Disi­den­cias. Una joven trans fue ase­si­na­da y encon­tra­da en un canal de Coli­ma, México

Por Geor­gi­na G. Alva­rez, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 16 de diciem­bre de 2021. 

Saray Ramos Iza­gui­rre de 31 años fue ase­si­na­da. La maña­na del 11 de diciem­bre encon­tra­ron su cuer­po en el canal de rie­go que con­du­ce a loca­li­dad de Lo de Villa en Coli­ma, esta­do ubi­ca­do en la cos­ta oes­te de Méxi­co. Es el quin­to trans­fe­mi­ni­ci­dio regis­tra­do en 2021 en Coli­ma, de acuer­do al colec­ti­vo Orgu­llo Disidente.

En redes socia­les, amis­ta­des y fami­lia de Saray com­par­tie­ron men­sa­jes de amor para ella y de indig­na­ción ante su asesinato.

“Has deja­do un gran dolor en la fami­lia (…) Una vez más com­prue­bo que el sen­tir­nos dife­ren­tes ante nues­tro cuer­po o per­te­ne­cer a LGBTIQ no es bien vis­to ante los demás y el expre­sar­te sigue sien­do aún más peli­gro­so. Tu fami­lia siem­pre te acep­tó y dio mucho amor. Me que­do con los her­mo­sos recuer­dos (…) gra­cias por ser esa tía inigua­la­ble que nos ense­ñó que ser dife­ren­te no te defi­ne como per­so­na, al con­tra­rio, le da un poco más de ale­grías a tu vida. Te amo y siem­pre serás recor­da­da”, escri­bió una fami­liar de Saray.

Para el colec­ti­vo Orgu­llo Disi­den­te, el ase­si­na­to de Saray suce­de en un con­tex­to en don­de la estra­te­gia de segu­ri­dad, es decir, la pre­sen­cia de las fuer­zas arma­das en las calles ‑con el supues­to obje­ti­vo de hacer fren­te a gru­pos del narcotráfico‑, está agu­di­zan­do aún más la vio­len­cia con­tra las per­so­nas LGBT+ en Colima.

“La noti­cia nos lle­na de dolor y rabia. Exi­gi­mos jus­ti­cia a la Fis­ca­lía Gene­ral del Esta­do de Coli­ma por Saray Ate­nea y por todas las ase­si­na­das. Y al gobierno del esta­do un cam­bio real en la estra­te­gia de segu­ri­dad que nos está matan­do”, pronunciaron. 

Saray Ate­nea es la quin­ta víc­ti­ma de trans­fe­mi­ci­dio en Colima.

Hue­llas de tor­tu­ra y narcomensaje

El perio­dis­ta local Rober­to Macías con­tó a Pre­sen­tes que Saray esta­ba por cum­plir los 32 años. Rela­tó que fue­ron tran­seún­tes quie­nes loca­li­za­ron su cuer­po jun­to al canal Juárez.

El cuer­po de la joven pre­sen­ta­ba hue­llas de tor­tu­ra y a su lado halla­ron una car­tu­li­na que tenía men­sa­jes ame­na­zan­tes. “En el argot les deci­mos nar­co­men­sa­je, no se sabe para quién iba diri­gi­do o qué decía”, comen­ta el reportero.

El cuer­po de Saray fue halla­do jun­to al canal Juá­rez.
Foto: Ima­gen Sate­li­tal de Google.

El recla­mo colectivo

“Por la for­ma en que la encon­tra­ron para noso­tras des­de el colec­ti­vo hace­mos énfa­sis en que tie­ne que ver la estra­te­gia de segu­ri­dad en el Esta­do, la mili­ta­ri­za­ción y la pre­sen­cia del nar­co. Comen­tán­do­lo con com­pa­ñe­ras trans que ejer­cen el tra­ba­jo sexual esto para ellas podría ser un men­sa­je. Ade­más, sim­ple­men­te por­que fue encon­tra­da en el espa­cio públi­co, este cri­men debe ser inves­ti­ga­do como femi­ni­ci­dio de fac­to”, mani­fes­tó a Pre­sen­tes, Car­los Ruíz, inte­gran­te de Orgu­llo Disi­den­te, colec­ti­vo en defen­sa de los dere­chos huma­nos LGBT+ en Colima.

Coli­ma es de los pocos esta­dos del país que cuen­ta con un pro­to­co­lo de actua­ción sobre el deli­to de femi­ni­ci­dio que inclu­ye de mane­ra explí­ci­ta a las iden­ti­da­des trans.

Allí se afir­ma que todo femi­ni­ci­dio se debe inves­ti­gar “con pers­pec­ti­va de géne­ro, enfo­que dife­ren­cial y de dere­chos huma­nos” y se apli­ca “a todas las muje­res, inclu­yen­do a las muje­res trans: taves­tis, tran­se­xua­les y transgénero”.

