Chi­le. Ni los heli­cóp­te­ros sobre las pobla­cio­nes logra­ron apla­car la pro­tes­ta popu­lar en Valparaíso

El Por­te­ño /​Resumen Lati­no­ame­ri­cano, 8 julio 2020

Balan­ce de la jor­na­da de lucha nacio­nal (Edi­to­rial de la revis­ta El Porteño)

En estos momen­tos llue­ve sobre Val­pa­raí­so y sin embar­go en todos los cerros del puer­to, se res­pi­ra el resul­ta­do vic­to­rio­so de la pri­me­ra jor­na­da de pro­tes­ta nacio­nal bajo la ocu­pa­ción mili­tar del país en Esta­do de Emer­gen­cia. Todo Chi­le se levan­tó, en una acción que se ini­ció el jue­ves 2 y tie­ne su tér­mino hoy día. Un movi­mien­to auto­con­vo­ca­do des­de las bases, a tra­vés de las redes socia­les y en el que la cla­se tra­ba­ja­do­ra ha vuel­to a poner­se de pie para recor­dar­le al Gobierno ase­sino de Piñe­ra que la lucha no ha terminado.

Duran­te estas dos jor­na­das en Val­pa­raí­so, los heli­cóp­te­ros de la Arma­da han aco­sa­do a los cerros pre­ten­dien­do ate­rro­ri­zar a la pobla­ción. Des­de las 20:00 y has­ta avan­za­da la media noche en Rode­li­llo, Mon­jas, Cº Cor­di­lle­ra y Pla­ya Ancha se die­ron cita los acti­vis­tas para levan­tar barri­ca­das y expre­sar el repu­dio popu­lar a las medi­das guber­na­men­ta­les anti­obre­ras que han sig­ni­fi­ca­do más de un millón y medio de cesan­tes des­de mar­zo, reba­jas masi­vas de sala­rio y cri­mi­na­li­za­ción de for­ma de des­con­ten­to. Si Piñe­ra y su gobierno geno­ci­da ha logra­do apli­car estas medi­das, se debe exclu­si­va­men­te a que ha logra­do el apo­yo de toda la «opo­si­ción» par­la­men­ta­ria (des­de la DC has­ta el Fren­te Amplio) y para lo mis­mo ha mili­ta­ri­za­do el país.

Barri­ca­da en Pla­ya Ancha, Valparaíso.

El fra­ca­so estre­pi­to­so a nivel mun­dial de las cua­ren­te­nas sec­to­ria­les, sus­ten­ta­das en la polí­ti­ca cri­mi­nal de «inmu­ni­dad de reba­ño», ha sig­ni­fi­ca­do que nues­tro país ten­ga el más alto nivel de con­ta­gio a nivel mun­dial y la can­ti­dad de muer­tos se ele­ve igual­men­te, sobre la tasa de falle­ci­dos en todo el pla­ne­ta. No nos ven­gan con que los feli­ci­tan orga­nis­mos inter­na­cio­na­les, la ver­dad es que han desa­rro­lla­do un plan sani­ta­rio digno de car­ni­ce­ros, si al día de hoy lamen­ta­mos más de 10.000 muer­tos, los exper­tos indi­can que en los dos meses que siguen esta can­ti­dad podría has­ta triplicarse.

Al comen­tar el supues­to doble con­ta­gio de CIVID-19 del Sena­dor Ossan­dón, el fla­man­te Minis­tro Paris se bur­la­ba de que tal hecho debe­ría ser obje­to de estu­dio inter­na­cio­nal, por su excep­cio­na­li­dad. Más allá de la bru­ta­li­dad del comen­ta­rio, esta afir­ma­ción, pro­fe­ri­da ni más ni menos que por el Minis­tro de Salud (recor­de­mos que ade­más es Médi­co), pone a las cla­ras que el con­cep­to de inmu­ni­dad de reba­ño sigue en la cabe­za del Gobierno. Demás está recor­dar que nin­gu­na evi­den­cia empí­ri­ca ha demos­tra­do que un con­ta­gia­do por COVID-19 adquie­ra algún tipo de inmu­ni­dad. Los rebro­tes en la Euro­pa, pre­ten­di­da­men­te en «nue­va nor­ma­li­dad», lo demuestran.

