Eco­lo­gía Social. Frac­king en Amé­ri­ca Lati­na, entre las pro­me­sas de expan­sión y las denuncias

Por Juan Parri­lla , Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 23 de julio de 2021.

El frac­king (o frac­tu­ra hidráu­li­ca) avan­za en Amé­ri­ca lati­na. O, al menos, eso es a lo que aspi­ran algu­nos de sus gobier­nos. No obs­tan­te, pese al impul­so que inten­tan dar­le y a los millo­na­rios sub­si­dios esta­ta­les que se han otor­ga­do a la acti­vi­dad en los últi­mos años, esta no ha teni­do has­ta aho­ra la mis­ma fuer­za en la región que en los Esta­dos Unidos.

Esta téc­ni­ca, resis­ti­da por sus efec­tos nega­ti­vos sobre la salud tan­to de las per­so­nas como del ambien­te, per­mi­te extraer gas y petró­leo no con­ven­cio­na­les. Para ello, per­fo­ra el sub­sue­lo a miles de metros e inyec­ta gran­des can­ti­da­des de agua, are­na y quí­mi­cos a gran pre­sión para extraer los mine­ra­les de la roca madre.

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Argen­ti­na y Méxi­co son los paí­ses que más han ape­la­do a ella. Se les suma Chi­le, que cuen­ta con una peque­ña explo­ta­ción en el sur. Pero no son los úni­cos que sue­ñan con esta tec­no­lo­gía sos­pe­cha­da has­ta de pro­vo­car sis­mos: en Colom­bia y Uru­guay, rigen dos mora­to­rias, mien­tras que los petro­le­ros boli­via­nos año­ran tener su pro­pia Vaca Muer­ta a pesar de la resis­ten­cia de comu­ni­da­des indí­ge­nas y campesinas. 

Qué no, que sí

El 1º de diciem­bre de 2018, horas des­pués de asu­mir como pre­si­den­te, Andrés Manuel López Obra­dor pre­sen­tó sus 100 com­pro­mi­sos de gobierno, entre los que se inclu­ye el “no al frac­king”. Se dife­ren­ció así de su ante­ce­sor, Enri­que Peña Nie­to, que en 2013 había rea­li­za­do una refor­ma para esti­mu­lar la explo­ta­ción de hidro­car­bu­ros no convencionales.

Tras su asun­ción, en prin­ci­pio sólo con­ti­nua­ron ope­ran­do los pozos auto­ri­za­dos con ante­rio­ri­dad. Y, según el últi­mo repor­te ofi­cial, el com­pro­mi­so del man­da­ta­rio ha sido cumplido. 

Sin embar­go, la Alian­za Mexi­ca­na con­tra el Frac­king, que inte­gran más de 40 orga­ni­za­cio­nes, publi­có en mayo de 2020 una inves­ti­ga­ción que detec­tó que, “a lo lar­go de 2019, fue­ron apro­ba­dos seis pla­nes de explo­ra­ción de hidro­car­bu­ros en yaci­mien­tos no con­ven­cio­na­les”. Abar­can una super­fi­cie de 800.000 kiló­me­tros cua­dra­dos en los esta­dos de Vera­cruz y Puebla.

Andrés Manuel López Obra­dor (AMLO), pre­si­den­te de Méxi­co. Cré­di­to: Eneas De Tro­ya / CC BY 2.0

La inves­ti­ga­ción tam­bién encon­tró que, en sin­to­nía con lo que Petró­leos Mexi­ca­nos (Pemex) anun­ció en su Plan de Nego­cios 2019 – 2023, los pre­su­pues­tos nacio­na­les de 2019 y 2020 asig­na­ron recur­sos a dos pro­yec­tos de la empre­sa esta­tal que requie­ren de fracking.

A la par, según la Alian­za, entre sep­tiem­bre de 2018 y mar­zo de 2020, se pre­sen­ta­ron ocho ini­cia­ti­vas en el Con­gre­so para prohi­bir la frac­tu­ra hidráu­li­ca en Méxi­co, lo que podría ser la puer­ta para que López Obra­dor selle su com­pro­mi­so. Has­ta aho­ra, nin­gu­na avanzó. 

