Vene­zue­la. La dia­lec­ti­ca del Che como arma de la juventud

Por Iña­ki Gil de San Vicen­te, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 10 de agos­to de 2021.

Nota: tex­to para para el pro­gra­ma de for­ma­ción de las y los mili­tan­tes del colec­ti­vo «Ale­xis Vive» de la Comu­na del 23 de Enero «Panal 2021».

La Unión de Jóve­nes Comu­nis­tas alza sus sím­bo­los, que son los sím­bo­los de todo el pue­blo de Cuba: el estu­dio, el tra­ba­jo y el fusil […] en esta hora de cons­truc­ción febril, de pre­pa­ra­ti­vos cons­tan­tes para la defen­sa del país […] tie­ne que defi­nir­se con una sola pala­bra: van­guar­dia. Uste­des, com­pa­ñe­ros, deben ser la van­guar­dia de todos los movi­mien­tos. Los pri­me­ros en estar dis­pues­tos para los sacri­fi­cios que la Revo­lu­ción deman­de, cual­quie­ra que sea la índo­le de esos sacri­fi­cios. Los pri­me­ros en el tra­ba­jo. Los pri­me­ros en el estu­dio. Los pri­me­ros en la defen­sa del país. […] La juven­tud tie­ne que crear. Una juven­tud que no crea es una ano­ma­lía, real­men­te. Y a la Unión de Jóve­nes Comu­nis­tas le ha fal­ta­do un poco de espí­ri­tu crea­dor. Ha sido a tra­vés de su diri­gen­cia, dema­sia­do dócil, dema­sia­do res­pe­tuo­sa y poco deci­di­da a plan­tear­se pro­ble­mas propios.

Che Gue­va­ra: Qué debe ser un joven comu­nis­ta. 1962

  1. PRESENTACION
  2. DIALECTICA
  3. ESTUDIO
  4. TRABAJO
  5. DEFENSA
  6. CREATIVIDAD

1.- PRESENTACION

Com­pa­ñe­ras y com­pa­ñe­ros del movi­mien­to juve­nil del Colec­ti­vo Ale­xis Vive tenéis aquí la trans­crip­ción de lo expues­to en los videos que os he envia­do. Antes que nada, os agra­dez­co que me hayáis dado la opor­tu­ni­dad de, aun­que a dis­tan­cia, cola­bo­rar con vues­tra lucha por la Revo­lu­ción Boli­va­ria­na. La Comu­na Panal 2021 de la parro­quia 23 de Enero, como ya se la cono­ce inter­na­cio­nal­men­te, es un ejem­plo de crea­ti­vi­dad popu­lar, de explo­ra­ción y desa­rro­llo del enor­me poten­cial eman­ci­pa­dor que el pue­blo comu­ne­ro gene­ra en su auto de orga­ni­za­ción dia­ria. Como vere­mos, la Comu­na Panal 2021 y en espe­cial su juven­tud, es un ejem­plo de dia­léc­ti­ca, es decir, de opción dia­ria por la liber­tad en medio de muy duros con­flic­tos en los que nos juga­mos la vida.

Me per­mi­ti­réis que haya esco­gi­do al Che para nos sir­va de com­pa­ñe­ro en este tema, y en todos. Lo he hecho por, al menos, tres razo­nes obvias: una, el Che había estu­dia­do medi­ci­na y obte­ni­do la titu­la­ción de médi­co. Si hay algo en este mun­do que con­fir­me en todo momen­to los prin­ci­pios de la dia­léc­ti­ca, eso es la vida, el naci­mien­to, la salud y la muer­te que siem­pre y por mil veri­cue­tos da paso a otras for­mas de vida. Dos, Vene­zue­la y Cuba se enfren­tan a los mis­mos enemi­gos mor­ta­les demos­tran­do una impre­sio­nan­te capa­ci­dad crea­ti­va, acti­va, no solo de resis­ten­cia pasi­va. Y tres, la dia­léc­ti­ca apa­re­ce desa­rro­lla­da en el tex­to del Che dedi­ca­do a la juven­tud cuba­na que, sal­tan­do las dife­ren­cias for­ma­les, sir­ve tam­bién para la juven­tud del Colec­ti­vo Ale­xis Vive y de Vene­zue­la, de hecho, para la juven­tud mun­dial que se encuen­tre en las mis­mas circunstancias.

Vamos a divi­dir este espa­cio en cin­co par­tes fun­da­men­ta­les. La pri­me­ra será un ade­lan­to impres­cin­di­ble de qué es la dia­léc­ti­ca uti­li­zan­do la edu­ca­ción y pen­sa­mien­to del Che, for­ma­do en bue­na par­te por la rica inter­ac­ción entre méto­do médi­co, cono­ci­mien­to eco­nó­mi­co, con­cien­cia polí­ti­ca, valo­res éti­cos, etc. Las otras cua­tro par­tes expli­ca­rán la dia­léc­ti­ca uti­li­zan­do los pun­tos en los que cen­tra el Che en el escri­to dedi­ca­do a la juven­tud: el estu­dio, el tra­ba­jo, la defen­sa y la creatividad.

2.- DIALECTICA 

Las pri­me­ras refe­ren­cias escri­tas sobre el con­cep­to de dia­léc­ti­ca apa­re­cen en la cul­tu­ra de la Gre­cia Anti­gua de alre­de­dor de hace 2700 años. Enton­ces el tér­mino dia­léc­ti­ca desig­na­ba el pro­ce­so de hablar, pen­sar, deba­tir colec­ti­va­men­te para resol­ver pro­ble­mas de inte­rés común; a la vez y por ello mis­mo, era un tér­mino con una car­ga posi­ti­va, de solu­cio­nar pro­ble­mas gra­ves median­te el aná­li­sis colec­ti­vo, es decir, tenía un sen­ti­do posi­ti­vo por­que hacía refe­ren­cia al méto­do de bus­car solu­cio­nes de pro­ble­mas para encon­trar alter­na­ti­vas nue­vas. Es por tan­to un tér­mino inse­pa­ra­ble del avan­ce hacia la liber­tad que se obtie­ne al resol­ver los pro­ble­mas que empeo­ran la vida.

Es en la Ilía­da en don­de el tér­mino de dia­léc­ti­ca adquie­re una con­cre­ción pre­ci­sa: no sólo es el méto­do de estu­diar a fon­do los pro­ble­mas para encon­trar las solu­cio­nes, sino que sobre todo es el méto­do para deter­mi­nar qué solu­ción hay que tomar por dura y radi­cal que sea para resol­ver ese pro­ble­ma. Pero lo fun­da­men­tal de la dia­léc­ti­ca es la exi­gen­cia inape­la­ble de lle­var esa solu­ción a la prác­ti­ca, lle­var­la a la acción, no limi­tar­se a la pala­bre­ría: es el méto­do que lle­va a ele­gir la opción prác­ti­ca más efec­ti­va una vez que se han estu­dia­do y se han recha­za­do el res­to de opciones.

