Disi­den­cias. Balan­ce 2021 Argen­ti­na: Con ley de cupo labo­ral trans y dni no bina­rio, sin Tehuel

Por Rosa­rio Mari­na, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 3 de enero de 2022. 

En un año se regis­tró la muer­te de 68 per­so­nas trans, 10 fue­ron ase­si­na­das. Dis­cri­mi­na­ción y vio­len­cia ins­ti­tu­cio­nal son los prin­ci­pa­les motivos.

2021 es el año en que des­apa­re­ció Tehuel De La Torre. El chi­co trans de 22 años vivía en San Vicen­te, pro­vin­cia de Bue­nos Aires, y había ido a una supues­ta entre­vis­ta de tra­ba­jo en febre­ro. Se reu­nió con Luis Alber­to Mon­tes y Oscar Ramos por­que le habían ofre­ci­do un tra­ba­jo como mozo en un even­to. Des­de ese día, 11 de mar­zo de 2021, está desaparecido.

Los avan­ces más impor­tan­tes del 2021

Des­pués de una lar­ga lucha de los movi­mien­tos de dere­chos huma­nos, de la diver­si­dad sexual y espe­cial­men­te de los acti­vis­mos trans, en junio el Con­gre­so de la Argen­ti­na con­vir­tió en ley una deu­da y un recla­mo his­tó­ri­co: la Ley de Cupo e Inclu­sión Labo­ral Tra­ves­ti Trans “Dia­na Saca­yán – Loha­na Ber­kins” es pio­ne­ra en el mun­do.

Ley de inclu­sión labo­ral tra­ves­ti trans

Foto: Ariel Gutraich/​Agencia Presentes

La ley apun­ta a la inclu­sión de las per­so­nas tra­ves­tis, tran­se­xua­les y trans­gé­ne­ro habi­li­ta­das a tra­ba­jar, hayan o no acce­di­do al cam­bio regis­tral pre­vis­to en el artícu­lo 3o de la Ley 26.743 de Iden­ti­dad de Géne­ro. En sus artícu­los pro­po­ne medi­das de acción posi­ti­va: la inclu­sión labo­ral en el Esta­do Nacio­nal a tra­vés de un cupo míni­mo del 1 % en los tres pode­res que lo inte­gran, los Minis­te­rios Públi­cos, los orga­nis­mos des­cen­tra­li­za­dos o autár­qui­cos, los entes públi­cos no esta­ta­les, las empre­sas y socie­da­des del Esta­do, en todas las moda­li­da­des de contratación. 

En un año, la can­ti­dad de per­so­nas tra­ves­tis y trans con pues­tos de tra­ba­jo en el sec­tor públi­co nacio­nal se quintuplicó.

Pri­mer país de Amé­ri­ca Lati­na en reco­no­cer iden­ti­da­des no binarias

En julio, el pre­si­den­te Alber­to Fer­nán­dez emi­tió un decre­to que esta­ble­ció que el Regis­tro Nacio­nal de las Per­so­nas de Argen­ti­na debía adap­tar las carac­te­rís­ti­cas y nomen­cla­tu­ras de los Docu­men­tos Nacio­na­les de Iden­ti­dad y de los Pasa­por­tes incor­po­ran­do la opción X para salir del esque­ma bina­rio de “feme­nino” y “mas­cu­lino”, a fin de res­pe­tar las iden­ti­da­des de géne­ro viven­cia­das por las personas.

Con esta medi­da el país se con­vir­tió en el pri­me­ro de Amé­ri­ca Lati­na en reco­no­cer las iden­ti­da­des por fue­ra del bino­mio y ofre­cer otra posi­bi­li­dad para quie­nes no se iden­ti­fi­quen como varón o mujer. Aun­que este pun­to tam­bién reci­bió críticas.

Foto: Luli Leiras/​Agencia Presentes

Crí­me­nes de odio en Argentina

Duran­te este año, en regio­nes bien dis­tan­tes y dis­tin­tas del país, con dife­ren­cia de días, ocu­rrie­ron dece­nas de crí­me­nes de odio. Algu­nos ter­mi­na­ron en muer­te, otros no. En algu­nos hubo denun­cia y cul­pa­bles iden­ti­fi­ca­dos, en otros no. En algu­nos los per­pe­tra­do­res eran fami­lia­res o veci­nes, en otros la policía.