Explo­ta­ción frenada

Otro pre­si­den­te que dijo “no” al frac­king duran­te la cam­pa­ña elec­to­ral fue el colom­biano Iván Duque. No obs­tan­te, des­de enton­ces se ha mos­tra­do ambi­va­len­te, mien­tras el movi­mien­to ambien­ta­lis­ta impul­sa una ley que pon­ga defi­ni­ti­vo fin a la técnica.

La explo­ta­ción de yaci­mien­tos no con­ven­cio­na­les está fre­na­da en el país por una medi­da cau­te­lar orde­na­da en noviem­bre de 2018. Fue a par­tir de una pre­sen­ta­ción ante el Con­se­jo de Esta­do rea­li­za­da por la Alian­za Colom­bia Libre de Frac­king, inte­gra­da por más de un cen­te­nar de orga­ni­za­cio­nes —inclui­dos sin­di­ca­tos del sec­tor — , que pidió la nuli­dad de un decre­to y una reso­lu­ción que en 2013 regu­la­ron el uso de la frac­tu­ra hidráulica.

“Argu­men­ta­mos que infrin­gen nor­mas cons­ti­tu­cio­na­les y con­ve­nios inter­na­cio­na­les, y vio­lan el prin­ci­pio pre­cau­to­rio, que orde­na que, en caso de duda cien­tí­fi­ca sobre la posi­bi­li­dad de que una acti­vi­dad pue­da cau­sar un daño gra­ve e irre­ver­si­ble a la salud huma­na y al ambien­te, el gobierno nacio­nal debe sus­pen­der o apla­zar esa acti­vi­dad has­ta tan­to haya cer­te­za”, pre­ci­sa una de las abo­ga­das que tra­ba­jó en la pre­sen­ta­ción, Yeny Rodrí­guez, de la Aso­cia­ción Inter­ame­ri­ca­na para la Defen­sa del Ambien­te (AIDA). 

Caba­llo de Troya

Actual­men­te, no hay frac­king en Colom­bia. Pero, para ello se nece­si­tó otra reso­lu­ción judi­cial. La Alian­za detec­tó que los pro­yec­tos que ya esta­ban uti­li­zan­do la téc­ni­ca con­ti­nua­ron ope­ran­do a pesar de la medi­da cau­te­lar, por lo que se pro­mo­vió una nue­va deman­da ante el Con­se­jo de Esta­do, que final­men­te orde­nó su para­li­za­ción en todo el territorio.

El gobierno no se que­dó de bra­zos cru­za­dos y creó una “comi­sión de exper­tos”, que un puña­do de meses des­pués acon­se­jó hacer pro­yec­tos pilo­to en yaci­mien­tos no con­ven­cio­na­les. “La comi­sión paga­da por el gobierno hizo un estu­dio en el que no dijo ni ‘sí’ ni ‘no’, pero dio la aper­tu­ra a una supues­ta inves­ti­ga­ción cien­tí­fi­ca”, dice Andrés Gómez, un inge­nie­ro que tra­ba­jó para algu­nas petro­le­ras y hoy es par­te de la ONG CENSAT Agua Viva.

Cré­di­to: Pablo Igle­sias para PxP.

Ese infor­me fue incor­po­ra­do al expe­dien­te ini­cia­do ante el Con­se­jo de Esta­do, que, cuan­do se reu­nió en pleno para con­fir­mar la medi­da cau­te­lar que para­li­zó el frac­king, acla­ró que esa deci­sión no fre­na­ba los pla­nes del gobierno. 

