Ébo­la: Cró­ni­ca de un des­pro­po­si­to anunciado

La Coor­di­na­do­ra Anti­pri­va­ti­za­ción de la Sani­dad emi­tió un comu­ni­ca­do el 7de agos­to pasa­do[1] cali­fi­can­do de irres­pon­sa­ble la deci­sión del Minis­te­rio y de la Con­se­je­ría de Sani­dad de Madrid de repa­triar al pri­mer enfer­mo de Ébo­la, por­que supo­nía “impor­tar de for­ma pre­me­di­ta­da lo que era el pri­mer caso en el Esta­do espa­ñol y en Euro­pa, y some­ter a un ries­go abso­lu­ta­men­te injus­ti­fi­ca­do a las tra­ba­ja­do­ras y tra­ba­ja­do­res del Hos­pi­tal Car­los III y en gene­ral a toda la pobla­ción”.

Nin­gu­na otra orga­ni­za­ción, ni sin­di­cal, ni cien­tí­fi­ca, cues­tio­nó una medi­da inacep­ta­ble des­de el pun­to de vis­ta epi­de­mio­ló­gi­co por cuan­to impli­ca­ba intro­du­cir un foco de infec­ción ori­gi­na­do por una cepa – la Ébo­la-Zai­re – alta­men­te con­ta­gio­sa, muy letal y para la que no se cono­ce tra­ta­mien­to eficaz.

De nin­gu­na mane­ra – seña­lá­ba­mos – la repa­tria­ción de esos dos enfer­mos tenía la jus­ti­fi­ca­ción de que aquí se les pudie­ra apor­tar otro tra­ta­mien­to – el palia­ti­vo – que el que se les hubie­ra podi­do garan­ti­zar envian­do hos­pi­ta­les o labo­ra­to­rios de cam­pa­ña, ade­más de enviar recur­sos sani­ta­rios a la zona afectada.

Así mis­mo des­ta­cá­ba­mos la “abe­rra­ción sani­ta­ria que había supues­to el cie­rre a prin­ci­pios de este año de las ins­ta­la­cio­nes que hacían del Hos­pi­tal Car­los III el cen­tro de refe­ren­cia esta­tal para aler­tas epi­dé­mi­cas, sin que nin­gún otro se hubie­ra abier­to en nin­gu­na otra Comu­ni­dad Autó­no­ma”. Tal medi­da tenía por obje­to con­ver­tir al cita­do Hos­pi­tal – así como al Hos­pi­tal de la Prin­ce­sa – en cen­tro para el tra­ta­mien­to de enfer­mos cró­ni­cos y ase­gu­rar así el nego­cio de la pri­va­da, des­car­gán­do­les de los pacien­tes “no rentables.

Des­gra­cia­da­men­te la con­fir­ma­ción del con­ta­gio de la com­pa­ñe­ra Tere­sa, tra­ba­ja­do­ra sani­ta­ria del H. Car­los III y que estu­vo en con­tac­to con el segun­do pacien­te, y el ais­la­mien­to de otras per­so­nas, con­fir­ma pun­to por pun­to todo lo que hace dos meses denun­cia­ba CAS Madrid.

Aho­ra pode­mos aña­dir lo siguiente:

1º El des­man­te­la­mien­to de la plan­ta sex­ta, en la que se ubi­ca­ba el cen­tro de refe­ren­cia para emer­gen­cias epi­dé­mi­cas, supu­so la dis­per­sión de todo el per­so­nal sani­ta­rio debi­da­men­te for­ma­do y entre­na­do en la apli­ca­ción de pro­to­co­los para el ade­cua­do tra­ta­mien­to y ais­la­mien­to de enfer­me­da­des de alto ries­go de con­ta­gio. De todo el cita­do per­so­nal, sólo que­da aho­ra una enfer­me­ra en turno de maña­na y otra en el de tarde.

2º La plan­ta sex­ta se abre para ingre­sar al pri­mer pacien­te de Ébo­la tras impar­tir al per­so­nal sani­ta­rio un cur­so de menos de una hora en el que se expli­ca­ba como poner­se y qui­tar­se el tra­je. Tras el ingre­so del segun­do enfer­mo se impar­te otro cur­so de la mis­ma dura­ción en el que se aña­den algu­nas nocio­nes acer­ca del mane­jo de residuos.

