Perú. Gaso­duc­to al sur: relan­za­mien­to soberano

Hum­ber­to Cam­po­dó­ni­co /​Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 25 de febre­ro de 2021

En enero del 2017 cadu­có la con­ce­sión del Gaso­duc­to Sur Peruano (GSP), for­ma­do por Ode­brecht, Enagás de Espa­ña y Gra­ña y Mon­te­ro, debi­do a que no pudie­ron con­se­guir el cie­rre finan­cie­ro del pro­yec­to (dicho en cris­tiano, la pla­ta para cons­truir­lo). Y no pudie­ron por­que las acu­sa­cio­nes de corrup­ción a Ode­brecht ya habían comen­za­do, lle­gan­do a su pun­to más alto en diciem­bre del 2016, cuan­do en Nue­va York admi­tió haber paga­do coimas en varios paí­ses y con­ti­nen­tes, inclui­do el Perú.

El gobierno dijo que iba a lici­tar el pro­yec­to nue­va­men­te. Pero han pasa­do 4 lar­gos años y aún no lo hace. No solo eso. Hace poco ha plan­tea­do que la lici­ta­ción ten­dría lugar en julio del 2022: las calen­das grie­gas. Veamos. 

Cadu­ca­do el pro­yec­to, el gobierno con­tra­tó a la con­sul­to­ra ingle­sa Mott Mac Donald para que haga una revi­sión inte­gral del pro­yec­to. Enten­día el gobierno que el des­pres­ti­gio del gaso­duc­to era gran­de por la corrup­ción de Ode­brecht y que era nece­sa­rio devol­ver­le credibilidad. 

Al mis­mo tiem­po, los adver­sa­rios del pro­yec­to dije­ron que el gaso­duc­to no solo era malo por la corrup­ción de Ode­brecht, sino que, ade­más de inne­ce­sa­rio (“ele­fan­te blan­co”), era invia­ble pues no había las sufi­cien­tes reser­vas de gas, la capa­ci­dad de los tubos era dema­sia­do gran­de y tam­po­co había en el sur del Perú una deman­da que jus­ti­fi­ca­ra la cons­truc­ción de este mega-proyecto. 

El infor­me de Mott Mac Donald ana­li­za estos temas y si bien no ha sido dado a cono­cer ofi­cial­men­te, en dife­ren­tes con­fe­ren­cias vir­tua­les fun­cio­na­rios del Minis­te­rio de Ener­gía y Minas han dado a cono­cer aspec­tos claves. 

Comen­ce­mos por la deman­da de gas en el sur. Dice Mott Mac­Do­nald que la deman­da en los 35 años del pro­yec­to aho­ra titu­la­do Sis­te­ma Inte­gra­do de Trans­por­te de Gas Zona Sur (SIT Gas) alcan­za los 4.85 TCF de gas para los 30 años de su dura­ción (ver grá­fi­co # 1). Esto equi­va­le a un con­su­mo anual de 473.8 millo­nes de pies cúbi­cos dia­rios (mmpcd).

La mayor par­te pro­vie­ne de las cen­tra­les de gas en Ilo (Moque­gua) y Mollen­do (Are­qui­pa), de 500 MW cada una, que con­su­mi­rán 160.8 y 167,9 mmpcd, res­pec­ti­va­men­te. Otra par­te de la deman­da ven­drá, de un lado, de lo que lla­man City Gate (gas vehi­cu­lar, gas domi­ci­lia­rio, comer­cio) y, de otro, de las indus­trias de la zona. 

Esta deman­da es sig­ni­fi­ca­ti­va. Recor­de­mos que cuan­do se lan­zó Cami­sea, la pro­yec­ción era que la deman­da solo alcan­za­ría la can­ti­dad de 350 mmpcd des­pués de varios años. 

Vea­mos aho­ra las reser­vas. Dice Mott Mac­Do­nald que sí exis­ten las reser­vas de 4.85 TCF nece­sa­rias para el SIT Gas (ver Grá­fi­co # 2). Y las des­agre­ga así: el Lote 88 pro­vee­rá un (1) TCF, el Lote 56 apor­ta­rá 0.29 TCF, segui­do del Lote 57 con1.43 TCF. El pro­vee­dor más gran­de será el Lote 58, de pro­pie­dad de la esta­tal chi­na CNPC, con 2.13 TCF.

La con­sul­to­ra Mott Mac Donald tam­bién ana­li­zó varias alter­na­ti­vas al pro­yec­to ori­gi­nal. Uno, si se uti­li­za­ba el trans­por­te marí­ti­mo, a par­tir de las ins­ta­la­cio­nes de Peru LNG en Pam­pa Mel­cho­ri­ta, de don­de aho­ra se expor­ta el gas a Méxi­co y otros des­ti­nos. La segun­da alter­na­ti­va sería el lla­ma­do “gaso­duc­to cos­te­ro”. Des­de Pis­co (Ica) se lle­va­ría el gas por tie­rra has­ta Are­qui­pa y de ahí “se subiría” a la Sie­rra Perua­na. La ter­ce­ra alter­na­ti­va sería seguir la mis­ma ruta que el cadu­ca­do GSP. 