En ese mar­co, en febre­ro de 2020, el Minis­te­rio de Minas y Ener­gía expi­dió el Decre­to 328, a tra­vés del cual abrió el jue­go a los lla­ma­dos “Pro­yec­tos Pilo­to de Inves­ti­ga­ción Inte­gral” sobre yaci­mien­tos no con­ven­cio­na­les. Has­ta aho­ra se con­fir­ma­ron dos de esos pro­yec­tos, lla­ma­dos Kalé y Pla­te­ro, ambos en el muni­ci­pio de Puer­to Wil­ches, en el depar­ta­men­to de San­tan­der. Fue­ron adju­di­ca­dos a Eco­pe­trol y Exxon­Mo­bil, respectivamente. 

Aho­ra bien, Puer­to Wil­ches tie­ne una lar­ga tra­di­ción liga­da al extrac­ti­vis­mo.

Nadie pue­de decir que el frac­king va a gene­rar desa­rro­llo en una región que lle­va un siglo de explo­ta­ción de hidro­car­bu­ros y tie­ne los indi­ca­do­res socia­les más bajos del país. Andrés Gómez, CENSAT Agua Viva.

Ade­más de una his­to­ria de con­ta­mi­na­ción, en Puer­to Wil­ches tam­bién hay pro­ble­mas con los dere­chos huma­nos. Por la opo­si­ción al frac­king, ya hubo ame­na­zas y hos­ti­ga­mien­tos, y dos per­so­nas tuvie­ron que aban­do­nar la zona. Con 64 víc­ti­mas fata­les, Colom­bia fue en 2019 el país con más ambien­ta­lis­tas ase­si­na­dos del mun­do, según el últi­mo infor­me de Glo­bal Wit­ness.

Cré­di­to: Pablo Igle­sias para PxP.

El obje­ti­vo de esos pro­yec­tos expe­ri­men­ta­les es eva­luar la via­bi­li­dad del frac­king y sus efec­tos, pero el movi­mien­to ambien­ta­lis­ta cree que son un Caba­llo de Tro­ya. “El Gobierno y las petro­le­ras van a ser juez y par­te. Den­tro de este supues­to aná­li­sis, las petro­le­ras harán la cien­cia, juz­ga­rán la cien­cia e inclu­so lo que extrai­gan lo van a poder comer­cia­li­zar”, advier­te Gómez.

¿La nue­va Vaca Muerta?

Boli­via está libre de frac­king, pero la cues­tión está laten­te. La téc­ni­ca puso un pie en el país en 2013, lue­go de que un infor­me de la Agen­cia de Infor­ma­ción Ener­gé­ti­ca de los Esta­dos Uni­dos advir­tie­ra el poten­cial en la mate­ria de las lla­nu­ras del Chaco.

Lo que siguió fue una tarea de lobby y algu­nos esfuer­zos con­cre­tos de las auto­ri­da­des para inci­tar su explo­ta­ción. Ese año se fir­mó un acuer­do de coope­ra­ción entre la petro­le­ra esta­tal Yaci­mien­tos Petro­lí­fe­ros Fis­ca­les Boli­via­nos (YPFB) y la argen­ti­na YPF para tra­ba­jar en el tema, y la empre­sa Halli­bur­ton reali­zó una “mini­frac­tu­ra” en el depar­ta­men­to Chu­qui­sa­ca, don­de des­cu­brie­ron reser­vas de tight oil.

A eso se sumó que, entre 2014 y 2017, hubo un pro­ce­so de fle­xi­bi­li­za­ción legis­la­ti­va. “Boli­via depen­de de los hidro­car­bu­ros, es un país expor­ta­dor. Cuan­do caen los pre­cios del petró­leo, se recon­fi­gu­ró la nor­ma­ti­va, se fle­xi­bi­li­za­ron los están­da­res ambien­ta­les, se modi­fi­ca­ron el tiem­po y las carac­te­rís­ti­cas de las con­sul­tas pre­vias, y se abrió la acti­vi­dad a las áreas pro­te­gi­das”, repa­sa la abo­ga­da Clau­dia Velar­de, de AIDA, una de las orga­ni­za­cio­nes que pro­mo­vió en 2014 la Alian­za Lati­no­ame­ri­ca­na con­tra el Frac­king.