Lle­ga­dos a este pun­to tene­mos que vol­ver al Che, un lec­tor empe­der­ni­do que devo­ra­ba innu­me­ra­bles libros con ver­da­de­ra ham­bre inte­lec­tual. Como médi­co, el Che apren­dió que la salud está siem­pre en movi­mien­to, aun­que, en apa­rien­cia, una per­so­na no nece­si­te ir con urgen­cia al hos­pi­tal. Apren­dió que la salud es el resul­ta­do de mul­ti­tud de fac­to­res no solo bio­ló­gi­cos, sino tam­bién psi­co­ló­gi­cos, socia­les, cli­má­ti­cos, ali­men­ta­rios, etc., cada uno con su pro­pio movi­mien­to espe­cí­fi­co, pero todos actuan­do imper­cep­ti­ble y con­jun­ta­men­te sobre la salud huma­na. El estu­dio rigu­ro­so de tan­tos fac­to­res invi­si­bles a pri­me­ra vis­ta es fun­da­men­tal: hay que estu­diar para des­cu­brir­los cuan­to antes.

Es decir, todo está en movi­mien­to y todo está rela­cio­na­do con todo median­te veri­cue­tos difí­ci­les de ver, de modo que, si no hay un segui­mien­to pre­ven­ti­vo, pue­de sur­gir la enfer­me­dad cuan­do menos se la espe­re, y lo más pro­ba­ble es que se agra­ve si no se la tra­ta. Por tan­to, lle­ga el momen­to en el que hay que inter­ve­nir: el o la médi­ca ha de optar sobre qué tra­ta­mien­to pres­cri­bir. Sabe los efec­tos secun­da­rios de cada tra­ta­mien­to, pero aun así debe inter­ve­nir por­que está en jue­go la salud de la per­so­na. El Che cono­cía todo esto, pero dio un paso más: sabía que la huma­ni­dad es una sola, que las injus­ti­cias gol­pean y des­tro­zan la salud de la huma­ni­dad para enri­que­cer al impe­ria­lis­mo. Lo vivió en per­so­na en su lar­go via­je por Nues­tra­mé­ri­ca y se lo con­fir­ma­ban las pro­fun­das lec­tu­ras que nun­ca abandonó.

Su paso ade­lan­te con­sis­tió en apli­car el méto­do apren­di­do no solo a la per­so­na enfer­ma, sino a los pue­blos opri­mi­dos, y no solo en lo que ata­ñe a salud en sen­ti­do estric­to sino a lo fun­da­men­tal: la salud colec­ti­va en su sen­ti­do abso­lu­to, es decir, hay que aca­bar con la explo­ta­ción para recu­pe­rar la salud gene­ral. Aho­ra, con la Covid-19 y otras muchas enfer­me­da­des que no se tra­tan –empe­zan­do por las cau­sa­das por el ham­bre y la sed que se pro­pa­gan por el mun­do– por­que sus curas no son ren­ta­bles para la indus­tria impe­ria­lis­ta de la salud bur­gue­sa, sabe­mos que el Che tenía razón. Aquí mis­mo, en la Comu­na Panal 2021 tenéis la dura expe­rien­cia de cómo el impe­ria­lis­mo quie­re des­truir la salud popu­lar impi­dien­do la lle­ga­da de vacu­nas a Vene­zue­la. Ade­más de la salud indi­vi­dual de cada per­so­na, tam­bién se tra­ta de la vida en Venezuela.

Lo mis­mo está hacien­do con­tra Cuba y otros muchos pue­blos que no se arro­di­llan. Cuba tam­bién demues­tra que el Che, y que dece­nas de miles de per­so­nas, esta­ba en lo cier­to por­que apli­có la mejor medi­ci­na de todas: la revo­lu­ción socia­lis­ta y la inde­pen­den­cia obre­ra y popu­lar uni­da a ella. La salud bur­gue­sa, que tra­ta a la cla­se obre­ra como una mula de car­ga que hay que explo­tar has­ta que se ago­te, fue erra­di­ca­da de Cuba. Los médi­cos bur­gue­ses, que más que médi­cos son vete­ri­na­rios a las órde­nes del patrón, no tie­nen cabi­da en la Isla, mien­tras que la medi­ci­na cuba­na ayu­da a los pue­blos, pero es recha­za­da por las bur­gue­sías impe­ria­lis­tas. La medi­ci­na cuba­na es inter­na­cio­na­lis­ta como lo era el Che, por­que apli­ca la dia­léc­ti­ca de la uni­dad y lucha de con­tra­rios, como vere­mos luego.

El Che sabía que la dia­léc­ti­ca nos des­cu­bre la ver­dad cru­da: hay que inter­ve­nir sobre la enfer­me­dad sobre todo cuan­to más gra­ve es, y que la vida, la salud huma­na, depen­de de una com­ple­ji­dad de fac­to­res en los que, en últi­ma ins­tan­cia y en sen­ti­do gene­ral, domi­na el poder eco­nó­mi­co, polí­ti­co, cul­tu­ral y mili­tar de la mino­ría bur­gue­sa enri­que­ci­da con la explo­ta­ción de los pue­blos tra­ba­ja­do­res. Es esa opre­sión gene­ra­li­za­da la que pudre su salud. La feli­ci­dad, la cul­tu­ra, las risas y jue­gos de la infan­cia de estos pue­blos, depen­den de que sean due­ños de su liber­tad y no escla­vos del impe­ria­lis­mo. Por esto el Che dio el paso a la lucha revo­lu­cio­na­ria. Se nega­ba a ser un sim­ple vete­ri­na­rio obe­dien­te paga­do por la indus­tria impe­ria­lis­ta de la salud: que­ría que la salud socia­lis­ta sal­va­ra al mundo.

Se ha dicho con razón que dia­léc­ti­ca sig­ni­fi­ca el pro­ce­so de lucha por la liber­tad, aun­que ello impli­que asu­mir los peli­gros extre­mos. Este es el sen­ti­do esen­cial de la dia­léc­ti­ca tal cual apa­re­ce en la Ilía­da: los tro­ya­nos, cer­ca­dos por los grie­gos, saben que van a ser exter­mi­na­dos y escla­vi­za­dos si no ganan la gue­rra. Estu­dian, deba­ten, ana­li­zan todas las sali­das y las des­car­tan, menos una: «hay que luchar», es la úni­ca pero muy difí­cil for­ma de seguir vivos. Luchan y son exter­mi­na­dos, aun así, apor­tan una lec­ción vital a la huma­ni­dad: la dia­léc­ti­ca tam­bién tie­ne otras dos acep­cio­nes, una, no hay que mal­vi­vir como escla­vas y escla­vos, y otra, siem­pre hay que pre­pa­rar­se con ante­la­ción para la lucha en la que se deci­de la liber­tad o la muer­te. La esen­cia revo­lu­cio­na­ria de la dia­léc­ti­ca fue y es –segui­rá sien­do– la razón que expli­ca por qué des­de enton­ces has­ta aho­ra todas las cla­ses domi­nan­tes hacen titá­ni­cos esfuer­zos para des­acre­di­tar­la, para impe­dir su cono­ci­mien­to, para silenciarla…

3.- ESTUDIO

El pri­mer con­se­jo que da el Che a la juven­tud es el del estu­dio. Domi­nar la dia­léc­ti­ca es a la vez fácil y difí­cil. Es fácil, nues­tra espe­cie la prac­ti­ca des­de sus orí­ge­nes: si no, se hubie­ra extin­gui­do por­que no hubie­ra podi­do res­pon­der al cam­bio per­ma­nen­te de la reali­dad, a los nue­vos pro­ble­mas, a la com­ple­ji­dad en aumen­to. La bipe­des­ta­ción es ya un ejem­plo de dia­léc­ti­ca por­que exi­ge la evo­lu­ción per­ma­nen­te de todo el orga­nis­mo socio humano como una tota­li­dad que debe crear lo nue­vo a par­tir de lo vie­jo en el mis­mo pro­ce­so evo­lu­ti­vo, sin dete­ner el movimiento.

