La Izquier­da Aber­tza­le ha valo­ra­do la situa­ción polí­ti­ca en rue­da de prensa

En pri­mer lugar que­re­mos agra­de­cer­les el haber asis­ti­do a nues­tra con­vo­ca­to­ria. Tal y como les hemos seña­la­do en el lla­ma­mien­to para esta tar­de, la Izquier­da Aber­tza­le pre­ten­de median­te esta rue­da de pren­sa tras­la­dar su aná­li­sis o valo­ra­ción de la situa­ción polí­ti­ca a la opi­nión públi­ca.

En nues­tra opi­nión, hay dos ele­men­tos prin­ci­pa­les a ana­li­zar: la deci­sión de ETA de cesar el impues­to revo­lu­cio­na­rio comu­ni­ca­da a las patro­na­les de Comu­ni­dad Foral Nava­rra y de la Comu­ni­dad Autó­no­ma Vas­ca y por otro lado la deci­sión polí­ti­ca de impug­nar todas las lis­tas de la coa­li­ción elec­to­ral Bil­du, for­ma­da por Eus­ko Alkar­ta­su­na, Alter­na­ti­ba e independientes.

Ambas, la deci­sión de ETA de cesar el impues­to revo­lu­cio­na­rio y la deci­sión de impug­nar las can­di­da­tu­ras de Bil­du son deci­sio­nes polí­ti­cas, pero que van en direc­cio­nes dia­me­tral­men­te opues­tas. La car­ta de ETA remi­ti­da a la CEN y a CONFEBASK se enmar­ca den­tro de una serie de comu­ni­ca­cio­nes de ETA que remar­can el fir­me com­pro­mi­so y volun­tad de la orga­ni­za­ción de impul­sar el pro­ce­so en mar­cha y de apor­tar a la nue­va era abier­ta en Eus­kal Herria, con vis­ta a la supera­ción defi­ni­ti­va del con­flic­to polí­ti­co y al cie­rre defi­ni­ti­vo de la con­fron­ta­ción armada.

Tal y como seña­lá­ba­mos al valo­rar el alto el fue­go gene­ral, incon­di­cio­nal e inter­na­cio­nal­men­te veri­fi­ca­ble anun­cia­do por ETA el pasa­do 10 de enero, nos encon­tra­mos ante una situa­ción sin pre­ce­den­tes, en la que ETA ade­más de res­pon­der a los reque­ri­mien­tos rea­li­za­dos des­de Ger­ni­ka y Bru­se­las, mos­tra­ba su com­pro­mi­so y dis­po­si­ción para con­ti­nuar dan­do pasos para el afian­za­mien­to y desa­rro­llo de la nue­va situa­ción. Ade­más, tal y como hici­mos al valo­rar el comu­ni­ca­do del Abe­rri Egu­na, la Izquier­da Aber­tza­le quie­re remar­car que ETA situé la cla­ve en dar la pala­bra y la capa­ci­dad de deci­sión al pue­blo vasco.

Sin embar­go, el Gobierno espa­ñol no ha rea­li­za­do nin­gu­na apor­ta­ción en posi­ti­vo ante el cam­bio de esce­na­rio que esta­mos vivien­do en nues­tro país. Qui­so con­di­cio­nar el deba­te interno de la Izquier­da Aber­tza­le median­te la repre­sión y la into­xi­ca­ción mediá­ti­ca; inten­to res­tar cre­di­bi­li­dad a la apues­ta polí­ti­ca rea­li­za­da tras dicho deba­te y este ulti­mo año no ha hecho sino incre­men­tar la repre­sión en todos los ámbi­tos para inten­tar evi­tar la con­so­li­da­ción de un nue­vo esce­na­rio, en el que la con­fron­ta­ción se de exclu­si­va­men­te en el ámbi­to polí­ti­co y de las ideas.

Uno de los mayo­res expo­nen­tes de la obs­ti­na­ción esta­tal por evi­tar una situa­ción demo­crá­ti­ca de libre con­fron­ta­ción de ideas y pro­yec­tos polí­ti­cos es la impug­na­ción de las can­di­da­tu­ras de la coa­li­ción elec­to­ral Bil­du. Nos encon­tra­mos ante una deci­sión polí­ti­ca de enor­me gra­ve­dad. A tra­vés de las impug­na­cio­nes, el Gobierno del PSOE ha situa­do en el pun­to de mira los dere­chos civi­les y polí­ti­cos de cien­tos de miles de per­so­nas de nues­tro país.

No es una situa­ción nue­va, en la últi­ma déca­da dece­nas de miles de per­so­nas hemos sufri­do un apartheid polí­ti­co; nos han impe­di­do ele­gir y ser ele­gi­dos y hemos engro­sa­do lis­tas com­pues­tas por cer­ca de 40.000 per­so­nas que por razo­nes diver­sas y sin que medie reso­lu­ción judi­cial nos hemos con­ver­ti­do en per­so­nas sin dere­chos y con la capa­ci­dad de anu­lar los dere­chos de ter­ce­ros si se nos ocu­rre par­ti­ci­par en algu­na candidatura.

