Eus­kal Herria. Memo­ria: Eva Forest, la revo­lu­cio­na­ria que nos abre horizontes

Por Iñaki Gil de San Vicente.Resumen Lati­no­ame­ri­cano, 19 de mayo de 2021

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«Gene­rar mie­dos pare­ce lo pro­pio de esta nue­va for­ma de repre­sión, mie­dos vagos, ame­na­zas imper­cep­ti­bles, que se notan en el ambien­te, com­pli­ca­cio­nes que podrían poner en peli­gro la seguridad…Pequeños temo­res que con­tri­bu­yen a fre­nar los impul­sos y la ima­gi­na­ción. El cli­ma ya hace tiem­po que se vie­ne crean­do y el ciu­da­dano medio es muy sen­si­ble a esta cla­se de pro­pa­gan­da. Ense­gui­da se con­ta­gia y ve fan­tas­mas por todas par­tes […] Se empie­za tenien­do mie­do de lo que pue­da per­tur­bar las peque­ñas cos­tum­bres coti­dia­nas y se pasa pron­to a sen­tir ali­vio al ver en la esqui­na al jeep que con­tro­la el barrio […] He aquí el por­ve­nir que nos pre­pa­ran si no inter­ve­ni­mos a tiem­po. Un lar­go pro­ce­so hacia la insen­si­bi­li­za­ción y la anes­te­sia. Aho­ra se nos reve­la lo que había detrás del mar­ca­do inte­rés en sem­brar la con­fu­sión y fomen­tar el miedo.»

Eva Forest, «Pre­lu­dio para una temi­da demo­cra­cia» (1977). Diez, 10, años de tor­tu­ra y demo­cra­cia, Ges­to­ras Pro Amnis­tía, Este­lla, 1987, pp. 12 – 13.

Eva Forest murió un 19 de mayo de 2007, hace 14 años, sin embar­go, sigue abrién­do­nos hori­zon­tes de liber­tad, como se apre­cia en la cita escri­ta en 1977 que aca­ba­mos de leer. Hace 54 años se nos pro­me­tía que la demo­cra­cia lla­ma­ba a nues­tras vidas, que nues­tra estre­na­da juven­tud esta­ba en el umbral de un uni­ver­so incon­ce­bi­ble des­de la negru­ra géli­da del fran­quis­mo que se mate­ria­li­za­ba en la tor­tu­ra, esa muer­te en vida que nos había ter­mi­na­do de con­fir­mar que dios no exis­tía o, para decir­lo en la ver­dad esen­cial, que dios era el mis­mo tor­tu­ra­dor. Pero la pro­me­sa tenía tram­pa: debía­mos ceder en la radi­ca­li­dad de nues­tros deseos y pro­yec­tos para con­sen­suar una «tran­si­ción», de lo con­tra­rio lo más pro­ba­ble era que el «poder fác­ti­co» eter­ni­za­ra la dic­ta­du­ra. Y en esto apa­re­ció Eva acon­se­ján­do­nos temer a la demo­cra­cia «que nos pre­pa­ran si no inter­ve­ni­mos a tiem­po». ¿Qué era «inter­ve­nir a tiempo»?

Des­de que Eva nos comen­ta­ra que su pri­me­ra for­ma­ción había sido en un entorno anar­quis­ta, nos pre­gun­ta­mos en qué medi­da aque­lla épo­ca tan deci­si­va le había vacu­na­do con­tra el virus de la obe­dien­cia y a la vez le había ino­cu­la­do el deseo de cono­cer. Sabe­mos de los hilos rojos que rela­cio­nan anar­quis­mo y mar­xis­mo, y es muy pro­ba­ble que la bella y poli­fa­cé­ti­ca cul­tu­ra crí­ti­ca que fue desa­rro­llan­do des­de su juven­tud en años de dog­mas se basa­ra en aque­llas raí­ces pro­fun­das y fle­xi­bles ante los tem­po­ra­les de la vida. Cuan­do alguien reali­ce una bio­gra­fía de Eva ten­drá que par­tir de aque­llas pri­me­ras explo­ra­cio­nes de la liber­tad para enten­der por qué pudo apor­tar tan­to y por qué aho­ra segui­mos orien­tán­do­nos hacia los hori­zon­tes que nos enseñó.

