Cuba. Con­tra el racis­mo y la dis­cri­mi­na­ción: Ni com­po­si­ción racial ni etnias, somos cubanxs

Por: Arleen Rodrí­guez Deri­vet, Kari­na Rodrí­guez Mar­tí­nez, Darío A. Extre­me­ra Pere­grín, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 25 de mar­zo de 2021.

“(…) Ten­go, vamos a ver,
ten­go el gus­to de andar por mi país,
due­ño de cuan­to hay en él,
miran­do bien de cer­ca lo que antes
no tuve ni podía tener”.

Ten­go, poe­ma de Nico­lás Guillén,

Rolan­do Ren­so­li Medi­na, vice­pre­si­den­te de la Comi­sión Apon­te de la Uneac, al comen­zar su inter­ve­ción en la Mesa Redon­da expli­có que está com­pro­ba­do en la bio­lo­gía que no exis­ten razas en la espe­cie huma­na. “Raza huma­na y espe­cie huma­na son sinó­ni­mos, somos una espe­cie uni­rra­cial”, dijo.

Para Ren­so­li, “no exis­ten razas en el ser humano, y si no exis­ten razas en el ser humano, no debe­ría exis­tir toda una con­cep­ción sobre racis­mo y dis­cri­mi­na­ción racial. Ten­dría­mos que hablar aho­ra de dis­cri­mi­na­ción por el color de la piel, por ras­gos físicos.

“Noso­tros nos opo­ne­mos a usar el tér­mino raza para divi­dir a las per­so­nas, por­que se opo­ne la cien­cia. Y la cul­tu­ra del hom­bre debie­ra vali­dar lo que la cien­cia está plan­tean­do”, añadió.

Aun­que no debe­mos hablar de razas, el fenó­meno está pre­sen­te. Ren­so­li Medi­na afir­mó que exis­te una dis­cri­mi­na­ción por el color de la piel, por las etnias, dis­cri­mi­na­cio­nes inter­ét­ni­cas en otros espa­cios del mun­do, o que tie­nen que ver con enfren­ta­mien­tos reli­gio­sos y cul­tu­ra­les muy liga­dos tam­bién a dis­cri­mi­na­cio­nes entre nacionalidades.

“Y todo eso se con­ci­be como racis­mo –expli­có – . Lo mis­mo la dis­cri­mi­na­ción de los israe­líes con­tra los ára­bes que la que tuvie­ron los ale­ma­nes con­tra los hebreos, como la inter­ét­ni­ca que tie­nen los japo­ne­ses con­tra los migran­tes corea­nos. En los Esta­dos Uni­dos hay una múl­ti­ple dis­cri­mi­na­ción racial, con­tra los afro­ame­ri­ca­nos. La xeno­fo­bia está liga­da a estos pro­ble­mas raciales”.

El vice­pre­si­den­te de la Comi­sión Apon­te de la Uneac habló del caso Cuba, en el que suce­de “un fenó­meno dis­tin­to, por­que en Cuba tene­mos un etnos nación úni­co, diver­so, hete­ro­gé­neo, pero úni­co y mes­ti­zo. Es diver­so por­que los orí­ge­nes étni­cos son diver­sos, esta­mos hablan­do de más de 20 etnias lati­no­ame­ri­ca­nas, 88 etnias afri­ca­nas fun­da­men­ta­les, pero si suma­mos las subet­nias y los dis­tin­tos gru­pos, esta­mos hablan­do de más de 1 500 gru­pos afri­ca­nos cul­tu­ra­les étni­cos que estu­vie­ron pre­sen­tes en la escla­vi­za­ción que ocu­rrió en Cuba; ade­más de 17 etnias his­pá­ni­cas, los fran­ce­ses, que tie­nen una impron­ta en Cuba, o la pre­sen­cia asiá­ti­ca, que no es solo chi­na, por­que hay pre­sen­cia japo­ne­sa y corea­na tam­bién”.

