Ucra­nia. Vacu­nas como pro­duc­tos ideo­ló­gi­ca­men­te incorrectos

Por Andrey Man­chuk. Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 15 de febre­ro de 2021.

El Con­se­jo de Minis­tros de Ucra­nia ha prohi­bi­do ofi­cial­men­te regis­trar vacu­nas rusas con­tra el coro­na­vi­rus. Así lo con­fir­ma el tex­to del decre­to sobre el regis­tro esta­tal de vacu­nas con­tra la COVID-19 publi­ca­do en la web del Gobierno ucra­niano y que exclu­ye com­ple­ta­men­te el uso de medi­ca­men­tos ideo­ló­gi­ca­men­te incorrectos.

“El regis­tro de vacu­nas y otros pre­pa­ra­ti­vos inmu­no­bio­ló­gi­cos para la pre­ven­ción espe­cí­fi­ca de la infec­ción res­pi­ra­to­rio COVID-19 cau­sa­do por el coro­na­vi­rus SARS-CoV‑2 bajo la con­di­ción de uso médi­co de emer­gen­cia, desa­rro­llo y/​o pro­duc­ción del mis­mo rea­li­za­do en un Esta­do reco­no­ci­do por el Par­la­men­to de Ucra­nia como Esta­do agre­sor está prohi­bi­do”, afir­ma la par­te final de este docu­men­to des­ti­na­do a pasar a la his­to­ria de la pan­de­mia de coronavirus.

No es una exa­ge­ra­ción, al fin y al cabo se tra­ta del pri­mer caso en el mun­do en el que un Esta­do prohí­be el uso de una solu­ción bara­ta y efec­ti­va con­tra el coro­na­vi­rus, actuan­do por moti­va­cio­nes exclu­si­va­men­te polí­ti­cas. Es más, ocu­rre en una situa­ción en la que el Gobierno no cuen­ta con nin­gu­na otra alter­na­ti­va a su dis­po­si­ción y el núme­ro de ucra­nia­nos con­ta­gia­dos sigue aumentando.

La prohi­bi­ción pare­ce otro ejer­ci­cio de hipo­cre­sía extre­mo en el espí­ri­tu de la dis­to­pía orwe­llia­na que se pone en mar­cha en la Ucra­nia post-Mai­dan. ¿Por qué no se pue­de com­prar una vacu­na cla­ve que pue­de sal­var las vidas y la salud de los ucra­nia­nos si Ucra­nia ya tie­ne un comer­cio mul­ti­mi­llo­na­rio con Rusia y los oli­gar­cas ucra­nia­nos no tie­nen nin­gún pro­ble­ma para hacer nego­cios con los agre­so­res? En reali­dad, Kiev adquie­re todo de detrás del muro: des­de ener­gía has­ta pata­tas y tocino. La rup­tu­ra de rela­cio­nes comer­cia­les con el vecino del este sería el pun­to final de la estan­ca­da eco­no­mía del país.

“Debe­mos prohi­bir inme­dia­ta­men­te el gas, la elec­tri­ci­dad, el car­bón y todo lo demás que com­pra­mos en Rusia por un valor total de 40.000 millo­nes de dóla­res y dejar así de sufrir esta incer­ti­dum­bre. Y blo­quear los gaso­duc­tos. Si no, resul­ta que se pue­de obte­ner dine­ro del agre­sor por el trán­si­to del gas. Pero no se les pue­de com­prar una vacu­na. ¿Dón­de está la lógi­ca? No hay nin­gu­na”, escri­bió el fun­da­dor del Sin­di­ca­to Inde­pen­dien­te de Pren­sa de Kiev Serhiy Guz.