Sin embar­go, aun­que no sea nove­do­sa, la deci­sión de impug­nar Bil­du supera todos los lími­tes cono­ci­dos, ya que no se actúa con­tra la Izquier­da Aber­tza­le sino con­tra todo un sec­tor social que abo­ga por cons­truir el futu­ro de nues­tro país des­de pará­me­tros de cam­bio polí­ti­co y social. Refle­jo de ello es que estas impug­na­cio­nes han indig­na­do al sen­tir mayo­ri­ta­rio de la socie­dad vas­ca, indig­na­ción que han tras­mi­ti­do casi todas las fuer­zas polí­ti­cas, sin­di­ca­les y socia­les del país.

Es evi­den­te que nos encon­tra­mos ante una deci­sión polí­ti­ca. La izquier­da aber­tza­le ha repe­ti­do has­ta la sacie­dad que las ile­ga­li­za­cio­nes no se cir­cuns­cri­bían al ámbi­to jurí­di­co, sino que par­tían de deci­sio­nes polí­ti­cas. Con la coa­li­ción Bil­du, la deci­sión polí­ti­ca de la impug­na­ción se ha retrans­mi­ti­do con luz y taquí­gra­fos, en un espec­tácu­lo de auten­ti­ca ver­güen­za vis­to des­de Eus­kal Herria.

Si la divi­sión de pode­res es la base de una demo­cra­cia, en el Esta­do espa­ñol tene­mos una demo­cra­cia sin base, ni altu­ra de miras para hacer fren­te al nue­vo esce­na­rio que se ha abier­to en nues­tro país. El actual mode­lo esta­tal no es más que una con­ti­nua­ción de la Demo­cra­cia Orgá­ni­ca franquista.

La res­pon­sa­bi­li­dad polí­ti­ca de las impug­na­cio­nes y de sus posi­bles con­se­cuen­cias es del PSOE. El PSOE se mues­tra como un par­ti­do polí­ti­ca­men­te cobar­de y a mer­ced del PP. Es paté­ti­co que algu­nos digan que la deci­sión corres­pon­de a los jue­ces cuan­do todo el pro­ce­so de ile­ga­li­za­cio­nes par­te de un acuer­do entre el PSOE y el PP. En ese sen­ti­do, nos gus­ta­ría saber cual es el com­pro­mi­so que pien­san adop­tar los diri­gen­tes del PSE como López o Elor­za que se han mos­tra­do con­tra­rios a la impugnación.

La impug­na­ción de todas las lis­tas de la coa­li­ción Bil­du va en con­tra del pro­ce­so abier­to en este país, con­tra el nue­vo esce­na­rio de paz y solu­cio­nes y con­tra todos aque­llos que han dado pasos valien­tes para lle­gar has­ta aquí.

Estas impug­na­cio­nes res­pon­den a las nece­si­da­des del PSOE y el PP, que no quie­ren que el nue­vo esce­na­rio abier­to se asien­te tras estas elec­cio­nes, por­que de ello deri­va­ría un impul­so del mis­mo, con­so­li­dán­do­se un esce­na­rio de libre con­fron­ta­ción de ideas y pro­yec­tos, esce­na­rio al que tan­to el PSOE y el PP le tie­nen ver­da­de­ro pavor, ya que care­cen de ofer­ta y pro­yec­to polí­ti­co para nues­tro pueblo.

Ante la reali­dad que se nos quie­re impo­ner des­de Madrid, des­de la Izquier­da Aber­tza­le con­si­de­ra­mos nece­sa­ria una res­pues­ta como pue­blo: ese pue­blo que como suje­to polí­ti­co colec­ti­vo emer­gen­te ha dicho que bas­ta ya de leyes de par­ti­dos, de frau­des elec­to­ra­les, de acuer­dos anti­de­mo­crá­ti­cos que vie­nen de Madrid en con­tra siem­pre de la volun­tad mayo­ri­ta­ria que quie­re, anhe­la, un esce­na­rio de solu­cio­nes, de paz, de cie­rre defi­ni­ti­vo del conflicto.

Para la Izquier­da Aber­tza­le nues­tro pue­blo ha sido has­ta aho­ra el mayor freno a la estra­te­gia repre­si­va y de no solu­cio­nes de Madrid, pero aho­ra, ese freno popu­lar debe ir más allá, a impe­dir que se con­su­ma esta ope­ra­ción polí­ti­ca dise­ña­da por aque­llos que quie­ren per­pe­tuar una situa­ción de con­flic­to en nues­tro país.

Por ulti­mo, la Izquier­da Aber­tza­le con­si­de­ra que cual­quier per­so­na que apues­te por el pro­ce­so, por una reso­lu­ción polí­ti­ca y demo­crá­ti­ca, por la cons­truc­ción de un esce­na­rio de paz, jus­ti­cia y liber­tad, tie­ne que apor­tar su gra­ni­to de are­na para impe­dir que Madrid pue­da con­su­mar su juga­da; es posi­ble y es necesario.

Ade­más con­si­de­ra­mos que son más nece­sa­rios que nun­ca los posi­cio­na­mien­tos y actua­cio­nes con­cre­tas acor­des con la gra­ve­dad de los hechos, que ten­dre­mos que deci­dir entre todos los que esta­mos dis­pues­tos a avan­zar en el esce­na­rio abier­to en nues­tro país.

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