¿Refun­fu­ño­nes bara­tos? – Mikel Arizaleta

Harald Mar­tens­tein pro­po­ne en Zeit maga­zin que “tea­tra­li­zar” sea decla­ra­do pala­bro (Unwort) del año. En Ale­ma­nia todo se tea­tra­li­za, y supues­ta­men­te es algo muy malo. Los minis­tros y seño­res del gobierno tea­tra­li­zan y el cam­pa­men­to en la jun­gla resul­ta ser mera esce­ni­fi­ca­ción. He goglea­do “repro­che de la auto­tea­tra­li­za­ción” y he encon­tra­do 2920 entra­das acu­san­do a unas 80 per­so­nas de tea­tra­li­zar en su vida. Ale­ma­nia cam­po de tea­tro de direc­tor. ¡Quien no tea­tra­li­za que levan­te la mano!

No sé cómo se pue­de escri­bir, ir a comer, a misa, al par­la­men­to o al fút­bol sin esce­ni­fi­car o hacer tea­tro. Impo­si­ble. ¡Hay que ade­re­zar la vida de lo con­tra­rio será aburrida!

A veces uno lle­ga a espan­tar­se de sí mis­mo, que es lo que a mí me ocu­rre. Según los están­da­res que veo en el perió­di­co soy un mons­truo moral­men­te depra­va­do. Y yo al menos me sien­to orgu­llo­so de dar­me cuen­ta. ¡No soy tan san­to como toda esa gente!

En las últi­mas sema­nas, al leer las noti­cias sobre el nue­vo capi­tán del Gorch Fock[i], es decir del suce­sor del capi­tán rele­va­do ‑a cau­sa de la muer­te de una alum­na y de algu­nas prác­ti­cas-: un tipo que des­de el prin­ci­pio me pare­ció lim­pio, de no tener nada que escon­der. Pero se des­ta­pó que hace un tiem­po hizo esquí acuá­ti­co. Hacía calor, se encon­tra­ban en el tró­pi­co, man­dó echar el ancla y duran­te vein­te minu­tos hizo esquí acuá­ti­co tras la moto­ra, que por­ta­ban. Los reclu­tas, a pesar de la prohi­bi­ción, le foto­gra­fia­ron y, cla­ro, la escan­da­lo­sa foto ter­mi­nó en la pren­sa. Ya he dicho que a mí eso no me revuel­ve las tri­pas. No me pro­du­ce ni el míni­mo encono. ¿Carez­co de nor­te éti­co? Pen­sé: tres litros de gaso­li­na sin tri­bu­tar impues­to es una baga­te­la, igual que aquel bono de garan­tía que sus­tra­jo la caje­ra del super­mer­ca­do por­que fue des­pe­di­da. ¡Dema­sia­do rui­do para tan pocas nue­ces!, se cie­rra un poco el ojo y pun­to. Y es que, ¿saben?, el hom­bre sue­le meter la pata. ¿Soy aca­so por ello un hom­bre sin principios?

Pen­sé: es nor­mal que los jefes ten­gan algún pri­vi­le­gio, qué sé yo, un mayor des­pa­cho, un coche a su dis­po­si­ción…, tam­po­co me pare­ce mal hacer esquí acuá­ti­co aun cuan­do no esté en el con­tra­to. ¿Enton­ces para qué una carre­ra? Me acor­dé de mi ser­vi­cio civil. Fui con­duc­tor de bus esco­lar. Hacía­mos algu­nos kiló­me­tros de más por moti­vos pri­va­dos, para echar un vis­ta­zo al mer­ca­do de mate­ria­les de cons­truc­ción o para pasar por el pana­de­ro, dejá­ba­mos subir a ami­gas al bus, algu­na vez pasé en rojo, fui a más velo­ci­dad de la per­mi­ti­da, apar­qué mal y en el últi­mo examen de con­duc­ción tam­po­co fue todo abso­lu­ta­men­te correc­to. Así que pro­ba­ble­men­te tam­po­co tenía dere­cho a enfa­dar­me por ver esquiar al capi­tán por el agua. Hubie­ra sido un hipó­cri­ta. Más, si yo hubie­ra sido capi­tán de un bar­co, en el tró­pi­co y a 40 gra­dos, casi con toda segu­ri­dad que tam­bién habría prac­ti­ca­do esquí acuá­ti­co. Con ello no se hace mal ni a per­so­nas ni a animales.

Leo comen­ta­rios refun­fu­ño­nes y me doy cuen­ta lo per­fec­tos y rígi­dos que son los demás. ¿Han leí­do El extran­je­ro de Albert Camus? Así me sien­to. Y esta colum­na es asi­mis­mo tea­tro de la A a la Z

[i] Buque escue­la de la mari­na ger­ma­na. Una reclu­ta murió en enero de este año al caer­se del más­til al que, al pare­cer, sus supe­rio­res le obli­ga­ron a subir como a toda la dota­ción, de hecho, bajo la ame­na­za de ser expul­sa­dos del cuer­po si no lo con­se­guían. Tras el inci­den­te con la joven Sarah, de 25 años, hubo un motín a bordo.

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