En Cuba, esos gru­pos étni­cos no se man­tu­vie­ron sepa­ra­dos y die­ron ori­gen al cubano actual. “En el árbol genea­ló­gi­co de un cubano apa­re­ce lo mis­mo un asiá­ti­co que un euro­peo, un afri­cano o un emi­gran­te holan­dés. Aquí no nos sepa­ra­mos nun­ca por here­de­ro de… o des­cen­dien­tes de…, y eso hizo que Fer­nan­do Ortiz nos com­pa­ra siem­pre con un ajiaco.

“Es una mez­cla, no esta­mos hablan­do de cul­tu­ras sepa­ra­das. En la his­to­ria de Cuba hubo en algún momen­to gru­pos sepa­ra­dos, hay un barrio chino en La Haba­na, pero los des­cen­dien­tes chi­nos están mez­cla­dos. Hubo una peque­ña Ita­lia en el barrio de los Sitios que ya des­apa­re­ció, no por­que se hayan ido, sino por­que sus des­cen­dien­tes se mez­cla­ron. ¿Dón­de está esa des­cen­den­cia? Mez­cla­da con los cuba­nos de hoy. Por tan­to, noso­tros habla­mos de un etnos nación hete­ro­gé­neo. Es mes­ti­zo y es diver­so tam­bién en cuan­to a colo­ra­ción de la piel, pero el color de la piel en Cuba no está direc­ta­men­te liga­do a ele­men­tos étni­cos dis­tin­tos”, afirmó.

La diver­si­dad de tona­li­da­des de la piel del cubano es muy amplia –con­ti­nuó Ren­so­li – . “Noso­tros, en el pro­gra­ma nacio­nal, hemos pro­pues­to una deno­mi­na­ción gene­ral de los cuba­nos. ¿Por qué?, por­que habla­mos de que, en Cuba, por la mez­cla, por el ajia­co que tene­mos, no tene­mos pure­za direc­ta; hacia Euro­pa unos, hacia Áfri­ca otros, o hacia los polos lati­no­ame­ri­ca­nos, y, por lo tan­to, lo que tene­mos sen­ci­lla­men­te son colo­res de piel. Y si habla­mos de colo­res de piel, los pode­mos agru­par en tres gru­pos: per­so­nas de piel blan­ca, blan­cos, per­so­nas de piel negra o negros y per­so­nas de piel par­da o mula­tos. ¿Y por qué los hemos agru­pa­do así?, por­que hay que bus­car una generalidad”.

En cuan­to al tér­mino “par­do”, recor­dó que se usó duran­te todo el perio­do colo­nial y en las pri­me­ras déca­das del siglo XX cubano fue desapareciendo.

“El mapa gené­ti­co del ori­gen del etnos cubano demues­tra que el pue­blo cubano es gené­ti­ca­men­te mes­ti­zo en su gene­ra­li­dad. Somos mes­ti­zos los negros, somos mes­ti­zos los blan­cos, somos mes­ti­zos los par­dos o mulatos.

“Ya no habla­mos de com­po­si­ción étni­ca de un gru­po, habla­mos de com­po­si­ción por el color de la piel, por­que si no hay diver­si­dad de etnias en Cuba, no hay afro­cu­ba­nos, his­pa­no­cu­ba­nos, indo­cu­ba­nos, sino sen­ci­lla­men­te cuba­nos de dis­tin­to color de la piel, de lo que habla­mos o debe­ría­mos hablar enton­ces es de com­po­si­ción por el color de la piel. Los docu­men­tos no deben decir ni raza ni com­po­si­ción étni­ca, sino deben hablar de color de la piel”.

