¿Y aho­ra qué?- Borro­ka Garaia

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En Eus­kal Herria muchas veces tras diver­sas ini­cia­ti­vas se ha habla­do de momen­to his­tó­ri­co, pun­to de infle­xión, cam­bio o inclu­so de nue­va era. Lo cier­to es que en esca­sas oca­sio­nes eso se ha tra­du­ci­do real­men­te en lo anun­cia­do. Lo que no iba a ser ya nada igual ha aca­ba­do sien­do muy simi­lar. Tras la efer­ves­cen­cia de sen­ti­mien­tos lue­go la reali­dad se ha impues­to. Una reali­dad en dema­sia­das oca­sio­nes amar­ga o cuan­do menos agridulce.

Esto ocu­rre en pri­mer lugar por el ansia acu­mu­la­da tras tan­tos años de pro­ce­so de libe­ra­ción, que ante hechos posi­ti­vos o nega­ti­vos lle­va algu­nas veces a exa­cer­bar­los extre­ma­da­men­te sus­ti­tu­yen­do pau­la­ti­na­men­te el aná­li­sis cri­ti­co por los impul­sos del pen­sa­mien­to ilusorio.

Tras la rup­tu­ra del acuer­do de Liza­rra-Gara­zi ocu­rrió con los aspec­tos nega­ti­vos, y en los últi­mos años está ocu­rrien­do al revés, con los posi­ti­vos. Bus­car el equi­li­brio es nece­sa­rio. Nun­ca hemos esta­do al bor­de del abis­mo y des­gra­cia­da­men­te tam­po­co al bor­de de la victoria.

Para acer­car­nos a ese bor­de de la vic­to­ria hay que saber apro­ve­char esos momen­tos que se pue­den intuir como pun­tos de infle­xión. Para que real­men­te lo sean, la cla­ve está en el segui­mien­to pos­te­rior, en lo que ocu­rre des­pués y no en lo inme­dia­to de una jor­na­da o un acontecimiento.

Des­de esa pers­pec­ti­va, nadie de los y las que par­ti­ci­pa­mos el domin­go en la cade­na huma­na de Duran­go a Iru­ñea pode­mos dar­nos por satis­fe­chos. Hacer­lo supon­dría no cana­li­zar la ener­gía gene­ra­da ade­más de empu­jar ese vec­tor que quie­re recluir el dere­cho de auto­de­ter­mi­na­ción a mero fol­clo­re rei­vin­di­ca­ti­vo mien­tras que las cade­nas de la depen­den­cia se refuer­zan día a día.

La pre­gun­ta es ¿Qué hacer ahora?

El día ante­rior a la movi­li­za­ción escri­bía que sin pri­sas pero sin pau­sas, debe­ría ser el pis­to­le­ta­zo de sali­da para un pro­ce­so cons­ti­tu­yen­te don­de Eus­kal Herria sin per­mi­so de los esta­dos de un sal­to en la estra­te­gia de cons­truc­ción nacio­nal y social de cara a cons­truir un pro­ce­so don­de el pue­blo vas­co deci­da con todas sus con­se­cuen­cias. Un pro­ce­so don­de de mane­ra direc­ta y trans­pa­ren­te se con­sul­te a la socie­dad vas­ca si quie­re ser inde­pen­dien­te. Y si el resul­ta­do es posi­ti­vo, un pro­ce­so popu­lar en los mis­mos tér­mi­nos para lle­nar de con­te­ni­dos nues­tra soberanía.

Eso escri­to que­da muy redon­do y posi­ble­men­te sea com­par­ti­do por amplias capas de la socie­dad vas­ca, que no pue­den ni quie­ren espe­rar el bene­plá­ci­to de los esta­dos, mas aun cuan­do no exis­te a día de hoy nada que les pue­da for­zar a res­pe­tar los dere­chos nacio­na­les y socia­les, así que la pre­gun­ta a rea­li­zar no es solo el qué sino el cómo.

¿Cómo rea­li­zar un pro­ce­so cons­ti­tu­yen­te don­de la socie­dad vas­ca deci­da su des­tino sin limi­ta­cio­nes? ¿Quién lo debe de impul­sar? ¿Qué meca­nis­mos y estruc­tu­ras son nece­sa­rias para tal labor? ¿Exis­ten con­di­cio­nes pre­vias para empe­zar algo así? ¿Cuá­les son? ¿Están cum­pli­das , fal­tan algu­nas? ¿Se gene­ra­rán en el mis­mo pro­ce­so, cae­rán del cie­lo? ¿Es del ciclo elec­to­ral del que hay que estar pen­dien­te? ¿De Sabin etxea? ¿De la troi­ka? ¿De Rajoy?

Hay que empe­zar a visua­li­zar el cómo, para que coja fuer­za el qué. De momen­to esta­mos en el pun­to cero. Y en el pun­to cero segui­rá de cana­li­zar esta movi­li­za­ción en una nue­va movi­li­za­ción anual, o en nue­vas movi­li­za­cio­nes de no plan­tear­se una hoja de ruta de un pro­ce­so cons­ti­tu­yen­te para ejer­cer la auto­de­ter­mi­na­ción. Con la hoja de ruta y un obje­ti­vo cla­ro, tan­to la pasa­da movi­li­za­ción, como futu­ras ini­cia­ti­vas ali­men­ta­rán un pro­ce­so con­cre­to, enton­ces sí habrá sido un pun­to de infle­xión, y no la nada que tene­mos actual­men­te en las manos. Una nada fácil­men­te asi­mi­la­ble e ins­tru­men­ta­li­za­da para estra­te­gias par­ti­dis­tas o vías de con­ten­ción social a tra­vés de las ins­ti­tu­cio­nes y la ley espa­ño­la y francesa.

¿Aca­so es una locu­ra la con­for­ma­ción de una auto­ri­dad nacio­nal vas­ca fue­ra del jue­go par­ti­dis­ta, sin obe­dien­cia a nin­gu­na ley aje­na mas que a la volun­tad del pue­blo vas­co, que reúna a un amplio espec­tro de la socie­dad y que ten­ga como obje­ti­vo un deba­te nacio­nal de cara a una hoja de ruta y a ser el motor del pro­ce­so para ejer­cer la auto­de­ter­mi­na­ción y hacer que se expre­se esa voluntad?

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