Con razón se cita al len­gua­je y a la domes­ti­ca­ción del fue­go como otros tan­tos ejem­plos de dia­léc­ti­ca, y es cier­to, sobre todo cuan­do inte­gra­mos la bipe­des­ta­ción, el len­gua­je, el fue­go, el arte, etc., en la dia­léc­ti­ca entre la mano y la men­te, entre el tra­ba­jo y el pen­sa­mien­to. Pode­mos hablar, así, de una dia­léc­ti­ca espon­tá­nea, natu­ral, que es la mis­ma que usa­mos en nues­tra pri­me­ra infan­cia cuan­do no para­mos de pre­gun­tar cosas, de com­pa­rar las res­pues­tas con la reali­dad, de expe­ri­men­tar, de pro­bar ante una nove­do­sa reali­dad dia­ria que debe­mos ir racionalizando.

Pero a la vez es difí­cil por dos razo­nes: una a la que ya nos hemos refe­ri­do, las cla­ses opre­so­ras siem­pre han limi­ta­do e inclu­so prohi­bi­do la difu­sión, el cono­ci­mien­to de la dia­léc­ti­ca mar­xis­ta. Den­tro de esta pri­me­ra razón hay que intro­du­cir la opo­si­ción de las fuer­zas refor­mis­tas a la dia­léc­ti­ca, no edu­can­do en ella a su mili­tan­cia, man­te­nién­do­la en la igno­ran­cia teó­ri­ca y en las limi­ta­das capa­ci­da­des del pen­sa­mien­to meca­ni­cis­ta, for­mal, que pue­de lle­gar sólo a la super­fi­cie de los pro­ble­mas ais­la­dos unos de otros. Des­de fina­les del siglo XIX, el refor­mis­mo ata­ca con odio a la dia­léc­ti­ca por­que defien­de la paz con el capi­tal mien­tras que la dia­léc­ti­ca demues­tra que es impo­si­ble esa paz social, excep­to si el pro­le­ta­ria­do acep­ta pasi­va­men­te la explotación.

La segun­da razón es que el apren­di­za­je del méto­do dia­léc­ti­co requie­re al menos dos con­di­cio­nes: estu­diar lo más rigu­ro­sa­men­te posi­ble la cre­cien­te com­ple­ji­dad en la que vivi­mos, y ade­más hacer­lo des­de den­tro de esa reali­dad, nun­ca abs­trac­ta­men­te des­de fue­ra de ella. Saber a qué se enfren­ta Vene­zue­la nos exi­ge estu­diar el capi­ta­lis­mo en sí y su for­ma actual, el impe­ria­lis­mo yan­qui y sus alian­zas con bur­gue­sías lati­no­ame­ri­ca­nas, sobre todo la colom­bia­na, y con la bur­gue­sía vene­zo­la­na, etc. Des­cu­bri­mos así la con­tra­dic­ción fun­da­men­tal entre capi­ta­lis­mo y socia­lis­mo a esca­la mun­dial, que afec­ta a todos los con­ti­nen­tes al mar­gen de su gra­do de desa­rro­llo en cada zona, al mar­gen de qué gra­do de con­cien­cia de ella tie­nen sus pueblos.

Pero debe­mos saber que nos resul­ta­rá muy difí­cil apren­der­lo si no lo estu­dia­mos colec­ti­va­men­te en nues­tra Comu­na Panal 2021 o en cual­quier otra expre­sión del poder comu­nal. La inte­lec­tua­li­dad indi­vi­dua­lis­ta se atra­gan­ta con la dia­léc­ti­ca por­que al vivir en su cómo­da bur­bu­ja idea­lis­ta tam­po­co des­cu­bre que esa con­tra­dic­ción fun­da­men­tal que deter­mi­na la vida mun­dial tie­ne en Vene­zue­la la for­ma de con­tra­dic­ción anta­gó­ni­ca la bur­gue­sía y la cla­se tra­ba­ja­do­ra. La pri­me­ra quie­re recu­pe­rar todo el poder per­di­do des­de la Revo­lu­ción Boli­va­ria­na y derro­tar del todo al pro­le­ta­ria­do, para lo que pide la ayu­da yan­qui y has­ta la inva­sión extran­je­ra de su país.

La bur­gue­sía sabe que esa inva­sión cau­sa­ría cen­te­na­res de miles de muer­tes atro­ces a manos del terro­ris­mo yan­qui, colom­biano e israe­lí, tal vez tam­bién bra­si­le­ño y ecua­to­riano, y que ella inclu­so per­de­ría par­te de su poder expro­pia­do por los inva­so­res, pero lo acep­ta gus­to­sa­men­te con tal de exter­mi­nar la Revo­lu­ción Boli­va­ria­na. Esto ense­ña que en todo pro­ble­ma lo deci­si­vo es su con­tra­dic­ción inter­na, es decir y siguien­do con este ejem­plo: el odio de la bur­gue­sía vene­zo­la­na al Esta­do comu­nal es la deci­si­va con­tra­dic­ción inter­na que le lle­va a entre­gar­se al impe­ria­lis­mo para aplas­tar así a su pue­blo, sien­do el impe­ria­lis­mo la for­ma exter­na de la con­tra­dic­ción anta­gó­ni­ca entre bur­gue­sía y pro­le­ta­ria­do. La dia­léc­ti­ca entre lo interno y externo ha de ser estu­dia­da aten­ta­men­te por­que su cono­ci­mien­to per­mi­te a Vene­zue­la cons­truir vita­les alian­zas inter­na­cio­na­les que aumen­tan sus fuer­zas de resis­ten­cia y avance.

Una de las cosas bue­nas que tie­ne el estu­dio colec­ti­vo de la dia­léc­ti­ca en medio de la uni­dad y lucha de con­tra­rios, por ejem­plo, en la vida dia­ria de la Comu­na Panal 2021, es que se apren­de in situ qué es la con­tra­dic­ción no anta­gó­ni­ca: aque­lla que sólo sepa­ra, que no enfren­ta a muer­te a una par­te de los explo­ta­dos de otras par­tes, impi­dien­do su uni­dad, etc. El dicho romano divi­de et impe­ra, divi­de y ven­ce­rás, demues­tra cómo el explo­ta­dor mani­pu­la las con­tra­dic­cio­nes no anta­gó­ni­cas del pue­blo para, median­te toda serie de pre­sio­nes, ata­ques, tram­pas, pro­me­sas, corrup­cio­nes y sobor­nos, con­ver­tir esas dife­ren­cias pun­tua­les reso­lu­bles fácil­men­te en irre­so­lu­bles con­tra­dic­cio­nes anta­gó­ni­cas den­tro del pue­blo para que una par­te luche con­tra la otra cum­plien­do el dicho popu­lar que, a río revuel­to, ganan­cia de pescadores.

