Han pasado 50 días desde que la izquierda abertzale hiciera pública su propuesta de acuerdo electoral el pasado 14 de noviembre. Nafarroa XXI desde un primer momento ha pretendido ser una propuesta de acuerdo, alejada de falsos protagonismos y con un único objetivo: conformar un sujeto político unitario que diera respuesta a la demanda de cambio político, económico, social e institucional en Navarra.
Lejos de buscar romper coaliciones existentes, hemos pretendido generar un debate de contenidos que hiciera posible un acuerdo electoral amplio. Porque estamos convencidos que la unidad de acción de todo el espacio de izquierdas es la única garantía para conseguir el cambio en Navarra. No hemos querido restar, única y exclusivamente hemos pretendido sumar.
Nuestra posición ha sido clara desde un primer momento: pese a pensar que es mejor crear un nuevo sujeto, en ningún momento esto ha dificultado el acuerdo electoral. Si existe acuerdo sustentado en principios claros de izquierda, que integre el acuerdo para un escenario de paz y soluciones democráticas presentado en Gernika, y comprometido con el proceso de articulación de Euskal Herria, el sujeto que lo pongan Aralar y Eusko Alkartasuna.
Nos hemos reunido con decenas de agentes y cientos de personas para compartir y debatir nuestra propuesta. Hemos elaborado un documento para facilitar el acuerdo sobre contenidos, presentado en el Carlos III el 11 de diciembre. Todas y cada una de las veces que hemos tenido oportunidad de hablar públicamente hemos expresado nuestra voluntad de alcanzar un acuerdo amplio que fuera el catalizador de una nueva fase.
La inmensa mayoría de las aportaciones recogidas reflejan la ilusión de una gran parte de la sociedad de izquierdas y abertzale, y sintonía con la propuesta realizada. En este caso ¿por qué la ejecutiva de Aralar quiere cerrar esa posibilidad? ¿Por qué eligen el camino de la división?
Negociación política con Aralar
La izquierda abertzale y Aralar se han reunido cuatro veces en Diciembre para explorar la posibilidad de alcanzar un acuerdo electoral. Desde un primer momento han quedado claras varias cuestiones:
1- La negativa de Aralar a generar un nuevo sujeto, ante lo que la izquierda abertzale les trasmitió que el sujeto no es obstáculo siempre que haya un acuerdo sobre contenidos
2- Los temas que por ambas partes se han considerado trascendentales para alcanzar un acuerdo. En las reuniones ha habido intercambio de tres documentos: Nafarroa XXI-principios programáticos de la izquierda abertzale, texto sobre tres materias de Aralar, y aportaciones de la izquierda abertzale a ese texto.
3- El formato discreto de las reuniones por petición propia de Aralar, hasta la ruptura de este compromiso en su comparecencia pública el 5 de enero.
Estas reuniones dan pie a un documento elaborado por la izquierda abertzale que intenta recoger las aportaciones realizadas por ambas formaciones y que entregamos el 30 de diciembre. Este borrador se traslada a la ejecutiva de Aralar para su análisis, y es en ese contexto, es decir, prácticamente habiendo empezado a hablar sobre contenidos, cuando Aralar cierra el camino al diálogo.
En este sentido y ante la falsedad de los argumentos utilizados, la izquierda abertzale quiere hacer público el documento-borrador al que Aralar ha dicho no. De esta manera, entendemos que estos son los contenidos que la ejecutiva de Aralar considera inasumibles, los «temas clave sobre los que existen discrepancias» que hacen inviable un acuerdo.
Nuevo escenario político
Ante esta tesitura, la izquierda abertzale quiere insistir en su firme voluntad de alcanzar un acuerdo electoral entre todo el espacio de izquierdas y abertzale de Navarra. Hoy queremos anunciar que no solo no cerramos las puertas a un acuerdo electoral de estas características, sino que estamos convencidos que este acuerdo va a existir en las próximas elecciones forales.
Esperamos que la ejecutiva de Aralar se de cuenta del tremendo error político que está cometiendo. Que el PNV sea el único agente que haya salido a aplaudir el veto de Aralar debiera hacerles reflexionar. Deseamos que la dirección de Aralar recapacite y vuelva a la senda de la unidad de acción entre abertzales de izquierda para conseguir el cambio en Navarra.
Vamos a seguir trabajando por articular todo este espacio porque así lo quiere la mayoría de la ciudadanía de izquierdas y abertzale. Porque estamos seguros del respaldo importantísimo que un acuerdo de estas características va a obtener. Y porque ese es el compromiso que nuevamente adquirimos ante la ciudadanía navarra.
El cambio político y social es necesario y posible. Las elecciones forales de 2011 van a tener un sujeto electoral unitario que defienda un modelo de cambio político y social desde la izquierda, el compromiso con la articulación de Euskal Herria y el impulso al Proceso Democrático abierto en nuestra tierra.
Iruñea, 8 de enero de 2011