Chi­le. Eli­sa Lon­con: “Con Des­cen­tra­li­za­ción y Auto­no­mías Terri­to­ria­les cami­nar hacia la pro­fun­di­za­ción de la democracia”

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 26 de octu­bre de 2021

«Miré­mo­nos y reco­noz­ca­mos la huma­ni­dad que hay detrás de cada uno de noso­tros y noso­tras. Escu­che­mos nues­tros sue­ños y dia­lo­gue­mos. (…) Este enor­me desa­fío con el que nos hemos com­pro­me­ti­do es un camino lar­go y difí­cil, pero la his­to­ria nos ha con­vo­ca­do a supe­rar las barreras».

Dis­cur­so de aper­tu­ra del deba­te cons­ti­tu­cio­nal

Pleno cons­ti­tu­yen­te 26 de octu­bre, 2021

Todas íba­mos a ser rei­nas,
de cua­tro rei­nos sobre el mar (…)
En la tie­rra sere­mos rei­nas,
y de verí­di­co rei­nar
y sien­do gran­des nues­tros rei­nos,
lle­ga­re­mos todas al mar.

Gabrie­la Mistral.

Kiñe. La ter­nu­ra de los pueblos.

Entre las grie­tas de una heri­da, de cien­tos de heri­das, ha emer­gi­do un des­per­tar que me evo­ca una enso­ña­ción, ¿real­men­te todo esto es posi­ble? Dígan­me, ¿cuán­tas de noso­tras y noso­tros pen­sa­ron real­men­te que todo esto era posi­ble? Eran sue­ños de opio, nos dije­ron, uto­pis­mos irra­cio­na­les, qui­me­ras per­di­das. ¿Real­men­te todas pode­mos ser rei­nas? ¿Real­men­te todas pode­mos lle­gar al mar? Hay una grie­ta que nos salu­da e ilu­mi­na, avan­ce­mos por ella, des­cu­bra­mos la heri­da, nave­gue­mos sus lla­gas, encon­tre­mos nue­vos cami­nos entre las cica­tri­ces hacia el mar.

Cuan­do la gen­te de mi pue­blo se pre­sen­ta, habla de los que par­tie­ron, de nues­tros mayo­res. Es lo que noso­tros deno­mi­na­mos kvpal­me. Tam­bién habla­mos de los terri­to­rios de ori­gen, el país de la infan­cia, es lo que lla­ma­mos tuwvn. Duran­te los últi­mos días, he podi­do escu­char, que­ri­dos cons­ti­tu­yen­tes, los kvpal­me y los tuwvn de cada uno de uste­des. Qué bello sue­na este pala­cio con todos nues­tros ances­tros y ances­tras, con todos nues­tros terri­to­rios, con toda nues­tra memoria.

En ese ges­to de con­tar­nos sobre nues­tros pai­sa­jes y bio­gra­fías, se agi­ta una ter­nu­ra que des­ar­ma la homo­ge­nei­dad. La rigi­dez de este edi­fi­cio se tor­na move­di­za, y emer­ge un país de paí­ses, un Chi­le plu­ral y des­cen­tra­li­za­do. Y escu­chan­do esas pala­bras se han cola­do algu­nas lágri­mas. El Chi­le pro­fun­do nos emo­cio­na, el Waj­ma­pu pro­fun­do nos con­mue­ve. No le tema­mos a las lágri­mas, nece­si­ta­mos de la valien­te ter­nu­ra para avanzar.

Epu. Los cami­nos de los pueblos.

Han sido cami­nos diver­sos los que han lle­ga­do has­ta acá. Yo ven­go del Waj­ma­pu, soy mapu­che, un pue­blo pre­xis­ten­te al Esta­do de Chi­le, que lejos de reco­no­cer­nos nos ha nega­do y exclui­do por más de 200 años y 2 nega­do nues­tros dere­chos a la auto­no­mía, a la libre deter­mi­na­ción y al terri­to­rio, con polí­ti­cas racis­tas y colo­nia­les. He de con­tar­les que nací, me hice niña, mujer y pro­fe­so­ra luchan­do siem­pre con­tra esta nega­ción. Por eso, en 1992 fui par­te de cien­tos de her­ma­nos que diji­mos bas­ta a la nega­ción mapu­che y crea­mos la Wenu­fo­ye, nues­tra ban­de­ra. Con ella nos pro­pu­si­mos exte­rio­ri­zar nues­tra iden­ti­dad. Hoy, cuan­do la veo por calles y ave­ni­das acom­pa­ñan­do a los pue­blos de Chi­le, no me que­da más que sen­tir orgu­llo y gra­ti­tud por haber mar­ca­do los ini­cios de esta lucha que esta­mos dan­do todos los pue­blos por cons­truir un Esta­do más demo­crá­ti­co, con más jus­ti­cia, para todos, todas y todes.

