Esta­dos Uni­dos. Gobierno debe exten­der la prohi­bi­ción de desalojos

Por Amy Good­man y Denis Moy­nihan, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 9 de agos­to de 2021. 

La pro­tes­ta de la con­gre­sis­ta Bush, que en el pasa­do fue una per­so­na sin techo, obli­ga a la Casa Blan­ca a exten­der la prohi­bi­ción de los desalojos.

En Esta­dos Uni­dos los inqui­li­nos han teni­do una cier­ta pro­tec­ción con­tra los des­alo­jos duran­te la pan­de­mia de COVID-19 a tra­vés de una com­bi­na­ción de leyes fede­ra­les apro­ba­das por el Con­gre­so en pro­yec­tos de ley de ayu­da eco­nó­mi­ca de emer­gen­cia y una mora­to­ria a los des­alo­jos emi­ti­da por los Cen­tros para el Con­trol y la Pre­ven­ción de Enfer­me­da­des. Esta amal­ga­ma de pro­tec­cio­nes se derrum­bó el sába­do, día en que los miem­bros de la Cáma­ra de Repre­sen­tan­tes de Esta­dos Uni­dos aban­do­na­ron rau­da­men­te el Capi­to­lio rum­bo a sus hoga­res en sus esta­dos de ori­gen para comen­zar el lar­go rece­so de agos­to. La mayo­ría de los con­gre­sis­tas; no todos. La con­gre­sis­ta Cori Bush, del esta­do de Misu­ri, no se fue a nin­gu­na par­te ese sába­do. La con­gre­sis­ta Bush, que en el pasa­do fue una madre sol­te­ra sin techo, deci­dió acam­par en las esca­li­na­tas del recin­to par­la­men­ta­rio a modo de pro­tes­ta con­tra la expi­ra­ción de la últi­ma mora­to­ria a los des­alo­jos. A ella se le unie­ron dece­nas de par­ti­da­rios y otras con­gre­sis­tas del sec­tor pro­gre­sis­ta del Par­ti­do Demó­cra­ta, como Ayan­na Press­ley, del esta­do de Mas­sa­chu­setts, e Ilhan Omar, del esta­do de Minesota.

El mar­tes, en medio de la cre­cien­te pre­sión que ejer­cía su pro­tes­ta, el Gobierno de Biden exten­dió por dos meses más la prohi­bi­ción tem­po­ral de los des­alo­jos esta­ble­ci­da por los Cen­tros para el Con­trol y la Pre­ven­ción de Enfermedades.

“No podía ale­jar­me de aquí e irme de vaca­cio­nes, al rece­so, sabien­do que millo­nes de per­so­nas podrían ter­mi­nar en la calle”, dijo la con­gre­sis­ta Bush a Demo­cracy Now! des­de las esca­li­na­tas del Capi­to­lio. “[Estoy aquí] para ase­gu­rar­me de que entre sie­te y once millo­nes de per­so­nas no se vean for­za­das a aban­do­nar sus hoga­res. No pue­de ser que nues­tros legis­la­do­res, nues­tro Gobierno y los fun­cio­na­rios guber­na­men­ta­les que tie­nen algún tipo de inci­den­cia en rela­ción con esta cri­sis opten por no hacer nada al respecto”.

La prohi­bi­ción de los des­alo­jos duran­te una pan­de­mia es una medi­da muy acer­ta­da. Las per­so­nas que son des­alo­ja­das de sus vivien­das a menu­do se ven obli­ga­das a que­dar­se en lo que los Cen­tros para el Con­trol y la Pre­ven­ción de Enfer­me­da­des lla­man “entor­nos de aglo­me­ra­ción” don­de el coro­na­vi­rus pue­de pro­pa­gar­se a gran velo­ci­dad. A la prohi­bi­ción de los des­alo­jos se ha suma­do la asis­ten­cia para pagar el alqui­ler, inclui­da en los paque­tes de ayu­da eco­nó­mi­ca por el coro­na­vi­rus. Dicha asis­ten­cia ase­gu­ra que los pro­pie­ta­rios de vivien­das pue­dan reci­bir su ren­ta inclu­so si los inqui­li­nos están sin tra­ba­jo. Sin embar­go, de los 47.000 millo­nes de dóla­res asig­na­dos por el Con­gre­so de Esta­dos Uni­dos para la asis­ten­cia de alqui­ler, solo se han des­em­bol­sa­do unos 3.000 millo­nes de dólares.

Las auto­ri­da­des polí­ti­cas se cul­pan unas a otras por este des­or­de­na­do y caó­ti­co pro­gra­ma de ayu­da para pagar el alqui­ler. El Con­gre­so cul­pa a la Casa Blan­ca por solo dar­les dos días para apro­bar una nue­va mora­to­ria a los des­alo­jos. La Casa Blan­ca dice que tie­ne las manos ata­das lue­go del fallo que la Cor­te Supre­ma de Esta­dos Uni­dos dic­tó en junio, en el que el juez Brett Kava­naugh escri­bió: “Se nece­si­ta­rá una auto­ri­za­ción cla­ra y espe­cí­fi­ca del Con­gre­so (a tra­vés de una nue­va ley) para que los Cen­tros para el Con­trol y la Pre­ven­ción de Enfer­me­da­des extien­dan la mora­to­ria [a los des­alo­jos]”. Los repu­bli­ca­nos cul­pan al Gobierno de Biden por no des­em­bol­sar los fon­dos, pero los pro­yec­tos de ley bipar­ti­dis­tas que asig­na­ron los 47.000 millo­nes de dóla­res para ayu­dar a las per­so­nas a pagar el alqui­ler dele­gan en gran medi­da los deta­lles de los pro­gra­mas a cada uno de los esta­dos del país.

