Perú. La ‘pren­sa cacasena’

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 30 de noviem­bre de 2021

La ‘pren­sa cacase­na’ se ha con­fi­gu­ra­do como un nue­va for­ma de ejer­cer el ofi­cio, ale­ja­da de la rigu­ro­si­dad perio­dís­ti­ca y de todo prin­ci­pio éti­co. Su obje­ti­vo es el mis­mo que el de los golpistas.

En los últi­mos meses, se ha podi­do apre­ciar el sur­gi­mien­to de un nue­vo tipo de pren­sa que se ale­ja de todos los prin­ci­pios de rigu­ro­si­dad perio­dís­ti­ca y éti­ca del oficio.

Movi­da por una ani­mad­ver­sión polí­ti­ca, esta pren­sa sue­le ser ser­vil a gru­pos eco­nó­mi­cos, mani­pu­la la infor­ma­ción, se pres­ta a fines gol­pis­tas y pre­sen­ta, cada vez con mayor recu­rren­cia y des­par­pa­jo, ver­gon­zo­sos espectáculos.

El Perú se ha vis­to inun­da­do por esta pren­sa que cali­fi­ca­re­mos a mane­ra grue­sa de ‘cacase­na’, una pala­bra usa­da has­ta el har­taz­go por uno de sus prin­ci­pa­les expo­nen­tes: Chris­tian Hudtwalcker.

Dos cues­tio­nes previas

Pri­me­ro: Habla­mos de pren­sa, no de perio­dis­mo; por­que con­si­de­ra­mos que los que se hallan inmer­sos en este tipo de pren­sa no son pro­pia­men­te perio­dis­tas, ni de pro­fe­sión ni por el estilo.

Se tra­ta de per­so­nas que han arri­ba­do a la comu­ni­ca­ción escri­ta, radial o tele­vi­si­va y sub­sis­ten no por­que prac­ti­quen los prin­ci­pios bási­cos del perio­dis­mo, sino por­que son fun­cio­na­les al sis­te­ma de poder.

Son sir­vien­tes dóci­les a gru­pos de poder y defien­den intere­ses espe­cí­fi­cos –inclu­so los pro­pios– más allá de la inves­ti­ga­ción, el plu­ra­lis­mo y el prin­ci­pio esen­cial de la bús­que­da de la verdad.

Segun­do: Un segun­do aspec­to con­cier­ne al uso de la pala­bra “cacase­na” o “cacaseno” que alu­de a un per­so­na­je de los cuen­tos reu­ni­dos en Ber­tol­do, Ber­tol­dino y Cacaseno, y que el dic­cio­na­rio de la real aca­de­mia regis­tra como sinó­ni­mo de: ton­to, necio o estúpido.

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Chris­tian Hudt­walc­ker y Jai­me de Althaus cri­ti­can a los fis­ca­les anti­co­rrup­ción, pero pocos saben los lazos de fami­lia que los une a Susa­na Pini­lla sen­ten­cia­da a 5 años de cár­cel por el por el deli­to de colu­sión de 21 millo­nes de soles. Pini­lla aban­do­nó el país el 28 de diciem­bre de 2018.

Algu­nas caracteristicas

He aquí algu­nas carac­te­rís­ti­cas de esta prensa:

1. Ani­mad­ver­sión polí­ti­ca. La pren­sa cacase­na no juz­ga los hechos con plu­ra­lis­mo, sino con inqui­na, opo­si­ción, afán de des­le­gi­ti­mar y destruir.

Ejem­plo: Si el gobierno anun­cia aumen­to de sala­rios o un bono soli­da­rio se le cali­fi­ca de popu­lis­mo y es malo de por sí. No se pien­sa que aumen­tar los ingre­sos a los sec­to­res popu­la­res es un fac­tor que ayu­da a reac­ti­var la eco­no­mía debi­do a que se tra­ta de per­so­nas que com­pra­rán ali­men­tos, ropa y ser­vi­cios bási­cos y no saca­rán su dine­ro fue­ra del país como si lo hacen los sec­to­res pudientes. 

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Phi­llip But­ters cues­tio­nan­do las polí­ti­cas eco­nó­mi­cas del gobierno en base a unas decla­ra­cio­nes. Ima­gen: Willax

2. Dis­con­for­mi­dad per­ma­nen­te. Si se anun­cia inver­sión en salud, edu­ca­ción y cone­xión a inter­net como nece­si­da­des prio­ri­ta­rias y bási­cas, la pren­sa cacase­na cues­tio­na por qué no se invier­te en otros gas­tos como segu­ri­dad ciu­da­da­na. Siem­pre está dis­con­for­me y bus­ca hallar la sinrazón.

Ejem­plo: El gobierno anun­ció prio­ri­zar la inver­sión en aten­der diver­sas nece­si­da­des socia­les, pero la pren­sa cacase­na seña­la que esto lo hace por puro popu­lis­mo y por­que esta­ría en cam­pa­ña polí­ti­ca. Es decir, no se eva­lúa o juz­ga la medi­da, sino que se la des­ca­li­fi­ca en base a una supo­si­ción pero que se pre­sen­ta como cier­ta cuan­do es pura especulación..

