Ingla­te­rra. Assan­ge deman­da a Rei­no Uni­do por impe­dir­le casar­se en prisión

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 8 de noviem­bre de 2021.

Este com­por­ta­mien­to por par­te del gobierno bri­tá­ni­co es injus­to, irra­cio­nal y sinies­tro, agre­gó la pare­ja de Assan­ge, quien tam­bién es abo­ga­da y miem­bro del equi­po de defen­sa del perio­dis­ta australiano.

Julian Assan­ge y su novia Ste­lla Moris deman­da­ron al gobierno bri­tá­ni­co por impe­dir­les casar­se en la cár­cel don­de espe­ra una deci­sión legal sobre su extra­di­ción a Esta­dos Uni­dos, anun­ció este domin­go la com­pa­ñe­ra del fun­da­dor de WikiLeaks.

Según expli­có Moris a tra­vés de Twit­ter, ambos ini­cia­ron accio­nes lega­les por­que las auto­ri­da­des del Rei­no Uni­do han eri­gi­do una barre­ra total e inde­fi­ni­da no solo con­tra su matri­mo­nio, sino con­tra todo el pro­ce­so esta­tu­ta­rio del casa­mien­to, publi­ca Pren­sa Latina.

Este com­por­ta­mien­to por par­te del gobierno bri­tá­ni­co es injus­to, irra­cio­nal y sinies­tro, agre­gó la pare­ja de Assan­ge, quien tam­bién es abo­ga­da y miem­bro del equi­po de defen­sa del perio­dis­ta australiano.

Assan­ge está ence­rra­do en la cár­cel de máxi­ma segu­ri­dad de Bel­marsh, en el sur­es­te de Lon­dres, des­de que el gobierno ecua­to­riano lo entre­gó a las auto­ri­da­des bri­tá­ni­cas en abril de 2019, tras sie­te años de asi­lo en la emba­ja­da del país sur­ame­ri­cano aquí, don­de el ciber­ac­ti­vis­ta pro­creó dos hijos con Moris.

Tras ser con­de­na­do a 50 sema­nas de cár­cel por vio­lar una fian­za impues­ta por la jus­ti­cia bri­tá­ni­ca en 2012 en rela­ción con un caso de la fis­ca­lía sue­ca, los jue­ces deci­die­ron dejar­lo en pri­sión has­ta deci­dir sobre una orden de extra­di­ción pre­sen­ta­da por Esta­dos Unidos.

El Depar­ta­men­to de Jus­ti­cia esta­dou­ni­den­se pre­ten­de enjui­ciar a Assan­ge por publi­car en Wiki­Leaks miles de archi­vos secre­tos don­de se expo­nen crí­me­nes de gue­rra come­ti­dos por mili­ta­res nor­te­ame­ri­ca­nos en Iraq y Afga­nis­tán, y cien­tos de cables diplo­má­ti­cos con infor­ma­ción sen­si­ble sobre líde­res y gobier­nos extranjeros.

En enero pasa­do, una jue­za de un tri­bu­nal de pri­me­ra ins­tan­cia del Rei­no Uni­do se opu­so a la extra­di­ción de Assan­ge des­pués de que exper­tos cita­dos por la defen­sa aler­ta­ron que podría sui­ci­dar­se en una cár­cel norteamericana.

En una vis­ta de ape­la­ción a fina­les de octu­bre, los fis­ca­les impug­na­ron la deci­sión de la magis­tra­da y ase­gu­ra­ron que el fun­da­dor de Wiki­Leaks no será some­ti­do a un régi­men car­ce­la­rio extre­mo de ser juz­ga­do y con­de­na­do en Esta­dos Unidos.

Tras escu­char los ale­ga­tos de ambas par­tes, los jue­ces del Tri­bu­nal Supe­rior lon­di­nen­se anun­cia­ron que se toma­rán un tiem­po –que según tras­cen­dió podría ser de has­ta seis sema­nas– para emi­tir su veredicto.

De pros­pe­rar la soli­ci­tud de extra­di­ción, Assan­ge podría ser con­de­na­do a un total de 175 años de cár­cel, a par­tir de los 17 car­gos cri­mi­na­les rela­cio­na­dos con pre­sun­tas vio­la­cio­nes de la ley de espio­na­je esta­dou­ni­den­se que se le imputan.

Fuen­te: Juven­tud Rebelde

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