Según el infor­me semes­tral de la Fede­ra­ción Argen­ti­na LGBT, des­de el 1 de enero has­ta el 30 de junio del 2021 hubo al menos 53 crí­me­nes de odio en don­de la orien­ta­ción sexual, la iden­ti­dad y/​o la expre­sión de géne­ro de todas las víc­ti­mas fue­ron uti­li­za­das como pre­tex­to dis­cri­mi­na­to­rio para la vul­ne­ra­ción de dere­chos y la violencia. 

Como se repi­te año a año, las víc­ti­mas de la mayor can­ti­dad de estos crí­me­nes son muje­res trans: “El 76% de los casos corres­pon­den a muje­res trans (tra­ves­tis, tran­se­xua­les y trans­gé­ne­ros); en segun­do lugar con el 11% se encuen­tran los varo­nes gays cis; en ter­cer lugar con el 9% de los casos le siguen los varo­nes trans; y por últi­mo con el 4% las les­bia­nas”, expli­ca el informe.

La orga­ni­za­ción La Rosa Naran­ja reco­ge los datos de muer­tes de per­so­nas trans en el país. Al 29 de diciem­bre de 2021 con­ta­ban 66 muje­res trans, tra­ves­tis y trans­gé­ne­ro, y 4 varo­nes trans. De ellas, 10 fue­ron asesinadas.

Bue­nos Aires, San­ta Fe, Jujuy: crí­me­nes de odio, gol­pi­zas, y muertes

Nata­lia Mal­do­na­do, una joven trans de 24 años, esta­ba sen­ta­da con unos ami­gos en la vere­da de Gra­na­de­ro Bai­go­rria, a 20 minu­tos de la ciu­dad de Rosa­rio, pro­vin­cia de San­ta Fe. Era 10 de enero, hacía calor. Tres per­so­nas que pasa­ban por ahí dis­pa­ra­ron hacia el gru­po al menos 20 veces des­de un auto en movi­mien­to. Nata­lia falle­ció a poco de ingre­sar al hos­pi­tal Eva Perón.

Nata­lia Mal­do­na­do, joven trans ase­si­na­da en Rosa­rio en enero de 2021.

Según los datos de la FALGBT, de todos los crí­me­nes de odio regis­tra­dos el pri­mer semes­tre, el 66% de los casos fue­ron lesio­nes al dere­cho a la vida, es decir a ase­si­na­tos, sui­ci­dios y muer­tes por vio­len­cia estructural. 

El 34% res­tan­te fue vio­len­cia físi­ca que no ter­mi­nó en muer­te. Esto le pasó a Cris­tian en Dolo­res y a Sha­ron en Tilcara.

Cris­tian Leo­nar­do Gue­va­ra (33) fue víc­ti­ma de un ata­que homo­odian­te en la ciu­dad de Dolo­res, pro­vin­cia de Bue­nos Aires. Acom­pa­ña­ba a su pri­ma a bus­car a la hija a una fies­ta. “Me gol­pea­ron en el piso y me gri­ta­ron ‘puto’. Les dije ‘¿qué pasa, por qué me pegan? Por favor, no me peguen, yo no soy vio­len­to’ y me con­tes­ta­ron ‘por puto’”.

La gol­pi­za con­ti­nuó has­ta que se acer­ca­ron su pri­ma y un par de invi­ta­dos más de la fies­ta a tra­tar de dete­ner­la, entre ellos una ex alum­na de Cris­tian. Cuan­do logró levan­tar­se, corrió hacia su auto. Uno de sus agre­so­res lo per­si­guió y le dijo “toma­te­las ya por­que rom­pe­mos el auto.”

Des­de la poli­cía de Dolo­res, le ofre­cie­ron un botón anti­pá­ni­co y se acer­ca­ron a su casa con un patru­lle­ro. Con el paso de los días, dejó de con­tar con cui­da­do poli­cial cons­tan­te. “Ahí empe­cé con los ata­ques de páni­co. Lle­vo cua­tro, cin­co días sin comer por­que recha­zo la comi­da, y sien­to des­gano. Sien­to que inco­mo­do a los demás y que no pue­do ser yo”, dijo.