En 2018, se fir­mó un acuer­do entre YPFB y la cana­dien­se Can­Cam­bria Energy —de la que casi no hay refe­ren­cias— para explo­rar y explo­tar el blo­que Mira­flo­res, en el Cha­co boli­viano, ubi­ca­do alre­de­dor de un 90% en el muni­ci­pio Macha­re­tí, depar­ta­men­to de Chu​qui​sa​ca​.La empre­sa esti­ma que las reser­vas allí podrían ser mucho mayo­res a las de Vaca Muer­ta, aun­que no son pocos los que creen que el dato es exa­ge­ra­do. Lo cier­to es que infor­mó que iba a per­fo­rar 800 pozos, pero no habría avanzado. 

No obs­tan­te, el frac­king nece­si­ta­ría de un mar­co legal. “No exis­te en Boli­via nin­gún ins­tru­men­to jurí­di­co que lo regu­le. Con Can­Cam­bria se pac­tó que se iba a cons­truir una estruc­tu­ra admi­nis­tra­ti­va, pero has­ta aho­ra las auto­ri­da­des no han hecho públi­cos sus pla­nes”, comen­ta el inves­ti­ga­dor Oscar Camap­ni­ni, del Cen­tro de Docu­men­ta­ción e Infor­ma­ción de Boli­via (Cedib).

De área pro­te­gi­da a…

En Macha­re­tí, con­vi­ven una dece­na de comu­ni­da­des indí­ge­nas gua­ra­níes y cam­pe­si­nos, que no cuen­tan con agua pota­ble y temen que el frac­king afec­te, entre otras cosas, sus pozos. Par­te del blo­que Mira­flo­res está ubi­ca­do, a su vez, en la Reser­va Muni­ci­pal His­tó­ri­ca y de Vida Sil­ves­tre “Héroes del Cha­co”, un área pro­te­gi­da de 269.000 hec­tá­reas de bos­que con mucha rique­za de flo­ra y fau­na, que actúa como regu­la­dor de cli­ma local y que ade­más tie­ne un valor his­tó­ri­co por haber sido esce­na­rio de la Gue­rra del Chaco.

El área fue decla­ra­da como reser­va por la alcal­día de Macha­re­tí, que aho­ra tie­ne la lla­ve para cerrar­le el can­da­do al frac­king en la zona, pues el muni­ci­pio ini­ció un pro­ce­so auto­nó­mi­co y se enca­mi­na a incluir en su esta­tu­to la prohi­bi­ción de la frac­tu­ra hidráulica.

No obs­tan­te, Can­Cam­bria ya ha mani­fes­ta­do su inten­ción de explo­tar tam­bién otros dos pro­yec­tos den­tro del Cha­co boli­viano y hay mira­das aten­tas a la Ama­zo­nía, don­de algu­nas explo­ra­cio­nes halla­ron un gran poten­cial para hidro­car­bu­ros no convencionales. 

Al igual que en otros paí­ses, el prin­ci­pal argu­men­to de los pro­mo­to­res del frac­king en esas zonas es el supues­to desa­rro­llo eco­nó­mi­co. “Si los boli­via­nos deci­di­mos no hacer­lo, segui­re­mos en la pobre­za en la que vivi­mos, que tam­po­co es ami­ga­ble con el medioam­bien­te”, alar­deó el expre­si­den­te de la Cáma­ra Boli­via­na de Hidro­car­bu­ros (CBHE), Car­los Delius, en un artícu­lo sobre el tema publi­ca­do en Mon­ga­bay y Pági­na Sie­te.

Más y más dicen “no”

Prohi­bi­cio­nes como la que impul­san a nivel nacio­nal los movi­mien­tos ambien­ta­lis­tas en Méxi­co y Colom­bia ya rigen en varios luga­res del mun­do. Fran­cia y Bul­ga­ria pica­ron en pun­ta al vetar la téc­ni­ca en 2011 y 2012, res­pec­ti­va­men­te. Le siguie­ron Luxem­bur­go, los esta­dos de Ver­mont y Nue­va York, en los Esta­dos Uni­dos, ade­más de tres con­da­dos de California.

