Méxi­co. El des­em­bar­co zapa­tis­ta en Euro­pa, una “inyec­ción” para las orga­ni­za­cio­nes en lucha

Por Orset­ta Bella­ni, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano 21 de junio de 2021

Una dele­ga­ción de más de un cen­te­nar de zapa­tis­tas y de otros pue­blos indí­ge­nas de Méxi­co reco­rre­rá el con­ti­nen­te a par­tir de julio para encon­trar colec­ti­vos y movi­mien­tos sociales.

Mari­jo­se será la pri­me­ra zapa­tis­ta en tocar sue­lo euro­peo. La indí­ge­na tojo­la­bal vie­ne de la Sel­va Lacan­do­na y es una mujer trans. Ha sido mili­cia­na del Ejér­ci­to Zapa­tis­ta de Libe­ra­ción Nacio­nal (EZLN) y ha tra­ba­ja­do en los sec­to­res de salud y edu­ca­ción de su orga­ni­za­ción que, tras su levan­ta­mien­to arma­do de 1994, cons­tru­yó en Chia­pas, en el sur de Méxi­co, un sis­te­ma de gobierno y de vida total­men­te autó­no­mo del Estado.

Mari­jo­se zar­pó a prin­ci­pios de mayo del puer­to de Isla Muje­res, en Méxi­co, jun­to con otras cua­tro muje­res y dos hom­bres indí­ge­nas zapa­tis­tas, en un bar­co ale­mán que fue rebau­ti­za­do como La Mon­ta­ña. El 11 de junio atra­có en las Islas Azo­res, Por­tu­gal, y en los pró­xi­mos días lle­ga­rá al puer­to de Vigo.

“Más que nave­gar, La Mon­ta­ña pare­ce bai­lar al mar. Como en un lar­go y apa­sio­na­do beso, se des­pe­gó del puer­to y se diri­gió a un des­tino incier­to, pleno de retos, desa­fíos, ame­na­zas y no pocos contratiempos”*.

Es un via­je que repre­sen­ta una “con­quis­ta inver­ti­da”, aun­que con­sen­sua­da. El navío está cru­zan­do el mis­mo Atlán­ti­co que, siglos atrás, acom­pa­ña­ba a los bar­cos en su regre­so a Espa­ña, car­ga­dos de las rique­zas de Amé­ri­ca. Es “una mon­ta­ña nave­gan­do a con­tra­pe­lo de la his­to­ria”, que trans­por­ta per­so­nas que no han sido aplas­ta­das por la inva­sión de hace 500 años.

“¿Y uste­des cómo le hacen para comer si no tie­nen dón­de hacer mil­pa [sis­te­ma de cul­ti­vo de maíz, fri­jol y cala­ba­za muy común en Meso­amé­ri­ca]?” “¿Y cómo lo sabe el vien­to que vamos para allá?” “¿Y dón­de duer­me el mar si tie­ne sueño?”.

La Mon­ta­ña se mue­ve con la mis­ma len­ti­tud que mar­ca la revo­lu­ción zapa­tis­ta. “Len­to, pero avan­zo”, se lee en un cele­bre mural en terri­to­rio rebel­de, que retra­ta un cara­col con un pasa­mon­ta­ñas. Pero no será solo sim­bó­li­ca la Gira por la Vida, el lar­go via­je por diver­sos paí­ses euro­peos de una dele­ga­ción de más de un cen­te­nar de zapa­tis­tas –el res­to lle­ga­rá en avión, aun­que por racis­mo el Gobierno mexi­cano está negan­do la expe­di­ción de muchos pasaportes‑, inte­gra­da en tres cuar­tas par­tes por muje­res. La dele­ga­ción con­tem­pla tam­bién la pre­sen­cia de diez inte­gran­tes del Con­gre­so Nacio­nal Indí­ge­na (CNI) y del Fren­te de Pue­blos en Defen­sa de la Tie­rra y el Agua de More­los, Pue­bla y Tlaxcala.

Zapa­tis­tas en el bar­co que via­ja hacia Europa.

