Femi­nis­mos. El fút­bol feme­nino se rebe­la con­tra los abu­sos y el aco­so sexual

Por Ricar­do Uri­ba­rri, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 8 de noviem­bre de 2021.

Ima­gen: Juga­do­ras del OL Reign pro­tes­tan con­tra los abu­sos sexua­les. TWITTER OL REIGN

Las denun­cias de juga­do­ras de dis­tin­tos paí­ses sobre los com­por­ta­mien­tos inade­cua­dos que han sufri­do en los últi­mos años reve­lan la impu­ni­dad en la que se han movi­do los acu­sa­dos y el fallo en los con­tro­les para evi­tar estas situaciones

Hace unos años fue en Colom­bia. Des­pués ocu­rrió en Hai­tí. Tam­bién en Afga­nis­tán. Aho­ra se han cono­ci­do casos en Vene­zue­la, Esta­dos Uni­dos y Aus­tra­lia. El pro­ble­ma de los abu­sos a las muje­res fut­bo­lis­tas, ya sean sexua­les o ver­ba­les, por par­te, en el mayor núme­ro de casos, de los entre­na­do­res de los equi­pos o de las selec­cio­nes, sigue bien pre­sen­te, como hemos com­pro­ba­do con las denun­cias rea­li­za­das por varias juga­do­ras en las últi­mas sema­nas. Los orga­nis­mos res­pon­sa­bles de velar por la segu­ri­dad de las depor­tis­tas dicen estar toman­do des­de hace tiem­po medi­das para evi­tar que se den nue­vos casos, pero no pare­ce que estén dan­do resul­ta­dos. Es más, la pro­pia FIFA reco­no­ce que se teme que las últi­mas acu­sa­cio­nes no sean más que “la pun­ta del iceberg”.

La últi­ma luz de alar­ma se encen­dió hace unas sema­nas, cuan­do las juga­do­ras esta­dou­ni­den­ses Sinead Farrelly y Melea­na “Mana” Shim, reco­no­cie­ron al medio digi­tal The Ath­le­tic que habían sido obje­to de abu­sos sexua­les por par­te del entre­na­dor Paul Riley. Farrelly los empe­zó a sufrir en 2011, cuan­do esta­ba en el Phi­la­delphia Inde­pen­den­ce. Des­pués vol­vió a vivir la mis­ma situa­ción en 2014 en el Portland Thorns, don­de tam­bién juga­ba Shim. “Me sen­tí bajo su con­trol”, ha reco­no­ci­do Farrelly, que debi­do a la ansie­dad y la pre­sión que sen­tía lle­gó a des­ma­yar­se en medio de un par­ti­do. Ambas acu­san a Riley de coac­cio­nar­las para tener rela­cio­nes sexua­les con él, de obli­gar­las a besar­se entre ellas a cam­bio de no rea­li­zar algu­nos ejer­ci­cios físi­cos, de enviar­les fotos de carác­ter sexual no soli­ci­ta­das, y de menos­pre­ciar­las y some­ter­las a abu­sos ver­ba­les. Según el rela­to de Farrelly, Riley le dijo: “Esto nos lo lle­va­mos a la tumba”.

El téc­ni­co nie­ga estos hechos, aun­que el Portland Thorns ha reco­no­ci­do en un comu­ni­ca­do que deci­dió no reno­var su con­tra­to por encon­trar “cla­ras vio­la­cio­nes de las polí­ti­cas de la com­pa­ñía”. El due­ño de la enti­dad, Merritt Paul­son, ha sido más explí­ci­to. “Hici­mos un anun­cio opa­co sobre la no reno­va­ción del con­tra­to de Riley en lugar de anun­ciar explí­ci­ta­men­te su res­ci­sión, guia­dos por lo que, en ese momen­to, pen­sa­mos que era lo correc­to, el res­pe­to a la pri­va­ci­dad de las juga­do­ras. Lamen­to pro­fun­da­men­te nues­tro papel en lo que cla­ra­men­te es un fallo sis­té­mi­co en el fút­bol pro­fe­sio­nal feme­nino. En últi­ma ins­tan­cia, podría­mos haber hecho más. Pido dis­cul­pas a Mana, Sinead y todas las demás que están sufrien­do como resultado”.