Real­men­te no hay nin­gu­na lógi­ca. Se ha sus­ti­tui­do por una direc­ti­va públi­ca de la emba­ja­da de Esta­dos Uni­dos, una de las fuen­tes de poder en el país de la vic­to­rio­sa dig­ni­dad jun­to a los ya men­cio­na­dos oli­gar­cas y los gru­pos de pogro­mo de extre­ma dere­cha. Fue anun­cia­do en oto­ño, des­pués de que el minis­tro de Sani­dad Ste­pa­nov men­cio­na­ra públi­ca­men­te la posi­bi­li­dad de uti­li­zar la vacu­na rusa. Y fue inme­dia­ta­men­te lla­ma­do para una con­ver­sa­ción pre­ven­ti­va con la encar­ga­da de nego­cios de la emba­ja­da de Esta­dos Uni­dos, muy preo­cu­pa­da por la salud y la segu­ri­dad de los ucranianos.

El país cono­ció los resul­ta­dos de la con­ver­sa­ción por medio de la cuen­ta de Twit­ter de la emba­ja­da: “Ucra­nia no adqui­ri­rá la vacu­na rusa con­tra la COVID, que no ha pasa­do las prue­bas clí­ni­cas de segu­ri­dad”, afir­ma­ba el men­sa­je, en el que la pala­bra no apa­re­cía en mayús­cu­las para que nadie tuvie­ra la más míni­ma duda. En ese tiem­po, la pren­sa occi­den­tal esta­ba rea­li­zan­do una cam­pa­ña glo­bal para des­acre­di­tar la vacu­na rusa por el bien de los intere­ses geo­po­lí­ti­cos de Esta­dos Uni­dos y como par­te de una lucha por el mer­ca­do de las gran­des farmacéuticas.

Ese escan­da­lo­so tuit, que deja cla­ra la humi­llan­te depen­den­cia del Esta­do, deter­mi­nó el cur­so del com­por­ta­mien­to del equi­po de Zelensky, que se negó a com­prar la vacu­na Sput­nik pese a que los rusos insi­dio­sa­men­te hayan ofre­ci­do pro­du­cir­la direc­ta­men­te en el terri­to­rio de Ucra­nia en una empre­sa far­ma­céu­ti­ca de Jár­kov, pro­me­tien­do tam­bién entre­gar toda la tec­no­lo­gía nece­sa­ria. Eso per­mi­ti­ría al país entrar en el limi­ta­do club de los paí­ses pro­duc­to­res de vacu­nas con­tra el coro­na­vi­rus y eli­mi­na­ría la depen­den­cia de impor­ta­cio­nes extran­je­ras. Por no hablar de la crea­ción de empleos e ingre­sos por impues­tos, algo que no ven­dría nada mal a un pre­su­pues­to que se aho­ga en el déficit.

Nin­gu­na de esas ini­cia­ti­vas ha sido teni­da en cuen­ta. Los ofi­cia­les ucra­nia­nos obe­dien­te­men­te mira­ron a Washing­ton, que habla­ba de la inefi­cien­cia y baja cali­dad de la vacu­na rusa, aun­que se ha uti­li­za­do para vacu­na­ción masi­va y la lis­ta de paí­ses intere­sa­dos en ella aumen­ta a dia­rio. El alto repre­sen­tan­tes de Polí­ti­ca Exte­rior de la Unión Euro­pea Josep Borrell ala­bó al cen­tro Gama­le­ya y se refi­rió a la pres­ti­gio­sa revis­ta cien­tí­fi­ca The Lan­cet. Hun­gría ha comen­za­do ofi­cial­men­te a vacu­nar a su pobla­ción uti­li­zan­do Sput­nik V y está cla­ro que será uti­li­za­da en más paí­ses de la UE, lo que mues­tra el fra­ca­so de la pos­tu­ra de las auto­ri­da­des ucranianas.

