Pen­sa­mien­to crí­ti­co. El trum­pis­mo ha fracasado

Por Emir Sader. Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 15 de noviem­bre de 2020.

La derro­ta de Donald Trump no es solo una derro­ta elec­to­ral. Expre­sa el fra­ca­so de un esti­lo de gobierno, que se pue­de lla­mar trum­pis­mo por­que se repro­du­jo en otros luga­res, comen­zan­do por Brasil.

Trump y Jair Bol­so­na­ro eran mode­los alter­na­ti­vos de gobierno de dere­cha den­tro de la dere­cha. La dere­cha esta­ba en cri­sis, ya que adop­tó el mode­lo neo­li­be­ral. Dado que este mode­lo con­cen­tra la rique­za, pro­mue­ve solo los intere­ses del capi­tal finan­cie­ro y la des­igual­dad, sin la capa­ci­dad de obte­ner bases de apo­yo social que per­mi­tan gobier­nos con esta­bi­li­dad polí­ti­ca. La dere­cha tra­di­cio­nal esta­ba per­dien­do elec­cio­nes y reve­lan­do una inca­pa­ci­dad para com­bi­nar el mode­lo neo­li­be­ral con la fuer­za política.

El trum­pis­mo apa­re­ció como una nue­va for­ma de lide­raz­go polí­ti­co, que bus­ca­ba reco­ger crí­ti­cas acu­mu­la­das con­tra la demo­cra­cia libe­ral, con­tra los par­la­men­tos, con­tra el Poder Judi­cial, con­tra los medios de comu­ni­ca­ción, pero con una pers­pec­ti­va de extre­ma dere­cha. Tenía la inten­ción de capi­ta­li­zar la ero­sión de la polí­ti­ca, pro­po­nien­do una nue­va for­ma de hacer polí­ti­ca, supues­ta­men­te sin corrupción.

De esta mane­ra, logró recons­truir el cam­po del deba­te polí­ti­co, con una base de apo­yo espe­cí­fi­ca, y puso a la defen­si­va las demás inter­pre­ta­cio­nes. Pola­ri­zó la vida polí­ti­ca en torno a los líde­res polí­ti­cos y sus gobier­nos, con un esti­lo agre­si­vo, decla­ra­cio­nes con­tra los con­sen­sos exis­ten­tes has­ta ese momen­to y pro­vo­can­do escán­da­lo en la opi­nión públi­ca. Se pre­ten­día expre­sar la “mayo­ría silen­cio­sa” men­cio­na­da por Richard Nixon, quien habría esta­do calla­do, pero se rebe­la­ba con­tra la libe­ra­li­za­ción de las cos­tum­bres, con­tra los dere­chos huma­nos, con­tra la demo­cra­ti­za­ción polí­ti­ca, con­tra la pro­tec­ción del medio ambien­te, con­tra los movi­mien­tos de defen­sa de dere­chos de las muje­res, negros, jóve­nes, LGBT. Sec­to­res que serían reco­no­ci­dos en las decla­ra­cio­nes extre­ma­da­men­te con­ser­va­do­ras de estos nue­vos líderes.

Trump fue el can­di­da­to al que ape­ló la dere­cha nor­te­ame­ri­ca­na, en con­tra de la volun­tad de la direc­ción del Par­ti­do Repu­bli­cano, impo­nién­do­se como foras­te­ro, a tra­vés de los medios. Se impu­so al Par­ti­do Repu­bli­cano, ganó las elec­cio­nes en el Cole­gio Elec­to­ral, impi­dien­do la con­ti­nua­ción de la admi­nis­tra­ción Oba­ma con Hillary Clinton.

Impu­so un esti­lo de con­flic­to, sobre todo con los medios de comu­ni­ca­ción, con­si­de­ra­dos como enemi­gos, cons­ti­tu­yen­do una base de apo­yo radi­ca­li­za­da, a la que se suma­ron sec­to­res que se sen­tían huér­fa­nos por un sis­te­ma polí­ti­co y un mode­lo eco­nó­mi­co que no los con­tem­pla­ba. Reu­nió su base de apo­yo con su dis­cur­so, pero pro­fun­di­zó las divi­sio­nes en la socie­dad en su conjunto.

Fue un esti­lo polí­ti­co de gran éxi­to en su sur­gi­mien­to, con sus crí­ti­cas diri­gi­das a otros esti­lo fran­co­ti­ra­dor. Fun­cio­nó, has­ta que lle­gó al gobierno y per­mi­tió que sus pala­bras fue­ran con­fron­ta­das con sus acciones.

La cam­pa­ña elec­to­ral de este año fue el momen­to de la ver­dad de Trump. Ter­mi­nó derro­ta­do, aun­que con una gran vota­ción, por­que fue juz­ga­do por el gobierno que hizo, inca­paz de com­ba­tir la pan­de­mia, por el nega­cio­nis­mo que carac­te­ri­za a estos gober­nan­tes, así como por la nega­ción de los dere­chos huma­nos, el racis­mo y la discriminación.

Su derro­ta mues­tra el fra­ca­so del trum­pis­mo y apun­ta a un futu­ro simi­lar para Bol­so­na­ro. El Par­ti­do Repu­bli­cano se con­de­na­rá a sí mis­mo al sui­ci­dio si pre­ten­de man­te­ner a Trump como líder. Un polí­ti­co que se des­gas­ta aún más con la acti­tud que tie­ne ante su derro­ta elec­to­ral. Ade­más, el trum­pis­mo pue­de ser­vir como esti­lo de gobierno, pero no sir­ve para ser oposicion.

Algo dis­tin­to es que la extre­ma dere­cha ha veni­do para que­dar­se en el cam­po polí­ti­co, tan­to en Esta­dos Uni­dos como en Bra­sil, como corrien­te polí­ti­ca e ideo­ló­gi­ca. Pero per­de­rá gran par­te de su atrac­ti­vo por haber fra­ca­sa­do como gobierno. La dere­cha ten­drá que vol­ver a ape­lar a sus par­ti­dos y can­di­da­tos tra­di­cio­na­les. Pue­de ser que la extre­ma dere­cha siga pola­ri­zán­do­se con­tra la izquier­da, pero sin la atrac­ción que tenía cuan­do eran francotiradores.

Los votos que tuvo Trump no son sufi­cien­tes para defi­nir su con­ti­nui­dad como líder de la dere­cha nor­te­ame­ri­ca­na. Su ima­gen se des­gas­ta todos los días que no acep­ta su derro­ta. Los líde­res impor­tan­tes del Par­ti­do Repu­bli­cano difie­ren públi­ca­men­te de él, por­que saben que no es una posi­ción sos­te­ni­ble para el par­ti­do. El par­ti­do tie­ne la mitad de los gober­na­do­res de Esta­dos Uni­dos, que no pue­den gober­nar en una pos­tu­ra como la de Trump.

La dere­cha se valió de la alter­na­ti­va del trum­pis­mo, sin poder hacer gobier­nos exi­to­sos, que son el patri­mo­nio que le que­da a una corrien­te polí­ti­ca. Como fuer­za de opo­si­ción, el trum­pis­mo fun­cio­nó, pero no pasó la prue­ba de ser un gobierno y tien­de a per­der pro­ta­go­nis­mo como alter­na­ti­va política.

Fuen­te: RedRadioVe

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