Cual­quier poder comu­nal ha apren­di­do en su pra­xis dia­ria a tra­tar las con­tra­dic­cio­nes no anta­gó­ni­cas para desa­rro­llar la uni­dad del pue­blo obre­ro, impi­dien­do así su des­unión y el cre­ci­mien­to de las fuer­zas reac­cio­na­rias. Una de las mane­ras más efec­ti­vas de tra­tar las con­tra­dic­cio­nes no anta­gó­ni­cas es saber qué son, cómo apa­re­cen y actúan, y cuan­do des­apa­re­cen las for­mas prin­ci­pa­les y secun­da­rias de las con­tra­dic­cio­nes. Las prin­ci­pa­les son las que hay que resol­ver cuan­do antes, por ejem­plo: la intro­duc­ción de dro­gas y pros­ti­tu­ción por delin­cuen­tes orga­ni­za­dos por la con­tra­rre­vo­lu­ción, que si logran afian­zar­se pue­den dar el sal­to a terro­ris­tas arma­dos con cier­ta base de apo­yo de mafias y malan­dros en la par­te menos con­cien­cia­da del pue­blo, etc. El poder comu­nal ha de movi­li­zar­se en estas y otras for­mas prin­ci­pa­les de la con­tra­dic­ción por­que si cre­cen lle­ga­rán a ser extre­ma­da­men­te dañi­nas como se ha demos­tra­do tan­tas veces.

Las secun­da­rias son aque­llas que en esos momen­tos no supo­nen un peli­gro mayor como el ante­rior pero sobre las que tam­bién hay que inter­ve­nir a cier­ta dis­tan­cia para pre­pa­rar su erra­di­ca­ción pos­te­rior, por ejem­plo, cuan­do se sabe que una extra­ña sec­ta reli­gio­sa con mucho dine­ro ha abier­to legal­men­te un local en el barrio y empie­za a hacer pro­se­li­tis­mo ambi­guo repar­tien­do dine­ro o bie­nes; se sabe que el impe­ria­lis­mo las sub­ven­cio­na y uti­li­za, pero hay que tener más datos, hay que ver cómo actúan, etc., no vaya a ser por un error de pre­ci­pi­ta­ción en la denun­cia popu­lar pase a ser la sede lega­li­za­da de los malan­dros y con­tra­rre­vo­lu­cio­na­rio difi­cul­tan­do la lucha con­tra la secta.

Tra­tar bien estas for­mas secun­da­rias para que no sal­ten a prin­ci­pa­les es tan­to más urgen­te en lo rela­cio­na­do con las creen­cias reli­gio­sas dada su car­ga irra­cio­nal que pue­de lle­gar a ser faná­ti­ca, pero tam­bién el hecho cier­to de que hay gru­pos reli­gio­sos que actúan deci­di­da­men­te a favor de la Revo­lu­ción Boli­va­ria­na. Debe­mos ser peda­gó­gi­cos en lo rela­cio­na­do con creen­cias que por su abs­trac­ción idea­lis­ta se mue­ven en un uni­ver­so men­tal ajeno cuan­do no con­tra­rio al pen­sa­mien­to mate­ria­lis­ta y dia­léc­ti­co, cien­tí­fi­co-crí­ti­co, y a los valo­res que defien­de: dere­chos sexua­les, dere­chos de abor­to y divor­cio, etc.

Tar­de o tem­prano, la nega­ción de estos y otros dere­chos bási­cos pasa a ser la con­tra­dic­ción prin­ci­pal para la mayo­ría de la pobla­ción que los nece­si­ta para mejo­rar cua­li­ta­ti­va­men­te sus con­di­cio­nes de vida, su feli­ci­dad y su salud. Cuan­to antes nos pre­pa­re­mos y cuan­tas más masas movi­li­ce­mos en pos de esos y otros dere­chos, más se refor­za­rá la Revo­lu­ción Boli­va­ria­na. La con­tra­rre­vo­lu­ción dedi­ca muchos medios para mani­pu­lar las creen­cias reac­cio­na­rias, patriar­ca­les, racis­tas, movi­li­zán­do­las con­tra la liber­tad de los pue­blos, de las muje­res tra­ba­ja­do­ras fundamentalmente.

Estos y otros muchos casos nos demues­tran que el apren­di­za­je del méto­do dia­léc­ti­co ha de hacer­se «sobre el terreno», que exi­ge dis­ci­pli­na, deba­te y estu­dio colec­ti­vo. Démo­nos cuen­ta, ade­más, que sólo hemos tra­ta­do lo inme­dia­to, la acción socio­po­lí­ti­ca, eco­nó­mi­ca, cul­tu­ral, etc., de la Comu­na Panal 2021, y que no hemos entra­do a con­tra­dic­cio­nes más com­ple­jas, pro­fun­das y abar­ca­do­ras, en los que la dia­léc­ti­ca es tan intrin­ca­da como las con­tra­dic­cio­nes que la ali­men­tan. El desa­rro­llo de la cien­cia-crí­ti­ca crea nue­vos con­cep­tos para faci­li­tar sus avan­ces, y tan­to la cre­cien­te varie­dad de con­cep­tos cien­tí­fi­cos cómo los des­cu­bri­mien­tos logra­dos con­fir­man la dia­léc­ti­ca de la natu­ra­le­za, de la socie­dad y del pensamiento.

El Che sabía de la com­ple­ji­dad extre­ma y cre­cien­te de la vida, de la salud y de la socie­dad, y por eso era un estu­dio­so sis­te­má­ti­co para encon­trar colec­ti­va­men­te las solu­cio­nes no sólo a las for­mas prin­ci­pa­lessecun­da­rias de las con­tra­dic­cio­nes, sino tam­bién apren­der para los pro­ble­mas que sur­gi­rán cuan­do pro­fun­di­ce­mos de las for­mas a los con­te­ni­dos, de las con­tra­dic­cio­nes no anta­gó­ni­cas a las anta­gó­ni­cas, y de a sus for­mas exter­nas a la inter­nas, tenien­do siem­pre en cuen­ta la pri­ma­cía últi­ma y deci­si­va de la con­tra­dic­ción prin­ci­pal entre capi­ta­lis­mo y socia­lis­mo, entre la muer­te y la vida.