Todo ello ha sido alen­ta­do por el par­ti­do de la gue­rra, que ha aumen­ta­do la pre­sión sobre las auto­ri­da­des ucra­nia­nas. Los blo­gue­ros patrió­ti­cos a suel­do de becas extran­je­ras han ape­la­do a Zelensky para prohi­bir el uso de la vacu­na rusa por moti­vos ideo­ló­gi­cos, reco­no­cien­do cíni­ca­men­te su efec­ti­vi­dad. Al fin y al cabo, los valo­res euro­atlán­ti­cos exi­gen luchar con­tra el agre­sor has­ta que no que­de un solo ucra­niano. “Ese incó­mo­do momen­to en el que ya has deci­di­do prohi­bir los cana­les de Med­ved­chuk pero toda­vía no pue­des decir en voz alta que los ucra­nia­nos no van a com­prar la vacu­na del enemi­go, no por­que sea mala o poco efec­ti­va (en reali­dad es bue­na y efec­ti­va) sino por­que es el enemigo…aunque la vacu­na rusa resul­te ser la mejor del mun­do, no es por­que sea mala, es por­que es RUSA. La cali­dad de la vacu­na del enemi­go no impor­ta”, escri­bió con fran­que­za sobre los pro­pa­gan­dis­tas Ole­na Yajno.

La con­se­cuen­cia es que Ban­ko­va ha prohi­bi­do de fac­to la vacu­na Sput­nik por­que los intere­ses de sus patro­nes extran­je­ros lo son todo para las auto­ri­da­des y el inte­rés de los ciu­da­da­nos sigue sien­do la últi­ma preo­cu­pa­ción. Las pers­pec­ti­vas de vacu­na­ción de la pobla­ción siguen sien­do incier­tas: según los exper­tos occi­den­ta­les, Ucra­nia pue­de ser el últi­mo país de Euro­pa en empe­zar. Sin embar­go, la éli­te local ten­drá la oca­sión de vacu­nar­se sin pres­tar aten­ción a los pro­ble­mas de la gen­te corrien­te. La pren­sa ucra­nia­na ya ha habla­do de vacu­na­cio­nes ile­ga­les, que, según se dice, se han rea­li­za­do ya en una clí­ni­ca pri­va­da de la capital.

Los demás ten­drán que espe­rar. Mien­tras los ofi­cia­les dan a enten­der que el pro­ble­ma del coro­na­vi­rus se resol­ve­rá por sí solo, siguen jac­tán­do­se de que han teni­do un gran éxi­to en la lucha con­tra el virus. Esta fla­gran­te men­ti­ra no hace más que crear mayor des­con­fian­za en las auto­ri­da­des, que da lugar a la pre­jui­cios anti­va­cu­nas. Según una encues­ta del Gru­po Research & Bran­ding, el 57% de los ucra­nia­nos no quie­ren vacu­nar­se inclu­so si la vacu­na es gra­tis y no con­fían en las accio­nes opor­tu­nis­tas y poco trans­pa­ren­tes de sus auto­ri­da­des, cono­ci­das por enga­ñar a sus votan­tes. Esos sen­ti­mien­tos favo­re­cen a los exi­to­sos refor­ma­do­res del Con­se­jo de Minis­tros, que de momen­to no tie­nen una vacu­na para la población.

Es una his­to­ria tris­te y trá­gi­ca, pero es per­fec­ta­men­te acor­de con la lógi­ca de los pro­ce­sos socia­les a tra­vés de la que mira la Ucra­nia post-Mai­dan. A prin­ci­pios de 2015, los patrio­tas ucra­nia­nos rea­li­za­ron una acción en Jár­kov bajo el lema “No bala­lai­ka, sput­nik, babush­kas [abue­las]” con la que exi­gían que aca­ba­ra el lega­do de la “era de la ocu­pa­ción”. Aho­ra se pue­de decir que ese pro­gra­ma se ha imple­men­ta­do al com­ple­to. Hace tiem­po que las auto­ri­da­des ucra­nia­nas han des­co­mu­ni­za­do las fábri­cas aero­es­pa­cia­les y aho­ra han deja­do al país sin la vacu­na lla­ma­da Sput­nik, crea­da gra­cias al desa­rro­llo sovié­ti­co. Y esa será la sen­ten­cia para muchas des­gra­cia­das abuelas.

Fuen­te: Slavyangrad

Itu­rria /​Fuen­te

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