Perú. Niña víc­ti­ma de vio­la­ción sufre aco­so y aban­dono policial

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 1° de mar­zo de 2020

En el asen­ta­mien­to humano José María Argue­das de Ven­ta­ni­lla, ‘M’, de 13 años, vive en la casa con­ti­gua a la de su pre­sun­to vio­la­dor. Ser­gio Alva Gutié­rrez tie­ne 33 años y es sobrino del padras­tro de la niña, cer­ca­nía que apro­ve­chó para empe­zar a acosarla.

Elvi­ra Mon­tal­ván, mamá de ‘M’, des­cu­brió lo ocu­rri­do por unos men­sa­jes que su hija reci­bía por Whatsapp. En ellos, Ser­gio Alva le decía a la niña que la que­ría, le pre­gun­ta­ba dón­de esta­ba y con quién esta­ba. Final­men­te, ‘M’ le reve­ló a su madre que Ser­gio la había for­za­do a tener rela­cio­nes sexua­les dos veces.

Des­de que la vio­la­ción ocu­rrió, ‘M’ tie­ne pesa­di­llas, no quie­re salir a la calle, llo­ra y evi­ta entrar al cuar­to don­de fue agre­di­da. Tie­ne mie­do de regre­sar a cla­ses, de lo que dirán sus com­pa­ñe­ros, de cómo la miran sus vecinos.

Ser­gio Alva Gutié­rrez, acu­sa­do de vio­lar a una niña de 13 años.

A ini­cios de este año, Elvi­ra fue jun­to a su hija a la comi­sa­ría Villa Los Reyes para pre­sen­tar la denun­cia . Allí un poli­cía tra­tó de hacer­la desis­tir. «Me dijo cua­tro veces ‘¿Está segu­ra de que lo va a denun­ciar? Es sobrino de su espo­so, yo quie­ro que lo pien­se bien’… como dicien­do que yo voy a pasar ver­güen­za», seña­ló Elvira.

‘M’ esta­ba pre­sen­te y escu­chó ese diá­lo­go. «Me dijo ‘¿Ves, mamá? Es por las puras, yo sien­to que no va a pasar nada’», cuen­ta Elvi­ra que le recla­mó su hija.

Pero Elvi­ra Mon­tal­ván les dijo a los poli­cías que si no le hacían caso, lla­ma­ría a la pren­sa. «Se han asus­ta­do, pen­sa­ban que esta­ba gra­ban­do todo con mi celu­lar», indicó.

Elvi­ra y ‘M’ logra­ron pre­sen­tar denun­cia el 9 de enero, lue­go de que la menor pasa­ra por el médi­co legis­ta. Tras ese paso ini­cial, empe­za­ron las repre­sa­lias. Por más de un mes, tan­to la menor de 13 años como su mamá reci­bie­ron insul­tos y ame­na­zas de la fami­lia de Ser­gio Alva, que vive en la casa de al lado.

La denun­cia es inves­ti­ga­da por la Fis­ca­lía Espe­cia­li­za­da en Vio­len­cia con­tra la Mujer de Ven­ta­ni­lla. Esta sema­na, la menor de 13 años pasó por la cáma­ra Ges­sel. Dicho ambien­te está divi­di­do en dos espa­cios: en uno la niña es entre­vis­ta­da, mien­tras los abo­ga­dos, fami­lia­res y fis­ca­les per­ma­ne­cen del otro lado. Mien­tras tan­to, Ser­gio Alva sigue en liber­tad y con­ti­núa su vida con nor­ma­li­dad, al lado de la casa de la niña que lo acu­sa de violación.

violación
Elvi­ra Mon­tal­ván acu­sa al sobrino de su espo­so de vio­lar a su hija. Des­de que denun­ció, ella y su hija han sufri­do hostigamiento.

De espal­das a la víctima

No es la pri­me­ra vez que un agen­te de la Poli­cía Nacio­nal del Perú (PNP) pone tra­bas al momen­to de pre­sen­tar una denun­cia por vio­len­cia de géne­ro. En el caso de la acti­vis­ta Sol­si­ret Rodrí­guez, el poli­cía que se negó a reci­bir la denun­cia de su des­apa­ri­ción fue expul­sa­do casi cua­tro años des­pués, cuan­do el cri­men se hizo mediático.