3º Dado que se des­co­no­cen exac­ta­men­te los meca­nis­mos de trans­mi­sión – y, por ejem­plo la dis­tan­cia a la cual una gota de sali­va pue­de ser o no con­ta­gio­sa, los pro­to­co­los inter­na­cio­na­les acon­se­jan las más altas medi­das de aislamiento-.

Los tra­jes de ais­la­mien­to que está uti­li­zan­do el per­so­nal sani­ta­rio son los de “ries­go bio­ló­gi­co 3”, menos her­mé­ti­cos – por­que están fabri­ca­dos con mate­rial más poro­so y en los que las gafas no están sella­das con el gorro – que “los de ries­go bio­ló­gi­co 4” usa­dos en otros países.

4º Por las mis­mas razo­nes, en otros paí­ses se han esta­ble­ci­do pro­to­co­los para el segui­mien­to de las per­so­nas que han esta­do en con­tac­to con los enfer­mos debe ser estric­to duran­te los 21 días del perio­do de incu­ba­ción de la enfer­me­dad, a quie­nes no se les per­mi­te, por ejem­plo, irse de vacaciones.

5º Denun­cia­mos que la Unión Euro­pea, ante la epi­de­mia de Ébo­la en paí­ses ricos en mate­rias pri­mas y pobrí­si­mos en recur­sos sani­ta­rios – lejos de enviar ayu­da – a lo que se ha dedi­ca­do es a blin­dar aún más sus fron­te­ras ante la pobla­ción inmigrante.

Más ver­gon­zo­sa aún, si cabe es la deci­sión de EE.UU. de enviar 3.000 sol­da­dos – sin expe­rien­cia sani­ta­ria docu­men­ta­da- para “com­ba­tir la epidemia”.

Ante tan­to cinis­mo y menos­pre­cio de la vida de las per­so­nas por par­te de las gran­des poten­cias, des­ta­ca la deci­sión de Cuba – un país pobre de once millo­nes de habi­tan­tes – de enviar 165 médi­cos a Sie­rra Leona.

6º Ante una epi­de­mia de la gra­ve­dad de ésta y que ha sal­ta­do ya a Euro­pa y a EE.UU., lla­ma pode­ro­sa­men­te la aten­ción que no se hayan publi­ca­do estu­dios por­me­no­ri­za­dos sobre el foco ini­cial de una infec­ción tan viru­len­ta y letal. Apun­ta­mos al res­pec­to la coin­ci­den­cia de este bro­te epi­dé­mi­co con la exis­ten­cia de un labo­ra­to­rio en el hos­pi­tal de Kene­ma, en Sie­rra Leo­na, que esta­ba tra­ba­jan­do sobre el virus del Ébo­la y que cola­bo­ra con el Ins­ti­tu­to de Inves­ti­ga­ción Médi­ca de Enfer­me­da­des Infec­cio­sas de la Arma­da de EE.UU, sobre armas bio­ló­gi­cas.[2]

Des­de CAS Madrid exi­gi­mos la depu­ra­ción inme­dia­ta de res­pon­sa­bi­li­da­des entre todos los polí­ti­cos y ges­to­res que han toma­do las deci­sio­nes de repa­triar a los pacien­tes infec­ta­dos, así como de ges­tión de la aten­ción, hechos que han pues­to en ries­go gra­ve­men­te la salud de tra­ba­ja­do­res y pobla­ción, por lo que la úni­ca pos­tu­ra decen­te sería reco­no­cer sus erro­res y pre­sen­tar la dimisión.

Por otra par­te, nos reafir­mar­nos en nues­tra denun­cia de que lo ocu­rri­do es en par­te resul­ta­do del pro­ce­so de dete­rio­ro, des­man­te­la­mien­to y pri­va­ti­za­ción de la sani­dad, que se vie­ne rea­li­zan­do inin­te­rrum­pi­da­men­te des­de 2005 en esta comu­ni­dad autó­no­ma, y que pese a infor­ma­cio­nes intere­sa­das, en nin­gún momen­to se ha paralizado.

Madrid, 7 de octu­bre de 2014

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