Argen­ti­na. Por una ESI que rei­vin­di­que el placer

Por María Inés Alva­ra­do, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 12 de agos­to de 2021. 

Quie­nes defen­de­mos la ESI rei­vin­di­ca­mos la impor­tan­cia que tie­ne hablar de goce o de pla­cer. Si bien el psi­co­aná­li­sis hace una dife­ren­cia sutil entre ambas pala­bras ‑para Lacan el pla­cer sería lo que expe­ri­men­ta­mos cuan­do sen­ti­mos algo como agra­da­ble, con­tra­rio a lo des­agra­da­ble o al dolor, mien­tras que el goce es un sen­ti­mien­to inten­so, vin­cu­la­do a la exci­ta­ción- sabe­mos que, en la jer­ga coti­dia­na, estos con­cep­tos se aso­cian con la acti­vi­dad sexual, lo que hace que, muchas veces, sea olvi­da­do su tra­ta­mien­to en las aulas.

¿Qué nos da pla­cer? ¿Qué acti­vi­da­des, situa­cio­nes, expe­rien­cias nos gene­ran pla­cer? ¿Habla­mos de ellas en el aula? El pla­cer es un motor, que per­mi­te que poda­mos hacer cosas por ganas, y es suma­men­te impor­tan­te en el pro­ce­so de enseñanza/​aprendizaje pero, como gene­ral­men­te se aso­cia el pla­cer a la sexua­li­dad, poco se lo men­cio­na en los espa­cios públi­cos. ¿Y el goce? ¿Alguien algu­na vez se ani­mó a tra­ba­jar con estu­dian­tes la dife­ren­cia entre el gozo que impli­ca una sen­sa­ción de feli­ci­dad con la idea del goce rela­cio­na­do con la geni­ta­li­dad? Y sigo pre­gun­tan­do ¿habla­mos de orgas­mo en nues­tras prác­ti­cas docen­tes? Cuan­tas veces habre­mos deja­do de lado estas pala­bras por­que men­cio­nar­las nos lle­va a pen­sar en sexo, y esto muchas veces, da pudor.

Por una ESI que reivindique el placer
Por una ESI que rei­vin­di­que el placer

El sexo sigue sien­do un tema tabú en muchos ámbi­tos y tér­mi­nos como pla­cer, goce u orgas­mo no son bien reci­bi­dos ni en las aulas ni en las mesas fami­lia­res. Duran­te siglos las muje­res solían son­ro­jar­se fren­te a esas pala­bras y la posi­bi­li­dad de expe­ri­men­tar­las en su pro­pio cuer­po que­da­ba guar­da­da en el mayor de los silen­cios. Hoy, en pleno siglo XXI, aún exis­ten pre­jui­cios alre­de­dor de este tema y, pese a los avan­ces que se han rea­li­za­do para apren­der a cono­cer cómo fun­cio­na el pla­cer sexual en los cuer­pos con vul­va, sigue sien­do nece­sa­rio visi­bi­li­zar que le otor­ga pla­cer a las muje­res. Es por esto que, de la mano de los movi­mien­tos femi­nis­tas de varios paí­ses, des­de prin­ci­pios de siglo se cele­bra el 8 de agos­to el Día Inter­na­cio­nal del Orgas­mo Feme­nino. ¿Se habi­li­ta des­de la ESI la posi­bi­li­dad de hablar de pla­cer sexual? Poco, o casi nada.

El orgas­mo es el clí­max y el pun­to de más pla­cer que se expe­ri­men­ta duran­te la acti­vi­dad coital y, el orgas­mo en cuer­pos con vul­va, sigue sien­do el menos men­cio­na­do en las cla­ses de edu­ca­ción sexual. Tal vez se nom­bre al clí­to­ris como el órgano por exce­len­cia que brin­da pla­cer geni­tal a muje­res y per­so­nas con vul­va, pero no siem­pre se ahon­da en el hecho de que la esti­mu­la­ción del mis­mo pro­du­ce múl­ti­ples sen­sa­cio­nes, que muchas per­so­nas pue­den alcan­zar el orgas­mo solo con la esti­mu­la­ción de sus pezo­nes por­que el cuer­po posee muchas zonas eró­ge­nas y, para lle­var una vida sexual pla­cen­te­ra y sin ata­du­ras, lo mejor es el auto­co­no­ci­mien­to que se logra con la mas­tur­ba­ción para alcan­zar el placer.

