Pen­sa­mien­to crí­ti­co. No es sólo Trump, es el mode­lo de la demo­cra­cia que hoy Biden quie­re exportar

Por Álva­ro Ver­zi Ran­gel. Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 11 de enero de 2022.

El dis­cur­so del actual pre­si­den­te “demó­cra­ta” esta­dou­ni­den­se Joe Biden pue­de ser­vir, qui­zá, para sus ciu­da­da­nos, bom­bar­dea­dos per­ma­nen­te­men­te, duran­te déca­das, con la idea de que den­tro y fue­ra de Esta­dos Uni­dos se vive una lucha entre la demo­cra­cia y la auto­cra­cia; entre las aspi­ra­cio­nes de la mayo­ría y la ava­ri­cia de unos pocos. Pero, en reali­dad, ese podría ser un espe­jo de Esta­dos Unidos.

La reali­dad del mode­lo esta­dou­ni­den­se es el enor­me poder de los gran­des capi­ta­les y de los medios de infor­ma­ción domi­nan­tes para influir sobre las deci­sio­nes polí­ti­cas e impo­ner su agen­da por enci­ma de la volun­tad popu­lar, que en la prác­ti­ca anu­la la pre­ten­di­da igual­dad de dere­chos de los ciu­da­da­nos. Y a ello se suma un racis­mo estruc­tu­ral que man­tie­ne a millo­nes de per­so­nas fue­ra del cuer­po polí­ti­co, con­de­na­dos a ser car­ne de cañón pata las aven­tu­ras impe­ria­les y el nego­cio de las trans­na­cio­na­les de la gue­rra y los armamentos.Biden cul­pa a la «red de men­ti­ras» de Trump por el ata­que al Capi­to­lio (y la dura res­pues­ta del expre­si­den­te) – BBC News Mundo

Biden acu­só a su pre­de­ce­sor Don­dal Trump de haber inten­ta­do impe­dir un tras­pa­so pací­fi­co del poder, denun­ció la red de men­ti­ras sobre las elec­cio­nes de 2020 crea­da por el equi­po de su ante­ce­sor, a un año de que una tur­ba azu­za­da por Trump asal­tó el Capi­to­lio en Washing­ton. “No se equi­vo­quen: esta­mos vivien­do un pun­to de infle­xión en la his­to­ria. Tan­to aquí en casa como en el exte­rior, esta­mos de nue­vo en una lucha entre la demo­cra­cia y la auto­cra­cia”, seña­ló, en una revi­val de dis­cur­sos de déca­das atrás.

El actual man­da­ta­rio inten­tó echar todas las cul­pas de la cri­sis sobre su ante­ce­sor. “Aho­ra nos toca a todos defen­der el impe­rio de la ley, pre­ser­var la fla­ma de la demo­cra­cia, man­te­ner viva la pro­me­sa de Esta­dos Uni­dos. Esa pro­me­sa está en ries­go, ata­ca­da por pode­res que valo­ran la fuer­za bru­ta sobre la san­ti­dad de la demo­cra­cia, el temor sobre la espe­ran­za, el bene­fi­cio per­so­nal sobre el bien públi­co”, afirmó.

Mien­tras, apro­bó el pre­su­pues­to mili­tar más gran­de la his­to­ria del país y sus sol­da­dos siguen masa­cran­do, tor­tu­ran­do, ase­si­nan­do pue­blos a lo lar­go y ancho del mun­do. Biden, quien a pro­pó­si­to casi nun­ca men­cio­na el nom­bre de Trump.

El ex pre­si­den­te Barack Oba­ma sub­ra­yó que el ata­que al Capi­to­lio dejó cla­ro qué tan frá­gil es el expe­ri­men­to esta­dou­ni­den­se en la demo­cra­cia, y advir­tió que ésta está en mayor ries­go hoy que hace un año. “His­tó­ri­ca­men­te, los esta­dou­ni­den­ses han sido defen­so­res de la demo­cra­cia y la liber­tad en el mun­do… pero no pode­mos desem­pe­ñar ese papel cuan­do figu­ras de lide­raz­go en uno de nues­tros dos par­ti­dos polí­ti­cos prin­ci­pa­les están acti­va­men­te minan­do la demo­cra­cia en casa”.

FotoEn el momen­to de silen­cio que se obser­vó en el pleno de la cáma­ra baja para las víc­ti­mas de la vio­len­cia duran­te el asal­to, sólo se pre­sen­ta­ron dos repu­bli­ca­nos: el ex vice­pre­si­den­te Dick Che­ney y su hija, la dipu­tada fede­ral Liz Che­ney. Que el vice­pre­si­den­te de Geor­ge W. Bush de repen­te se con­vir­tie­ra en una espe­cie de disi­den­te den­tro de su par­ti­do, mar­có para algu­nos qué tan extre­mo ha sido el dete­rio­ro del terreno polí­ti­co tra­di­cio­nal del país.