4.- TRABAJO

Los estu­dios de medi­ci­na, his­to­ria, eco­no­mía, filo­so­fía… habían ense­ña­do al Che que den­tro de la salud huma­na bulle la lucha de cla­ses, pre­sio­nan los terri­bles efec­tos de la explo­ta­ción asa­la­ria­da, del tra­ba­jo impues­to por las cla­ses explo­ta­do­ras, tra­ba­jo duro y ago­ta­dor que mina nues­tra salud físi­ca, men­tal y moral segun­do a segun­do. Esto lo saben has­ta los vete­ri­na­rios más reac­cio­na­rios e inhu­ma­nos, los que ayu­dan en las tor­tu­ras, por ejem­plo, los que se dicen «neu­tra­les y apo­lí­ti­cos» que atien­den sólo a quie­nes pue­den pagar los tra­ta­mien­tos aban­do­nan­do a su suer­te a los demás, y los que mien­ten al decir que no exis­ten rela­cio­nes entre la salud y el tra­ba­jo explo­ta­dor, etc.

La lucha de cla­ses está den­tro de noso­tros mis­mos, aun­que lo igno­re­mos. Aun­que no lo sepa­mos e inclu­so aun­que no lo que­ra­mos, somos par­tí­ci­pes pasi­vos de la lucha de cla­ses en gene­ral y en la que se libra en nues­tra salud. Se tra­ta de con­ver­tir­nos en agen­tes cons­cien­tes, acti­vos con visión a cor­to, medio y lar­go pla­zo. La lucha de los pue­blos tra­ba­do­res por redu­cir el tiem­po de tra­ba­jo explo­ta­dor y aumen­tar el tiem­po de liber­tad, de ocio libe­ra­dor, de tra­ba­jo pro­pio no explo­ta­do, reco­rre la his­to­ria huma­na des­de que se impu­so la pro­pie­dad pri­va­da, cuya pri­me­ra for­ma fue la opre­sión de la mujer por el hom­bre. Des­de enton­ces siem­pre luchan a muer­te dos con­cep­tos de tra­ba­jo anta­gó­ni­cos: el que debe­mos hacer por­que en el capi­ta­lis­mo no tene­mos más reme­dio para no morir­nos de ham­bre, lo que nos lle­va a mal­vi­vir en la injus­ti­ca y para enri­que­cer a la mino­ría, al impe­ria­lis­mo a cos­ta de nues­tra vida colectiva. 

La otra for­ma y esen­cia irre­con­ci­lia­ble con el tra­ba­jo ante­rior, con el explo­ta­dor, es el tra­ba­jo libre que hace­mos para ser más libres, más due­ños del des­tino de nues­tra Comu­na Panal 2021 y de la Vene­zue­la comu­ne­ra. Este segun­do tra­ba­jo es el úni­co ver­da­de­ra­men­te humano, el úni­co capaz de crear cosas nue­vas por­que tie­ne la crea­ti­vi­dad del valor de uso, como vere­mos al expo­ner la últi­ma de las tareas que el Che pro­pu­so a la juven­tud cuba­na en 1962: la juven­tud tie­ne que crear.

El Che se refie­re al tra­ba­jo ver­da­de­ra­men­te humano, al crea­ti­vo y esté­ti­co, en su tex­to sobre la juven­tud. Lo hace por­que sabe que siem­pre es impres­cin­di­ble pen­sar y actuar según la dia­léc­ti­ca de la uni­dad y lucha de con­tra­rios, dia­léc­ti­ca inse­pa­ra­ble de lo que es Vene­zue­la aho­ra mis­mo. Des­de el siglo XVI, por poner una fecha, los pue­blos de la Vene­zue­la de enton­ces ini­cia­ron la lucha con­tra los inva­so­res espa­ño­les; lue­go, des­de comien­zos del siglo XIX con­quis­ta­ron con infi­ni­tos sacri­fi­cios la pri­me­ra inde­pen­den­cia al expul­sar a los espa­ño­les; des­de fina­les del siglo XX la Revo­lu­ción Boli­va­ria­na avan­za en la segun­da inde­pen­den­cia, la del Esta­do comu­nal e inter­na­cio­na­lis­ta, una de cuyas expre­sio­nes es la Comu­na Panal 2021.

Es un avan­ce heroi­co, lleno de sacri­fi­ca­da lucha y a la vez feli­ci­dad, ale­gría y fies­ta popu­lar. En la len­gua de los ante­pa­sa­dos del Liber­ta­dor Bolí­var, el eus­ka­ra, prac­ti­ca­mos los lemas de jaiak eta borro­ka (fies­tas y lucha), y jaiak bai eta borro­ka ere bai (fies­tas sí y luchas tam­bién) Es la mis­ma filo­so­fía de la dia­léc­ti­ca de la libe­ra­ción vene­zo­la­na: los sacri­fi­cios para aca­bar con el escla­vis­mo eran inse­pa­ra­bles de la ale­gría de con­se­guir­lo; los sacri­fi­cios para derro­tar el gol­pe de Esta­do de 2002 y ven­cer lue­go la con­tra­rre­vo­lu­ción petro­le­ra, eran inse­pa­ra­bles de la ale­gría al sabo­rear los fru­tos de la vic­to­ria, y otro tan­to debe­mos decir de las suce­si­vas derro­tas que Vene­zue­la ha dado a todas las gua­rim­bas, al terro­ris­mo, a las que­mas de per­so­nas vivas por los fas­cis­tas, a los sabo­ta­jes ener­gé­ti­cos e infor­má­ti­cos, a los inten­tos de inva­sión, al cer­co eco­nó­mi­co y sani­ta­rio para ren­dir a su pue­blo por enfer­me­dad, ham­bre y muer­te, mien­tras pre­pa­ran otra inva­sión que pre­ten­den sea la definitiva…

Jaiak bai eta borro­ka ere bai, des­de lue­go, y si no que se lo pre­gun­ten al pue­blo cubano, pero estos prin­ci­pios son una par­te del poten­cial de la dia­léc­ti­ca de la uni­dad y lucha de con­tra­rios por­que lo fun­da­men­tal con­sis­te en demos­trar que la Vene­zue­la de hoy es el logro de haber ven­ci­do a la alian­za capi­ta­lis­ta entre los impe­ria­lis­mos extran­je­ros y las mino­ri­ta­rias cla­ses bur­gue­sas uni­das y ven­di­das a los impe­ria­lis­mos, como se con­fir­ma día a día. La uni­dad y lucha de con­tra­rios tam­bién está en el pre­sen­te vene­zo­lano por­que está en su his­to­ria y por­que esa alian­za impe­ria­lis­ta nece­si­ta aplas­tar a la Vene­zue­la cha­vis­ta, comu­ne­ra, explo­tar impu­ne­men­te sus recur­sos des­tru­yen­do la vida del pue­blo. El Che, al igual que cual­quier mar­xis­ta, sabía que el prin­ci­pal recur­so de un pue­blo es su fuer­za de tra­ba­jo, su cul­tu­ra, el exce­den­te que ha ate­so­ra­do y no sólo las rique­zas natu­ra­les de su país, y en espe­cial su juven­tud consciente.