Algu­nos paí­ses tam­bién orde­na­ron las pri­me­ras mora­to­rias, como Esco­cia, Gales y los Paí­ses Bajos. Lo mis­mo ocu­rrió en Ale­ma­nia, que sólo auto­ri­za las per­fo­ra­cio­nes con fines de inves­ti­ga­ción, como ocu­rre, de hecho, en Colom­bia. Con el tiem­po se suma­ron prohi­bi­cio­nes a nivel regio­nal en dis­tin­tos paí­ses, como en la pro­vin­cia argen­ti­na de Entre Ríos o el esta­do de Para­ná, en Bra­sil, don­de des­de 2013 la Agen­cia Nacio­nal de Petró­leo ha esta­do subas­tan­do blo­ques para exploración. 

Una situa­ción aná­lo­ga ocu­rre en Uru­guay, don­de rige una prohi­bi­ción tem­po­ral. Se esta­ble­ció por cua­tro años a tra­vés de una ley que se logró tras una serie de pro­yec­tos falli­dos sobre hidro­car­bu­ros no con­ven­cio­na­les y que entró en vigen­cia el 28 de diciem­bre de 2017. El pla­zo ven­ce a fin de año.

Pare­des rajadas

“Has­ta los 35 años, nun­ca había sen­ti­do un tem­blor en la ciu­dad”, dice Anto­nio Her­nán­dez, un bió­lo­go de Mon­te­rrey, capi­tal del esta­do mexi­cano de Nue­vo León. En la zona se han explo­ta­do hidro­car­bu­ros con­ven­cio­na­les en las últi­mas seis déca­das. Por eso, cuan­do Pemex ins­ta­ló las pri­me­ras torres de frac­king, en 2013, a nadie le lla­mó la aten­ción. “Lo que deto­nó el ojo crí­ti­co fue la sis­mi­ci­dad”, recuer­da el biólogo.

Por esas per­fo­ra­cio­nes de Pemex se pre­sen­tó una peti­ción inter­na­cio­nal ante la Comi­sión para la Coope­ra­ción Ambien­tal, que vela por el cum­pli­mien­to de las leyes ambien­ta­les en los paí­ses que fir­ma­ron el T‑MEC, el tra­ta­do de libre comer­cio entre Méxi­co, Cana­dá y los Esta­dos Uni­dos. “La empre­sa se reti­ró y con eso nos deja­ron los sis­mos, pero la vida ya no vol­vió a ser la mis­ma”, indi­ca el escri­to de repre­sen­tan­tes de la loca­li­dad de Hacien­da El Carrizo.

Pare­des raja­das, pro­duc­to de los sis­mos que gene­ra el frac­king. Cré­di­to: Eduar­do Carre­ra para PxP.

La denun­cia, pre­sen­ta­da en 2018, men­cio­na que sus pozos de agua se seca­ron y que tuvie­ron que hacer nue­vas exca­va­cio­nes, pero que el agua sale con­ta­mi­na­da. No se lo atri­bu­yen al frac­king, por fal­ta de prue­bas, pero sugie­ren que podría haber sido la cau­sa. Tam­bién ase­gu­ran que ya no pue­den sem­brar maíz y fri­jo­les, y que se seca­ron sus noga­les y naran­jos. “Algo pasa con el agua que no les sir­ve a las plan­tas”, des­cri­be.

La peti­ción fue amplia­da el 21 de febre­ro de 2019, cuan­do se pre­sen­tó un escri­to que ale­gó que Pemex nun­ca pre­sen­tó una mani­fes­ta­ción de impac­to ambien­tal. Y así, final­men­te, el Secre­ta­ria­do de la Comi­sión para la Coope­ra­ción Ambien­tal reco­men­dó que se ini­cie una inves­ti­ga­ción. Será una ins­tan­cia inter­na­cio­nal la que revi­se el caso. 