Cor­dón Gre­cia, Santiago

Al fra­ca­so, de ras­gos geno­ci­das, de la polí­ti­ca sani­ta­ria, debe sumar­se el fra­ca­so eco­nó­mi­co. La con­trac­ción de un 15% en mayo del índi­ce de acti­vi­dad eco­nó­mi­ca (IMACEC) una caí­da iné­di­ta des­de que se rea­li­za tal medi­ción en 1986, nos ubi­ca en el ini­cio de una depre­sión que pone al rojo vivo la con­tra­dic­ción entre capi­tal y tra­ba­jo. Mien­tras los capi­ta­lis­tas ‑y sus mozos en el Gobierno- se lle­nan los bol­si­llos gra­cias a las polí­ti­cas «pro empleo» de defen­sa del capi­tal, la abru­ma­do­ra mayo­ría nacio­nal tra­ba­ja­do­ra ve como se des­tru­yen sus con­di­cio­nes de vida, se esfu­man todas sus pers­pec­ti­vas y se les pre­ten­de some­ter al ham­bre median­te el terror.

El silen­cio de la CUT y de las prin­ci­pa­les orga­ni­za­cio­nes de tra­ba­ja­do­res que dan cuer­po a la Mesa de Uni­dad Social, un silen­cio pusi­lá­ni­me y de cobar­de cola­bo­ra­ción de cla­ses, se incli­na ante el cola­bo­ra­cio­nis­mo de la opo­si­ción bur­gue­sa par­la­men­ta­ria. Levan­tan los hom­bros y se excu­san seña­lan­do que la pan­de­mia les impi­de rea­li­zar toda acción movi­li­za­do­ra o pro­po­ner algún plan de lucha. Mien­ten. Su silen­cio es una polí­ti­ca con­sis­ten­te con la renun­cia que des­de ini­cia­do el Esta­do de Emer­gen­cia, han efec­tua­do en orden a enfren­tar las polí­ti­cas de Piñe­ra. No olvi­de­mos que Bár­ba­ra Figue­roa, des­de la pre­si­den­cia de la CUT y en mar­zo, salu­dó el plan eco­nó­mi­co de Piñe­ra como «en la direc­ción correcta».

En este esce­na­rio, la movi­li­za­ción nacio­nal que está en cur­so en todo el país, debe poner­se de relie­ve como una con­quis­ta polí­ti­ca de la cla­se tra­ba­ja­do­ra, que des­de los espa­cios a don­de ha sido arrin­co­na­da, comien­za a levan­tar­se ya impo­ner sus méto­dos para enfren­tar la cri­sis que sacu­de al país. No es un mis­te­rio para nadie en Chi­le hoy día: con la demo­cra­cia bur­gue­sa no se come, no se vive, no se tra­ba­ja. La demo­cra­cia patro­nal es un régi­men de incle­men­te dic­ta­du­ra de la mino­ría explo­ta­do­ra sobre la mayo­ría nacio­nal y no habien­do nin­gún espa­cio ins­ti­tu­cio­nal para satis­fa­cer las rei­vin­di­ca­cio­nes que levan­tan los explo­ta­dos, son estos las que salen a ocu­par las calles y a seña­lar al con­jun­to del pue­blo el camino del levan­ta­mien­to popu­lar que que­da­ra sus­pen­di­do entre el Acuer­do por la Paz y la decla­ra­ción del Esta­do de Emer­gen­cia por la pandemia.

