Argen­ti­na. Jus­ti­cia por San­tia­go: tras cua­tro años de bús­que­da, encon­tra­ron los res­tos del joven trans

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 8 de junio de 2021.

Pasa­ron ya seis años del gri­to masi­vo de Ni Una Menos, ese his­tó­ri­co 3 de junio de 2015, cuan­do toma­mos las calles har­tas de los abu­sos, can­sa­das del mal­tra­to, las vio­len­cias, la injus­ti­cia, la des­igual­dad y de la muer­te evi­ta­ble de tan­tas muje­res. Aque­lla vez mar­cha­mos uni­das de mane­ra masi­va y mul­ti­tu­di­na­ria con un gri­to colec­ti­vo para tra­tar de poner fin a la vio­len­cia que pare­ce no tener fin en Argen­ti­na. Las cifras que en su momen­to resul­tan incon­ce­bi­bles, este año son peo­res. Ni las cam­pa­ñas, ni la bue­na volun­tad y los gri­tos que ya no se aho­gan y salen a mos­trar su pade­ci­mien­to pare­cen poner­le coto a la locu­ra de quie­nes ven en los recla­mos una ame­na­za y reac­cio­nan con mayor ferocidad. 

Según el Obser­va­to­rio de las Vio­len­cias de Géne­ro Aho­ra que Sí Nos Ven (AQSNV), entre el 1 de mayo de 2020 has­ta el 30 de abril de 2021, en Argen­ti­na se regis­tra­ron 238 femi­ci­dios, tra­ves­ti­ci­dios y trans­fe­mi­ci­dios que han deja­do a más de 180 niñes y ado­les­cen­tes sin mamá. En Argen­ti­na nos des­per­ta­mos con un femi­ci­dio cada 38 horas, y ya van más de 94 en lo que lle­va­mos del año. Para­dó­ji­ca­men­te, este #3J de 2021, ade­más del ani­ver­sa­rio de nues­tra lucha, ha sido el día que se encon­tra­ron los res­tos de San­tia­go Can­cino, un joven trans des­apa­re­ci­do en 2017, cuan­do tenía solo 14 años. 

Una vez más, los medios de comu­ni­ca­ción dan la nota al con­ti­nuar ejer­cien­do vio­len­cia hacia San­tia­go, que no pue­de defen­der­se. Ante esto, lo que sien­to hoy es deso­la­ción, dolor y un sufri­mien­to expo­nen­cial. Las leyes no pudie­ron con­tra la nor­ma y el pre­jui­cio, la lega­li­dad del nom­bre no le ganó a la vio­len­cia de los que se nie­gan a usar­lo. Este ava­sa­lla­mien­to es, sim­bó­li­ca y efec­ti­va­men­te, con­tra todo un colec­ti­vo que tie­ne que seguir rogan­do por res­pe­to, que debe con­ti­nuar pidien­do que no se vio­le la Ley 26.743 de Iden­ti­dad de Géne­ro, para que no se repro­duz­can men­sa­jes de odio que con­tri­bu­yen a esta vio­len­cia sin fin. 

¿Por qué en los medios de comu­ni­ca­ción se sigue ali­men­tan­do la hos­ti­li­dad con­tra el colec­ti­vo LGBTIQ+? ¿Dón­de están las leyes que nos pro­te­gen? ¿Por qué los medios actúan con tan­ta impu­ni­dad con­tri­bu­yen­do a gene­rar más vio­len­cia expo­nien­do, vio­lan­do y matan­do dos veces a la víc­ti­ma? Cuan­do apo­yen sus cabe­zas en la almoha­da sepan que uste­des son cóm­pli­ces de todo esto. ¿Sabían que más del 80% de les ado­les­cen­tes trans dicen ser obje­to y víc­ti­mas de agre­sio­nes físi­cas y psíquicas? 

Sali­mos a las calles can­sa­das de todo esto: vio­len­cia no es solo la del que lle­va el arma, la plu­ma es tan­to más peli­gro­sa y pue­de las­ti­mar más. La muer­te de San­tia­go es un epi­so­dio al que sería irres­pe­tuo­so que­rer sim­pli­fi­car con algu­na expre­sión, pero que deja en cla­ro cuán­to debe­mos seguir tra­ba­jan­do para crear con­cien­cia, para que res­pe­tar al pró­ji­mo no sea una utopía. 

En el mes don­de se cele­bra en todo el mun­do el orgu­llo gay, estas terri­bles mues­tras de des­pre­cio por la vida solo pue­den con­tra­rres­tar­se con más amor y gene­ran­do más espa­cios de refle­xión y de deba­te civi­li­za­do. Mucho amor y fuer­za para las muje­res que sufren, para las que luchan y nues­tra exi­gen­cia a los gober­nan­tes para que hagan lo que deben hacer e impi­dan, de una bue­na vez, que otros hagan lo que no deben hacer. 

¡Exi­gi­mos la emer­gen­cia Ni Una Menos ya! 

Nos segui­mos pre­gun­tan­do, ¿dón­de está Tehuel?

Fuen­te: Pági­na 12

El pasa­do jue­ves, halla­ron los res­tos del chi­co trans sal­te­ño des­apa­re­ci­do hace 4 años

El 16 de mayo de 2017, San­tia­go se fue de su casa en la ciu­dad de Sal­ta y des­de ese enton­ces sus padres no lo vol­vie­ron a ver. El jue­ves pasa­do por la tar­de un tra­ba­ja­dor que se encon­tra­ba jun­to a su hijo en las cer­ca­nías del río Wier­na, Vaque­ros, encon­tró res­tos de una per­so­na y tras un aná­li­sis se con­fir­mó que corres­pon­dían a él. La noti­cia con­mo­cio­nó a la pro­vin­cia. A par­tir del hallaz­go, se anun­cia­ron nue­vos ras­tri­lla­jes en la zona para bus­car indi­cios sobre lo ocurrido.

Según denun­ció el padre la poli­cía pro­vin­cial tar­dó en acti­var la bús­que­da de San­tia­go y tam­po­co dio resul­ta­dos la inves­ti­ga­ción rea­li­za­da por la fis­ca­lía Penal 2 de Sal­ta. Un patrón que sue­le repe­tir­se, tal como se vio con la bús­que­da de Tehuel en la zona sur del Gran Bue­nos Aires, don­de la poli­cía bona­ren­se tar­dó 6 días en ini­ciar la búsqueda.

“Se hicie­ron ras­tri­lla­jes pero no sir­vie­ron de nada. Un año y medio des­pués la cau­sa se reac­ti­vó y hubo un cam­bio de fis­cal, que amplió la zona de la bús­que­da, pero tam­po­co hubo resul­ta­dos” dijo hace unos meses a Infobae.

A pro­pó­si­to de los cua­tro años de su des­apa­ri­ción recien­te­men­te el padre publi­có un men­sa­je don­de decía: «Per­dón, per­dón por lo que te haya fal­ta­do en casa. Quie­ro que sepas que aquí estoy espe­ran­do tu regre­so a mi vida, mi San­tia­go, mi Nico­lás o mi Gala. Te acep­to en un todo. Dame una señal de que estás bien y cal­ma mi dolor, mi gran amor. Mue­ro todos los días un poqui­to. Ya son cua­tro lar­gos años de ausen­cia que des­ga­rran mi alma”.

Fuen­te: Izquier­da diario

Itu­rria /​Fuen­te

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