El 21 de febre­ro en Til­ca­ra, pro­vin­cia de Jujuy, Sha­ron Rena­ta Men­do­za, acti­vis­ta cono­ci­da en la zona, Emba­ja­do­ra de la Colec­ti­va LGBT en la Que­bra­da, y un ami­go fue­ron agre­di­des de for­ma ver­bal y físi­ca en la calle. El chi­co ter­mi­nó incons­cien­te y tuvo que ser hos­pi­ta­li­za­do. Sha­ron es, jus­ta­men­te, una de las ani­ma­do­ras de las accio­nes de visi­bi­li­za­ción de la diver­si­dad en esa zona.

Sha­ron Rena­ta Men­do­za, joven trans ata­ca­da en Tilcara

Dos sema­nas des­pués, el 11 de mar­zo de 2021, des­apa­re­ce­ría Tehuel de la Torre. “Saber qué pasó con Tehuel es muy impor­tan­te para nues­tra fami­lia, nece­si­ta­mos saber qué pasó con su cuer­po. Que­re­mos que se haga jus­ti­cia, que se los con­de­ne pero nece­si­ta­mos que hablen, que digan qué hicie­ron con Tehuel”, dijo Veró­ni­ca, la her­ma­na a Pre­sen­tes.

Aho­ra Mon­tes y Ramos están impu­tados por “homi­ci­dio agra­va­do por odio a la iden­ti­dad de géne­ro”, la Jus­ti­cia deba ele­var la cau­sa a jui­cio, pero toda­vía no hay ras­tros de dón­de está el cuerpo.

Unos días antes de la des­apa­ri­ción de Tehuel, el vier­nes 5 de mar­zo a las 15:30, la poli­cía encon­tró el cuer­po de Fabio­la Ramí­rez en su casa de barrio Raw­son, en la zona sur de la ciu­dad de Resis­ten­cia, pro­vin­cia de Chaco.

Aun­que en la inves­ti­ga­ción está cali­fi­ca­da como “muer­te dudo­sa”, fami­lia­res y ami­gues de Fabio­la no tie­nen dudas: “Fue ase­si­na­da en un cri­men de odio. Fue­ron a matar­la y la mata­ron por ser tra­ves­ti”, ase­gu­ró a Pre­sen­tes una de las voce­ras de los colec­ti­vos LGTBIQ+ que acom­pa­ñan a la familia.

Fabio­la era una joven trans tam­bién de 22 años, como Tehuel, y no había mar­cha femi­nis­ta, del Orgu­llo y por los Dere­chos Huma­nos en que no se la vie­ra levan­tar una ban­de­ra por Jus­ti­cia e Igualdad.

Al día siguien­te, la madru­ga­da del 6 de mar­zo veci­nes del barrio Jor­ge New­bery de Mar del Pla­ta fue­ron aler­ta­dos por el humo de un incen­dio que se había des­ata­do en la casa de la calle 210 y Colón. Una vez que el per­so­nal de bom­be­ros pudo sofo­car­lo des­cu­brie­ron en su inte­rior el cuer­po de Alber­to Jesús Ochan­dio, trans­for­mis­ta de 68 años.

La autop­sia reve­ló que había sido apu­ña­la­do más de vein­te veces. La saña, vio­len­cia y la inten­ción de que­mar el cuer­po para borrar hue­llas es típi­ca de un cri­men de odio, saben y denun­cian des­de el acti­vis­mo de la ciudad. 

Dos días des­pués del cri­men se detu­vo al pre­sun­to ase­sino: un joven de 27 años con pren­das man­cha­das de san­gre y algu­nas per­te­nen­cias de la víc­ti­ma. El joven tenía una rela­ción con Jesús.

A fines de ese mes, en una fies­ta en Fray Luis Bel­trán, un pue­blo de la pro­vin­cia de San­ta Fe, A., una ado­les­cen­te trans de 16 años, fue ata­ca­da por un gru­po de jóve­nes que no que­rían que fue­ra al baño de mujeres.

“Vos meá afue­ra en el árbol”, le dije­ron y des­pués la gol­pea­ron y patea­ron has­ta dejar­la incons­cien­te. “Mi hija está viva de mila­gro, si una pata­da se la daban dos cen­tí­me­tros más aba­jo la mata­ban, me lo dijo el médi­co”, con­tó a Pre­sen­tes, Sol D’Alessandro, su mamá.