Toda­vía no hay un pro­gra­ma com­ple­to de esta gira euro­pea, pero has­ta aho­ra está con­fir­ma­do un Encuen­tro de Femi­nis­mos y Disi­den­cias en la ZAD de Notre Dame des Lan­des, en Fran­cia, para el 10 y 11 de julio, y el 13 de agos­to en Madrid habrá un Encuen­tro Euro­peo de Luchas, con oca­sión del 500 ani­ver­sa­rio de la entra­da del con­quis­ta­dor Her­nán Cor­tés a la ciu­dad de Tenoch­titlan, capi­tal del impe­rio azteca.

La Gira por la Vida abar­ca­rá más de 30 paí­ses, don­de la dele­ga­ción de pue­blos indí­ge­nas mexi­ca­nos cono­ce­rá colec­ti­vos y orga­ni­za­cio­nes de la Euro­pa de aba­jo y a la izquier­da: luchas en defen­sa de la tie­rra y el terri­to­rio, de las semi­llas, asam­bleas femi­nis­tas, colec­ti­vos LGBT+, de migran­tes, anti­fas­cis­tas, inter­na­cio­na­lis­tas, orga­ni­za­cio­nes barria­les y más.

L@s delegad@s zapa­tis­tas se encon­tra­rán con quie­nes nos han invi­ta­do para pla­ti­car sobre nues­tras his­to­rias mutuas, dolo­res, rabias, logros y fracasos.

Se escu­cha­rán mutua­men­te, apren­de­rán unas de las otras, cons­trui­rán redes glo­ba­les de resis­ten­cia y rebe­lión. Ya en 2005 el EZLN escri­bía: «Pues en el mun­do lo que que­re­mos es decir­le a todos los que resis­ten y luchan con sus modos y en sus paí­ses, que no están solos, que noso­tros los zapa­tis­tas, aun­que somos muy peque­ños, los apo­ya­mos y vamos a ver el modo de ayu­dar­los en sus luchas y de hablar con uste­des para apren­der, por­que de por sí lo que hemos apren­di­do es a apren­der (…) En el mun­do vamos a her­ma­nar­nos más con las luchas de resis­ten­cia con­tra el neo­li­be­ra­lis­mo y por la humanidad».

El EZLN lle­va más de 25 años crean­do espa­cios de encuen­tro en Chia­pas con per­so­nas de todo el mun­do. Esta vez toca­rá a ellas via­jar para cono­cer los hoga­res de quie­nes tan­tas veces visi­ta­ron sus aldeas. “Me hace muchí­si­ma ilu­sión la lle­ga­da de las com­pa­ñe­ras zapa­tis­tas, ellas siem­pre nos han reci­bi­do en sus comu­ni­da­des con tan­to cari­ño, me emo­cio­na poder­les devol­ver un poqui­to de todo esto”, dice Lola Sepúl­ve­da, de los colec­ti­vos madri­le­ños Cen­tro de Docu­men­ta­ción sobre Zapa­tis­mo (CEDOZ) y Retiem­ble. “Para las per­so­nas que no saben mucho sobre el zapa­tis­mo será la opor­tu­ni­dad para cono­cer real­men­te lo que son, lo que dicen y pien­san las zapa­tis­tas des­de su pro­pia voz y expe­rien­cia, no para imi­tar­las sino para ver cómo ellas han sido capa­ces de con­se­guir lo que han con­se­gui­do. El EZLN siem­pre ha dicho que hay que orga­ni­zar­se y que todas las luchas son impor­tan­tes, por­que todas hacen grie­tas en el muro del capi­tal”, añade.

Todo empe­zó en octu­bre de 2020, cuan­do el EZLN anun­ció su via­je a Euro­pa y plan­teó a las orga­ni­za­cio­nes euro­peas par­ti­ci­par en su orga­ni­za­ción. Muchas se pre­gun­ta­ron: ¿están locas? ¿Cómo van a entrar en Euro­pa más de 100 per­so­nas con pasa­por­te mexi­cano, si las auto­ri­da­des están dejan­do ingre­sar sólo a ciu­da­da­nía comu­ni­ta­ria? ¿Cómo se van a poder hacer even­tos si toda­vía esta­mos con la pandemia?

¡Des­per­tad!

