Argen­ti­na. Edu­ca­ción: 4 pro­yec­tos de ley, el Ban­co Mun­dial y el BID

Por Darío Bal­vi­da­resm Resu­men Lati­no­ame­ri­cano /​01 de sep­tiem­bre de 2021 – Entre fines de julio y agos­to, el gobierno nacio­nal anun­cia­ba cua­tro pro­yec­tos de ley para edu­ca­ción, pri­me­ro en el Con­se­jo Eco­nó­mi­co y Social (CES) y el 4 y 5 de agos­to fue con el Con­se­jo Fede­ral de Edu­ca­ción (CFE) en el Cen­tro Cul­tu­ral Kirchner.

El minis­tro de la car­te­ra edu­ca­ti­va, Nico­lás Trot­ta pri­me­ro se reu­nió con Gus­ta­vo Béliz, secre­ta­rio de asun­tos estra­té­gi­cos en el mar­co del CES y lue­go con los 24 minis­tros de edu­ca­ción que com­po­nen el CFE.

El docu­men­to que se pre­sen­tó en ambas opor­tu­ni­da­des con­te­nía el borra­dor de los cua­tro pro­yec­tos que se refie­ren a Jus­ti­cia edu­ca­ti­va, For­ma­ción docen­te, Tec­no­lo­gía edu­ca­ti­va y Edu­ca­ción superior.

El pri­me­ro esta­ble­ce subir el finan­cia­mien­to de la edu­ca­ción, lle­ván­do­lo del 6% del pro­duc­to interno bru­to (PIB) al 8%, sien­do los dos pun­tos de dife­ren­cia para la edu­ca­ción supe­rior. Aun­que es nece­sa­rio acla­rar que la ante­rior ley (26.075) de finan­cia­mien­to del año 2006 (aún vigen­te) fija­ba a par­tir de 2010 el 6% del PIB, cosa que se cum­plió sólo en el año 2015.

Ade­más de la aspi­ra­ción a uni­ver­sa­li­zar el acce­so en el nivel ini­cial y en el cor­to y mediano pla­zo, incor­po­rar a les niñez de 3, 4 y 5 años que aún no están esco­la­ri­za­dos, tam­bién pro­po­ne rea­li­zar una revi­sión “inte­gral” del mode­lo de la secun­da­ria para mejo­rar las con­di­cio­nes de acce­so y egre­so del sec­tor vul­ne­ra­do. Cam­biar las horas cáte­dra por car­gos fijos en los pri­me­ros años, la nece­si­dad de inno­var en las titu­la­cio­nes y pla­nes de estu­dio y de arti­cu­lar con el mun­do del trabajo.

El segun­do pro­yec­to es el de For­ma­ción docen­te, uno de los temas con que más se ha gol­pea­do al con­jun­to de la docen­cia. El foco de con­flic­to es que habría la pre­ten­sión, en el borra­dor del pro­yec­to, de que los 1.300 pro­fe­so­ra­dos del país pasen a depen­der del Ins­ti­tu­to Nacio­nal de For­ma­ción Docen­te (INFoD).

El ter­ce­ro, Tec­no­lo­gía edu­ca­ti­va, remi­te a la uni­ver­sa­li­za­ción en la dis­tri­bu­ción de dis­po­si­ti­vos y la amplia­ción de la conec­ti­vi­dad a tra­vés del Fon­do Fidu­cia­rio de Ser­vi­cio Uni­ver­sal para alcan­zar las loca­li­da­des y pun­tos más ale­ja­dos del país.

El cuar­to pro­yec­to, pre­ten­de regu­lar la crea­ción de uni­ver­si­da­des nacio­na­les, que el Con­gre­so defi­na una par­ti­da para becas estu­dian­ti­les (un 5% para la matrí­cu­la de uni­ver­si­da­des pri­va­das) y que las carre­ras que inclu­yan las nue­vas uni­ver­si­da­des estén vin­cu­la­das con las nece­si­da­des pro­duc­ti­vas del territorio.

Ade­más de que está cla­ra la ali­nea­ción con las nece­si­da­des del mer­ca­do, apa­re­ce como tema para la dis­cu­sión, la posi­bi­li­dad de que los pro­fe­sio­na­les gra­dua­dos reali­cen un apor­te de sus ingre­sos, que se ajus­ta­rán a deter­mi­na­das condiciones. 