Hoy A tie­ne varias secue­las del ata­que que la dejó incons­cien­te, y no sólo en el cuer­po. Tie­ne muchos gol­pes en la cabe­za, en los bra­zos y las pier­nas. “Emo­cio­nal­men­te está ate­rra­da. No quie­re salir más”, dijo su mamá.

Un abril trá­gi­co para las trans

A media­dos de abril, Vic­to­ria Nie­va, mujer trans de 33 años, fue ase­si­na­da en su casa en Agui­la­res, al sur de la pro­vin­cia de Tucu­mán. El prin­ci­pal sos­pe­cho­so es su ex pare­ja, Clau­dio Maxi­mi­liano Gutié­rrez. Las ami­gas dicen que ella había inten­ta­do denun­ciar las vio­len­cias que sufría por par­te de él, pero que la poli­cía se bur­la­ba de su iden­ti­dad de géne­ro y no se las tomaba.

Micae­la Catán sufrió, de chi­ca, un entorno de vio­len­cias: su padre le paga­ba a su madre, su her­ma­na estu­vo pre­sa por defen­der­se de un vio­la­dor. El 3 de abril de 2021, cuan­do tenía 27 años, su her­ma­na entró a la habi­ta­ción y la vio que­ma­da. Murió ocho días des­pués, con la mitad del cuer­po reple­to de que­ma­du­ras. Su fami­lia y orga­ni­za­cio­nes denun­cian que se tra­tó de un trans­fe­mi­ci­dio, y que sos­pe­chan que fue su novio.

Micae­la Catán.

“Veía­mos en las redes socia­les que ella esta­ba en una rela­ción de más de diez años. Que tenía un víncu­lo cons­trui­do. Pero nun­ca nos hubié­se­mos ima­gi­na­do que hacia aden­tro había situa­cio­nes de vio­len­cia. Par­ti­ci­pa­ba de los talle­res y escu­cha­ba sobre vio­len­cia pero nun­ca habló de nin­gún tipo de situa­ción de ella. Eso nos hace pen­sar sobre cómo las per­so­nas trans natu­ra­li­za­mos la vio­len­cia y no pode­mos reco­no­cer cuan­do la otra per­so­na que está a nues­tro lado no nos ama, sino que nos vio­len­ta”, con­tó en ese momen­to Julie­ta Paz, pre­si­den­ta de la orga­ni­za­ción D.I.V.A.S.

Esa pri­me­ra quin­ce­na de abril de 2021 fue espe­cial­men­te trá­gi­ca: en Jujuy Yeni Mén­dez sobre­vi­vió a duras penas de un ata­que a mache­ta­zos. Y, en Tie­rra del Fue­go, Gil­da se sal­vó de un inten­to de homi­ci­dio. El mis­mo lunes 12 fue encon­tra­da muer­ta Jose­fi­na Cru­ce­ño en Mendoza.

Un frío invierno

El sába­do 19 de junio a las 3 de la maña­na le dis­pa­ra­ron en el pecho a Wan­da Sora­ya Tanan­ta Pai­ma, una mujer trans perua­na que esta­ba en la esqui­na de dia­go­nal 73 y 64 de la ciu­dad de La Plata.

Según otras chi­cas trans que esta­ban en la zona, un hom­bre bus­ca­ba dro­ga y al no con­se­guir, le dis­pa­ró: “Como noso­tras no ven­de­mos, él se fue eno­ja­do y al rato regre­só y le dis­pa­ró a la Sora­ya”, contaron.

En sep­tiem­bre del 2020 Sora­ya había sido balea­da. Era una sobre­vi­vien­te. A los pocos días había publi­ca­do una foto que decía: “Nací para ser libre, no ase­si­na­da”. Ya esta­ba recu­pe­rán­do­se: “Me balea­ron hace una sema­na ami­ga pero gra­cias a dios ya me estoy recu­pe­ran­do”. Pero al año siguien­te ocu­rrió lo mis­mo, y murió. La mata­ron otra vez.

Vio­len­cia ins­ti­tu­cio­nal y unas “cir­cuns­tan­cias poco claras”

El 4 de julio, Luz Avap­xia, una per­so­na no bina­ria de 22 años, y su pare­ja, Pedro Rod, un varón homo­se­xual de 30, fue­ron agre­di­des por un guar­dia de segu­ri­dad del super­mer­ca­do “Día %” en Cons­ti­tu­ción, ciu­dad de Bue­nos Aires.