3. Par­cia­li­dad con el sec­tor empre­sa­rial. La pren­sa cacase­na rema­cha las mis­mas ideas que ya han fra­ca­sa­do y lle­va­do a la rui­na social al país, como lo ha deve­la­do la pan­de­mia del Covid-19.

Insis­ten en que la inver­sión pri­va­da extran­je­ra es de alta prio­ri­dad para el cre­ci­mien­to del país, como la mine­ría, sin repa­rar en nin­gún ins­tan­te en los daños socia­les y ambien­ta­les oca­sio­na­dos por esta acti­vi­dad y sin men­cio­nar los cer­ca de 8 mil pasi­vos ambien­ta­les gene­ra­dos por esta actividad.

Ejem­plos:

  • Nun­ca dan espa­cio a las voces dis­cre­pan­tes o a los afec­ta­dos por los pro­yec­tos mineros.
  • Emplean el epí­te­to de “anti­mi­ne­ro” como si fue­ra un insul­to para des­ca­li­fi­car a quién se opo­ne pro­po­ne el con­trol y la regu­la­ción minera.
  • Peor aún, hacen gue­rra sucia con­tra los fun­cio­na­rios que defien­den el estric­to cum­pli­mien­to de la nor­ma­ti­vi­dad ambiental.
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El domi­ni­cal Cuar­to Poder se ha con­ver­ti­do en una suer­te de órgano de pren­sa de las empre­sas mine­ras que pro­ta­go­ni­zan con­flic­tos socia­les. En la ima­gen, Sebas­tián Sala­zar (31/​10/​21) y Tatia­na Ale­mán (14/​11/​21) con voce­ros de minas.

4. Igno­ran de mane­ra intere­sa­da la legis­la­ción ambien­tal. La pren­sa cacase­na igno­ra o se hace la igno­ran­te res­pec­to a la nor­ma­ti­vi­dad y a los están­da­res que pro­te­gen el ambien­te y los dere­chos huma­nos. Los des­co­no­cen, nun­ca los men­cio­nan y si lo hacen es para des­ca­li­fi­car­los de antemano.

Ejem­plo: Nun­ca citan la nor­ma­ti­vi­dad ni la juris­pru­den­cia que pro­te­ge el ambien­te y la natu­ra­le­za, des­co­no­cen y no citan los com­pro­mi­sos inter­na­cio­na­les sus­cri­tos por el Esta­do para pro­te­ger la bio­di­ver­si­dad, las fuen­tes de agua y otros bie­nes comunes.

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Tras el anun­cio de cum­pli­mien­to con el plan de cie­rre de minas en Aya­cu­cho, Rosa­na Cue­va evi­den­ció su poca pre­pa­ra­ción en nor­ma­ti­va ambien­tal duran­te una entre­vis­ta con un geren­te de las minas impli­ca­das. Ima­gen: Panamericana

5. Ser­vi­les con la dere­cha y el mili­ta­ris­mo. La pren­sa cacase­na es agre­si­va, into­le­ran­te, irres­pe­tuo­sa fren­te a los polí­ti­cos que pien­san dis­tin­to a las ideas hege­mó­ni­cas arrai­ga­das en el poder mediá­ti­co hiperconcentrado.

Sin embar­go, se mues­tra dócil, tole­ran­te, per­mi­si­va ante los voce­ros de la dere­cha y extre­ma dere­cha troglodita.

Ejem­plo: Se les pro­por­cio­na amplia tri­bu­na a con­gre­sis­tas exmi­li­ta­res, pero nun­ca se atre­ven a cues­tio­nar sus ante­ce­den­tes y menos a cote­jar su com­por­ta­mien­to como el haber fir­ma­do el acta de suje­ción a Vla­di­mi­ro Montesinos.

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Lue­go de la pobre par­ti­ci­pa­ción de López Alia­ga en el deba­te elec­to­ral de pri­me­ra vuel­ta, Beto Ortiz lo invi­tó a su pro­gra­ma para cam­biar la ima­gen de poca pre­pa­ra­ción que había demos­tra­do. Ima­gen: Willax.

6. Hacen com­par­sa con los dis­cur­sos anti­co­mu­nis­tas en un afán gol­pis­ta. La pren­sa cacase­na no tie­ne ni una piz­ca de demo­crá­ti­ca. Inclu­so se atre­ve a suge­rir ata­ques polí­ti­cos para ace­le­rar el des­gas­te y la des­le­gi­ti­mi­dad del gobierno en una cla­ra con­vic­ción y voca­ción golpista.

Ejem­plo: La vacan­cia es para este tipo de pren­sa el tema prin­ci­pal de la coyun­tu­ra polí­ti­ca. No hay otro tema que com­pi­ta con él. A pesar de que se gas­tó un dine­ral en avi­sos paga­dos a pági­na com­ple­ta las mar­chas por la vacan­cia tuvie­ron esca­sa asis­ten­cia.