Más allá de las con­si­de­ra­cio­nes gene­ra­les que mue­ven estos pro­yec­tos que nos reins­cri­ben en el lugar del que nun­ca sali­mos, la depen­den­cia de los orga­nis­mos mul­ti­la­te­ra­les de cré­di­to, la pre­gun­ta es, cuan­do aún no ter­mi­na­mos de tran­si­tar la pan­de­mia, cuan­do las luchas gre­mia­les docen­tes no cesan por los recla­mos sala­ria­les con suel­dos que no alcan­zan las canas­ta fami­liar y con­di­cio­nes labo­ra­les que con la pan­de­mia se han pau­pe­ri­za­do aún más en todo el país: ¿Qué mue­ve al gobierno y al minis­tro Trot­ta a incre­men­tar las deu­das con las solu­cio­nes mági­cas que ofre­cen el Ban­co Mun­dial y el Ban­co Inter­ame­ri­cano de Desa­rro­llo (BID)? ¿Aca­so no enten­die­ron que des­de los 90 del siglo pasa­do esta­mos endeu­dán­do­nos y siguien­do los linea­mien­tos “téc­ni­cos” y “reco­men­da­cio­nes” polí­ti­cas de estas insig­nias finan­cie­ras del neoliberalismo?

Las reunio­nes por zoom, en audi­to­rios o en el CCK, no refle­jan la reali­dad docen­te y los miles de millo­nes toma­dos en prés­ta­mos a estos orga­nis­mos exce­den con cre­ces la dis­cu­sión sobre un sala­rio docen­te ini­cial igual o supe­rior a la canas­ta familiar.

En el mar­co de la reu­nión con el CES, el secre­ta­rio de asun­tos estra­té­gi­cos, Gus­ta­vo Béliz, se mos­tró opti­mis­ta res­pec­to del docu­men­to pre­sen­ta­do con el borra­dor de los pro­yec­tos y afir­mó que: “Los apor­tes del Con­se­jo Eco­nó­mi­co y Social van a ser muy ricos por­que han atra­ve­sa­do ele­men­tos que son muy impor­tan­tes y que tie­nen que ver con la con­vo­ca­to­ria a Pro­yec­tos Inno­va­do­res de Edu­ca­ción y Tra­ba­jo que esta­mos lan­zan­do y con lo que esta­mos tra­ba­jan­do en con­jun­to en el mar­co del pro­yec­to del Ban­co Mun­dial”.

Ade­más en la con­vo­ca­to­ria se anun­cia finan­cia­mien­to para edu­ca­ción digi­tal en pobla­cio­nes vul­ne­ra­bles, capa­ci­ta­ción docen­te en habi­li­da­des tec­no­ló­gi­cas, for­ma­ción en tec­no­lo­gías 4.0 y moni­to­reo de la edu­ca­ción y el tra­ba­jo del futu­ro en el mar­co del Pro­gra­ma de Inno­va­ción para Res­pues­ta a Situa­cio­nes de Cri­sis y Ges­tión de Prio­ri­da­des Estra­té­gi­cas. El prés­ta­mo del BID de 20 millo­nes de dóla­res refren­da­do por el decre­to 97020 (del 2 de diciem­bre de 2020), cuya eje­cu­ción según el artícu­lo 4 del pro­pio decre­to que­da a car­go de la secre­ta­ría de asun­tos estra­té­gi­cos. No olvi­de­mos que el pro­pio Gus­ta­vo Béliz fue direc­tor del Ins­ti­tu­to para la Inte­gra­ción de Amé­ri­ca Lati­na y el Cari­be (INTAL) del BID.

Pero se podría decir que el dine­ro no es tan­to para un Esta­do sobe­rano y que el prés­ta­mo está car­ga­do de bue­nas inten­cio­nes. Es cier­to, lo que suce­de es que difí­cil­men­te se ven los efec­tos reales de esos prés­ta­mos, pues­to que siem­pre esta­mos sobre las mis­mas pro­ble­má­ti­cas y los dine­ros pagan ser­vi­cios que no ter­mi­nan de mos­trar, en tér­mi­nos de los pro­pios orga­nis­mos inter­na­cio­na­les, su efi­ca­cia; pues­to que los gober­nan­tes vuel­ven a tomar deu­da para las mis­mas temáticas.