El aná­li­sis de Mott Mac Donald arro­jó el siguien­te resul­ta­do. La alter­na­ti­va marí­ti­ma fue la más cara (en rojo en el grá­fi­co # 3): todas sus varian­tes supe­ran los US$ 6,000 millo­nes. Le sigue el “gaso­duc­to cos­te­ro” (en azul), con valo­res por enci­ma de US$ 5,700 millo­nes. La alter­na­ti­va más eco­nó­mi­ca y efi­cien­te resul­tó ser la que sigue el mis­mo tra­zo que el cadu­ca­do GSP (en azul). Su cos­to: US$ 4,320 millones. 

Es de la más alta impor­tan­cia la ruta esco­gi­da pues eso sig­ni­fi­ca que se va a poder uti­li­zar la tube­ría com­pra­da por el ante­rior Con­sor­cio GSP (par­te de la cual ya ha sido ten­di­da bajo tie­rra) y que aún no ha sido valo­ri­za­da ofi­cial­men­te, pero cuyo valor se afir­ma que supera los US$ 1,200 millo­nes. El cui­da­do de esos tubos para su bue­na con­ser­va­ción lo rea­li­za la fir­ma Estu­dios Téc­ni­cos SAS, lo que cues­ta US$ 42 millo­nes anua­les: a la fecha van US$ 168 millo­nes. Aun­que Usted no lo crea.

Tam­bién es cla­ve seña­lar que el infor­me dice que el pro­yec­to es ren­ta­ble eco­nó­mi­ca­men­te y, tam­bién social­men­te. Dice Mott que la ren­ta­bi­li­dad social es de US$ 4,580 millo­nes y se paga en dos años. Las 23 par­tes le corres­pon­den al aho­rro para los con­su­mi­do­res de gas natu­ral (ya no tie­nen que pagar los com­bus­ti­bles más caros). 

Vamos aho­ra a las acu­sa­cio­nes de corrup­ción y las con­si­de­ra­cio­nes lega­les. De un lado, Ode­brecht y Gra­ña y Mon­te­ro tie­nen acuer­dos de cola­bo­ra­ción efi­caz con la fis­ca­lía. De otro, la espa­ño­la Enagas ha acu­di­do al arbi­tra­je inter­na­cio­nal del CIADI deman­dan­do US$ 500 millo­nes al Esta­do peruano. Asi­mis­mo, Enagás ha sido inclui­da en la inves­ti­ga­ción pre­li­mi­nar de la Fis­cal Gio­van­na Mori, la mis­ma que está en pleno desarrollo. 

Para lle­var ade­lan­te la lici­ta­ción del pro­yec­to se nece­si­ta “encap­su­lar­lo”, es decir, que los pro­ce­sos (acuer­dos de cola­bo­ra­ción efi­caz, inves­ti­ga­cio­nes y posi­bles jui­cios) sigan su camino y se deter­mi­nen las res­pon­sa­bi­li­da­des y san­cio­nes que corres­pon­dan. Mien­tras tan­to, la lici­ta­ción pue­de lle­var­se ade­lan­te y el gobierno embar­ga­rá el mon­to de inver­sión en los tubos has­ta que los acuer­dos y/​o pro­ce­sos lle­guen a su culminación. 

Está pro­ba­do, ento­nes, que no es un ele­fan­te blan­co, que hay reser­vas, que se ha esco­gi­do la mejor tra­za, que hay deman­da y que el pro­yec­to es rentable.

Hay temas adi­cio­na­les que ana­li­za­re­mos en otro articu­lo, pero aho­ra vea­mos el más impor­tan­te. Si ya casi todo está, ¿por qué no se lle­va a cabo la lici­ta­ción? Esa es la pre­gun­ta del millón. El MEM plan­tea que ésta se reali­ce recién en el II semes­tre del 2022, han leí­do bien, 2022. Inacep­ta­ble. Suce­de que el gobierno de Viz­ca­rra no que­ría la papa calien­te de este pro­yec­to (y del valor de los tubos). Y el actual es de tran­si­ción y de emer­gen­cia: tam­po­co lo va a hacer. 

Le toca hacer­lo enton­ces al pró­xi­mo gobierno. Y uno de los temas cen­tra­les será la recu­pe­ra­ción de la sobe­ra­nía del Esta­do para defi­nir el des­tino de los recur­sos natu­ra­les. Actual­men­te, el Esta­do es due­ño de los recur­sos cuan­do están “in situ”, o sea, bajo tie­rra. Pero cuan­do son extraí­dos, el due­ño es el licen­cia­ta­rio, que pue­de hacer con ellos lo que le parez­ca. Eso es lo que dice la Ley 26221 de 1993. Y los con­tra­tos fir­ma­dos con esa ley son “con­tra­tos ley” y están ampa­ra­dos por el Artícu­lo 62 de la Cons­ti­tu­ción de Fuji­mo­ri de 1993, que dice que estos solo pue­den ser modi­fi­ca­dos si es que hay acuer­do entre las dos par­tes. Gran candado.

O sea, los due­ños de los lotes 56, 57, 58 y 88, rese­ña­dos arri­ba, podrían deci­dir no otor­gar “su” gas al SIT Gas. Podrían tam­bién decir que sí. Pero acá el tema es que el Perú debe tener el poder de deci­dir adon­de van sus recur­sos. Eso se lla­ma sobe­ra­nía sobre el des­tino de los recur­sos y es tarea del pró­xi­mo gobierno.

Nota: la data rese­ña­da aquí pro­vie­ne de la expo­si­ción del MEM en el Cole­gio de Inge­nie­ros-Lima, el 18 de setiem­bre de 2020.

FUENTE: Otra Mirada

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