Más de 130 en un año

A 7780 kiló­me­tros de Hacien­da El Carri­zo está el pue­blo de Sau­zal Boni­to, sobre el yaci­mien­to Vaca Muer­ta, en la Argen­ti­na. Tras el aumen­to del uso del frac­king en la zona, sus veci­nos no tar­da­ron en per­ci­bir que los sis­mos eran fre­cuen­tes y que las pare­des de sus casas se agrie­ta­ban. Fue­ron más de 130 movi­mien­tos telú­ri­cos sólo en 2019.

En febre­ro de 2020, téc­ni­cos del Ins­ti­tu­to Argen­tino del Petró­leo y el Gas (IAPG) publi­ca­ron un artícu­lo en su sitio Sha­le en Argen­ti­na en el que se pre­gun­ta­ron si la esti­mu­la­ción hidráu­li­ca podría acti­var fallas geo­ló­gi­cas y gene­rar terre­mo­tos de mag­ni­tud. La res­pues­ta fue que esa posi­bi­li­dad es “nula o extre­ma­da­men­te poco probable”.

Sin embar­go, varias inves­ti­ga­cio­nes reba­ten esa idea y algu­nos paí­ses, como los Esta­dos Uni­dos, el Rei­no Uni­do y Chi­na, toma­ron medi­das al res­pec­to. En la Argen­ti­na, un estu­dio divul­ga­do recien­te­men­te detec­tó que en una zona de Vaca Muer­ta, entre 2016 y 2020, hubo 62 movi­mien­tos telú­ri­cos de más de 3º en la esca­la de Rich­ter, a raíz de uno por mes. “Es muy difí­cil que eso haya suce­di­do en 40 años”, afir­mó el inves­ti­ga­dor Sebas­tián Correa Otto al divul­gar en La Maña­na de Neu­quén los datos que detec­tó y que coin­ci­den con otros tra­ba­jos hechos en la zona. 

¿Sin veci­nos?

Vaca Muer­ta comen­zó a ope­rar en 2010. Una déca­da des­pués se habían per­fo­ra­do más de 2000 pozos. Es la “estre­lla” del frac­king en Amé­ri­ca lati­na. Es la segun­da reser­va más gran­de del mun­do de gas no con­ven­cio­nal y la cuar­ta de petró­leo no convencional. 

Su explo­ta­ción le deman­dó al Esta­do gran­des ero­ga­cio­nes de dine­ro, debi­do a que el frac­king nece­si­ta finan­cia­mien­to cons­tan­te, pues los pozos tie­nen una vida útil de entre tres y cin­co años, mucho menos que los convencionales.

Para 2017, los sub­si­dios [a los com­bus­ti­bles fósi­les en la Argen­ti­na] impli­ca­ron un 5,6% del pre­su­pues­to nacio­nal. Fun­da­ción Ambien­te y Recur­sos Natu­ra­les (FARN).

Una de las cues­tio­nes que sue­len des­ta­car a la hora de bus­car inver­so­res es que no hay pobla­cio­nes en la zona. Fal­so: sólo en su área de influen­cia, hay casi 40.000 habitantes. 

Sobre el poten­cial impac­to nega­ti­vo del frac­king en la salud de esas pobla­cio­nes cer­ca­nas hay muchos estu­dios. Por caso, la Uni­ver­si­dad de Yale detec­tó en Pen­sil­va­nia (Esta­dos Uni­dos) que la fre­cuen­cia de los pro­ble­mas de salud aumen­ta a medi­da que las per­so­nas viven más cer­ca de los pozos. Otros tra­ba­jos aca­dé­mi­cos vin­cu­lan a la téc­ni­ca con la tasa de hos­pi­ta­li­za­cio­nes y con un aumen­to de has­ta un 600% en la mor­ta­li­dad infan­til, bajo peso al nacer y defec­tos congénitos. 

Es posi­ble que par­te de esos pro­ble­mas ten­gan que ver con los com­pues­tos orgá­ni­cos volá­ti­les, gases poten­cial­men­te can­ce­rí­ge­nos que emi­ten los pozos de frac­king, pero que sue­len pasar des­aper­ci­bi­dos, pues son invi­si­bles, como ben­ceno, metano y propano. 

