Rafah, la «solu­ción final» con­tra los palestinos

Los pales­ti­nos han sido arrin­co­na­dos duran­te 75 años por las gue­rras, los asen­ta­mien­tos israe­líes, los con­tro­les mili­ta­res, el muro y las incur­sio­nes aéreas y terres­tres. Aho­ra Israel pre­pa­ra su ata­que a Rafah, en el sur de Gaza, toda una «solu­ción final» con­tra los pales­ti­nos. Netan­yahu orde­nó «eva­cuar» a los civi­les de Rafah.

Gaza ha sido ata­ca­da varias veces y, des­de el 7 de octu­bre de 2023 has­ta el 10 de febre­ro de 2024, la inva­sión israe­lí ha deja­do más de 28.000 muer­tos, más de 67.000 heri­dos y más de 360.000 vivien­das des­trui­das o afec­ta­das. Cada hora caen en Gaza 42 bom­bas, 12 edi­fi­cios son des­trui­dos y 15 per­so­nas son ase­si­na­das, de ellos seis son niños.

Des­pués de la des­truc­ción del nor­te de Gaza y del des­pla­za­mien­to de cien­tos de miles de pales­ti­nos hacia el sur, la ciu­dad de Rafah se ha con­ver­ti­do en el sitio con mayor den­si­dad pobla­cio­nal del mun­do: alre­de­dor de 1,5 millo­nes de la pobla­ción gaza­tí está en Rafah (cuyo total es de 2,2 millones).

Esta fase bus­ca echar a los pales­ti­nos al desier­to del Sinaí o matar­los mien­tras huyen. Se lla­ma lim­pie­za étni­ca y geno­ci­dio. Rafah es más un gran cam­po de refu­gia­dos que una ciu­dad; como dice el canal Alma­ya­deen, pasó de ser «una zona segu­ra» a ser «una olla de deses­pe­ra­ción». Y hacia allá apun­tan, aho­ra, las armas israe­líes y ya las están dis­pa­ran­do. Ya van varias doce­nas de pales­ti­nos asesinados.

El paso de Rafah, el dile­ma de Egipto

Egip­to tie­ne un tra­ta­do de paz con Israel des­de 1979, lue­go de su últi­mo fra­ca­so, en la gue­rra de 1973. Ese tra­ta­do per­mi­tió que Egip­to reco­bra­ra el con­trol de la penín­su­la del Sinaí, pero dejó en el mun­do ára­be la sen­sa­ción de que el Gobierno egip­cio era trai­dor. Por eso, un coman­do mili­tar ase­si­nó al pre­si­den­te Anwar el-Sadat en 1981.

Un año des­pués, en 1982, se reti­ró Israel de Gaza, y Rafah que­dó con una par­te en Gaza y otra en Egip­to. Hoy día, la penín­su­la del Sinaí es la úni­ca fron­te­ra inter­na­cio­nal que tie­ne Pales­ti­na, ya que la fron­te­ra de Cis­jor­da­nia con Jor­da­nia está bajo con­trol israe­lí. De hecho, el paso entre Gaza y Egip­to se cono­ce con el mis­mo nom­bre que la ciu­dad pales­ti­na más al sur: Rafah.

Israel ha ame­na­za­do con «correr» el puer­to de con­trol de Rafah a Kerem Sha­lom, como un paso alter­na­ti­vo. Egip­to ha dicho que cual­quier cam­bio en el esta­tu­to de la fron­te­ra sería vis­to como una ame­na­za al acuer­do de paz.

A fina­les de noviem­bre de 2023, el par­la­men­ta­rio egip­cio Diaa El-Din Daoud rom­pió el acuer­do de paz entre Egip­to e Israel, mien­tras decía que «debe­mos estar en con­tra de un acuer­do que ame­na­ce la cau­sa ára­be y pales­ti­na, y la segu­ri­dad nacio­nal egipcia».

Y agre­gó: «El cru­ce de Rafah es par­te del acuer­do y tie­ne eta­pas de segu­ri­dad. Si el acuer­do ame­na­za la segu­ri­dad nacio­nal egip­cia, enton­ces debe­mos impo­ner nues­tro con­trol sobre el cru­ce des­de ambas par­tes y no seguir ejer­cien­do pre­sión sobre el cru­ce de Rafah, cau­san­do que se pro­duz­ca una explosión».

Por allí entra la poca ayu­da huma­ni­ta­ria que lle­ga a Gaza y ha habi­do ten­sio­nes entre Esta­dos Uni­dos, Egip­to e Israel sobre quién está impi­dien­do un flu­jo huma­ni­ta­rio ade­cua­do. Israel, inclu­so, acu­só a Egip­to ante la Cor­te Inter­na­cio­nal de Jus­ti­cia de ser el res­pon­sa­ble de impe­dir la entra­da de ayuda.

