Foto de Rachel Corrie, asesinada por Israel.
Podrán arrancar todas las flores
pero no detendrán la primavera.
Maite Zaitugu /Te queremos
Boltxe Kolektiboa.
El buque de carga irlandés lleva el nombre de un joven activista estadounidense que en 2003 se paró frente a una topadora del ejército del régimen en la Franja de Gaza para impedir la demolición de una casa – y fue asesinada.
Hay once activistas a bordo: cinco irlandeses y seis malayos. La más famosa es Mairead Corrigan Maguire, de Irlanda del Norte, Premio Nobel de la Paz en 1976, y Denis Halliday, ex alto funcionario de larga data de las Naciones Unidas. La tripulación es contratada, y está compuesto por seis filipinos, un británico y un cubano. Los datos provienen de un mensaje de Twitter desde el barco.
- No me sorprende, dijo Michael Lofgren de Ship-to-Gaza, Gotemburgo, hablando del abordaje tipo piratería.
- Pero esta vez van muchas son mujeres, muchas son de edad avanzada y muchos son europeos. Creo que todo va a ir a más tranquilo». Lofgren dice que el contacto con Rachel Corrie desapareció a las 5:02.
Activistas a bordo del buque indicaron que el abordaje se desarrolló sin contratiempos, sin lucha y que nadie resultó herido, escribe Haaretz en su edición web. Los pasajeros han sido arrestados, escribe el Jerusalem Post.
Ya a las 02:50 se indicó que el buque fue perseguido por tres barcos de guerra israelíes. El Rachel Corrie estaba en aguas territoriales egipcias y acababa de pasar Port Said en el Canal de Suez. Cuando el barco fue abordado se encontraba a 55 km de la costa en aguas internacionales, escribe el Belfast Telegraph.
Hoy en la madrugada, uno de los activistas del Rachel Corrie leyó un comunicado en el que se decía que los activistas de oposición al bloqueo israelí a Gaza aceptan que un organismo internacional independiente, de preferencia de los inspectores de la ONU, controlen de la carga a bordo, escribe el periódico Jerusalem Post en su edición web.
Las autopsias confirman que Israel disparó a quemarropa contra los activistas
El País /La Haine
Las nueve (cifra oficial, aunque según la mayoría de las fuentes son más de 19) personas que murieron esta semana en el asalto israelí a la flotilla humanitaria con destino a Gaza recibieron un total de 30 disparos y cinco de ellos murieron por tiros en la cabeza, informa el diario The Guardian, que ha tenido acceso a los informes de las autopsias realizadas ayer por orden del Ministerio de Justicia turco.
Según el rotativo londinense, los resultados revelan que uno de los fallecidos, Ibrahim Bilgen, de 60 años, recibió cuatro disparos en la sien, el pecho, la cadera y la espalda. Fulkan Dogan, de 19 años, el estadounidense, fue tiroteado una vez en la cabeza, dos en las piernas y una en la espalda. Otros dos hombres recibieron cuatro disparos, y cinco de las víctimas fueron tiroteadas por la espalda.
The Guardian cita además a Ismail Patel, un testigo británico, que asegura que un hombre fue tiroteado en la cabeza por la espalda a dos pasos de él y otro recibió un impacto de bala entre los dos ojos. Patel calcula que, durante los momentos más sangrientos del ataque, los soldados israelíes dispararon a una persona por minuto.
Los informes de las autopsias confirman lo que ya habían adelantado los médicos forenses cuando recibieron los cadáveres, que llegaron en la madrugada del jueves a Estambul tras ser repatriados desde Tel Aviv. Los médicos avanzaron entonces que todas las víctimas presentaban impactos de bala. Los forenses examinaron además a todos los activistas que iban a bordo de la flotilla, y algunos de ellos prestaron también declaración ante fiscales para recoger su testimonio ante una eventual demanda judicial contra Israel, cuyo régimen siempre ha asegurado que su Ejército disparó «en defensa propia».
Más de 30.000 personas despidieron el jueves en silencio a los fallecidos en una ceremonia fúnebre que se desarrolló en la gran mezquita de Fatih de Estambul. Entre ellos, además de los mencionados, figuraba el campeón nacional turco de taekwondo, Cetin Topçuoglu, así como periodistas y bomberos, todos ellos activistas de la Fundación de Ayuda Humanitaria (IHH). Sus cuerpos fueron inmediatamente después inhumados en sus lugares de residencia.
Rachel y Palestina, ¡viven en la lucha ! Boltxe Kolektiboa