En efec­to, bien pron­to tuvo que enfren­tar­se a la repre­sión y al exi­lio, cuan­do Alfon­so Sas­tre fue dete­ni­do en 1956. París le faci­li­tó ampliar su for­ma­ción ante­rior de modo que, ya de nue­vo en el Esta­do espa­ñol, aquel acer­vo teó­ri­co capaz de domi­nar crí­ti­ca­men­te varias dis­ci­pli­nas le lle­vó, como no podía ser de otro modo, a su pri­me­ra estan­cia en la cár­cel en 1962 por orga­ni­zar un colec­ti­vo de muje­res en apo­yo a las huel­gas obre­ras. Un femi­nis­mo obre­ro clan­des­tino, una direc­ta rela­ción en medio de la lucha de cla­ses entre la eman­ci­pa­ción de la mujer y la eman­ci­pa­ción pro­le­ta­ria en la que la mater­ni­dad era una pra­xis que se vivía entre los muros, por­que Eva cui­dó allí a su hija recién naci­da. Su con­cien­cia femi­nis­ta era ante­rior a esta deten­ción, pero es muy posi­ble que aque­lla expe­rien­cia le con­ven­cie­ra de la nece­si­dad de estu­diar en deta­lle las espe­cia­les repre­sio­nes que sufre la mujer tra­ba­ja­do­ra, sobre todo por razo­nes socio­po­lí­ti­cas y en espe­cial duran­te el pro­ce­so de deten­ción, tor­tu­ra, jui­cio y cár­cel, como veremos.

El con­tex­to socio­po­lí­ti­co inter­na­cio­nal y espa­ñol esta­ba cam­bian­do con rapi­dez en la déca­da de 1960, es por ello com­pren­si­ble que una revo­lu­cio­na­ria como Eva avan­za­ra tam­bién hacia otro hori­zon­te: el inter­na­cio­na­lis­ta. Cono­cía París y sus luchas socia­les y cul­tu­ra­les, había sufri­do deten­cio­nes, malos tra­tos y cár­cel, pero la reali­dad le exi­gía pro­fun­di­zar en las con­tra­dic­cio­nes impe­ria­lis­tas. Es muy posi­ble que lo estu­dia­do en su via­je a Cuba le con­fir­ma­ra la nece­si­dad de fusio­nar la lucha revo­lu­cio­na­ria en el Esta­do con la lucha inter­na­cio­nal de apo­yo a pue­blos anti­im­pe­ria­lis­tas, como el viet­na­mi­ta y tan­tos otros.

El femi­nis­mo obre­ro, comu­nis­ta, de Eva le había ense­ña­do que no se pue­de ser revo­lu­cio­na­rio en la calle y refor­mis­ta en casa, es decir, que no se pue­de apo­yar la inde­pen­den­cia viet­na­mi­ta, por ejem­plo, y negar el dere­cho de las nacio­nes cata­la­na, vas­ca, gale­ga, anda­lu­za, etc., a su inde­pen­den­cia. Es una con­tra­dic­ción inso­por­ta­ble que se vuel­ve con­tra el pro­le­ta­ria­do del pue­blo nacio­nal­men­te opre­sor, como ya advir­tie­ra en 1812 el dele­ga­do indio Dio­ni­sio Yupan­qui en las dis­cu­sio­nes en Cádiz para redac­tar la pri­me­ra cons­ti­tu­ción espa­ño­la: «Un pue­blo que opri­me a otro pue­blo nun­ca será libre», les advir­tió, y la his­to­ria le dio la razón. Esta fue una de las razo­nes que le lle­va­ron a ella y a su com­pa­ñe­ro a rom­per con el PC de Espa­ña, sien­do otras razo­nes sus agu­das denun­cias del refor­mis­mo, el más ínti­mo cono­ci­mien­to de las opre­sio­nes nacio­na­les en el Esta­do espa­ñol, etc.