“Esta pro­pues­ta de las com­pa­ñe­ras zapa­tis­tas ha sido una inyec­ción para los colec­ti­vos y orga­ni­za­cio­nes de Euro­pa, en un momen­to en que está­ba­mos con el shock pan­dé­mi­co”, dice Lola Cubells, de la Assem­blea de Soli­da­ri­tat amb Mèxic del País Valen­cià. “Se puso en mar­cha la red Euro­pa Zapa­tis­ta, que es soli­da­ria con EZLN y otras orga­ni­za­cio­nes en lucha de Méxi­co. Lue­go nos teji­mos con muchas más luchas, muy diver­sas y que no nece­sa­ria­men­te cono­cen mucho al zapa­tis­mo, pero lo con­si­de­ran como un refe­ren­te des­de hace 27 años”, continúa.

El EZLN lan­zó una bom­ba que tras­to­có la depre­sión colec­ti­va de aque­llos meses. ¿Y si uno de los obje­ti­vos no decla­ra­dos de la ini­cia­ti­va zapa­tis­ta fue­ra jus­to impul­sar otra vez la orga­ni­za­ción colec­ti­va? ¿Sacu­dir a las mili­tan­tes para que salie­ran de la pará­li­sis pan­dé­mi­ca? Invi­tar­las a orga­ni­zar una Gira por la Vida jus­to cuan­do esta­ban rodea­das de tan­ta muerte.

Y así nave­ga La Mon­ta­ña, le sigue el vien­to pro­me­tien­do madrugadas.

Cuan­do el bar­co La Mon­ta­ña lle­gue al Puer­to de Vigo, no será ni un hom­bre ni una mujer la pri­me­ra per­so­na en des­em­bar­car, sino “unoa otroa [así el EZLN defi­ne a las per­so­nas trans]”, en lo que el EZLN cali­fi­ca como “cache­ta­da con media negra para toda la izquier­da hete­ro­pa­triar­cal”. Mari­jo­se tie­ne ins­truc­cio­nes cla­ras sobre lo que ten­drá que decir al pisar el sue­lo galle­go, una vez recu­pe­ra­da del mareo: “A nom­bre de las muje­res, niños, hom­bres, ancia­nos y, cla­ro, otroas zapa­tis­tas, decla­ro que el nom­bre de esta tie­rra, a la que sus natu­ra­les lla­man aho­ra ‘Euro­pa’, de aquí en ade­lan­te se lla­ma­rá: SLUMIL K´AJXEMK´OP, que quie­re decir ‘Tie­rra Insu­mi­sa’, o ‘Tie­rra que no se resig­na, que no des­ma­ya’. Y así será cono­ci­da por pro­pios y extra­ños mien­tras haya aquí alguien que no se rin­da, que no se ven­da y que no claudique’”.

En Gali­cia, los colec­ti­vos están tra­ba­jan­do para orga­ni­zar un acto de bien­ve­ni­da a la dele­ga­ción zapa­tis­ta, al que acu­di­rán per­so­nas de todo Euro­pa. ¿Y si no pudie­ran atra­car en el puer­to de Vigo?

“Sabe­mos que exis­te la posi­bi­li­dad de que ten­gan pro­ble­mas para entrar, pero no nos plan­tea­mos la posi­bi­li­dad de que no entren”, dice Lola Sepúlveda.

El EZLN tie­ne lis­to has­ta un plan C. “Si no se pue­de des­em­bar­car, sea por el COVID, migra­ción, fran­ca dis­cri­mi­na­ción, cho­vi­nis­mo, o que se equi­vo­ca­ron de puer­to o la hos­tia, vamos pre­pa­ra­dos. Esta­mos dis­pues­tos a espe­rar ahí y des­ple­ga­re­mos, fren­te a las cos­tas euro­peas, una gran man­ta que diga “¡Des­per­tad!”. Espe­ra­re­mos a ver si alguien lee el men­sa­je y lue­go otro tan­to a ver si, en efec­to, des­pier­ta; y otro tan­to más a ver si hace algo. Si la Euro­pa de aba­jo no quie­re o no pue­de, enton­ces, pre­vi­so­res, lle­va­mos 4 cayu­cos con sus remos res­pec­ti­vos y empren­de­re­mos el regreso”.

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