Dado que la Comu­na Panal 2021 se carac­te­ri­za entre otras muchas vir­tu­des por impul­sar el avan­ce del tra­ba­jo crea­ti­vo, el tra­ba­jo esté­ti­co y libre, no alie­na­do ni explo­ta­do, por eso es una fuer­za cons­cien­te deci­si­va en el desa­rro­llo de la dia­léc­ti­ca de la libe­ra­ción. La juven­tud comu­ne­ra ha de seguir avan­zan­do por esa vía, por la sen­da que lle­va a que el pue­blo obre­ro sea pro­pie­ta­rio de su Vene­zue­la, que no lo sea el impe­ria­lis­mo. Y es que la uni­dad y lucha de con­tra­rios, que tie­ne su núcleo en el cho­que a muer­te entre el mor­te­cino tra­ba­jo explo­ta­do y la crea­ti­vi­dad eman­ci­pa­do­ra del tra­ba­jo libre.

Cuba es la úni­ca pro­pie­ta­ria del sí mis­ma por­que la juven­tud comu­nis­ta –comu­ne­ra– de 1962 sabía que sólo su mili­tan­cia orga­ni­za­da podía expan­dir el tra­ba­jo sin explo­ta­do­res, lo que haría libre a su Cuba y ayu­da­ría a la liber­tad huma­na. La liber­tad de ser posee­do­res de su pro­pio tra­ba­jo y de los recur­sos comu­nes que con él obtie­nen, ha per­mi­ti­do a la Isla impre­sio­nan­tes avan­ces médi­cos, vacu­nas que sor­pren­den por su efec­ti­vi­dad y mara­vi­llan a la inte­li­gen­cia huma­na. Si Cuba hubie­ra segui­do sien­do escla­va explo­ta­da por el amo yan­qui, como lo era antes de la Revo­lu­ción, aho­ra mis­mo su pue­blo mal­vi­vi­ría en con­di­cio­nes inimaginables.

Los logros lle­na­rían de orgu­llo al Che, y las y los jóve­nes de la Comu­na Panal 2021 debéis empe­zar a sen­tir el mis­mo orgu­llo que en estos mis­mos momen­tos vuel­ve a resis­tir otro brus­co endu­re­ci­mien­tos del ata­que impe­ria­lis­ta que sufre des­de su inde­pen­den­cia, bru­ta­li­dad que no debie­ra sor­pren­der a nadie que domi­ne la dia­léc­ti­ca de la uni­dad y lucha de contrarios.

5.- DEFENSA

El ter­cer con­se­jo que ofre­ce el Che a la juven­tud es el de pre­pa­rar­se para la defen­sa de la liber­tad, del socia­lis­mo. Es un con­se­jo ple­na­men­te actual en Vene­zue­la, en Cuba y en todos los pue­blos dig­nos, que se nie­gan a ser escla­vos. Hemos vis­to que en la Ilía­da de hace +/- 2700 años el tér­mino dia­léc­ti­ca deno­ta­ba el razo­na­mien­to de por qué hay que luchar en defen­sa o en con­quis­ta de la liber­tad. El Che sos­tie­ne en su tex­to que hay muchas for­mas de defen­sa del socia­lis­mo, que no todas tie­nen que ser arma­das sino que tam­bién y en cier­tos perío­dos sobre todo ha de ser una defen­sa que se plas­me en el desa­rro­llo de socio­eco­nó­mi­co, cul­tu­ral, téc­ni­co y cien­tí­fi­co… del socia­lis­mo, dotán­do­lo de una poder popu­lar tan fuer­te que nadie se atre­va a ata­car la Isla. Exac­ta­men­te lo mis­mo vale para Vene­zue­la y para la Comu­na Panal 2021.

La con­clu­sión lógi­ca del méto­do dia­léc­ti­co no es otra que el pre­pa­rar­se para la lucha, sea defen­si­va u ofen­si­va. Sus tres leyes –uni­dad y lucha de con­tra­rios, aumen­to cuan­ti­ta­ti­vo y sal­to cua­li­ta­ti­vo, y nega­ción de la nega­ción– par­ten y ter­mi­nan en la cons­ta­ta­ción de que no hay cam­bio, avan­ce, desa­rro­llo, vida, nove­dad, etc., sin la rup­tu­ra de la con­ti­nui­dad evo­lu­ti­va, sin el esta­lli­do más o menos brus­co del siem­pre pre­ca­rio y fugaz equi­li­brio ines­ta­ble de los pro­ce­sos que dan el sal­to a la emer­gen­cia de algo nue­vo. En esta diná­mi­ca lo vie­jo siem­pre se resis­te a ser supe­ra­do por lo nuevo.

Los rit­mos del cam­bio en la dia­léc­ti­ca de la natu­ra­le­za son bas­tan­te más len­tos que en los de la socie­dad y pen­sa­mien­to, son imper­cep­ti­bles para el cor­to tiem­po humano, pero exis­ten y van de lo sim­ple a lo com­ple­jo. La devas­ta­ción capi­ta­lis­ta los está ace­le­ran­do ponien­do a la natu­ra­le­za y por tan­to a la espe­cie huma­na al bor­de de la sex­ta gran extin­ción de las for­mas de vida. De hecho, la catás­tro­fe socio­eco­ló­gi­ca es una demos­tra­ción irre­fu­ta­ble de la con­ca­te­na­ción de las dia­léc­ti­cas de la natu­ra­le­za, de la socie­dad y del pen­sa­mien­to bajo la irra­cio­na­li­dad del capitalismo.

En la dia­léc­ti­ca de la socie­dad esa resis­ten­cia pue­de lle­gar a ser terri­ble, cri­mi­nal, geno­ci­da inclu­so, y en la dia­léc­ti­ca del pen­sa­mien­to, la resis­ten­cia de lo vie­jo se expre­sa median­te el man­te­ni­mien­to de la incul­tu­ra y del anal­fa­be­tis­mo fun­cio­nal impues­to con una edu­ca­ción auto­ri­ta­ria, con la pro­pa­gan­da, men­ti­ras, dog­mas, cen­su­ras, prohi­bi­cio­nes y has­ta tor­tu­ras. Peor aún, el capi­ta­lis­mo está fre­nan­do el desa­rro­llo de la cien­cia-crí­ti­ca por­que ésta des­cu­bre su irra­cio­na­li­dad estruc­tu­ral: la indus­tria de la matan­za de seres huma­nos según la con­cep­tua­li­za­ción de Marx y Engels, con­fir­ma el fana­tis­mo des­truc­tor del capi­tal. El impe­ria­lis­mo inten­ta negar­lo o sua­vi­zar­lo hablan­do de «com­ple­jo indus­trial-mili­tar», tér­mino divul­ga­do por el impe­ria­lis­ta Eisenho­wer, para ocul­tar el ver­da­de­ro papel del militarismo.