Pedro se pre­sen­tó a la comi­sa­ría cer­ca­na para hacer una denun­cia, pero ter­mi­nó impu­tado jun­to al hom­bre que denun­ció. “Esto no es un hecho ais­la­do. No es con­tra mí o con­tra Pedro. Esta es una situa­ción que va más allá de noso­tros”, dijo Avap­xia a Pre­sen­tes: “Es una cues­tión de iden­ti­dad, expre­sión de géne­ro y racismo”.

Duran­te el pri­mer semes­tre del año, “el 57% de los crí­me­nes fue­ron come­ti­dos por per­so­nas pri­va­das, el 36% son atri­bui­bles a la vio­len­cia estruc­tu­ral por el aban­dono social a la diver­si­dad sexual, atri­bui­ble a la fal­ta his­tó­ri­ca de polí­ti­cas públi­cas esta­ta­les y el 7% res­tan­te es per­pe­tra­do por per­so­nal de las fuer­zas de segu­ri­dad en ejer­ci­cio de su fun­ción esta­tal, con­fi­gu­ran­do todos ellos casos de vio­len­cia ins­ti­tu­cio­nal”, expli­ca el infor­me de la FALGBT.

En julio, dos hechos de vio­len­cia poli­cial ter­mi­na­ron con dos muer­tes: Fáti­ma Belén Barros y de Vicky Núñez.

El domin­go 18 de julio, Fáti­ma Belén Barrios, una mujer trans de 29 años, falle­ció en la sub­co­mi­sa­ría del Barrio Gua­da­lu­pe, en la loca­li­dad de For­mo­sa. Alre­de­dor de las 6 de la maña­na, la habían lle­va­do a esa depen­den­cia des­de la casa don­de vivía, a par­tir de un lla­ma­do al 911 de una veci­na que aler­tó sobre una pelea. Una hora des­pués, Fáti­ma moría en la sub­co­mi­sa­ría en cir­cuns­tan­cias dudo­sas que hoy se inves­ti­gan. Su fami­lia apun­ta a la poli­cía como responsable.

A fin de mes, Vicky Núñez, una joven trans de 27 años, de Para­ná, pro­vin­cia de Entre Ríos, tam­bién murió en cir­cuns­tan­cias poco cla­ras tras una inter­ven­ción policial.

Tuvo un bro­te psi­có­ti­co, y su fami­lia lla­mó a la poli­cía para pedir asis­ten­cia. “Caye­ron tres patru­lle­ros, inva­die­ron la casa don­de vivía con su pare­ja, entra­ron de mala mane­ra. Actua­ron de for­ma muy agre­si­va espo­sán­do­la, le las­ti­ma­ron sus manos, le cor­ta­ron la cara, le pre­sio­na­ron el cue­llo y la tira­ron al sue­lo. Eran muchos poli­cías, Vicky no podía defen­der­se, al ver tan­tos se asus­tó”, expli­có su mamá a Pre­sen­tes.

Los ofi­cia­les, en ese momen­to, le pidie­ron a Mar­ce­la el Docu­men­to Nacio­nal de Iden­ti­dad de Vic­to­ria y en el trans­cur­so que fue a bus­car­lo vio que su hija no esta­ba bien: “Fue un ins­tan­te, cuan­do vol­ví no me deja­ron acer­car, Vicky no res­pi­ra­ba. Me dije­ron que ella esta­ba dor­mi­da. Por qué no me deja­ron acer­car­me a ver­la, tal vez la hubie­ra podi­do sal­var. Con todo esto, en vez de tener­le con­fian­za a la poli­cía, suce­de todo lo con­tra­rio, le tene­mos miedo”.

Agre­sio­nes en grupo

En sep­tiem­bre, en la ciu­dad de La Pla­ta, pro­vin­cia de Bue­nos Aires, Win­fried Fallon, no bina­rie de 24 años, fue agre­di­de al gri­to de “puto de mier­da”, “nacis­te hom­bre, no mujer”. El video que gra­bó de ese momen­to se vira­li­zó y lle­gó has­ta el INADI. Unos días des­pués, el pre­si­den­te de Argen­ti­na, Alber­to Fer­nán­dez, lo reci­bió en su despacho.