Por ejem­plo, otro de los prés­ta­mos del BID (AR-L1330) para el Pro­gra­ma de Inno­va­ción Fede­ral (11÷12÷2020) cuyo orga­nis­mo eje­cu­tor es el Minis­te­rio de Cien­cia y Tec­no­lo­gía, ascien­de a 287.500.000 dóla­res de los cua­les el ban­co pone 230 millo­nes y la con­tra­par­ti­da Argen­ti­na es de 57.500.000. Es decir que la deu­da que se toma es para que la inves­ti­ga­ción redun­de en bene­fi­cios pro­duc­ti­vos, pero suce­de que el pro­pio BID iden­ti­fi­ca que “las empre­sas argen­ti­nas invier­ten solo el 1,35% de sus ingre­sos en inno­va­ción, con­tra el 4% pro­me­dio de paí­ses de la Orga­ni­za­ción para la Coope­ra­ción y el Desa­rro­llo Eco­nó­mi­co”.

Es curio­so, pero cada vez que­da más cla­ro como la edu­ca­ción y el cono­ci­mien­to públi­co se orien­tan como sub­si­dia­rios de los intere­ses de mer­ca­do, has­ta el pro­pio BID seña­la que en la Argen­ti­na el mun­do pri­va­do no invier­te en I+D (Inves­ti­ga­ción y Desa­rro­llo), por ese mis­mo moti­vo los suce­si­vos gobier­nos toman cré­di­tos que endeu­dan al país y un puña­do de cor­po­ra­cio­nes se ven bene­fi­cia­das con el cono­ci­mien­to público.

Hay pres­ta­mos del BID que se están eje­cu­tan­do des­de 2008 como el de Pro­gra­ma de Apo­yo al Mejo­ra­mien­to de la Equi­dad Edu­ca­ti­va (AR-X1011) por 2.700 millo­nes de dóla­res (entre otros que tam­bién se encuen­tran en eta­pa de imple­men­ta­ción por otros cien­tos de millo­nes de dóla­res) con el que se crea el “Plan Mejo­ras” en la edu­ca­ción secun­da­ria que con­sis­te en pagar­le sumas infor­ma­les a les docen­tes por la imple­men­ta­ción de pro­yec­tos; los dine­ros se depo­si­tan en una cuen­ta ban­ca­ria a nom­bre del direc­tor de la escue­la, que se hace car­go de los pagos no regis­tra­dos, que sólo se con­ta­bi­li­zan para la ren­di­ción de cuen­tas del pro­gra­ma. Lo que cons­ti­tu­ye tra­ba­jo pre­ca­ri­za­do, legi­ti­ma­do por el pro­pio Estado.

Pero no es sólo con el BID, ya vimos que el secre­ta­rio de asun­tos estra­té­gi­cos, Gus­ta­vo Béliz, tam­bién tra­ba­ja en el mar­co de los pro­yec­tos del Ban­co Mun­dial (BM), y uno de ellos, el “Pro­yec­to de Mejo­ra­mien­to de la Inclu­sión en la Edu­ca­ción Secun­da­ria y Supe­rior para Argen­ti­na”, apro­ba­do el 28 de junio de 2019 tie­ne como obje­ti­vos, según el pro­pio resu­men del BM : ”(i) redu­cir las tasas de deser­ción en la edu­ca­ción bási­ca y supe­rior entre los más vul­ne­ra­bles; y (ii) for­ta­le­cer los sis­te­mas de eva­lua­ción edu­ca­ti­va del Pres­ta­ta­rio”.

Déca­das escu­chan­do los mis­mos argu­men­tos de las mis­mas ins­ti­tu­cio­nes, déca­das de endeu­da­mien­to, para tomar este fla­man­te prés­ta­mo por 341 millo­nes de dóla­res, cuya uni­dad eje­cu­to­ra es el minis­te­rio de edu­ca­ción, que por lo gene­ral ter­ce­ri­za sus accio­nes en fun­da­cio­nes u ong privadas.

Es jus­ta­men­te el BM el que tie­ne la mira­da eco­no­mi­cis­ta de la edu­ca­ción y el que lamen­ta­ble­men­te sigue ponien­do las coor­de­na­das del camino refor­mis­ta del que los suce­si­vos gobier­nos no solo no se apar­tan, sino que se esme­ran en dar­les continuidad.

La edu­ca­ción para el BM, no exis­te más que en la ecua­ción con el ren­di­mien­to pro­duc­ti­vo, por lo tan­to no es extra­ño que pien­se al con­jun­to de los estu­dian­tes en tér­mi­nos de capi­tal humano, lo que equi­va­le a un valor de las habi­li­da­des de una per­so­na en fun­ción de las posi­bi­li­da­des de pro­duc­ti­vi­dad, allí se ago­ta la impor­tan­cia de la edu­ca­ción en la lamen­ta­ble peda­go­gía del BM.