Ade­más, des­de 2015 se refor­mó el códi­go penal y se con­tem­pla en el deli­to de homi­ci­dio las agra­van­tes de “odio, recha­zo o dis­cri­mi­na­ción hacia la orien­ta­ción sexual o iden­ti­dad de géne­ro de la víctima”.

Pese a la exis­ten­cia del pro­to­co­lo y la tipi­fi­ca­ción del deli­to de odio, se des­co­no­cen cuán­tas per­so­nas han sido dete­ni­das y sen­ten­cia­dos bajos estos delitos.

Y el Esta­do mexi­cano con­ti­núa sin reca­bar infor­ma­ción sobre vio­len­cias y crí­me­nes con­tra las per­so­nas LGBTI+. 

“El corre­dor de la muerte”

El Canal Juá­rez, don­de encon­tra­ron a Saray, conec­ta con la loca­li­dad de Lo de Villa que for­ma par­te de la zona sur de la capi­tal del estado.

Mar­co Anto­nio Gas­par, actual con­se­je­ro en la Comi­sión de Dere­chos Huma­nos de Coli­ma y pro­mo­tor de dere­chos huma­nos cuen­ta en una entre­vis­ta que a esta zona don­de se ubi­ca el canal le lla­man “el corre­dor de la muerte”.

“En ese perí­me­tro, don­de encon­tra­ron a Saray que ya es la zona rural de Coli­ma han encon­tra­do a otras muje­res, chi­cas trans y hom­bres”, expli­ca. “Es común que (en) esta zona se encuen­tren cuer­pos que muchas veces vin­cu­lan con ase­si­na­tos del cri­men orga­ni­za­do. Pero tam­bién es impor­tan­te decir que el perí­me­tro de tra­ba­jo sexual que está en la par­te sur del pri­mer cua­dro de la ciu­dad, se extien­de hacia el canal casi por kiló­me­tro y medio. Eso hace toda­vía más vul­ne­ra­bles a las chi­cas trans que ejer­cen (el tra­ba­jo sexual)”.

Por su tra­ba­jo como pro­mo­tor de dere­chos huma­nos, Gas­par repar­te con­do­nes en la zona de tole­ran­cia en hora­rios de madru­ga­da. Dado el incre­men­to de la vio­len­cia en ese perí­me­tro, los due­ños de los bares colin­dan­tes le advir­tie­ron —“no arries­gues más, mejor apo­ya­nos en otros hora­rios”, le dicen.

La zona es de alta peli­gro­si­dad en par­ti­cu­lar para las tra­ba­ja­do­ras sexua­les y per­so­nas trans.
Foto: Goo­gle Maps

“La vio­len­cia es más bru­tal hacia las per­so­nas LGBT con la pre­sen­cia del nar­co, la poli­cía y el ejército”

Mar­co Anto­nio Gas­par, ade­más de ser pro­mo­tor de dere­chos huma­nos, des­de hace vein­te años regis­tra los crí­me­nes de odio en el estado.

De acuer­do a sus esta­dís­ti­cas, en ese tiem­po ase­si­na­ron al menos a 30 per­so­nas LGBT+ .

Tan­to el colec­ti­vo Orgu­llo Disi­den­te como Gas­par, apun­tan que la estra­te­gia de segu­ri­dad ha sido un fac­tor para que las vio­len­cias con­tra las per­so­nas LGBTI+ se incrementen.

En su ejer­ci­cio de memo­ria, Gas­par cuen­ta a Pre­sen­tes lo que él lla­ma “casos emble­má­ti­cos” que ilus­tran cómo “la vio­len­cia es más bru­tal hacia las per­so­nas LGBT con la pre­sen­cia del nar­co, la poli­cía y el ejército”.

Los casos

“A un joven psi­có­lo­go le cor­ta­ron la cabe­za y con la infor­ma­ción que he reca­ba­do, sobre todo con per­so­nas del pue­blo que vie­ron al joven, tam­bién le cor­ta­ron su pene y lo deja­ron en su boca en Coma­la (al nor­te de Coli­ma). Hace cua­tro años a una mujer trans con su pare­ja los encon­tra­ron hin­ca­dos y dego­lla­dos. A Vane­sa, que ejer­cía tra­ba­jo sexual la apu­ña­la­ron 48 veces, eso fue en 2005”.

Ade­más, en su aná­li­sis y regis­tro de estas vio­len­cias, Gas­par afir­ma que hay gru­pos del cri­men orga­ni­za­do que se dedi­can a hacer “lim­pie­za social”. Y así lo expli­ca: “es un pro­ce­so, a las muje­res trans las toman pri­me­ro como usa­rias, des­pués las cap­tan para ven­der o cobrar pla­za. Y cuan­do no cubren la cuo­ta de ven­ta pues las eliminan”.