Ade­más, hay ban­ca­das que recha­zan la vacan­cia para no gene­rar ines­ta­bi­li­dad polí­ti­ca y afec­tar la gober­na­bi­li­dad, pero para la pren­sa cacase­na estos aspec­tos crí­ti­cos no son noti­cia. La noti­cia es “levan­tar la vacan­cia” para poner­la en la agen­da polí­ti­ca y ver si logran con­ci­tar mayor interés.

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En noviem­bre, en medio de los cons­tan­tes inten­tos de vacan­cia, Augus­to Thorn­di­ke invi­tó a Yenny Vil­ca­to­ma a su pro­gra­ma para que hable sobre su deman­da para anu­lar las elec­cio­nes. Ima­gen: Willax

7. Mani­pu­la­ción de la infor­ma­ción. Algu­nos medios y perio­dis­tas cacase­nos no solo han mani­pu­la­do la infor­ma­ción, sino que han men­ti­do de for­ma gro­se­ra con el tema tributario.

A pesar de que orga­nis­mos inter­na­cio­na­les han reco­men­da­do refor­mas tri­bu­ta­rias para reca­bar más impues­tos a los que más ganan, la pren­sa cacase­na ha hecho un escán­da­lo bus­can­do asus­tar a la población.

Ejem­plo: El pro­yec­to de Ley envia­do por el Poder Eje­cu­ti­vo por el cual soli­ci­ta facul­ta­des extra­or­di­na­rias para legis­lar en temas tri­bu­ta­rios es para mejo­rar la edu­ca­ción y salud públi­ca, el acce­so al agua y la conec­ti­vi­dad rural, y el apo­yo a la agricultura.

La pren­sa cacase­na no expli­ca que se apli­ca­rá prin­ci­pal­men­te a las ren­tas altas con ingre­sos de más de 300.000 soles (unos 75.500 dóla­res) al año, es decir, a per­so­nas que ganan más de 25.000 men­sua­les. La gran mayo­ría de tra­ba­ja­do­res no se encuen­tra inmer­so en dicho rango.

Lo que la pren­sa cacase­na no dice es que la mayor recau­da­ción si afec­ta­rá a las mine­ras con gran­des ganan­cias, a las empre­sas que man­tie­nen millo­na­rias deu­das tri­bu­ta­rias y a las pla­ta­for­mas de «strea­ming».

8. Pér­di­da de la cor­du­ra y la sin­dé­re­sis: En su afán des­truc­ti­vo la pren­sa cacase­na pier­de la cor­du­ra, la capa­ci­dad para juz­gar rec­ta­men­te, con acier­to (sin­dé­re­sis) has­ta hacer el ridículo.

Ejem­plos:

  • Si el pre­si­den­te no habla lo cri­ti­can. Si habla, lo cri­ti­can por­que habla mal o pro­nun­cia con algún fallo o error como si equi­vo­car­se no fue­ra humano. No tie­nen la mis­ma con­si­de­ra­ción con el can­di­da­to Rafael López Alia­ga que en pleno deba­te elec­to­ral tele­vi­si­vo no pudo leer bien su discurso.
  • Si el pre­si­den­te se encie­rra en Pala­cio de Gobierno lo cri­ti­can por no dar la cara. Si via­ja cons­tan­te­men­te, tam­bién lo cri­ti­can. Sin embar­go, otros man­da­ta­rios que nun­ca via­ja­ban como Tole­do o Alan Gar­cía no eran cri­ti­ca­dos por esto.
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Chris­tian Hudt­walc­ker hace de sus pro­gra­mas un espec­tácu­lo para des­ca­li­fi­car e impo­ner­se sobre sus entre­vis­ta­dos, lle­gan­do al insul­to y al comen­ta­rio machis­ta. Ima­gen: Exitosa.

A mane­ra de conclusión

Se pue­den decir muchas cosas sobre la pren­sa cacase­na que está en pleno apo­geo en Perú como por ejem­plo el tra­ji­na­do uso que hace de pala­bre­jas como «caviar», que la apli­ca indis­tin­ta­men­te a un amplio espec­tro de per­so­na­jes polí­ti­cos para des­ca­li­fi­car­las sin mayor argu­men­to. Pero este tema ame­ri­ta un desa­rro­llo mayor en otro artículo.

Lo que si que­re­mos remar­car es que hemos brin­da­do algu­nas carac­te­rís­ti­cas de este tipo de pren­sa comer­cial que estan en mayor o menor gra­do pre­sen­tes en algún medio o per­so­na de la prensa.

Es decir, no exis­te el medio o per­so­na­je de pren­sa cacaseno al 100 por cien­to, pues lo que bus­can estos per­so­na­jes –para no per­der cre­di­bi­li­dad y audien­cia– es dis­fra­zar su cacase­nis­mo con ade­ma­nes de plu­ra­lis­mo, obje­ti­vi­dad e imparcialidad.

Aun­que hay casos insal­va­bles y pato­ló­gi­cos como el de Chris­tian Hudt­walc­ker cuyo cacase­nis­mo se acer­ca al 100 por cien­to y hie­de a flor de piel.

FUENTE: Ser­vin­di

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