Mien­tras el sec­tor petro­le­ro argen­tino pro­po­ne una nue­va ley de inver­sio­nes, en mayo de 2020 el minis­tro de Ambien­te y Desa­rro­llo Sos­te­ni­ble, Juan Caban­dié, afir­mó que la situa­ción ambien­tal en Vaca Muer­ta es “alar­man­te”. Lo hizo tras una ins­pec­ción de su cartera.

Otro infor­me de Fun­da­ción Ambien­te y Recur­sos Natu­ra­les (FARN) des­ta­có que “los inci­den­tes ambien­ta­les en Vaca Muer­ta se incre­men­ta­ron jun­to a la expan­sión de la acti­vi­dad”. En con­cre­to, “se regis­tra­ron 863 even­tos en 2015, 868 en 2016, 703 en 2017 y 934 en 2018”. Uno de los más cono­ci­dos fue un derra­me petro­le­ro, duran­te 16 horas, en el área de Loma Cam­pa­na, que ope­ran YPF y Che­vron. Tam­bién en Alto Valle de Río Negro, en Allen, hubo varias fugas, al menos dos de las cua­les alcan­za­ron cuer­pos de agua.

Basu­re­ros en la mira

Hay, a su vez, dos basu­re­ros petro­le­ros con denun­cias por con­ta­mi­na­ción en Vaca Muer­ta. La pri­me­ra la pre­sen­ta­ron en diciem­bre de 2018 las orga­ni­za­cio­nes Green­pea­ce y la Con­fe­de­ra­ción Mapu­che de Neu­quén, con­tra la empre­sa Trea­ter Neu­quén SA, que entre sus direc­ti­vos tuvo a tres diri­gen­tes liga­dos al expre­si­den­te Mau­ri­cio Macri. Uno de ellos, Edgar­do Cen­zón, fue recau­da­dor de su cam­pa­ña en 2015 y Minis­tro de Ambien­te de la Ciu­dad de Bue­nos Aires.

El basu­re­ro es un repo­si­to­rio de cut­ting que reci­bía supues­ta­men­te lodos de per­fo­ra­ción de las empre­sas Shell, Total y la esta­tal YPF. De acuer­do a la denun­cia, no está imper­mea­bi­li­za­do ni tie­ne un canal de dre­na­je ade­cua­do. El fotó­gra­fo ale­mán Ste­fan Borghardt denun­ció for­mal­men­te que fue “gol­pea­do, patea­do e insul­ta­do” por la poli­cía tras ser demo­ra­do mien­tras retra­ta­ba la zona. 

Suma­do a ello, un infor­me publi­ca­do recien­te­men­te reve­ló la gra­ve his­to­ria de con­ta­mi­na­ción de otro de estos basu­re­ros petro­le­ros: Com­pa­ñía de Sanea­mien­to y Recu­pe­ra­ción de Mate­ria­les S.A. (Comar­sa), una de cuyas plan­tas está ubi­ca­da en la ciu­dad de Neu­quén, la más pobla­da de la Pata­go­nia. A fines del año pasa­do, una denun­cia de la Aso­cia­ción de Abo­ga­dos Ambien­ta­lis­tas de la Argen­ti­na des­nu­dó el des­ma­dre que es, en reali­dad, la ges­tión de los resi­duos. Lo nove­do­so es que, por pri­me­ra vez, la infor­ma­ción ofi­cial con­fir­ma esta actua­ción ante la jus­ti­cia

Cré­di­to: Eduar­do Carre­ra para PxP.

Mil cien­to ochen­ta y cua­tro pági­nas de actas de las ins­pec­cio­nes rea­li­za­das a Comar­sa fue­ron remi­ti­das por la car­te­ra de Ambien­te al dipu­tado del Fren­te de Izquier­da, Andrés Blan­co. Estas fue­ron ana­li­za­das por el Obser­va­to­rio Petro­le­ro Sur, Taller Eco­lo­gis­ta y La Izquier­da Dia­rio, y son una radio­gra­fía de los basu­re­ros petro­le­ros en Vaca Muerta. 