Los orga­nis­mos res­pon­sa­bles de velar por la segu­ri­dad de las depor­tis­tas dicen estar toman­do des­de hace tiem­po medi­das para evi­tar nue­vos casos, pero no pare­ce que dé resultados

El equi­po noti­fi­có a la Liga Nacio­nal de Fút­bol Ame­ri­ca­na (NWSL) el resul­ta­do de su inves­ti­ga­ción y la pro­pia Farrelly inter­cam­bió correos al res­pec­to de este asun­to duran­te este año con la comi­sio­na­da de la NWSL, Lisa Baird, pero la ins­ti­tu­ción no tomó nin­gu­na deci­sión. Esa inac­ción le ha cos­ta­do el pues­to tan­to a Baird como a la abo­ga­da gene­ral del orga­nis­mo, Lisa Levi­ne. A raíz de la publi­ca­ción de estas acu­sa­cio­nes y a la espe­ra de cono­cer­se el resul­ta­do de varias inves­ti­ga­cio­nes pues­tas en mar­cha, la NWSL ha sus­pen­di­do la licen­cia de Riley, mien­tras que el equi­po al que entre­na­ba, el North Caro­li­na Coura­ge, ha deci­di­do pres­cin­dir de él. El escán­da­lo pro­vo­ca­do hizo que la jor­na­da corres­pon­dien­te al 2 y 3 de octu­bre se sus­pen­die­ra y que unos días des­pués, todos los par­ti­dos se para­ran en el minu­to 6, en reco­no­ci­mien­to a los seis años que tar­da­ron en cono­cer­se los actos denun­cia­dos por Farrelly y Shim. 

No ha sido el úni­co pro­ble­ma de este tipo que ha vivi­do la com­pe­ti­ción esta­dou­ni­den­se en las últi­mas fechas. Richie Bur­ke, téc­ni­co de los Washing­ton Spi­rit, fue denun­cia­do hace unos meses y una inves­ti­ga­ción ha deter­mi­na­do que “aco­só y abu­só ver­bal­men­te de sus juga­do­ras, vio­lan­do la polí­ti­ca anti-aco­so de la liga”. Ade­más, la jun­ta de gober­na­do­res de la NWSL ha san­cio­na­do al club por per­mi­tir que las fut­bo­lis­tas se sin­tie­ran mar­gi­na­das y degradadas.

Un comen­ta­rio en Twit­ter de la estre­lla del fút­bol nor­te­ame­ri­cano Megan Rapi­noe, en el que decía: “Hom­bres que pro­te­gen a hom­bres que abu­san de las muje­res”, en refe­ren­cia al men­sa­je de agra­de­ci­mien­to del direc­tor gene­ral de los Thorns hacia Riley cuan­do éste salió del equi­po en 2015, sir­vió para que, en otra par­te del mun­do, en Aus­tra­lia, la que fue­ra inter­na­cio­nal del país y segun­da máxi­ma golea­do­ra de la selec­ción, Lisa De Van­na, ya reti­ra­da, con­ta­ra su expe­rien­cia y ofre­cie­ra una pers­pec­ti­va más. “Estoy de acuer­do con Megan, pero he sido tes­ti­go de: muje­res pro­tec­to­ras de muje­res que abu­san de muje­res; juga­do­res que pro­te­gen a los juga­do­res mayo­res que abu­san de los juga­do­res más jóve­nes; orga­ni­za­cio­nes que pro­te­gen a los entrenadores/​jugadores que abu­san de los juga­do­res. El abu­so es abu­so. ¡El mal com­por­ta­mien­to es malo en todos los ámbitos!”.