Kvla. Las razo­nes de los pueblos.

¿Han podi­do ver las escul­tu­ras que sos­tie­nen los faro­les en los jar­di­nes de este edi­fi­cio? Son figu­ras de muje­res, indí­ge­nas, afro­des­cen­dien­tes, hay de todo, menos hom­bres blan­cos. Por supues­to, los hom­bres de las éli­tes no sos­tie­nen faro­les, los hom­bres de las éli­tes debe­rían estar aquí den­tro, toman­do las deci­sio­nes. Y así fue por siglos. Entre estas pare­des, los gran­des hom­bres de la patria cons­tru­ye­ron a su ima­gen y seme­jan­za el país. Tene­mos bue­nas noti­cias, los que antes solo debía­mos sos­te­ner los faro­les, hoy pode­mos ilu­mi­nar el futu­ro de Chi­le, y ver en el hori­zon­te un Esta­do Plu­ri­na­cio­nal, pari­ta­rio, con todas las diver­si­da­des, don­de todos los pue­blos sere­mos par­te de la comu­ni­dad polí­ti­ca y avan­za­re­mos en la redis­tri­bu­ción y des­cen­tra­li­za­ción del poder.

El Esta­do Plu­ri­na­cio­nal será enri­que­ci­do con las diver­sas len­guas pre­xis­ten­tes al espa­ñol. En los años que lle­vo tra­ba­jan­do como edu­ca­do­ra, he sido tes­ti­go de duros rela­tos que se repi­ten a lo lar­go de Chi­le. His­to­rias de niños y niñas que, en sus cole­gios, en pleno invierno, debían arro­di­llar­se enci­ma de minús­cu­las pie­dras como cas­ti­go por no hablar el idio­ma ofi­cial del Esta­do. Estos hechos crue­les, inhu­ma­nos y degra­dan­tes hicie­ron que muchos de esos niños aban­do­na­ran el sis­te­ma esco­lar y que quie­nes serían sus hijos fue­ran edu­ca­dos lejos de su len­gua mater­na. Las ins­ti­tu­cio­nes del Esta­do, por acción u omi­sión, han per­mi­ti­do la nega­ción o vio­la­ción de los dere­chos lin­güís­ti­cos de los pue­blos indí­ge­nas; un ejem­plo de esto es que has­ta el día de hoy miles de niños y estu­dian­tes indí­ge­nas son diag­nos­ti­ca­dos con nece­si­da­des edu­ca­ti­vas espe­cia­les, tras­tor­nos de len­gua­je y/​o de apren­di­za­je por el solo hecho de hablar en su len­gua indí­ge­na. Es por ello que hoy alzo la voz en mi len­gua mater­na, en memo­ria y en señal de reafir­mar el com­pro­mi­so por la diver­si­dad lin­güís­ti­ca cultural.

Un esta­do plu­ri­na­cio­nal debe pro­mo­ver el diá­lo­go y el res­pe­to al otro, es por eso que debe­rá ser Inter­cul­tu­ral, para vivir lo común en hete­ro­ge­nei­dad, para que todos los espa­cios sean vivi­dos por la 3 diver­si­dad cul­tu­ral, para edi­fi­car lazos des­de la diver­si­dad que nos defi­ne un país de múl­ti­ples colo­res y de dife­ren­tes bio­gra­fías colectivas.