Casa de Áfri­ca, más que memo­ria y folclor

La Casa de Áfri­ca, la his­to­ria de la escla­vi­tud en una visi­ta a La Haba­na. Foto: Abel Padrón Padilla/​Cubadebate

En otro momen­to de la Mesa Redon­da de este miér­co­les, Alber­to Gra­na­dos Duque, direc­tor de la Casa de Áfri­ca de la Ofi­ci­na del His­to­ria­dor de la Ciu­dad de La Haba­na, dijo que esta “no sur­ge como un museo más, sino con cier­ta inten­cio­na­li­dad, bajo la ini­cia­ti­va del Coman­dan­te de la Revo­lu­ción Juan Almei­da Bos­que y Euse­bio Leal, bajo esa visión amplia del Coman­dan­te en Jefe Fidel Cas­tro, cuan­do deci­den en 1986 crear una ins­ti­tu­ción cul­tu­ral que divul­ga­ra la his­to­ria, el arte y la cul­tu­ra afri­ca­nos con­tem­po­rá­neos con un carác­ter des­co­lo­ni­za­dor”.

Fue esco­gi­do el 6 de enero de 1986 por­que era el úni­co día en el tiem­po de la Colo­nia en que los afri­ca­nos, los escla­vi­za­dos y sus des­cen­dien­tes, no tra­ba­ja­ban, salían y se les per­mi­tían las fies­tas, los can­tos, y ellos lo uti­li­za­ban como un ele­men­to de resis­ten­cia cul­tu­ral, que la ins­ti­tu­ción ha man­te­ni­do como un pro­ce­so de acer­ca­mien­to a esas cul­tu­ras de ori­gen afri­cano, explicó.

“Había que bus­car la for­ma de que no se pare­cie­ra a nin­guno de los museos en el mun­do que abor­dan el tema de la cul­tu­ra y el arte afri­ca­nos. Pode­mos afir­mar con todo orgu­llo que es el úni­co museo en el mun­do en el que la tota­li­dad de obje­tos afri­ca­nos que tene­mos, y son muchos, han sido rega­los y dona­cio­nes del pue­blo afri­cano al pue­blo cubano.

Todo eso “para que nues­tro pue­blo cono­cie­ra que en Áfri­ca tam­bién exis­tie­ron rei­nos e impe­rios que fue­ron fre­na­dos bru­tal­men­te por la tra­ta negre­ra y la escla­vi­tud, pero que los afri­ca­nos sabia­men­te supie­ron man­te­ner vivas muchas de estas identidades”.

El museo, ade­más de ser un lugar don­de se expo­nen estos obje­tos, siem­pre fue un cen­tro cul­tu­ral, de inves­ti­ga­ción, des­ta­có Granados.

“En mar­zo de 1987 se creó el Comi­té Cubano con­tra el Apartheid y con­tra la Dis­cri­mi­na­ción Racial. En 1994 se creó el even­to de antro­po­lo­gía social y cul­tu­ral afro­ame­ri­cano, que cada año toca estos temas y que da espa­cio a los jóve­nes inves­ti­ga­do­res para el diá­lo­go –un ele­men­to muy impor­tan­te– sobre nues­tros orí­ge­nes, sobre estas reli­gio­nes de ori­gen afri­cano que exis­ten en Cuba, sobre los temas de racia­li­dad. Son temas que, de algu­na mane­ra, con­for­man el pro­yec­to social y cul­tu­ral de la ins­ti­tu­ción, y que ade­más se mez­clan con el pro­yec­to social que tie­ne la OHCH”, apuntó.

“Esta­mos pre­sen­tes en le pro­yec­to de las aulas museo, un espa­cio que nos per­mi­te acer­car­nos a los niños y ense­ñar­les la ver­da­de­ra his­to­ria de África.

“Tam­bién el museo for­ma par­te del pro­yec­to La Ruta del Escla­vo, que sur­ge en 1994, por ini­cia­ti­va de Hai­tí. Cuba es miem­bro de ese pro­yec­to des­de el ini­cio. La casa es la sede del comi­té cubano de ese proyecto.

“Pero no es un pro­ce­so solo en la Casa de Áfri­ca, sino en las dife­ren­tes pro­vin­cias. Tene­mos, por ejem­plo, un fuer­te tra­ba­jo en Matan­zas, en el Cas­ti­llo de San Seve­rino, el museo de la Ruta del Escla­vo. Estos even­tos que rea­li­za­mos no se que­dan solo en La Haba­na, sino que lle­va­mos a los inves­ti­ga­do­res, a los jóve­nes, a cono­cer esos luga­res don­de toda­vía exis­te una pre­sen­cia de la cul­tu­ra de ori­gen afri­cano fuer­te, como es la pro­vin­cia de Matanzas.