La defen­sa de Vene­zue­la, por ceñir­nos a la juven­tud del Colec­ti­vo Ale­xis Vive, debe res­pon­der a las tres gran­des for­mas de bru­ta­li­dad capi­ta­lis­ta que el méto­do dia­léc­ti­co saca a la luz. Empe­zan­do por los ata­ques bur­gue­ses a la cien­cia-crí­ti­ca, al pen­sa­mien­to crea­ti­vo y libre, la juven­tud comu­ne­ra ha de mul­ti­pli­car el estu­dio y el deba­te en las masas con la peda­go­gía del ejem­plo, mos­tran­do cuan peli­gro­sa y dañi­na es la ofen­si­va irra­cio­na­lis­ta del capi­tal a nivel mun­dial y en Vene­zue­la. El méto­do dia­léc­ti­co, la cien­cia-crí­ti­ca, es un arma revo­lu­cio­na­ria espe­cial­men­te valio­sa para la juven­tud obre­ra por­que le capa­ci­ta para cono­cer­se a sí mis­ma, a su con­cien­cia, a su cuer­po, a sus necesidades.

La defen­sa de las con­quis­tas socia­les, de los dere­chos y del avan­ce al Esta­do comu­nal debe ser simul­tá­nea a la defen­sa del méto­do dia­léc­ti­co inter­vi­nien­do espe­cial­men­te en el anta­go­nis­mo entre el tra­ba­jo alie­na­do, explo­ta­do, con­sus­tan­cial al capi­ta­lis­mo y el tra­ba­jo libre, crea­ti­vo. Esta lucha ser­vi­rá de poco si no se orien­ta a redu­cir en lo posi­ble el tiem­po de tra­ba­jo capi­ta­lis­ta aumen­tan­do el tiem­po de tra­ba­jo comu­nal y con él, el tiem­po de tra­ba­jo libre, de ocio crea­ti­vo, colec­ti­vo. La lucha por el tiem­po pro­pio, socia­lis­ta, y con­tra el tiem­po bur­gués, machis­ta, racis­ta, euro­cén­tri­co, dog­má­ti­co e igno­ran­te, esta lucha deci­de jun­to con otras, pri­me­ro, la super­vi­ven­cia de la Revo­lu­ción Boli­va­ria­na ante el recru­de­ci­mien­to de las agre­sio­nes impe­ria­lis­tas, y segun­do, amplía las fuer­zas de avan­ce median­te la pre­fi­gu­ra­ción del futu­ro en el presente.

La defen­sa de la natu­ra­le­za, es decir, de la vida y de la salud del pla­ne­ta y de nues­tra espe­cie es ya una urgen­te nece­si­dad como lo vemos no sólo en la pan­de­mia, sino en los efec­tos de la catás­tro­fe socio­eco­ló­gi­ca sobre los pue­blos tra­ba­ja­do­res. Aquí tene­mos que recor­dar y refor­zar, ade­más del inter­na­cio­na­lis­mo del Che, tam­bién el inter­na­cio­na­lis­mo soli­da­rio de Chá­vez teo­ri­za­do en sus tex­tos sobre el empleo del cru­do y de las gran­des rique­zas vene­zo­la­nas en la soli­da­ri­dad con otras nacio­nes. El mun­do en uno, y la acción de la Comu­na Panal 2021 en esta pro­ble­má­ti­ca bene­fi­cia al con­jun­to de la huma­ni­dad y con ello refuer­za a Vene­zue­la. Como vemos, el prin­ci­pio dia­léc­ti­co de la con­ca­te­na­ción uni­ver­sal de los pro­ce­sos nos expli­ca por qué la defen­sa de cual­quier avan­ce comu­ne­ro, por peque­ño que apa­ren­te ser, es a la vez refor­za­mien­to del avan­ce del inter­na­cio­na­lis­mo anti­im­pe­ria­lis­ta en el mundo.

6.- CREATIVIDAD

El cuar­to con­se­jo del Che a la juven­tud es el más duro y crí­ti­co, y el más car­ga­do de dia­léc­ti­ca: si la juven­tud no crea cosas nue­vas, no abre hori­zon­tes, enton­ces es una juven­tud anó­ma­la por­que es dócil, res­pe­tuo­sa con la tra­di­ción y teme­ro­sa de enfren­tar­se a pro­ble­mas nue­vos. Es una juven­tud pre­ma­tu­ra­men­te enve­je­ci­da, pero la revo­lu­ción debe ser siem­pre joven. Recor­de­mos que el Che escri­bió estas pala­bras en 1962, muy poco des­pués de la vic­to­ria revo­lu­cio­na­ria: ya detec­tó indi­cios de aco­mo­da­ción al nue­vo esta­tus y de debi­li­ta­mien­to de ini­cia­ti­va juvenil.

Es el más car­ga­do de dia­léc­ti­ca por­que, según esta filo­so­fía, no pue­de exis­tir crea­ti­vi­dad sin crí­ti­ca de lo esta­ble­ci­do. Crear algo es intro­du­cir una nove­dad cua­li­ta­ti­va que no exis­tía antes, es decir, que lle­na un hue­co, un vacío o que mejo­ra cua­li­ta­ti­va­men­te algo que ya esta­ba enve­je­ci­do, supe­ra­do; más aún, en medio de la lucha de cla­ses, crear algo nue­vo es ata­car las raí­ces del capi­ta­lis­mo, todo lo cual exi­ge de una capa­ci­dad crí­ti­ca que des­cu­bra lo vie­jo y cons­tru­ya lo nuevo.

La bue­na crí­ti­ca es crea­ti­va por­que ade­más de des­cu­brir lo vie­jo tam­bién ofre­ce la solu­ción con­cre­ta mate­ria­li­za­da en la crea­ción de lo nue­vo. Por ejem­plo, la juven­tud de la Comu­na Panal 2021 se da cuen­ta que hace fal­ta inten­si­fi­car la lucha teó­ri­ca y éti­ca por­que se está abrien­do un vacío peli­gro­so entre sec­to­res juve­ni­les poco o nada con­cien­cia­dos, mani­pu­la­bles por la con­tra, y la juven­tud comu­ne­ra, y tras el estu­dio crí­ti­co de la esa con­tra­dic­ción orga­ni­za, crea un medio de comu­ni­ca­ción inte­gral que no exis­tía antes. De hecho, la vida coti­dia­na está lle­na de ejem­plos sobre la inter­ac­ción entre la crí­ti­ca y la crea­ti­vi­dad, y esa inter­ac­ción es esen­cial al avan­ce del cono­ci­mien­to, de la cien­cia-crí­ti­ca, de las artes, por no hablar de la vida socio­po­lí­ti­ca, eco­nó­mi­ca y mili­tar. Posi­ble­men­te sea en la cien­cia y en la gue­rra en don­de más impor­tan­cia adquie­re esa uni­dad tan­to para la bueno, como para lo malo, cuan­do no se apli­ca, cuan­do se repi­ten dog­mas y erro­res que cues­tan vidas humanas.

La ley del aumen­to cuan­ti­ta­ti­vo y sal­to cua­li­ta­ti­vo expli­ca per­fec­ta­men­te este pro­ce­so. Por aumen­to cuan­ti­ta­ti­vo enten­de­mos aquí la pro­gre­si­va cons­ta­ta­ción de que algo anda mal, de que no obte­ne­mos los resul­ta­dos bus­ca­dos, de que repe­ti­mos erro­res, etc., de modo que inten­si­fi­ca­mos nues­tra inves­ti­ga­ción crí­ti­ca, superan­do creen­cias e hipó­te­sis has­ta que, lle­ga­do un momen­to, sal­ta­mos de la crí­ti­ca a la solu­ción crean­do lo nue­vo. Se dirá que es una expli­ca­ción muy sim­ple, y es cier­to por­que la hace­mos muchas veces en nues­tra vida pero sin una sis­te­ma­ti­za­ción teó­ri­ca que nos aho­rra­ría mucho tiem­po en la detec­ción de los fallos y en la crea­ción de las solu­cio­nes nue­vas. Lo bási­co de ese sis­te­ma teó­ri­co es la dialéctica.

