La primera vez que pisé Etxarri Aranatz fue en 1994 con casi 20 años para asistir al primer gazte topagune organizado por Jarrai. Se juntó bastante gente en una demostración de fuerza del movimiento juvenil que por aquel entonces empezaba ya a despuntar con energías renovadas y nuevos bríos tras el cierre del ciclo de los años 80, el fracaso de Argel y diversas operaciones policiales que en años anteriores habían supuesto golpes psicológicos bastantes fuertes. Así que en Etxarri Aranatz se concentró una nueva generación que venía pisando fuerte y de alguna forma se convirtió en un punto de inflexión de cara a todos los retos que estaban por delante además de un símbolo y recordatorio de la fuerza organizada del movimiento juvenil vasco que estaba alcanzando. Una especie de sensación de ser imparables. Entre otros motivos, por eso tengo un cariño especial por Etxarri Aranatz.
20 años después Etxarri Aranatz puede ahora convertirse también en otro símbolo. Y es que este domingo va a ser el primer pueblo de toda Euskal Herria donde se va a realizar un referéndum práctico del derecho de autodeterminación. Una consulta organizada por el pueblo y que cuenta con la legitimidad que le faltan a todas y cada una de las elecciones bajo leyes y limitaciones impuestas. Unas leyes y un estado que a través de la violencia reaccionaria precisamente tiene secuestrada esa voz que se va a expresar este domingo. No existe nada más liberador y democrático que el mismo pueblo organizado decida su destino en todos los ámbitos sin limitaciones impuestas por la guardia civil, el congreso español, la BBVA, la audiencia nacional española, el gobierno vascongadillo, la troika, la UE, la OTAN, la cacicada opusiana o la oligarquía negurítica. Pues en eso consiste la liberación nacional y social, hacer dueña de su destino a la clase trabajadora vasca y que los de arriba dejen de decidir por los de abajo hasta que desaparezca el arriba y el abajo. O en nuestro caso hasta que desaparezca el capitalismo y toda injerencia de los estados español y francés. Por eso la independencia y el socialismo es la única alternativa viable. Y tanto lo uno como lo otro llegarán de similar manera, mediante la organización popular, la ejecución de decisiones y la defensa de esas decisiones rechazando con determinación los impedimentos que indudablemente son y serán enfrentados.
Sin embargo, la iniciativa de este domingo en Etxarri Aranatz es un paso importante en ese camino. Va a visualizar aunque solo sea a nivel local y aunque no se hayan desatado los nudos que impiden que las decisiones se puedan llevar a cabo algo que un estado fascista como el español niega mediante las armas. Siendo esto a parte de despreciable, algo totalmente estúpido. Euskal Herria es una nación y no somos ni más ni menos que ninguna otra. La ilegalidad del derecho de autodeterminación convierte al subversivo en legítimo. Y lo que tendría que ser un hecho de total normalidad en un desafío para un estado ilegítimo. Es así de simple.
Como bonus extra la pregunta que en un principio era ¿Está usted de acuerdo con que Etxarri Aranatz como municipio de Euskal Herria forme parte de un nuevo estado independiente de Europa?” pasó a ser ¿Quiere ser ciudadano o ciudadana de una Euskal Herria independiente?”. Lo que hace por un lado que el hecho de convocar una consulta sea algo muy destacable, pero doble mérito tiene que se haya caído del cartel el calculadamente ambiguo “Euskal Herria en Europa”. Felicitaciones pues a Etxarri Aranatz por hacer valer la democracia directa popular y ante una pregunta tan vital para el destino de nuestro pueblo no propiciar que ésta subrepticiamente sea ligada a intereses del capital.
Por último y a modo de chascarrillo, algunos datos sobre la primera consulta similar que realizaron en Catalunya, en Arenys de Munt: 8.000 habitantes. Censo 6.517, abstención 59% , 39´4% del electorado votó Si a la independencia.