“Inten­ta­mos vin­cu­lar la escla­vi­tud, con un pro­ce­so de no per­der la memo­ria his­tó­ri­ca. Para edu­car que la tra­ta y la escla­vi­tud no se vuel­van a repe­tir, aun­que lamen­ta­ble­men­te se repiten”.

Mos­tra­mos a Áfri­ca de una for­ma dife­ren­te –dijo –cuan­do se visi­ta la Casa pue­den apre­ciar que no se encuen­tran repre­sen­ta­dos los paí­ses por pabe­llo­nes, sino por áreas geo­grá­fi­cas, por cul­tu­ras. La colo­ni­za­ción afri­ca­na lo que hizo fue divi­dir a esos paí­ses y que­da­ron fami­lias divi­di­das de un lado y de otro. “Noso­tros hemos tra­ta­do de inte­grar­los des­de nues­tro pro­yec­to museo­grá­fi­co”, sen­ten­ció Alber­to Granados.

Tene­mos el Áfri­ca nues­tra, la que nos lle­gó que está en nues­tra san­gre. Es el Áfri­ca de la reli­gio­si­dad que prac­ti­can los cuba­nos, pero el con­ti­nen­te afri­cano ha apor­ta­do mucho más que eso.

Alber­to Gra­na­dos direc­tor de la Casa de Áfri­ca dice sen­tir a este con­ti­nen­te en su cora­zón. “Tuve la opor­tu­ni­dad de cum­plir misión inter­na­cio­na­lis­ta en Áfri­ca, mucho antes de pen­sar que iba a tra­ba­jar en este lugar y todas las injus­ti­cias las viví y las sufrí. Estos ele­men­tos han con­for­ma­do par­te de la edu­ca­ción que ten­go y me ha per­mi­ti­do den­tro del museo luchar y com­ba­tir con­tra la dis­cri­mi­na­ción racial”, confesó.

¿Cómo apro­ve­chan las opor­tu­ni­da­des las per­so­nas negras y mula­tas en Cuba?

Judith Val­dés es la jefa de este­ri­li­za­ción del poli­clí­ni­co. Hoy es la enfer­me­ra vacu­na­do­ra. Foto: Ire­ne Pérez/​Cuba­de­ba­te.

La doc­to­ra en Cien­cias Geidys Fun­do­ra Nevot comen­zó su inter­ven­ción en el pro­gra­ma tele­vi­si­vo reco­no­cien­do que en Cuba exis­te diver­si­dad de enfo­ques en las inves­ti­ga­cio­nes, aun­que que­da mucho por inves­ti­gar. “Uno de los enfo­ques es el que se desa­rro­lla des­de la red de polí­ti­cas socia­les, en los semi­na­rios que des­de hace cin­co años veni­mos desa­rro­llan­do y que per­mi­te el acer­ca­mien­to al tema de las des­igual­da­des con otra pers­pec­ti­va”, señaló

Este enfo­que apues­ta por com­ple­men­tar los resul­ta­dos de las esta­dís­ti­cas, del cen­tro de estu­dios de pobla­ción, la sis­te­ma­ti­za­ción de inves­ti­ga­cio­nes y sobre todo la apues­ta por la inves­ti­ga­ción –par­ti­ci­pa­ción. La tam­bién soció­lo­ga y pro­fe­so­ra de Facul­tad Lati­no­ame­ri­ca­na de Cien­cias Socia­les de la Uni­ver­si­dad de La Haba­na evi­den­ció que la par­ti­ci­pa­ción dia­ló­gi­ca per­mi­te trans­for­mar en la medi­da en que se investiga.

En el caso cubano,-dijo- nos intere­sa recal­car que no esta­mos con los bra­zos cru­za­dos, sino que se inten­tan crear diver­sas opor­tu­ni­da­des. Esta­mos iden­ti­fi­can­do todas las opor­tu­ni­da­des que se han crea­do, a par­tir de la actua­li­za­ción del mode­lo de desa­rro­llo cubano y lue­go vamos a tra­ba­jar con cri­te­rios de exper­tos, direc­ta­men­te con las per­so­nas negras y mula­tas para ver qué capa­ci­dad de apro­ve­cha­mien­to tie­nen estas per­so­nas de esas posibilidades.

“Las inves­ti­ga­cio­nes han arro­ja­do que hay un subapro­ve­cha­mien­to de estas opor­tu­ni­da­des. Por ejem­plo, cuan­do vamos a las polí­ti­ca de amplia­ción de tra­ba­jo por cuen­ta pro­pia o de pro­mo­ción del coope­ra­ti­vis­mo lo que nos encon­tra­mos es que las per­so­nas negras y mula­tas no apro­ve­chan por igual este tipo de opor­tu­ni­da­des, están en des­ven­ta­ja”, indi­có Fun­do­ra Nevot

La soció­lo­ga expli­có que exis­te un aca­pa­ra­mien­to de opor­tu­ni­da­des por par­te de otros gru­pos socia­les, mien­tras que este gru­po no apro­ve­cha com­ple­ta­men­te la opor­tu­ni­dad. Otro ejem­plo es cuan­do habla­mos de la polí­ti­ca cre­di­ti­cia, la vivien­da, la entre­ga de tie­rras en usu­fruc­to nos encon­tra­mos que estas per­so­nas no han apro­ve­cha­do estas pro­po­si­cio­nes que ha gene­ra­do el país.

Exis­ten tres tipos de aná­li­sis, aun­que pue­den gene­rar­se muchos otros:

  • Pri­me­ro: Cómo se con­ci­bió esta opor­tu­ni­dad. En este pun­to exis­ten dife­ren­tes pers­pec­ti­vas como cons­truir las opor­tu­ni­da­des dema­sia­do homo­gé­neas, sin aten­der que las con­di­cio­nes de par­ti­da pue­den ser des­igua­les, el tema del asis­ten­cia­lis­mo, el no desa­rro­llo de accio­nes que acom­pa­ñen las polí­ti­cas uni­ver­sa­les. No solo plan­tear­se el pro­gra­ma en mate­ria de acce­so, sino seguir­lo has­ta ver los resultados.
  • Segun­do: Quié­nes imple­men­tan el pro­yec­to. Estu­dia­mos 174 tipos de accio­nes vin­cu­la­das a pro­yec­tos de desa­rro­llo local y muy poca abor­dan las des­igual­da­des por color de la piel y tam­bién pocas son pro­ta­go­ni­za­das por per­so­nas negras o mula­tas. Hay un subapro­ve­cha­mien­to de las estra­te­gias que se están desa­rro­llan­do des­de las loca­li­da­des, en los pro­gra­mas y proyectos.
  • Ter­ce­ro: Con qué recur­sos cuen­tan las per­so­nas negras y mula­tas en Cuba para apro­ve­char las opor­tu­ni­da­des. Hemos resuel­to el pro­ble­ma de que la opor­tu­ni­dad se dise­ñe de for­ma uni­ver­sal, si tene­mos per­so­nas sen­si­bi­li­za­das con el tema y sin pre­jui­cios racis­tas, enton­ces nos que­da el tema de los activos.

“En los recur­sos mate­ria­les con los que cuen­tan las per­so­nas negras y mula­tas vemos uno de los fac­to­res que difi­cul­tan que apro­ve­chen las opor­tu­ni­da­des. Esta­mos hablan­do que este tipo de pobla­ción habi­ta en vivien­das de peor esta­do” apun­tó la tam­bién pro­fe­so­ra de Facul­tad Lati­no­ame­ri­ca­na de Cien­cias Socia­les de la Uni­ver­si­dad de La Habana.

Esta­mos tra­ba­jan­do – insis­tió- en la nece­si­dad de pen­sar accio­nes foca­li­za­das den­tro de las polí­ti­cas uni­ver­sa­les y en polí­ti­cas de base afir­ma­ti­va que nutren de acti­vos de esta pobla­ción. Hay un pro­yec­to el impac­to social de la ban­ca, don­de se está pen­san­do el tema de la inclu­sión finan­cie­ra como un ele­men­to poten­cia­dor de la equi­dad social. “Tam­bién se pien­sa en una mejor estra­te­gia de tra­ba­jo social para poder acom­pa­ñar este tipo de pobla­ción y que pue­dan apro­ve­char estas comu­ni­da­des para que pue­dan par­ti­ci­par en la vida eco­nó­mi­ca, polí­ti­ca y social del país”, des­ta­có La doc­to­ra en Cien­cias Geidys Fun­do­ra Nevot.

El Pro­gra­ma Nacio­nal vs Racis­mo: Inte­gra­ción, logros e insatisfacciones.

Rolan­do Ren­so­li Medi­na, vice­pre­si­den­te de la Comi­sión Apon­te de la Uneac, duran­te su inter­ven­ción en el espa­cio tele­vi­si­vo recor­dó que el Pro­gra­ma se apro­bó el 20 de noviem­bre del 2019 y jus­ta­men­te ese día la Comi­sión Apon­te cum­plía un decenio.

El Pro­gra­ma Nacio­nal con­tra el Racis­mo y la dis­cri­mi­na­ción racial lo pre­si­de el pro­pio pre­si­den­te de la Repú­bli­ca, Miguel Díaz- Canel Ber­mú­dez y des­de el año 2013 des­de su pues­to de pri­mer vice­pre­si­den­te de los Con­se­jos de Esta­do y de Minis­tros sos­te­nía un diá­lo­go sis­te­má­ti­co con la direc­ción de la Comi­sión Apon­te don­de se dis­cu­tían pro­ble­má­ti­cas concretas.

Entre los logros que hemos alcan­za­do está reco­no­cer el pro­ble­ma, la exis­ten­cia ya es un logro. Ade­más de tener un diag­nos­ti­co dón­de están eva­lua­dos los ele­men­tos obje­ti­vos y sub­je­ti­vos que pro­pi­cian la per­ma­nen­cia de prác­ti­cas de dis­cri­mi­na­ción racial y de racis­mo en Cuba. Hay una mez­cla de empí­rea y de resul­ta­dos cien­tí­fi­cos que dan al tras­te con un diagnóstico.

Este diag­nós­ti­co ‑infor­mó Rolan­do Ren­so­li- pron­to será públi­co. Otro de los logros que tene­mos es que el libro Revo­lu­ción cuba­na vs Racis­mo, esta­rá en ver­sión ebook. Tam­bién verá la luz un manual titu­la­do Con­cep­tua­li­za­ción de la etni­ci­dad cubana.

“El tra­ba­jo con lo orga­nis­mos for­ma­do­res es un pun­tal”, ase­gu­ró. El Minis­te­rio de Edu­ca­ción se remon­ta al 2010 y tam­bién con el Minis­te­rio de Edu­ca­ción Supe­rior, el Minis­te­rio de Salud Públi­ca y con el Inder.

“Como logros del pro­gra­ma se debe men­cio­nar el tra­ba­jo cohe­ren­te y sis­te­má­ti­co que hace­mos con el Ins­ti­tu­to Cubano de Radio y Tele­vi­sión. Inclu­si­ve hemos tra­ba­ja­do con los rea­li­za­do­res y guio­nis­tas para cole­giar nove­las y audiovisuales.”

Nos que­da como insa­tis­fac­cio­nes-comen­tó– no se han podi­do cons­ti­tuir las comi­sio­nes pro­vin­cia­les para el Pro­gra­ma, ni ana­li­zar los pla­nes terri­to­ria­les y su diag­nós­ti­co en los pro­gra­mas rama­les de los orga­nis­mos de la admi­nis­tra­ción cen­tral del Estado.

Fuen­te: Cuba Debate

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