En una entre­vis­ta con el Daily Tele­graph de Sid­ney, De Van­na se mos­tró más cla­ra sobre lo que vivió en sus años de carre­ra. “¿Me han aco­sa­do sexual­men­te? Sí. ¿Me han inti­mi­da­do? Sí. ¿Ostra­cis­mo? Sí. ¿He vis­to cosas que me han inco­mo­da­do? Sí. Cre­ye­ron que era diver­ti­do. Solo era una niña de Perth, no cono­cía nada dife­ren­te… Que­ría gol­pear­los. Como era una juga­do­ra joven no sabía cómo eti­que­tar esto, pero sigue suce­dien­do en todos los nive­les y es momen­to de alzar la voz”. La juga­do­ra con­tó que sufrió estos hechos en los ves­tua­rios y las duchas, don­de fue tira­da al sue­lo y algu­nas com­pa­ñe­ras abu­sa­ron de ella. Lisa no ha sido la úni­ca juga­do­ra aus­tra­lia­na en reco­no­cer en las últi­mas sema­nas haber sufri­do este pro­ble­ma. Rha­li Dob­son, que dejó de jugar hace unos meses, tam­bién afir­ma haber sido obje­to de abu­sos sexua­les: “Es una cosa que toda­vía suce­de, has­ta en los más altos nive­les, y has­ta que no se abor­de no va a cam­biar nada”.

De Van­na ha pedi­do que se san­cio­ne a los res­pon­sa­bles de esta con­duc­ta y la Fede­ra­ción Aus­tra­lia­na de Fút­bol ha con­tes­ta­do que man­tie­ne tole­ran­cia cero y ha pedi­do a las denun­cian­tes que pre­sen­ten sus que­jas de mane­ra for­mal “para pro­ce­der a inves­ti­gar a fondo”.

Pocos días des­pués de cono­cer­se el caso de Farrelly y Shim, salió a la luz un comu­ni­ca­do de 24 inter­na­cio­na­les de Vene­zue­la en el que denun­cia­ban situa­cio­nes de abu­so y aco­so físi­co, psi­co­ló­gi­co y sexual oca­sio­na­das por el entre­na­dor pana­me­ño Ken­neth Zse­re­me­ta duran­te el tiem­po que estu­vo al fren­te de la selec­ción, entre 2013 y 2017. En el escri­to expli­can que, a cau­sa de eso, “muchas de noso­tras segui­mos con trau­mas y heri­das men­ta­les que nos acom­pa­ñan en nues­tro día a día”. Las juga­do­ras expli­can que, en 2020, una com­pa­ñe­ra les con­tó que “había sido abu­sa­da sexual­men­te des­de los 14 años por Zse­re­me­ta”, una situa­ción en la que tenía la com­pli­ci­dad de su ayu­dan­te Williams Pino. Afir­man que esta com­pa­ñe­ra es una “sobre­vi­vien­te a un mons­truo que no sola­men­te abu­sa­ba de ella a nivel sexual. Emo­cio­nal­men­te vivía en un cons­tan­te ase­dio en el que ella no pre­fe­ría ser con­vo­ca­da más”, a pesar de ser el sus­ten­to de su casa en muchas ocasiones.

A raíz de esta con­fe­sión, otras juga­do­ras reco­no­cie­ron haber teni­do “expe­rien­cias de aco­so, tan­to tele­fó­ni­co como pre­gun­tas e invi­ta­cio­nes inde­bi­das, sobor­nos para man­te­ner­se den­tro de la selec­ción, rega­los fue­ra de con­tex­to, masa­jes y dife­ren­tes situa­cio­nes que defi­ni­ti­va­men­te no eran nor­ma­les”. Tam­bién rela­tan que las juga­do­ras de la comu­ni­dad LGTBI eran cons­tan­te­men­te cues­tio­na­das por su orien­ta­ción sexual. “Exis­tían ame­na­zas y mani­pu­la­cio­nes de decir­les a los padres de las juga­do­ras su orien­ta­ción sexual si no tenían dis­ci­pli­na. Las insi­nua­cio­nes sexua­les eran temas del día a día, al igual que los comen­ta­rios hacia el atrac­ti­vo físi­co de muchas juga­do­ras”. Los dos téc­ni­cos han hecho públi­cas unas notas en las que nie­gan las acu­sa­cio­nes, afir­man­do Zse­re­me­ta que “me aco­jo cons­ti­tu­cio­nal­men­te a la pre­sun­ción de mi ino­cen­cia has­ta que se prue­be lo con­tra­rio”. La jus­ti­cia vene­zo­la­na ha dic­ta­do una orden de arres­to con­tra ambos, que ya no se encuen­tran en el país des­de hace años.

