Esta­do Espa­ñol. Repre­sión y dete­ni­dos en el cam­pa­men­to de migran­tes en Tenerife

Por Ana Adom, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 8 de abril de 2021.

Des­de fina­les de febre­ro más de 1500 per­so­nas se encuen­tran haci­na­das en el cam­pa­men­to Las Raí­ces situa­do en el muni­ci­pio de La Lagu­na en Tenerife.

La deses­pe­ra­ción de más de 1500 per­so­nas, sin aten­ción médi­ca ni con­di­cio­nes de salu­bri­dad, en el cam­pa­men­to de migran­tes de La Raí­ces, en Tene­ri­fe, ha lle­va­do a la pro­tes­ta. Y fren­te a la pro­tes­ta, el Gobierno a res­pon­di­do con repre­sión, la inter­ven­ción de anti­dis­tur­bios y varios detenidos.

En un pri­mer momen­to el pun­to de mayor satu­ra­ción de las Islas se encon­tra­ba en el puer­to de Argui­ne­guín en la loca­li­dad de Mogan, al sur­oes­te de Gran Cana­ria. Allí el pasa­do verano comen­za­ron a ins­ta­lar­se varias car­pas para con­tro­lar las nue­vas entra­das, pero ya a fina­les del mes de noviem­bre lle­ga­ron a refu­giar­se más de 2000 per­so­nas. Fue en este mue­lle don­de la poli­cía inter­vino expul­san­do a cien­tos de ellas sin tener un espa­cio a don­de ir, ope­ra­ción que lue­go fue til­da­da de “error y de fal­ta de coor­di­na­ción”. Tam­bién en este pue­blo hemos podi­do ver que ha emer­gi­do con fuer­za el dis­cur­so racis­ta y xenó­fo­bo que la extre­ma dere­cha lle­va tiem­po cultivando.

Poco des­pués se pre­sen­tó el Plan Cana­rias, pro­pues­to por el minis­tro de Inclu­sión, Segu­ri­dad Social y Migra­cio­nes, José Luis Escri­vá. Este abría el camino para comen­zar a con­ver­tir las Islas Cana­rias en un macro­cam­pa­men­to para las per­so­nas migran­tes que lle­ga­ban a las islas des­de el mes de mayo. El obje­ti­vo decía ser “recon­du­cir la cri­sis migra­to­ria”, pero cier­ta­men­te lo que se está con­si­guien­do es con­ver­tir las Islas Cana­rias en un cen­tro de deten­ción, un tapón gra­cias al cual man­te­ner a los migran­tes ale­ja­dos de la penín­su­la y de su posi­ble movi­li­dad por terri­to­rio europeo.

La cus­to­dia de los migran­tes, aun­que sean irre­gu­la­res, no pue­de ser mayor de 72 horas, pero des­de mayo este dere­cho ha sido incum­pli­do innu­me­ra­bles veces como seña­la la orga­ni­za­ción Human Rights Watch e inclu­so el pro­pio juez de con­trol del CIE de Gran Cana­ria, todo esto mien­tras el minis­tro del Inte­rior Gran­de-Mar­las­ka lo nega­ba. La res­tric­ción a la libre cir­cu­la­ción vul­ne­ra los dere­chos huma­nos bási­cos.
Ante la enver­ga­du­ra de la cri­sis, las com­pe­ten­cias se dilu­yen: mien­tras el gobierno lan­za las res­pon­sa­bi­li­da­des a la Unión Euro­pea, esta le res­pon­de dán­do­le vía libre al gobierno para ges­tio­nar sus com­pe­ten­cias nacionales.

A fina­les del pasa­do año se cal­cu­la­ba que habían lle­ga­do a las islas más de 20.000 per­so­nas, entre ellos unos 2000 meno­res no acompañados.

Mien­tras tan­to, cua­tro meses más tar­de per­sis­te la con­ti­núa reten­ción bajo con­di­cio­nes deni­gran­tes. Un ejem­plo cla­ro de ello es la situa­ción en la que se encuen­tran las per­so­nas rete­ni­das en el cam­pa­men­to de Las Raí­ces. Allí se ha for­ma­do una asam­blea de apo­yo que está actuan­do como alta­voz de las luchas de los migran­tes para poder con­ti­nuar su viaje.

En el comu­ni­ca­do del 5 abril expo­nen las con­di­cio­nes a las que se están enfren­tan­do las más de 1500 per­so­nas rete­ni­das. Denun­cian la fal­ta de recur­sos, de aten­ción médi­ca y legal, el haci­na­mien­to, la vio­len­cia físi­ca y psi­co­ló­gi­ca ejer­ci­da por par­te de la empre­sa Segur­ma­xim, encar­ga­da de la vigi­lan­cia y el con­trol del recin­to y de ACCEM, encar­ga­da de ges­tio­nar la aco­gi­da. Ade­más, seña­lan la res­pon­sa­bi­li­dad tan­to del gobierno cen­tral como auto­nó­mi­co, ambos del PSOE y UP y piden que se exi­jan res­pon­sa­bi­li­da­des a estas empre­sas, que se cie­rre el cam­pa­men­to y que se res­pe­ten los dere­chos huma­nos bási­cos de las per­so­nas migrantes.

Ante la fal­ta de res­pues­tas el 1 de abril comen­zó una huel­ga de ham­bre en el cam­pa­men­to. Hoy, 6 de abril, la res­pues­ta ha lle­ga­do en for­ma de una bru­tal repre­sión policial:

La mayo­ría de migran­tes huyen de situa­cio­nes extre­mas en sus res­pec­ti­vos paí­ses. El racis­mo de Mau­ri­ta­nia, la per­se­cu­ción polí­ti­ca de Sene­gal, la pobre­za de Mali. Paí­ses, a su vez, víc­ti­mas del colo­nia­lis­mo euro­peo duran­te décadas.

Pero al lle­gar a terri­to­rio euro­peo se cho­can con la peno­sa reali­dad de unas polí­ti­cas com­ple­ta­men­te racis­tas. La Unión Euro­pa pone res­tric­cio­nes a la movi­li­dad de los afri­ca­nos y el gobierno espa­ñol, ali­nea­do con ella, no hace nada por impedirlo.

Un gobierno que sigue lle­van­do a cabo estas polí­ti­cas en con­tra de las per­so­nas migran­tes, que man­tie­ne los CIES abier­tos, que res­pon­de envian­do a las fuer­zas repre­si­vas y que per­mi­te que el racis­mo siga cre­cien­do de la mano de la extre­ma dere­cha, no pue­de deno­mi­nar­se, de nin­gu­na mane­ra pro­gre­sis­ta, ni mucho menos ser la alter­na­ti­va de los tra­ba­ja­do­res, los migran­tes, las muje­res y los jóve­nes que sufren la explo­ta­ción de este sis­te­ma capi­ta­lis­ta asesino.

Fuen­te: Izquier­da Dia­rio, Rebe­lión.

Itu­rria /​Fuen­te

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