“Mi hijo es un autis­ta de alta inte­li­gen­cia, es un sín­dro­me de asper­ger. Es un no bina­rio, no tie­ne rótu­los para su sexua­li­dad. Es un ser libre. Cuan­do nos íba­mos empe­za­ron a agre­dir­nos, a pegar­me. Se puso inter­po­nién­do­se para que no me gol­peen. Comen­za­ron a agre­dir­lo por su sexua­li­dad, por sus modos”, con­tó en ese momen­to a Pre­sen­tes su madre, Susana.

En noviem­bre, un gru­po de per­so­nas que asis­tie­ron a la XXX Mar­cha del Orgu­llo denun­ció que hacia el final de la cele­bra­ción reci­bie­ron agre­sio­nes de par­te de emplea­des de Mon­day Bue­nos Aires, un bar ubi­ca­do en la esqui­na de Callao y Riva­da­via, en el barrio por­te­ño de Balvanera.

Des­de rociar con gas pimien­ta has­ta un bote­lla­zo en la cabe­za de una de las per­so­nas afec­ta­das, les agre­so­res actua­ron cuan­do se for­mó un “embu­do” de per­so­nas en la puer­ta del local, por el avan­ce de las carrozas.

En Sal­ta, a prin­ci­pios de diciem­bre, a Tito Cos­ti­lla, un pro­fe­sor de bai­le de 27 años, le que­bra­ron la pier­na con un palo, y ya en el piso le siguie­ron pegan­do. Están dete­ni­dos su vecino y el padre del vecino, quie­nes lo venían agre­dien­do des­de el 2004, cuan­do Tito hizo la pri­me­ra denun­cia. En esta nota habló con Pre­sen­tes mien­tras esta­ba inter­na­do en el Hos­pi­tal San Ber­nar­do, de la capi­tal sal­te­ña. Lxs médicxs le dije­ron que la reha­bi­li­ta­ción sería un pro­ce­so de al menos 6 meses.

El gri­to por Tehuel

En todas las pro­vin­cias argen­ti­nas, cada 11 de mes, duran­te todo el 2021, se orga­ni­za­ron acti­vi­da­des para inter­pe­lar al Esta­do y a la comu­ni­dad bajo el gri­to cla­ro y fuer­te: “¿Dón­de está Tehuel?”. Tam­bién fue una de las con­sig­nas cla­ve en la XXX Mar­cha del Orgu­llo en Bue­nos Aires.

La fami­lia y ami­gues de otro joven des­apa­re­ci­do hace 4 años, San­tia­go Can­cino, este año al fin pudie­ron tener noti­cias de él a par­tir del hallaz­go de sus res­tos. El jue­ves 3 de junio, en la zona del río Wier­na, loca­li­dad de Vaque­ros (nor­te con la ciu­dad de Sal­ta) un jor­na­le­ro y su hijo encon­tra­ron res­tos óseos y algu­nas pertenencias.

De Tehuel nue­ve meses des­pués de su des­apa­ri­ción no ha sido posi­ble saber qué pasó con él. Veró­ni­ca, su her­ma­na pide, insis­te, supli­ca: “Quie­ro que los con­de­nen a per­pe­tua y que, de una vez, digan qué hicie­ron con Tehuel. Sabe­mos des­de el prin­ci­pio, por las pis­tas que apa­re­cie­ron, que esto es un homi­ci­dio por odio”.

El infor­me de la FALGBT tam­bién aler­tó sobre el tema: “Para fina­li­zar, este obser­va­to­rio expre­sa pro­fun­da preo­cu­pa­ción por la des­apa­ri­ción de Tehuel de La Torre, joven trans de 22 años de edad, que el 11 de mar­zo de 2021 salió de su casa tras la pro­me­sa de un tra­ba­jo y des­de enton­ces se encuen­tra des­apa­re­ci­do. La des­apa­ri­ción de Tehuel cons­ti­tu­ye una expre­sión tan­gi­ble de la vio­len­cia estruc­tu­ral e his­tó­ri­ca que sufre la comu­ni­dad trans”.

Fuen­te: Agen­cia Pre­sen­tes – fotos: Archi­vo Agen­cia Pre­sen­te­sA­riel Gutrai­chLu­li Leiras

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