Para ilus­trar, en sus pro­pios tér­mi­nos, el BM está preo­cu­pa­do por­que los efec­tos de la pan­de­mia pue­dan aumen­tar “pobre­za de apren­di­za­je” en un 20% en Amé­ri­ca Lati­na y el Cari­be debi­do al cie­rre pro­lon­ga­do de las escue­las duran­te la pan­de­mia, y así lo expre­sa en su Infor­me: “Las pér­di­das de apren­di­za­je podrían tra­du­cir­se en un cos­to eco­nó­mi­co total, medi­do en tér­mi­nos de pér­di­da de ingre­sos futu­ros a per­ci­bir, de has­ta US$1.700 millo­nes de dóla­res, toman­do en cuen­ta dóla­res de pari­dad de poder adqui­si­ti­vo —PPA— (de 2017) y una dura­ción esti­ma­da de 10 meses de cie­rre de escue­las. Con más del 80 por cien­to de los alum­nos por deba­jo del nivel míni­mo de ren­di­mien­to, las pér­di­das de apren­di­za­je podrían impe­dir que los estu­dian­tes desa­rro­llen habi­li­da­des y com­pe­ten­cias con­si­de­ra­das básicas/​fundamentales en varios paí­ses”, según sus pro­pios simu­la­do­res de cálculos.

No le preo­cu­pa al BM, la pobre­za extre­ma que se gene­ró en la región siguien­do sus polí­ti­cas, ni la cri­sis de los sis­te­mas edu­ca­ti­vos que pro­vo­can las mareas de refor­mis­mo fun­da­men­ta­lis­ta que sos­tie­nen jun­to a la OCDE y los pro­ce­di­mien­tos de estan­da­ri­za­ción y vacia­mien­to de con­te­ni­dos y sabe­res. Sí, le preo­cu­pa que los poten­cia­les “recur­sos huma­nos” pier­dan la posi­bi­li­dad de trans­for­mar­se en “valor pro­duc­ti­vo”, en “capi­tal humano”.

Si los pro­yec­tos en cier­nes del eje­cu­ti­vo tie­nen la vis­ta favo­ra­ble de ins­ti­tu­cio­nes obso­le­tas como el Ban­co Mun­dial y el BID y peor aún, si toda­vía se recu­rre a estos orga­nis­mos que des­bor­dan de neo­li­be­ra­lis­mo para seguir con la adic­ción de tomar deu­da, enton­ces nin­gu­na “recons­truc­ción” es via­ble, por­que la edu­ca­ción que­da redu­ci­da a meros adies­tra­mien­tos mer­ca­de­ri­les para que el “capi­tal humano” (des­hu­ma­ni­za­do) con­ti­núe ponien­do en valor la con­cen­tra­ción de la rique­za y se acen­túen los pro­ce­sos de colonialidad.

Tomar deu­da que hipo­te­ca, aún más, a las gene­ra­cio­nes pre­sen­tes y futu­ras con estos orga­nis­mos, que jun­to con los dine­ros del prés­ta­mo se pro­po­ne el paque­te de polí­ti­cas para su eje­cu­ción, es asi­mi­la­ble al paque­te de semi­llas trans­gé­ni­cas que inclu­yen los agrotóxicos.

En sín­te­sis, la estan­da­ri­za­ción de la edu­ca­ción, es seme­jan­te a la estan­da­ri­za­ción de los mono­cul­ti­vos, se van per­dien­do poco a poco los nutrientes.

No es la pan­de­mia, es el sis­te­ma, que inclu­ye a la pan­de­mia, que exa­cer­bó todos los meca­nis­mos de des­po­se­sión, des­hu­ma­ni­za­ción y des­igual­dad que lo sostiene.

La “nue­va nor­ma­li­dad” debe­ría gene­rar los dis­po­si­ti­vos que per­mi­tan que­brar esos meca­nis­mos y si la edu­ca­ción tie­ne que ser par­tí­ci­pe, no es con las rece­tas colo­nia­les refor­mis­tas, que tam­bién son par­te del meca­nis­mo de suje­ción, sino con­tra ellas, con­tra la peda­go­gía eco­no­mi­cis­ta del conocimiento.

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