Des­pués de hacer­se públi­cas las denun­cias de las fut­bo­lis­tas esta­dou­ni­den­ses, la FIFA emi­tió un comu­ni­ca­do en el que afir­ma­ba que “debi­do a la gra­ve­dad de las acu­sa­cio­nes de las juga­do­ras, pode­mos con­fir­mar que los órga­nos judi­cia­les de la FIFA están inves­ti­gan­do acti­va­men­te el asun­to y han abier­to una inves­ti­ga­ción pre­li­mi­nar”, al mis­mo tiem­po que reafir­ma­ba su pos­tu­ra de que “cual­quier per­so­na decla­ra­da cul­pa­ble de mala con­duc­ta y abu­so en el fút­bol será pro­ce­sa­da, san­cio­na­da y expul­sa­da del juego”. 

Es cier­to que el orga­nis­mo que rige el fút­bol mun­dial ha toma­do medi­das con­tun­den­tes en los últi­mos años con­tra el pre­si­den­te de la Fede­ra­ción Hai­tia­na de Fút­bol, Yves Jean-Bart y el pre­si­den­te de la Fede­ra­ción de Fút­bol de Afga­nis­tán, Kera­muu­din Karim, a los que ha san­cio­na­do de por vida tras ser inves­ti­ga­dos por aco­so y abu­sos sexua­les y físi­cos, pero tam­bién que, a la vis­ta de los acon­te­ci­mien­tos, aún hay mucho que mejo­rar en la pre­ven­ción de este tipo de acti­tu­des. No se tra­ta solo de san­cio­nar a pos­te­rio­ri sino de impe­dir que estos hechos ocu­rran. Y los casos que se están cono­cien­do demues­tran la impu­ni­dad en la que se han movi­do los aco­sa­do­res y cómo han falla­do los con­tro­les. Da mie­do pen­sar cuan­tos epi­so­dios de este tipo segui­rán ocul­tos, pero al mis­mo tiem­po resul­ta alen­ta­dor ver que cada vez más afec­ta­das se deci­den a denunciar. 

Urge poner coto a esto por­que el fút­bol feme­nino no se pue­de per­mi­tir per­der en todo el mun­do a chi­cas a las que les gus­ta­ría jugar, pero que es posi­ble que tan­to ellas como sus fami­lias se echen para atrás al cono­cer este ries­go. Por eso, para que se tomen medi­das efec­ti­vas y nin­gu­na otra juga­do­ra ten­ga que sufrir algo así en el futu­ro, es impor­tan­te que las afec­ta­das ten­gan la valen­tía de con­tar lo que pasa y que las ins­ti­tu­cio­nes les ofrez­can medios ade­cua­dos y segu­ros para que pue­dan hacer­lo. Y es que, como decía la juga­do­ra esta­dou­ni­den­se Sarah Gor­den en un men­sa­je direc­to a los entre­na­do­res en las redes socia­les: “Les pro­me­to que pue­den ser duros y man­te­ner los están­da­res sin ser abu­si­vos, tóxi­cos o manipuladores”.

Ricar­do Uri­ba­rriPerio­dis­ta. Empe­zó a cubrir la infor­ma­ción del Atle­ti hace más de 20 años y ha pasa­do por medios como Cla­ro, Radio 16, Épo­ca, Vía Digi­tal, Mar­ca y Bez. Actual­men­te cola­bo­ra con XL Sema­nal y se qui­ta el mono de micró­fono en Onda Madrid.

Fuen­te: https://​ctxt​.es/​e​s​/​2​0​2​1​1​1​0​1​/​D​e​p​o​r​t​e​s​/​3​7​6​7​4​/​a​b​u​s​o​-​a​c​o​s​o​-​s​e​x​u​a​l​-​d​e​n​u​n​c​i​a​-​f​u​t​b​o​l​-​f​e​m​e​n​i​n​o​.​htm

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