Fue en este vór­ti­ce en el que ella crea­ba su vida libre don­de con­tac­tó con miem­bros de ETA. Las rela­cio­nes inter­na­cio­na­lis­tas, los espa­cios crí­ti­cos en los se deci­día la suer­te del fran­quis­mo y de las con­tra­dic­cio­nes capi­ta­lis­tas, exi­gían orga­ni­za­ción y con­tac­tos, y, como hemos dicho, ese vór­ti­ce de vita­li­da­des y peli­gros le lle­vó a dar un sal­to cua­li­ta­ti­vo en su pra­xis. Como suce­de cuan­do se da un sal­to cua­li­ta­ti­vo en la liber­tad revo­lu­cio­na­ria, más tem­prano que tar­de lo dan tam­bién, pero en sen­ti­do con­tra­rio, los sis­te­mas repre­si­vos que detec­tan el nue­vo peli­gro para el capi­tal. De este modo, Eva y otras per­so­nas fue­ron dete­ni­das por cola­bo­rar con ETA, tor­tu­ra­das y encarceladas.

Un impre­sio­nan­te fru­to de aque­lla pra­xis fue su insu­pe­ra­ble inves­ti­ga­ción de cam­po, es decir, rea­li­za­do en la cár­cel, superan­do infi­ni­tas difi­cul­ta­des, sobre la espe­cí­fi­ca opre­sión socio­po­lí­ti­ca de la mujer lucha­do­ra, que se enfren­ta al sis­te­ma. El arse­nal inte­lec­tual crea­do por años de mili­tan­cia, sus estu­dios de socio­lo­gía, psi­co­lo­gía, arte y cul­tu­ra, teo­ría polí­ti­ca, etc., le capa­ci­ta­ron para rea­li­zar esta inves­ti­ga­ción impac­tan­te sobre las ate­rra­do­ras expe­rien­cias de una trein­te­na de muje­res, ella inclui­da. El resul­ta­do fue y es esa joya titu­la­da Infor­ma­ción 179-Tes­ti­mo­nios de resis­ten­cia. Yese­rías 75 – 77. Esta joya, como deci­mos, lle­va un pró­lo­go de Alfon­so Sas­tre titu­la­do Pala­bras sobre la tor­tu­ra. Fue la edi­to­rial Hor­da­go la que lo publi­có en 1979.

Deci­mos que es el resul­ta­do por­que es una obra per­ma­nen­te. Un abis­mo inson­da­ble que sepa­ra al mar­xis­mo del aca­de­mi­cis­mo es que el pri­me­ro se desa­rro­lla en el inte­rior de las con­tra­dic­cio­nes, mien­tras que el segun­do lo hace en la indus­tria edu­ca­ti­va. Las apor­ta­cio­nes teó­ri­cas mar­xis­tas fun­da­men­ta­les se han ela­bo­ra­do en las lla­ma­ra­das, en los hor­nos de la explo­ta­ción y repre­sión, lo que les con­fie­re una obje­ti­vi­dad cua­li­ta­ti­va inal­can­za­ble por el aca­de­mi­cis­mo. Meto­do­ló­gi­ca, teó­ri­ca y polí­ti­ca­men­te Infor­ma­ción 179 está a la altu­ra de Marx arrui­na­do y vigi­la­do por todas las poli­cías, de Engels redac­tor de la Situa­ción de la cla­se obre­ra en Ingla­te­rra, de Vera Zasú­lich y su clan­des­ti­ni­dad arma­da, de Loui­se Michel en la Comu­na, de Rosa Luxem­burg escri­bien­do en la vorá­gi­ne de la lucha, de Lenin cri­ti­can­do la socio­lo­gía en el des­tie­rro y las Tesis de Abril en el exi­lio, de Krups­ka­ya lle­van­do el apa­ra­to de segu­ri­dad, de Grams­ci encar­ce­la­do, de Mao a pun­to de ser cer­ca­do, de Trotsky con­fi­na­do, de Fidel Cas­tro, Che, Arga­la, Ulri­ke Meinhof, Marulanda…