David Rem­nick, direc­tor de The New Yor­ker, seña­ló que por pri­me­ra vez en 200 años esta­mos sus­pen­di­dos entre demo­cra­cia y auto­cra­cia. El 6 de enero del 2021, cuan­do supre­ma­cis­tas blan­cos, miem­bros de mili­cias y sim­pa­ti­zan­tes de Trump asal­ta­ron el Capi­to­lio para tra­tar de rever­tir los resul­ta­dos de la elec­ción pre­si­den­cial deja­mos de ser una demo­cra­cia ple­na. Con ello, Esta­dos Uni­dos dejó de poder auto­elo­giar­se como la demo­cra­cia con­ti­nua más vie­ja del pla­ne­ta, seña­ló Remnick.

El dipu­tado demó­cra­ta Jamie Ras­kin, quien for­ma par­te del comi­té selec­to que inves­ti­ga el asal­to, recor­dó en The Washing­ton Post que ese 6 de enero en que se esta­ba cer­ti­fi­can­do el resul­ta­do del voto pre­si­den­cial en el Capi­to­lio, los legis­la­do­res pen­sa­ban que se habían pre­pa­ra­do para todo tipo de pro­ble­mas par­la­men­ta­rios, pero no para la vio­len­cia fas­cis­ta des­ata­da con­tra noso­tros, coor­di­na­da en este inten­to para come­ter un gol­pe de Estado.

El sur­gi­mien­to polí­ti­co de una figu­ra como Donald Trump es pro­duc­to de la cri­sis eco­nó­mi­ca cró­ni­ca en amplios sec­to­res de la pobla­ción y de ins­ti­tu­cio­nes que duran­te déca­das no han sabi­do (o que­ri­do) satis­fa­cer las nece­si­da­des socia­les. Es el fru­to de un des­con­ten­to pro­fun­do y legí­ti­mo de las mayo­rías y sin solu­cio­nar las cri­sis, sin un cam­bio social y polí­ti­co pro­fun­do, será impo­si­ble des­ac­ti­var el ries­go de que él u otro per­so­na­je usen la ira de las mayo­rías empo­bre­ci­das para minar los fun­da­men­tos de la democracia.Capitolio de Esta­dos Uni­dos | Cómo fue el caó­ti­co «día de la infa­mia» que vivió EE.UU. con el vio­len­to asal­to al Con­gre­so por segui­do­res de Trump – BBC News Mundo

Todos cono­cen en el mun­do el des­pre­cio de Trump hacia la lega­li­dad, las for­mas demo­crá­ti­cas y las míni­mas nor­mas del deco­ro ins­ti­tu­cio­nal, pero la cri­sis moral en la que se encuen­tra sumer­gi­da la socie­dad esta­dou­ni­den­se se ini­ció en 2015, cuan­do anun­ció su can­di­da­tu­ra. El trum­pis­mo es con­se­cuen­cia de la dis­fun­cio­na­li­dad del sis­te­ma polí­ti­co, y de la cre­cien­te inca­pa­ci­dad del mis­mo para res­pon­der a las deman­das de la sociedad.

Este mode­lo demo­crá­ti­co que Biden quie­re ven­der al mun­do está vacia­do de con­te­ni­dos ver­da­de­ra­men­te demo­crá­ti­cos has­ta que­dar redu­ci­do a un espec­tácu­lo, una simu­la­ción del gobierno del pue­blo, con la inamo­vi­li­dad de su oli­gar­quía bipar­ti­dis­ta. Con una cla­se polí­ti­ca impermea­ble a la reali­dad, y la con­ti­nui­dad de un mode­lo de vota­ción indi­rec­ta en el cual es fac­ti­ble ganar la elec­ción, pese a per­der la mayo­ría de los sufra­gios, como suce­dió con Geo­ge W. Bush y el mis­mo Trump.

Más allá de esos pro­ble­mas obvios, hay una pal­pa­ble dis­cor­dan­cia entre los prin­ci­pios polí­ti­cos decla­ra­dos y la reali­dad social e ins­ti­tu­cio­nal. Todo ello redun­da en un divor­cio final entre cla­se polí­ti­ca y socie­dad, que des­acre­di­ta por com­ple­to al sis­te­ma y abo­na al sur­gi­mien­to de expre­sio­nes radi­ca­les como el pro­pio trumpismo.

Trump no aguan­tó que­dar­se calla­do des­pués del dis­cur­so de Biden y afir­mó que éste está “des­tru­yen­do nues­tra nación con polí­ti­cas locas de fron­te­ras abier­tas, entre otras”, y que está inten­tan­do ocul­tar que la elec­ción fue frau­du­len­ta y están emplean­do este ani­ver­sa­rio para nutrir temo­res y divi­dir a Esta­dos Unidos.

Álva­ro Ver­zi Ran­gel es soció­lo­go vene­zo­lano, Codi­rec­tor del Obser­va­to­rio en Comu­ni­ca­ción y Demo­cra­cia y ana­lis­ta senior del Cen­tro Lati­no­ame­ri­cano de Aná­li­sis Estra­té­gi­co (CLAE, www​.estra​te​gia​.la)

Fuen­te: Sur y sur

Itu­rria /​Fuen­te

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