Egip­to reci­be millo­nes de Esta­dos Uni­dos, y quie­re estar bien con Dios y con el dia­blo. El actual pre­si­den­te, Abdel Fatah el-Sisi, sabe que el mun­do ára­be lo mira y, sin duda, tie­ne cla­ro lo que le suce­dió a El-Sadat por trai­dor. Tal vez por eso, Al-Sisi ha hecho saber que un ata­que a Rafah sería una can­ce­la­ción al tra­ta­do de paz, por­que con­si­de­ra­ría dicha acción como un ata­que a Egipto.

La resis­ten­cia responderá

Mien­tras se pre­pa­ra un ata­que a Rafah, la expan­sión de barrios israe­líes copan­do el terri­to­rio pales­tino sigue su cur­so de Jeru­sa­lén Orien­tal, así como la vio­len­cia de los colo­nos sio­nis­tas con­tra la pobla­ción pales­ti­na en Cisjordania.

Los neer­lan­de­ses dicen que sería «injus­ti­fi­ca­ble» un ata­que a Rafah, pero no hacen nada para que no suce­da. La Liga Ára­be con­de­na de ante­mano tal opción. Has­ta Ara­bia Sau­di­ta habló de gra­ves con­se­cuen­cias, pero a Israel pare­ce que nada de lo que se diga lo hará modi­fi­car sus decisiones.

El expre­si­den­te fran­cés Fra­nçois Hollan­de dijo que los muer­tos israe­líes del 7 de octu­bre eran «víc­ti­mas del terro­ris­mo», pero que los muer­tos pales­ti­nos eran «daños cole­ta­ra­les» refle­jan­do lo que dicen muchos Gobier­nos occi­den­ta­les y muchos medios de comunicación.

La Cor­te Inter­na­cio­nal de Jus­ti­cia orde­nó a Israel tomar medi­das para evi­tar un geno­ci­dio en Gaza, pero lo cier­to es que nada ha cam­bia­do. Es decir, ya Israel dejó cla­ro que lo que diga la jus­ti­cia inter­na­cio­nal poco o nada le impor­ta. No es esta la pri­me­ra masa­cre de pales­ti­nos y, al paso que vamos, no será la última.

A Israel no lo van a dete­ner las mar­chas en el mun­do, ni las ple­ga­rias, ni los comu­ni­ca­dos de pren­sa, ni las reso­lu­cio­nes de la ONU. Así como nadie pudo, median­te mar­chas de millo­nes de per­so­nas, dete­ner la inva­sión de Esta­dos Uni­dos a Irak, en 2003.

¿Qué espe­ran­za que­da? Hamas dejó cla­ro que un ata­que a Rafah rom­pe­ría cual­quier nego­cia­ción. Me apar­to por com­ple­to de los «pseu­do-paci­fis­tas» que apun­tan a Hamas, negan­do que hay una ocu­pa­ción, un geno­ci­dio y una ham­bru­na en cur­so. La espe­ran­za en el nor­te está en manos de Hez­bo­llah, en el sur en manos de Yemen y en Pales­ti­na en manos de la resis­ten­cia armada.

Hez­bo­llah infor­mó haber rea­li­za­do mil ope­ra­cio­nes con­tra Israel en los pri­me­ros cua­tro meses. Las bri­ga­das de Hamas repor­ta­ron la des­truc­ción de 1.108 vehícu­los, inclui­dos 962 tan­ques, 74 bull­do­zers y 14 jeeps militares.

Sí, resis­ten­cia arma­da, la que usa­ron los fran­ce­ses y los judíos en los gue­tos pola­cos fren­te al avan­ce nazi; la que usa­ron los tutsi para dete­ner el geno­ci­dio en Ruan­da. La mis­ma vio­len­cia polí­ti­ca que usó Viet­nam para dete­ner el geno­ci­dio en Cam­bo­ya. A Hitler no se le derro­tó con mar­chas de ban­de­ras blan­cas ni se le hubie­ra derro­ta­do con las redes sociales.

Si alguien no cree en la resis­ten­cia arma­da, que está con­tem­pla­da en el dere­cho inter­na­cio­nal para el caso espe­cí­fi­co de Pales­ti­na, que se haga a un lado, que no estor­be, o que se lo expli­que a los 15 civi­les pales­ti­nos que cada hora ase­si­na Israel.

Víc­tor de Currea-Lugo

13 de febre­ro de 2024

Fuen­te: https://​espa​nol​.alma​ya​deen​.net/​A​r​t​i​c​u​l​o​s​/​1​8​1​9​1​0​5​/​r​a​fah – la – soluci%c3%b3n-final – contra-los-palestinos

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