Los heli­cóp­te­ros, que como decía­mos al comien­zo de esta nota, por horas ate­rro­ri­za­ron a la pobla­ción del Gran Val­pa­raí­so, no son un acci­den­te ope­ra­ti­vo, un des­liz del Jefe de la Defen­sa Nacio­nal en Esta­do de Emer­gen­cia. Mucho menos una medi­da pre­ven­ti­va de orden públi­co. Los heli­cóp­te­ros sobre una ciu­dad en cua­ren­te­na y bajo ocu­pa­ción mili­tar son terror de Esta­do y sus eje­cu­to­res en el Gobierno, terroristas.

Des­de las ollas comu­nes y asam­bleas popu­la­res se ha ges­ta­do esta movi­li­za­ción que recuer­da la glo­rio­sa Pro­tes­ta Nacio­nal del 2 y 3 de julio de 1986 en con­tra de Pino­chet, la mis­ma en la que inmo­la­ran a Rodri­go Rojas y Car­men Glo­ria Quin­ta­na. Es la cla­se tra­ba­ja­do­ra la que ha sali­do a las calles y es esta la pers­pec­ti­va que debe domi­nar el accio­nar del acti­vis­mo y orga­ni­za­cio­nes que se recla­man de la revo­lu­ción y la cla­se trabajadora.

Has­ta hace unos días algu­nos com­pa­ñe­ros pen­sa­ban ya en dis­po­ner­se para la inter­ven­ción elec­to­ral en pró­xi­mo Ple­bis­ci­to de Octu­bre, si es que éste se hace. Otros, por lo mis­mo, visua­li­za­ban un camino de uni­dad elec­to­ral de la izquier­da anti­ca­pi­ta­lis­ta y extra­par­la­men­ta­ria. Tales espa­cios de inter­ven­ción por supues­to que no están cerra­dos. No hare­mos acá un pane­gí­ri­co del abs­ten­cio­nis­mo máxi­mo que aún la mayo­ría tra­ba­ja­do­ra, colo­ca­da en las cir­cuns­tan­cias, muy pro­ba­ble­men­te con­cu­rri­rá a las urnas.

Barrio Puer­to, Valparaíso

El deba­te, com­pa­ñe­ros, com­pa­ñe­ras, es otro. La cues­tión cen­tral es que este momen­to de la lucha de cla­ses, esta ver­da­de­ra infle­xión en el pro­ce­so, que es el anti­ci­po de un nue­vo levan­ta­mien­to popu­lar, debe ser el pilar de toda nues­tra acción polí­ti­ca. A los com­pa­ñe­ros de la Corrien­te Sin­di­cal Obre­ra en San­tia­go, del PTR, del MST, MIT, Anti­ca­pi­ta­lis­tas, Tra­ba­ja­do­res al Poder y tan­tas otras orga­ni­za­cio­nes de voca­ción cla­sis­ta y revo­lu­cio­na­ria, les plan­tea­mos que es este momen­to, la lucha que hoy se desa­rro­lla es la que debe estar en el cen­tro de nues­tro debate.

Cree­mos que esta movi­li­za­ción, con todas sus debi­li­da­des, pero con su mag­ní­fi­ca pre­sen­cia, es el camino que hoy se pre­sen­ta a la revo­lu­ción. Cree­mos que esto escla­re­ce el deba­te polí­ti­co, al pun­to de hacer­se evi­den­te y urgen­te la nece­si­dad de ocu­par la trin­che­ra que gene­ro­sa­men­te nos abre este movi­mien­to. Esta es la uni­dad que recla­ma­mos y des­de el Gru­po 1º de Mayo ins­ta­re­mos para que esta uni­dad se expre­se como lucha de cla­ses y rei­vin­di­ca­ción de la Revo­lu­ción Socia­lis­ta y un Gobierno de Tra­ba­ja­do­res, como nues­tra res­pues­ta a la cri­sis. Al ter­mi­nar­se esta nota llue­ve aún más fuer­te sobre los cerros de Val­pa­raí­so, un anti­ci­po de la fero­ci­dad de lo que vie­ne. Noa pasa­rán, pasaremos!!!

Subi­da Cum­ming, Pla­za de la Resis­ten­cia, Valparaíso.

Itu­rria /​Fuen­te

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