La impor­tan­cia del sis­te­ma teó­ri­co que nos aho­rra tiem­po estri­ba en que nos advier­te que sólo hemos dado el pri­mer paso con la crea­ción de lo nue­vo, que no pode­mos parar ahí, que­dar­nos dor­mi­dos, por­que si dete­ne­mos el movi­mien­to per­ma­nen­te de la crí­ti­ca crea­ti­va más tem­prano que tar­de nos suce­de­rá lo que le suce­dió a la juven­tud cuba­na en 1962 como ya lo detec­ta­ba el Che: sin esa crí­ti­ca per­de­mos crea­ti­vi­dad y gana­mos doci­li­dad, vicio impro­pio de la juven­tud. La solu­ción a ese peli­gro no es otras que asu­mir la ley de la nega­ción de la nega­ción, es decir, que algo de lo vie­jo se inte­gra en lo nue­vo crea­do que, a su vez, entra­rá casi al ins­tan­te en una pro­pia lucha inter­na pero a otra esca­la superior.

Por ejem­plo, la juven­tud comu­ne­ra ha crea­do un sis­te­ma inte­gral de inter­co­mu­ni­ca­ción crí­ti­ca y crea­ti­va con los sec­to­res menos con­cien­cia­dos de juven­tud del pue­blo. La Comu­na Panal 2021se equi­vo­ca­ría si come­tie­se el error de creer que el pro­ble­ma está ya solu­cio­na­do para siem­pre. El movi­mien­to per­ma­nen­te es una de las carac­te­rís­ti­cas esen­cia­les de la uni­dad y lucha de con­tra­rios, y si la revo­lu­ción se duer­me o se rela­ja de inme­dia­to la con­tra­rre­vo­lu­ción ata­ca con más fuer­za. La juven­tud del Colec­ti­vo Ale­xis Vive lo sabe per­fec­ta­men­te y por eso toma medi­das para impe­dir el triun­fa­lis­mo sui­ci­da, sien­do una de ellas el man­te­ner siem­pre acti­va la crí­ti­ca y la autocrítica.

De este modo, lo nue­vo, ese medio de comu­ni­ca­ción, asu­me en su nove­dad la vie­ja expe­rien­cia del ador­me­ci­mien­to y la doci­li­dad, e inte­gra la per­ma­nen­te crí­ti­ca y auto­crí­ti­ca con ellas como ele­men­tos esen­cia­les de ese medio de comu­ni­ca­ción. Así, la crea­ti­vi­dad se expan­di­rá más y más, pero este pro­ce­so no es tan auto­má­ti­co ni tan fácil por­que, por un lado, den­tro mis­mo del gru­po sur­gi­rán dife­ren­cias, opo­si­cio­nes y con­tra­dic­cio­nes, y fue­ra del gru­po, en la calle, se verá cómo la con­tra reac­cio­na con otras inno­va­cio­nes y con más medios de alie­na­ción. Y es la lucha de cla­ses nun­ca se detie­ne, siem­pre está en movi­mien­to, lo que exi­ge a la crí­ti­ca estar siem­pre despierta.

La ley de la nega­ción de la nega­ción, expli­ca por qué la juven­tud comu­ne­ra debe saber al menos dos cosas: una, que la lucha nun­ca se detie­ne y que siem­pre se com­ple­ji­za, se rami­fi­ca, crea pro­ble­mas nue­vos a los que hay que res­pon­der; y otra, que la crea­ti­vi­dad y la crí­ti­ca siem­pre moles­ta a los sec­to­res opor­tu­nis­tas que pudie­ra haber en la direc­ción revo­lu­cio­na­ria. Ambas lec­cio­nes son fun­da­men­ta­les: la nega­ción de la nega­ción es el pro­ce­so por el cual lo peor de lo vie­jo es exclui­do de la crea­ción de lo nue­vo, echa­do al basu­re­ro de la his­to­ria, mien­tras que lo mejor de lo vie­jo sí es inte­gra­do en lo nue­vo, con­ti­nuan­do su proceso.

Por ejem­plo, la crí­ti­ca des­cu­bre que varios com­pa­ñe­ros son indo­len­tes, vagos, que no desa­rro­llan todas sus poten­cia­li­da­des, sien­do en par­te o en todo res­pon­sa­bles de los fra­ca­sos. La crí­ti­ca sabe que lo nue­vo no pue­de inte­grar a esos com­pa­ñe­ros por­que vol­ve­rán a repe­tir los mis­mos com­por­ta­mien­tos, así que los apar­ta, los exclu­ye. Esta­mos aquí ante la pri­me­ra par­te de la nega­ción de la nega­ción: des­cu­brir lo que no sólo no sir­ve para lo nue­vo sino que ade­más lo haría fra­ca­sar si siguie­ra den­tro de lo crea­do. La dia­léc­ti­ca mues­tra que ha lle­ga­do el momen­to de optar, de deci­dir sobre si con­tar con ellos o no, o sea, esta­mos en la pri­me­ra nega­ción del pasado.

Lógi­ca­men­te se les exclu­ye de lo nue­vo, pero a la vez se pide ayu­da a las com­pa­ñe­ras que sí han tra­ba­ja­do y muy bien en el pasa­do, que sí saben, pue­den y quie­ren apor­tar en lo nue­vo; es más, algu­nas o todas ellas han par­ti­ci­pa­do en la inves­ti­ga­ción cri­ti­ca de los erro­res come­ti­dos, y lógi­ca­men­te se pide a las com­pa­ñe­ras que sigan y has­ta que diri­jan en la crea­ción nue­va. Es la segun­da nega­ción, la que se apli­ca a los com­pa­ñe­ros vagos e indo­len­tes. Pero, ade­más, la nega­ción de la nega­ción advier­te que siem­pre hay que estar en guar­dia por­que, mien­tras exis­ta el capi­ta­lis­mo, exis­ti­rán los mons­truos. Así com­pren­de­mos fácil­men­te que esta dia­léc­ti­ca es into­le­ra­ble para los buró­cra­tas, opor­tu­nis­tas, pese­bre­ros, adve­ne­di­zos, corrup­tos… que pulu­lan alre­de­dor de los pues­tos y sillo­nes de man­do que­rien­do apro­piár­se­los para siempre.

Aun­que fue escri­ta en 1962, la dia­léc­ti­ca pre­sen­te en la car­ta del Che a la juven­tud sigue man­te­nien­do todo su poder revo­lu­cio­na­rio en la Vene­zue­la de hoy.

IÑAKI GIL DE SAN VICENTE

EUSKAL HERRIA 26 de julio de 2021

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