Way­ka con­sul­tó al mayor de la PNP, Dany Lozano, de la comi­sa­ría Villa Los Reyes, por la iden­ti­dad del poli­cía que qui­so disua­dir a la mamá de ‘M’ de denun­ciar. Sin embar­go, Lozano indi­có que no podía dar­nos esa infor­ma­ción a menos que su jefa­tu­ra lo autorizara.

Pero la PNP no es la úni­ca ins­ti­tu­ción del Esta­do que ha des­alen­ta­do a Elvi­ra Mon­tal­ván en la bús­que­da de jus­ti­cia para su hija. El 13 de enero, la Fis­ca­lía Espe­cia­li­za­da en Vio­len­cia con­tra la Mujer de Ven­ta­ni­lla abrió inves­ti­ga­ción pre­li­mi­nar del caso y el últi­mo 25 de febre­ro, la mamá de ‘M’ acu­dió por fin a declarar.

«Mos­tré en Fis­ca­lía los men­sa­jes de Whatsapp y me dicen ‘Seño­ra, yo no veo acá que ella ha sido vio­la­da, no veo que ha sido ultra­ja­da’. Me dicen que no es una vio­la­ción, que ella ha que­ri­do», denun­cia la mamá de ‘M’. Así, la Fis­ca­lía le repi­tió el mis­mo argu­men­to que usa la fami­lia del inves­ti­ga­do Ser­gio Alva.

Elvi­ra narra que des­de que pre­sen­tó la denun­cia, las her­ma­nas mayo­res del pre­sun­to vio­la­dor han ido a su casa para insul­tar a su hija, acu­sán­do­la de que fue la niña quien qui­so tener rela­cio­nes sexua­les y que Ser­gio Alva no es cul­pa­ble. «Dicen que ella lo ha pro­vo­ca­do a él, que ella ha sido la que le ha esta­do pro­vo­can­do, que él es hom­bre».

Pero las leyes perua­nas son cla­ras al res­pec­to: las rela­cio­nes sexua­les volun­ta­rias o con­sen­ti­das exis­ten a par­tir de los 14 años. De otra for­ma, se tra­ta de una vio­la­ción. Y de acuer­do al Códi­go Penal, la vio­la­ción a meno­res de 14 años tie­ne con­de­na de cade­na perpetua.

La mamá de ‘M’ reve­la tam­bién que la fami­lia del acu­sa­do le ofre­ció dine­ro para que reti­ra­se la denun­cia. «Lo úni­co que hice es llo­rar de cóle­ra. Aun­que no ten­go pla­ta, aun­que no ten­go nada, yo voy a seguir has­ta el último».

La poli­cía lle­ga tarde

El colec­ti­vo Madres en Acción reali­zó esta sema­na un plan­tón en apo­yo a ‘M’. Este gru­po deci­dió apo­yar la denun­cia de la niña de 13 años, y con­vo­có a esta acción por redes socia­les. Así, no sor­pren­de que el mar­tes, poli­cías de la comi­sa­ría Villa Los Reyes se acer­ca­ran ‑aho­ra sí- a que­rer con­ver­sar. Esto suce­dió jus­to cuan­do un equi­po de Way­ka había lle­ga­do para entre­vis­tar a la fami­lia de ‘M’,

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Foto: Madres en Acción.

«Ya he toma­do cono­ci­mien­to de su situa­ción, que­ría de una u otra mane­ra brin­dar­les el apo­yo», le dijo el mayor de la PNP, Dany Lozano. Lue­go, le ase­gu­ró a la mamá de ‘M’ que iban a inves­ti­gar qué poli­cía qui­so des­ani­mar­la de denun­ciar, pero se nega­ron a dar­le el nom­bre de dicho policía.

Elvi­ra con­fir­ma que la PNP ofre­ció dar­le res­guar­do y envió un patru­lle­ro este últi­mo miér­co­les. Des­pués de ese día, no lo ha vuel­to a ver.

La res­pues­ta de la Poli­cía Nacio­nal lle­gó más de un mes des­pués de la denun­cia por vio­la­ción, lo que expu­so a la víc­ti­ma y su fami­lia por sema­nas. Quie­nes sí apo­ya­ron a ‘M’ en el camino fue­ron el Cen­tro de Emer­gen­cia Mujer y la Casa de la Mujer de Ventanilla.

La mamá de ‘M’ está deci­di­da a seguir ade­lan­te. «Yo ten­go que creer­le a mi hija. A veces hay cami­nos que te des­alien­tan, pero ten­go que demos­trar­le a mis hijos que dicien­do la ver­dad se va a poder todo».

Fuen­te: Way​ka​.pe

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