Mien­tras tan­to, el sec­tor pro­gre­sis­ta del Par­ti­do Demó­cra­ta cul­pa en par­te a los lla­ma­dos demó­cra­tas “mode­ra­dos” del fra­ca­so en apro­bar la mora­to­ria. Según el sec­tor pro­gre­sis­ta, estos demó­cra­tas mode­ra­dos están pro­te­gien­do los intere­ses de los gran­des pro­pie­ta­rios. Des­pués de que el medio The Daily Poster infor­ma­ra que Grant Mar­cus, el patro­ci­na­dor mul­ti­mi­llo­na­rio de Biden y un cono­ci­do mag­na­te inmo­bi­lia­rio, donó un millón de dóla­res al Comi­té de Acción Polí­ti­ca de la mayo­ría demó­cra­ta de la Cáma­ra baja —un comi­té que recau­da dine­ro para ayu­dar a los demó­cra­tas a ser ele­gi­dos para el Con­gre­so — , la con­gre­sis­ta demó­cra­ta Rashi­da Tlaib, de Detroit, pidió a dicho comi­té que devuel­va cual­quier dona­ción pro­ve­nien­te de Marcus.

A medi­da que la con­gre­sis­ta Cori Bush con­ti­nua­ba acam­pan­do en las esca­li­na­tas del Capi­to­lio, aumen­ta­ba tam­bién la pre­sión sobre la Casa Blan­ca para tomar medi­das. El mar­tes, los Cen­tros para el Con­trol y la Pre­ven­ción de Enfer­me­da­des emi­tie­ron una nue­va y modi­fi­ca­da mora­to­ria a los des­alo­jos, diri­gi­da al 90% de los con­da­dos de Esta­dos Uni­dos que tie­nen altas tasas de con­ta­gios de COVID-19.

“Soy una acti­vis­ta. Tra­ba­jo por la comu­ni­dad”, dijo la Repre­sen­tan­te Bush. “Comen­cé mi acti­vis­mo en 2014, des­pués de la muer­te de Michael Brown [a manos de un agen­te de poli­cía] en la ciu­dad de Fer­gu­son. Recla­ma­mos jus­ti­cia por esa muer­te duran­te más de 400 días. Des­pués de eso, segui­mos pro­tes­tan­do duran­te años con­tra las injus­ti­cias rela­cio­na­das con la bru­ta­li­dad poli­cial y la cri­sis de la vivien­da. Si luché con­tra esas injus­ti­cias en St. Louis, no podía aho­ra estar aquí y ser indi­fe­ren­te a la atro­ci­dad que está ocu­rrien­do; no podía no hacer nada y dejar­lo pasar”.

Como acti­vis­ta expe­ri­men­ta­da, la con­gre­sis­ta Bush sabe que no es sufi­cien­te con reac­cio­nar a las situa­cio­nes de cri­sis. Tres días antes de que expi­ra­ra la mora­to­ria a los des­alo­jos, la con­gre­sis­ta Bush pre­sen­tó la Reso­lu­ción 568 de la Cáma­ra de Representantes.

“La Decla­ra­ción de Dere­chos para las Per­so­nas sin Vivien­da esta­ble­ce pro­tec­cio­nes de dere­chos civi­les”, expli­có Bush. “De qué se tra­ta la dig­ni­dad de los veci­nos que no tie­nen hogar. […] Los dere­chos de cada per­so­na sin techo, de cada per­so­na que no tie­ne dón­de vivir deben ser pro­te­gi­dos. Esas per­so­nas deben gozar de la mis­ma dig­ni­dad que las per­so­nas que tie­nen un techo”.

Las filia­les de la Aso­cia­ción Nacio­nal de Agen­tes Inmo­bi­lia­rios de Ala­ba­ma y Geor­gia pre­sen­ta­ron una peti­ción ante un tri­bu­nal fede­ral para anu­lar la nue­va prohi­bi­ción de los des­alo­jos de los Cen­tros para el Con­trol y la Pre­ven­ción de Enfer­me­da­des. Mien­tras tan­to, los con­ta­gios de la varian­te del­ta del coro­na­vi­rus están aumen­tan­do de for­ma expo­nen­cial en todo Esta­dos Uni­dos y los hos­pi­ta­les del país están al tope de su capa­ci­dad. Más del 99% de las muer­tes recien­tes por COVID-19 corres­pon­den a per­so­nas que no están vacunadas.

La pan­de­mia ha pues­to de mani­fies­to lo que acti­vis­tas como la con­gre­sis­ta Cori Bush han sabi­do des­de siem­pre: tan­to la vivien­da como el cui­da­do de la salud son dere­chos huma­nos y nin­guno de noso­tros esta­rá a sal­vo has­ta que todos este­mos protegidos.

Itu­rria /​Fuen­te

Artikulua gustoko al duzu? / ¿Te ha gustado este artículo?

Twitter
Facebook
Telegram

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *