Cuba. Cuen­ten con la mano soli­da­ria para con­ti­nuar avanzando

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 15 de diciem­bre de 2021. 

Dis­cur­so pro­nun­cia­do por Miguel Mario Díaz-Canel Ber­mú­dez, Pri­mer Secre­ta­rio del Comi­té Cen­tral del Par­ti­do Comu­nis­ta de Cuba y Pre­si­den­te de la Repú­bli­ca de Cuba, en el acto polí­ti­co-cul­tu­ral con moti­vo de la cele­bra­ción de la XX Cum­bre del ALBA-TCP, en el Pala­cio de Con­ven­cio­nes, el 14 de diciem­bre de 2021, “Año 63 de la Revolución”.

Que­ri­do Gene­ral de Ejér­ci­to Raúl Cas­tro Ruz, líder de la Revo­lu­ción Cubana;

Esti­ma­dos Jefes de Esta­do y de Gobierno del
ALBA-TCP;

Esti­ma­dos Jefes de dele­ga­cio­nes e invitados;

Com­pa­ñe­ras y compañeros:

Nico­lás, gra­cias por tus cer­te­ras pala­bras, tu bon­dad y tu soli­da­ri­dad con Cuba, con el ALBA y con el mundo.

Hace 17 años los líde­res his­tó­ri­cos de los pro­ce­sos revo­lu­cio­na­rios en Vene­zue­la y Cuba, Hugo Rafael Chá­vez Frías y Fidel Cas­tro Ruz, fun­da­ron la Alter­na­ti­va Boli­va­ria­na para las Amé­ri­cas, que poco tiem­po des­pués devino en Alian­za Boli­va­ria­na para los Pue­blos de Nues­tra Amé­ri­ca-Tra­ta­do de Comer­cio de los Pue­blos (ALBA-TCP), una autén­ti­ca for­ta­le­za moral, de soli­da­ri­dad, de uni­dad com­pac­ta, que hon­ra con su ejem­plo y dig­ni­dad a Nues­tra América.

Duran­te todos estos años de duras prue­bas que inclu­yen la dolo­ro­sa des­apa­ri­ción físi­ca de sus artí­fi­ces, la Alian­za defen­dió y man­tu­vo como prin­ci­pio el espí­ri­tu de her­man­dad y de defen­sa de la sobe­ra­nía nacional.

Y en los casi dos años de enfren­ta­mien­to a la terri­ble pan­de­mia de COVID-19, la coope­ra­ción entre los Esta­dos miem­bros se hizo sen­tir, con su car­ga de soli­da­ri­dad, en los momen­tos más difí­ci­les. Com­par­tien­do lo poco de lo que podía dis­po­ner cada uno, la Alian­za demos­tró que apo­yar­nos entre todos no solo es nece­sa­rio, sino tam­bién es posible.

Mien­tras nues­tros pue­blos sen­tían los impac­tos de la para­li­za­ción eco­nó­mi­ca por la pan­de­mia, Esta­dos Uni­dos y sus trans­na­cio­na­les no cesa­ron en el saqueo de los recur­sos natu­ra­les de Nues­tra Amé­ri­ca. La eco­no­mía mun­dial cayó, los pue­blos están sin­tien­do sus con­se­cuen­cias, pero las cuen­tas de los más pode­ro­sos crecieron.

El egoís­mo y la ambi­ción que pro­mue­ve la ideo­lo­gía neo­li­be­ral impe­ran­te han hecho impo­si­ble una solu­ción a los pro­ble­mas gene­ra­dos por la pan­de­mia de mane­ra inme­dia­ta, glo­bal y al alcan­ce de todas las eco­no­mías. El injus­to orden glo­bal no está a la altu­ra de la inte­li­gen­cia huma­na, capaz, como se ha vis­to, de crear vacu­nas con­tra el virus en tiem­po récord. Mien­tras en algu­nas nacio­nes ricas amplios seg­men­tos de pobla­ción deci­den no vacu­nar­se y otros deci­den pro­te­ger­se varias veces, hay paí­ses y has­ta con­ti­nen­tes prác­ti­ca­men­te vír­ge­nes de esa protección.

Asis­ti­mos, por otra par­te, a una abier­ta lucha por la hege­mo­nía en la que los Esta­dos Uni­dos pre­ten­den suplan­tar la labor de los orga­nis­mos inter­na­cio­na­les. Ya no les bas­ta con eri­gir­se en jue­ces glo­ba­les, ela­bo­ran­do lis­tas y cali­fi­ca­cio­nes sobre gra­dos de liber­tad, demo­cra­cia y dere­chos humanos.

Hace unos días se cele­bró una lla­ma­da Cum­bre de la Demo­cra­cia con­vo­ca­da por Esta­dos Uni­dos, el país que más pro­ce­sos polí­ti­cos ha con­tri­bui­do a derro­car en todo el mundo.

Qué suer­te la de quie­nes fui­mos exclui­dos de la lis­ta de invi­ta­dos, como varios de los Esta­dos de Nues­tra Amé­ri­ca y del ALBA-TCP. En ver­dad no nos intere­sa cum­plir los requi­si­tos que exi­gía el anfi­trión, pero hay que tener muy pobre con­cep­to de la demo­cra­cia para con­vo­car en su nom­bre a unos y excluir a otros, solo por­que esos otros haya­mos ele­gi­do un modo dis­tin­to de gobernarnos.

Ape­nas unos días antes de la publi­ci­ta­da Cum­bre de la Demo­cra­cia, en un inter­cam­bio tele­fó­ni­co con el Pre­si­den­te de la Fede­ra­ción de Rusia, Vla­di­mir Putin, dicen que Joe Biden le advir­tió al líder ruso que una nación no pue­de decir­le a otra que cam­bie su polí­ti­ca, y que las nacio­nes no pue­den decir­les a otras con quién pue­den trabajar.

Evi­den­te­men­te, el actual inqui­lino de la Casa Blan­ca acon­se­ja lo que no cum­ple. Por des­co­no­cer esos con­se­jos que da, su país lle­va años some­tien­do a blo­queos y san­cio­nes a millo­nes de seres huma­nos en el planeta.

Los cuba­nos, que sufri­mos esa polí­ti­ca de blo­queos y san­cio­nes refor­za­da, nos pre­gun­ta­mos: ¿Qué moral tie­ne Esta­dos Uni­dos y quién le dio la auto­ri­dad para deci­dir, a nivel pla­ne­ta­rio, qué es democracia?

¿Pue­de con­si­de­rar­se demo­crá­ti­co su apo­yo a gobier­nos y a can­di­da­tos polí­ti­cos con posi­cio­nes de ultra­de­re­cha, filo­fas­cis­tas y de popu­lis­mo de extre­ma derecha?

¿Cómo ha expli­ca­do Esta­dos Uni­dos en esa Cum­bre su uti­li­za­ción mal inten­cio­na­da de los sis­te­mas judi­cia­les, el con­trol de los medios de comu­ni­ca­ción y las redes digi­ta­les para per­se­guir, encar­ce­lar y debi­li­tar a figu­ras pro­gre­sis­tas y de izquierda?

¿Con­de­nó Esta­dos Uni­dos en esa Cum­bre el ase­si­na­to selec­ti­vo, las masa­cres o la bru­tal repre­sión y pros­crip­ción de la pro­tes­ta social, median­te la cual en paí­ses de nues­tra región fue­ron ase­si­na­dos, muti­la­dos y dete­ni­dos jóve­nes, ancia­nos, muje­res e indí­ge­nas, hechos gra­ví­si­mos ante los que se hicie­ron de la vis­ta gor­da el Gobierno de los Esta­dos Uni­dos y sus ins­tru­men­tos, como la OEA?

¿Se tra­ta­ron en esa Cum­bre los pla­nes del Gobierno de los Esta­dos Uni­dos de rever­tir los pro­gre­sos socia­les alcan­za­dos por gobier­nos de izquier­da en Amé­ri­ca Lati­na que legí­ti­ma­men­te gana­ron elecciones?

¿Cómo expli­có Esta­dos Uni­dos el gol­pe de Esta­do en Boli­via que fomen­tó y apo­yó sin esconderse?

Vale recor­dar hoy que al con­su­mar­se el gol­pe de Esta­do, el enton­ces Secre­ta­rio de Esta­do de Donald Trump excla­mó: ¡Bra­vo, Boli­via! Y dos años des­pués la admi­nis­tra­ción de Joe Biden, que se supo­ne dife­ren­te a la de su ante­ce­sor, deci­de no invi­tar al Gobierno legí­ti­ma­men­te elec­to de Boli­via a la Cum­bre de la Democracia.

¿Cómo pue­de una cum­bre de la demo­cra­cia no con­de­nar, igno­rar, callar el cre­cien­te núme­ro de ase­si­na­tos de líde­res socia­les y perio­dis­tas que no res­pon­den a los medios de con­trol hege­mó­ni­co en la región?

¿Por qué no se habló en esa Cum­bre de inves­ti­gar a los polí­ti­cos que escon­die­ron sus for­tu­nas en paraí­sos fiscales?

Si los anfi­trio­nes de esa Cum­bre impe­rial con­si­de­ra­ron que excluir a algu­nos de nues­tros paí­ses de su cita era una san­ción más, per­mí­tan­me decir­les que la reci­bi­mos como un reco­no­ci­mien­to. Ni mil san­cio­nes uni­la­te­ra­les más podrán doble­gar la ver­güen­za y la dig­ni­dad de los pue­blos vene­zo­lano, nica­ra­güen­se y cubano (Aplau­sos), ya dema­sia­do cas­ti­ga­dos y san­cio­na­dos por este poli­cía glo­bal para asus­tar­nos por una exclu­sión más.

En nom­bre de los cuba­nos digo que en cada uno de noso­tros late la san­gre de los caí­dos por nues­tra inde­pen­den­cia, here­de­ra del cora­je, la valen­tía, la moral y la con­vic­ción de Mar­tí, de Maceo y de Fidel, de las ense­ñan­zas y la guía de Raúl. De todos ellos y de muchos otros valien­tes cuba­nos que harían la lis­ta infi­ni­ta apren­di­mos a defen­der la patria o morir por ella.

Como lati­no­ame­ri­ca­nos, nos sen­ti­mos here­de­ros de Simón Bolí­var, Augus­to César San­dino, de todos los pró­ce­res de la inde­pen­den­cia ame­ri­ca­na y de Hugo Chá­vez Frías, quien reto­mó el lega­do de tan­tos y jun­to a Fidel les dio una dimen­sión con­tem­po­rá­nea a nues­tras ansias de inde­pen­den­cia y sobe­ra­nía, pero tam­bién de uni­dad y soli­da­ri­dad, prin­ci­pios todos que hacen irrom­pi­ble el lazo de la her­man­dad del ALBA.

Los hijos de Lati­noa­mé­ri­ca, como le gus­ta­ba decla­rar­se al Che Gue­va­ra, somos hom­bres y muje­res libres, que no vaci­la­re­mos jamás ante las pre­sio­nes y los chantajes.

Somos un con­jun­to de nacio­nes en esta Alian­za dis­pues­tos a con­ti­nuar hacien­do el máxi­mo de sacri­fi­cios por la dig­ni­fi­ca­ción y la feli­ci­dad posi­ble de nues­tros pueblos.

Como expre­sa­ra nues­tro Héroe Nacio­nal, José Mar­tí: “Es la hora del recuen­to, y de la mar­cha uni­da, y hemos de andar en cua­dro apre­ta­do, como la pla­ta en las raí­ces de los Andes”.

Que­ri­dos her­ma­nos del ALBA:

Cuen­ten con la mano soli­da­ria de Cuba para con­ti­nuar avan­zan­do, den­tro de nues­tras modes­tas posi­bi­li­da­des, en los pro­gra­mas de cola­bo­ra­ción ya empren­di­dos y en otros que con­ti­nua­re­mos desarrollando.

El logro alcan­za­do por los cien­tí­fi­cos cuba­nos con las vacu­nas con­tra la COVID-19 y los otros can­di­da­tos vacu­na­les que tran­si­tan por el pro­ce­so de apro­ba­ción para su empleo, están al ser­vi­cio de la huma­ni­dad y en par­ti­cu­lar de nues­tros her­ma­nos pue­blos de Lati­noa­mé­ri­ca y el Caribe.

¡Viva el die­ci­sie­te ani­ver­sa­rio de la Alian­za Bolivariana!

¡Vivan Chá­vez y Fidel!

¡Has­ta la vic­to­ria siempre!

¡Patria o Muerte!

¡Ven­ce­re­mos! Excla­ma­cio­nes de: “ ¡Ven­ce­re­mos!”

Fuen­te: Juven­tud Rebelde

Itu­rria /​Fuen­te

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