­go en duda, por supues­to, y que jue­gue muy bien al fút­bol menos aún.

3.- Hay un pun­to en el que creo fun­da­men­tal que usted refle­xio­ne: y se tra­ta de la humil­dad. Le voy a poner un ejem­plo. Cual­quier ciu­da­dano de este país y de muchos otros no podría creer que Andrés Inies­ta, Xabi Her­nán­dez o Leo­nel Mes­si hubie­ran rea­li­za­do este tipo de decla­ra­cio­nes. ¿Y sabe usted por qué? Por­que son humil­des. Por­que no se creen el cen­tro del uni­ver­so depor­ti­vo, por­que son juga­do­res de equi­po, y por­que antes de hablar pien­san, que es algo muy impor­tan­te (aun­que dada la apa­ren­te capa­ci­dad inte­lec­tual de usted, per­mí­ta­me que dude de sus reflexiones).

4.- ¿No cree usted que qui­zá le piten en todas par­tes por su arro­gan­cia, por su chu­le­ría, por su poca soli­da­ri­dad con sus com­pa­ñe­ros en momen­tos pun­tua­les del jue­go, por sus decla­ra­cio­nes en pren­sa, radio y tele­vi­sión? ¿Por­que a usted sí, y a otros juga­do­res de fút­bol de cali­dad más que con­tras­ta­da no? ¿Nun­ca se lo ha preguntado?

En defi­ni­ti­va, señor Cris­tiano, a los bue­nos siem­pre les darán más pata­das, pero usted ha demos­tra­do con sus decla­ra­cio­nes que la gen­te le pita con razón, por­que la gen­te sabe lo que usted pien­sa (no a nivel inte­lec­tual, lo cual per­mí­ta­me poner en duda). Y sepa usted que a la mayo­ría de la gen­te que segui­mos el depor­te, que lo ama­mos (el depor­te), nos gus­tan los depor­tis­tas que hacen del depor­te un ejem­plo para los chi­cos que vie­nen detrás, con ilu­sión, y que con gen­te como usted y su actual entre­na­dor, lo van a ter­mi­nar de estro­pear todo: el com­pa­ñe­ris­mo, el saber ganar, el saber per­der, la soli­da­ri­dad… los ver­da­de­ros valo­res de la competición.

Se des­pi­de de usted un roc­ke­ro que no es ni rico, ni gua­po y ni siquie­ra toca dema­sia­do bien, la verdad… 

Fer­nan­do Madi­na Pep­per Bajis­ta y voca­lis­ta del gru­po de rock Reincidentes

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