Es la reve­la­ción ofi­cial de que el 10% de los bol­so­nes de are­nas silí­ceas uti­li­za­das para la frac­tu­ra hidráu­li­ca se rajan o des­co­sen en el pro­ce­so de esti­ba­je. No se tra­ta de un dato menor si se con­si­de­ra que cada pozo pue­de uti­li­zar 13.000 tone­la­das de este mate­rial, que debi­do al tama­ño de sus par­tí­cu­las pue­de per­ma­ne­cer en sus­pen­sión y ser fácil­men­te trans­por­ta­do por los fuer­tes vien­tos de la zona. La expo­si­ción al síli­ce pro­lon­ga­da en el tiem­po pue­de pro­vo­car silicosis.

La cul­tu­ra del gas

Otro país en el que se uti­li­za en frac­king en Amé­ri­ca lati­na, pero a mucho menor esca­la, es Chi­le. Detrás de la explo­ta­ción hay una cues­tión cul­tu­ral. Así lo expli­ca el abo­ga­do Maxi­mi­liano Proaño, co-coor­di­na­dor del gru­po de tra­ba­jo Ener­gía y Equi­dad: “Chi­le no es un país pro­duc­tor, sino impor­ta­dor. Las reser­vas que tie­ne están en la región de Maga­lla­nes, la más aus­tral, don­de hay toda una iden­ti­dad vin­cu­la­da a los hidrocarburos”. 

Maga­lla­nes es la úni­ca región del sur don­de la cale­fac­ción es a gas. En 2010 y 2011, hubo una cri­sis por el ago­ta­mien­to de las reser­vas y dos años des­pués, en 2013, la Empre­sa Nacio­nal del Petró­leo (ENAP) anun­ció el hallaz­go de reser­vas de gas no con­ven­cio­nal en el blo­que Are­nal, que se empe­zó a explo­tar en 2014 para abas­te­cer a las 150.000 per­so­nas que viven en la zona. 

“Es una pro­duc­ción chi­ca, pero gran­de para la esca­la chi­le­na. Se esti­man reser­vas que dupli­can la pro­duc­ción his­tó­ri­ca de ENAP”, acla­ra el abo­ga­do. Eso sí: nada se dijo sobre el méto­do que usa­ba. Proaño coor­di­nó en esos años la “Mesa Ciu­da­da­na de Ener­gía para Magallanes”.

Nos dimos cuen­ta que se pro­du­cía median­te frac­king, que no está espe­cí­fi­ca­men­te regu­la­do en Chi­le y que no se hacían estu­dios de impac­to ambien­tal, sino meras decla­ra­cio­nes. Maxi­mi­liano Proaño, gru­po de tra­ba­jo Ener­gía y Equidad.

El tema tuvo esca­so rebo­te en la pobla­ción, en par­te por­que el blo­que Are­nal está muy ale­ja­do y por­que la pro­duc­ción es rela­ti­va­men­te chi­ca. Sin embar­go, Proaño esti­ma que las reser­vas per­mi­ti­rían ampliar el ser­vi­cio a otras regio­nes, lo que podría tener otro tipo de consecuencias.

Foto: Ins­ta­la­cio­nes de frac­king en Vaca Muer­ta, Argen­ti­na. Cré­di­to: Eduar­do Carre­ra para PxP.

Fuen­te: https://​www​.perio​dis​tas​po​rel​pla​ne​ta​.com/​b​l​o​g​/​f​r​a​c​k​i​n​g​-​e​n​-​a​m​e​r​i​c​a​-​l​a​t​i​n​a​-​e​n​t​r​e​-​l​a​s​-​p​r​o​m​e​s​a​s​-​d​e​-​e​x​p​a​n​s​i​o​n​-​y​-​l​a​s​-​d​e​n​u​n​c​i​as/, Rebe­lión.

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