La vio­len­cia no sólo la ejer­cen per­so­nas que están invo­lu­cra­das con gru­pos delin­cuen­cia­les vin­cu­la­dos al nar­co­trá­fi­co, tam­bién la policía.

“Los mis­mos agen­tes de la poli­cía detie­nen a las chi­cas trans sólo por­que las ven ‘ves­ti­das de mujer’ o cual­quie­ra que en su pers­pec­ti­va ‘se vis­ta de mujer’. Y es que aquí los agen­tes se siguen ampa­ran­do con un regla­men­to que es de los años ochen­ta para dete­ner a las chi­cas trans, aun­que no ejer­zan el tra­ba­jo sexual, pero ellos las vin­cu­lan con el tra­ba­jo sexual”, agrega. 

Urgen polí­ti­cas públicas

Coli­ma es un esta­do que cuen­ta con legis­la­ción sobre matri­mo­nio igua­li­ta­rio; reco­no­ci­mien­to de la iden­ti­dad de las per­so­nas trans adul­tas y recien­te­men­te se tipi­fi­có como deli­to a las mal lla­ma­das “tera­pias de conversión”.

Mar­co Anto­nio Gas­par insis­te. “Más allá de los dere­chos, para que cam­bie de ver­dad son nece­sa­rias polí­ti­cas públi­cas de tra­ba­jo para muje­res trans, de acce­so a la salud, a la jus­ti­cia y la crea­ción de un con­se­jo esta­tal para pre­ve­nir la dis­cri­mi­na­ción. Esa es una deman­da que hemos soli­ci­ta­do des­de hace más de diez años por­que tene­mos una ley esta­tal pero no hay un órgano que ejecute”. 

Pro­tes­tan por las vidas de las muje­res trans

El 12 de diciem­bre, un día des­pués del ase­si­na­to de Saray Ramos y el día de la Vir­gen de Gua­da­lu­pe, un gru­po de artis­tas drag rea­li­za­ron una “inter­ven­ción de arte queer” en la cate­dral de Colima.

Ade­más, hubo vogue como pro­tes­ta y de acuer­do a la pági­na Voces Diver­sas, “lxs artis­tas bai­la­ron y pre­sen­ta­ron una man­ta con la fra­se ‘Que difí­cil es estar viva en Méxi­co, las muje­res trans exis­ten y resisten’”.

La Fis­ca­lía no responde

Para cono­cer el esta­tus de los crí­me­nes de odio con­tra las per­so­nas LGBT en Coli­ma y en con­cre­to sobre el ase­si­na­to de Saray Ramos, Pre­sen­tes inten­tó en cua­tro oca­sio­nes poner­se en con­tac­to con la Fis­ca­lía del Esta­do de Coli­ma, sin éxito.

Gas­par cuen­ta que des­de que ini­ció su regis­tro de crí­me­nes de odio, la Fis­ca­lía se ha rehu­sa­do a dar infor­ma­ción e inclu­so a reco­no­cer que esta vio­len­cia existe.

“Aun­que lle­ve la car­pe­ta con recor­tes (perio­dís­ti­cos) de los casos, Fis­ca­les ante­rio­res los til­dan de ‘crí­me­nes pasio­na­les’”’, comenta.

Ade­más, ante la exis­ten­cia del pro­to­co­lo de actua­ción sobre el deli­to de femi­ni­ci­dio que con­tem­pla a las muje­res trans, Gas­par afir­ma que no se sabe cuán­tos femi­ni­ci­dios se han come­ti­do con­tra muje­res trans en Coli­ma. Y recla­ma que a las y los fun­cio­na­rios públi­cos del sis­te­ma de jus­ti­cia “les urge sensibilidad”.

“Tie­nen una visión trans­fó­bi­ca, homo­fó­bi­ca hacia las víc­ti­mas, y pue­den estar reci­bien­do capa­ci­ta­cio­nes pero no es sufi­cien­te, por­que más allá de estar capa­ci­ta­dos no están sen­si­bi­li­za­dos y ese es el pro­ble­ma que tene­mos con la revic­ti­mi­za­ción y el pro­ce­so de jus­ti­cia”, afirma. 

Al cie­rre de esta publi­ca­ción la Fis­ca­lía del Esta­do de Coli­ma no res­pon­dió a nues­tra comu­ni­ca­ción y tam­po­co han emi­ti­do infor­ma­ción sobre el ase­si­na­to de Saray Ramos.

Fuen­te: Agen­cia Presentes

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