Infor­mar en las escue­las acer­ca de la sexua­li­dad y poder dis­cu­tir sobre las for­mas de alcan­zar un orgas­mo, mejo­ra la cali­dad de vida, no solo de las muje­res y per­so­nas con vul­va, sino tam­bién las rela­cio­nes de pare­ja, por­que corre la mira­da de las prác­ti­cas coi­to­cen­tris­tas y falo­cén­tri­cas al poder visi­bi­li­zar que no se nece­si­ta un varón con pene que ayu­de a una mujer a sen­tir pla­cer, sino que cada per­so­na debe inte­rio­ri­zar­se sobre su pro­pia sexua­li­dad y des­cu­brir­la a par­tir del acce­so a la infor­ma­ción correc­ta. Expli­car, entre otras cosas que los geni­ta­les feme­ni­nos están ocul­tos lo cual difi­cul­ta el con­tac­to visual y hace que sea nece­sa­rio uti­li­zar un espe­jo para obser­var­los y poder cono­cer el pro­pio cuerpo.

Tati Espa­ñol auto­ra y desa­rro­lla­do­ra de la inves­ti­ga­ción Todo sobre tu vul­va, lle­va varios años visi­bi­li­zan­do en sus char­las y en su cuen­ta de Ins­ta­gram @taties­pa­nol, pro­mue­ve la impor­tan­cia del auto­co­no­ci­mien­to. “Como todo cono­ci­mien­to es poder y el cono­ci­mien­to sobre nues­tra sexua­li­dad está social­men­te tan nega­do y tan prohi­bi­do, al lle­nar­nos de esa infor­ma­ción, vamos a com­pren­der nues­tro pla­cer y nues­tra sexua­li­dad y, en base a esto, empe­za­re­mos a armar nues­tro pro­pio mode­lo sexual que, gene­ral­men­te, está por fue­ra del que nos impu­sie­ron como un úni­co mode­lo, que es el del coi­to”.

Hoy tene­mos la herra­mien­ta pri­vi­le­gia­da para hablar de pla­cer. La ESI invo­lu­cra esta pala­bra. La sexua­li­dad debe dejar de ser tabú, y les docen­tes debe­mos acom­pa­ñar a jóve­nes y ado­les­cen­tes en el camino por la bús­que­da de su pla­cer, escu­chan­do sus nece­si­da­des y dán­do­les la infor­ma­ción que pre­ci­sen para cons­truir una sexua­li­dad libre, sin tan­ta cul­pa, con más diá­lo­go y mucho pla­cer. Incluir la ESI en las aulas no es solo hablar de pre­ven­ción de emba­ra­zos, ni de pla­ni­fi­ca­ción fami­liar, ni sólo repe­tir de memo­ria los méto­dos anti­con­cep­ti­vos o los órga­nos que for­man par­te del sis­te­ma geni­tal. La ESI invi­ta a cues­tio­nar nues­tros dis­cur­sos en rela­ción a la sexua­li­dad, refle­xio­nar acer­ca del auto­co­no­ci­mien­to del pro­pio cuer­po y sus posi­bi­li­da­des de dis­fru­te, el res­pe­to por las dife­ren­tes mane­ras de sen­tir y dar pla­cer; de gene­rar herra­mien­tas de empo­de­ra­mien­to rela­cio­na­das con las subjetividades.

El pla­cer de las muje­res y per­so­nas con vul­va, fue un dis­cur­so silen­cia­do en la vida coti­dia­na ‑muchas veces acom­pa­ña­do con fuer­tes pre­jui­cios hacia aque­llas que dis­fru­ta­ban de su acti­vi­dad sexual- y que hoy debe salir de ese man­to de olvi­do y empe­zar a cir­cu­lar las aulas de la mano de los dere­chos sexua­les y del dere­cho a deci­dir sobre el pro­pio cuerpo.

(*) Docen­te, comu­ni­ca­do­ra. Co-direc­to­ra de La ESI en jue­go.
Colum­nis­ta de Dia­rio Digi­tal Femenino



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