Un prin­ci­pio impor­tan­te que debe con­te­ner la Nue­va Cons­ti­tu­ción es reco­no­cer los Dere­chos de la Madre Tie­rra, de la MAPU ÑUKE, por­que debe­mos habi­tar en corres­pon­den­cia con la natu­ra­le­za des­de el prin­ci­pio del ixo­fij mogen, que reco­no­ce todas las for­mas de vida y así a supe­rar el mode­lo extrac­ti­vis­ta que saquea el agua y des­tru­ye los eco­sis­te­mas. La cri­sis ambien­tal en que nos encon­tra­mos nos exi­ge supe­rar el para­dig­ma neo­li­be­ral, y así per­mi­tir que cual­quier ciu­da­dano actúe en defen­sa de los dere­chos de la madre tie­rra, cuan­do estos estén ame­na­za­dos. A enten­der­la como su madre, a agra­de­cer­le por sus cui­da­dos. Pro­te­ger la natu­ra­le­za impli­ca res­pe­tar sus ciclos vita­les para que se regenere.

Por otro lado, mi com­pro­mi­so es tam­bién con el reco­no­ci­mien­to de las iden­ti­da­des de la plu­ri­na­cio­na­li­dad, por­que cada uno de noso­tros per­te­ne­ce a una nación; así sere­mos de nacio­na­li­dad ayma­ra, que­chua, colla, dia­gui­ta, lican antay, rapa nui, mapu­che, yagan, kawés­qar, selk­nam o chileno/​a, así nues­tra cédu­la de iden­ti­dad dará cuen­ta de nues­tro ver­da­de­ro origen.

Tam­bién debe­mos ampliar lo que actual­men­te se entien­de como ciu­da­da­nía, que a las juven­tu­des que lle­van déca­das impul­san­do las trans­for­ma­cio­nes del país se les otor­gue el dere­cho a cons­truir el país que sue­ñan, ele­gir a sus repre­sen­tan­tes; para ello, debe­mos bajar la edad míni­ma para par­ti­ci­par de la vida públi­ca median­te su dere­cho fun­da­men­tal al sufra­gio y for­ta­le­cien­do su for­ma­ción cívica.

Con Des­cen­tra­li­za­ción y Auto­no­mías Terri­to­ria­les cami­nar hacia la pro­fun­di­za­ción de la demo­cra­cia, don­de los pue­blos pue­dan ser par­te del deve­nir de sus regio­nes y terri­to­rios. La auto­no­mía terri­to­rial de los Pue­blos Indí­ge­nas debe res­pon­der a los están­da­res inter­na­cio­na­les que hoy exis­ten en esta mate­ria, con par­ti­ci­pa­ción polí­ti­ca de los pue­blos a tra­vés de esca­ños reser­va­dos en todas las ins­tan­cias de elec­ción popu­lar y ejer­ci­cio del poder polí­ti­co y en los órga­nos constitucionales.

Y Pari­dad, por­que las muje­res y las disi­den­cias somos suje­tas de dere­cho, pode­mos deci­dir sobre nues­tras vidas y nues­tros cuerpos.

Meli. En los bra­zos de las niñas y los niños está el futuro.

Final­men­te, qui­sie­ra com­par­tir­les un recuer­do. De niña, en Trai­guén, hubo más de una oca­sión que llo­ré sin enten­der las lágri­mas. Eran pala­bras que remo­vían mi cora­zón cuan­do otra niña me decía: “india”, “ladro­na”. En una oca­sión, mien­tras llo­ra­ba, se acer­có otra niña, era Ana, y me dijo: “¿por qué llo­ras?, si al menos tú tie­nes tu cultura”.

En ese momen­to, con 10 años, no enten­dí del todo sus pala­bras. ¿Ella real­men­te enten­día la pro­fun­di­dad de lo que salía de su tier­na y pro­fun­da voz? No lo sé. Solo allí está­ba­mos, mirán­do­nos, ella soli­da­ri­zan­do con mi dolor, yo escu­chan­do agradecida.

Miré­mo­nos y reco­noz­ca­mos la huma­ni­dad que hay detrás de cada uno de noso­tros y noso­tras. Escu­che­mos nues­tros sue­ños y dia­lo­gue­mos. Que el pro­fun­do ges­to de esa niña de 10 años nos inva­da, y jun­tos cons­tru­ya­mos la gran casa de todos, con Yamuwvn, que es un prin­ci­pio mapu­che que sig­ni­fi­ca res­pe­to, que ello irra­die nues­tras rela­cio­nes para un futu­ro mejor.

Este enor­me desa­fío con el que nos hemos com­pro­me­ti­do es un camino lar­go y difí­cil, pero la his­to­ria nos ha con­vo­ca­do a supe­rar las barreras.

¡Mari­ci wew pu lamgen!

FUENTE: dia­rioU­chi­le

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