En la intro­duc­ción Alfon­so Sas­tre denun­cia el papel que ha teni­do y tie­ne la tor­tu­ra en la cul­tu­ra polí­ti­co-reli­gio­sa de la cla­se domi­nan­te espa­ño­la y nos trae aque­lla fra­se de Teo­do­ro de Beza en el siglo XVI: Liber­tas cons­cien­tiae dia­bo­li­cum dog­ma (p.17), que podría­mos tra­du­cir rápi­da­men­te como que la liber­tad de con­cien­cia es un dog­ma dia­bó­li­co. Aún hoy, el Esta­do espa­ñol es denun­cia­do inter­na­cio­nal­men­te cada año por el uso del tor­men­to. Pagi­nas des­pués, Eva escri­be: «La gran noti­cia nos ha sacu­di­do: Eus­ka­di está en pie. Todo un pue­blo ha para­do y ha sali­do a la calle a exi­gir la liber­tad de sus pre­sos. Esta espi­ral nos toca dema­sia­do cer­ca el cora­zón. Nos hemos mira­do en silen­cio. Alguien ha dicho: “Con un pue­blo así no impor­ta la muer­te”. No, no impor­ta la muer­te con un pue­blo así… Nos hemos abra­za­do llo­ran­do. Es para sen­tir­se orgu­llo­sos, muy orgu­llo­sos» (p. 148)

Afin­ca­da en Eus­kal Herria, ella y su fami­lia con­ti­nua­ron impul­san­do varios fren­tes de eman­ci­pa­ción. Eva se cen­tró en tres gran­des cam­pos: la lucha polí­ti­co-ins­ti­tu­cio­nal, la lucha polí­ti­ca con­tra la tor­tu­ra y en defen­sa de los dere­chos huma­nos bási­cos que esta abe­rra­ción des­tru­ye, y la lucha teó­ri­co-polí­ti­ca y cul­tu­ral. En los tres desa­rro­lló las cons­tan­tes que le habían iden­ti­fi­ca­do des­de siem­pre: el femi­nis­mo comu­nis­ta, la lucha inter­na­cio­na­lis­ta, la expli­ca­ción peda­gó­gi­ca, la inter­ac­ción de sabe­res, la luci­dez crí­ti­ca, etc. Men­ción espe­cial tene­mos que hacer de la edi­to­ra HIRU, que ha publi­ca­do obras impres­cin­di­bles. Y en 1986 escribió:

«La rein­ser­ción, en prin­ci­pio, pare­ce no ocul­tar nada: se pre­sen­ta tal cual, habla inclu­so de sus obje­ti­vos: regre­sar, acep­tar la refor­ma… Al rein­ser­ta­do le bas­ta con corre­gir el des­vío. Ni tan siquie­ra tie­ne que arre­pen­tir­se de su pasa­do; al con­tra­rio, son muchos los que públi­ca­men­te, aho­ra que tie­nen los medios de infor­ma­ción tan pre­dis­pues­tos, se enor­gu­lle­cen de ese pasa­do. No son ellos sino la situa­ción la que ha cam­bia­do (pese a la con­tra­dic­ción de la pala­bra), argu­men­ta­rán des­pués. […] La medi­da repre­si­va cono­ci­da como “rein­ser­ción” es sólo una par­te, for­mu­la­da en voz alta, de una polí­ti­ca gene­ral de doma lle­va­da des­de hace tiem­po en silen­cio […] en apa­rien­cia, al rein­ser­ta­do se le pide poco: el reco­no­ci­mien­to de que ya hay “demo­cra­cia” y, si es que estu­vo en ella, el aban­dono de la lucha arma­da» («Refle­xio­nes sobre la rein­ser­ción (I)». Diez, 10, años de tor­tu­ra y demo­cra­cia. Ídem, Pp. 250 – 253).

Como hemos vis­to, en 1977 Eva Forest nos urgía a inter­ve­nir a tiem­po con­tra la demo­cra­cia temi­ble que nos esta­ban pre­pa­ran­do. Enton­ces, en medio de una cri­sis tre­men­da, juga­ba un papel cla­ve el mie­do a un nue­vo gol­pe mili­tar que man­tu­vie­ra el fas­cis­mo, terror mani­pu­la­do tam­bién por la «izquier­da» para que se apro­ba­se la cons­ti­tu­ción monár­qui­co-mili­tar que ya esta­ba redac­ta­da en lo bási­co. Aho­ra, sal­van­do todas las dis­tan­cias, tam­bién se recu­rre al mie­do al fas­cis­mo para apo­yar al gobierno espa­ñol en la defen­sa de la «demo­cra­cia». Es tarea nues­tra inter­ve­nir a tiem­po impul­san­do la inde­pen­den­cia de los pue­blos y la demo­cra­cia socia­lis­ta para impe­dir otra con­so­li­da­ción duran­te medio siglo de la monar­quía mili­tar española.

EUSKAL HERRIA, 17 de mayo de 2021

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