Méxi­co. Leven anclas

Luis Her­nán­dez Nava­rro /​Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 13 de enero de 2021

En julio, agos­to, sep­tiem­bre y octu­bre de este año, una dele­ga­ción del Méxi­co de aba­jo via­ja­rá a Euro­pa.

La inte­gran el EZLN, el Con­gre­so Nacio­nal Indí­ge­na-Con­ce­jo Indí­ge­na de Gobierno y el Fren­te de Pue­blos en Defen­sa del Agua y de la Tie­rra de More­los, Pue­bla y Tlax­ca­la. La ini­cia­ti­va for­ma par­te de una gira más amplia que reco­rre­rá, más ade­lan­te, Asia, Áfri­ca, Ocea­nía y América.

El gru­po rea­li­za­rá encuen­tros, diá­lo­gos, inter­cam­bios de ideas, expe­rien­cias, aná­li­sis y valo­ra­cio­nes en la lucha por la vida. Bus­ca­rá cono­cer lo dife­ren­te. Quie­nes se reu­ni­rán com­par­ten el enten­di­mien­to de que el ver­du­go de la huma­ni­dad es un sis­te­ma explo­ta­dor, patriar­cal, pira­midal, racis­ta, ladrón y cri­mi­nal: el capi­ta­lis­mo (https://​bit​.ly/​2​X​m​k​IhN).

La Decla­ra­ción por la vida que acom­pa­ña la misión fue fir­ma­da por cien­tos de colec­ti­vos, aso­cia­cio­nes de lucha, per­so­na­li­da­des y acti­vis­tas en mul­ti­tud de paí­ses, que for­man una gala­xia anti­neo­li­be­ral y anti­ca­pi­ta­lis­ta, atra­ve­sa­da de dis­tin­tas mane­ras por el zapa­tis­mo. Izquier­da Uni­da Inter­na­cio­nal salu­dó fra­ter­nal­men­te la expedición.

Se tra­ta cla­ra­men­te de una ini­cia­ti­va de izquier­da, si se entien­de por ello la defi­ni­ción dada por el filó­so­fo y perio­dis­ta aus­tria­co-fran­cés André Gorz. “Ser de izquier­da –afir­ma– sig­ni­fi­ca sen­tir­se liga­dos a todos aque­llos que luchan por la pro­pia libe­ra­ción, que no acep­tan sin más la deter­mi­na­ción des­de arri­ba de metas y obje­ti­vos y luchan, jun­tos o solos, por la eli­mi­na­ción de todas las for­mas de domi­nio y por el derro­ca­mien­to de todo apa­ra­to de poder”.

La gira euro­pea se efec­tua­rá en un momen­to de una enor­me con­fu­sión, incer­ti­dum­bre, caos e inse­gu­ri­dad en todo el mun­do. El futu­ro ya no es lo que era y no está cla­ro cómo va a ser.

El peri­plo rebel­de se rea­li­za­rá en mun­do sacu­di­do, entre otras cosas, por el cru­ce de cri­sis sani­ta­ria y eco­nó­mi­ca pre­ci­pi­ta­da por la pan­de­mia del coro­na­vi­rus. Por la cre­cien­te hege­mo­nía del capi­ta­lis­mo digi­tal en el pro­ce­so de recom­po­si­ción glo­bal de este sis­te­ma eco­nó­mi­co. Por el sur­gi­mien­to de un nue­vo y tími­do pro­gre­sis­mo lati­no­ame­ri­cano arti­cu­la­do alre­de­dor del Gru­po de Pue­bla, que pare­ce que­rer pres­cin­dir de la influen­cia de Cuba y Vene­zue­la en la región. Por la derro­ta elec­to­ral del trum­pis­mo y de su auto­gol­pe de Esta­do. Por el avan­ce de la ultra­de­re­cha, el racis­mo y la xeno­fo­bia en muchos paí­ses euro­peos. O por el cre­cien­te acer­ca­mien­to de Chi­na y Rusia.

Pero, tam­bién, por el des­plie­gue de muchas luchas de resis­ten­cia, como la pro­ta­go­ni­za­da en Gre­cia por incan­sa­bles pro­tes­tas de colec­ti­vos de base que obli­gó a la jus­ti­cia de esa nación, a sen­ten­ciar al par­ti­do fas­cis­ta Ama­ne­cer Dora­do como una orga­ni­za­ción cri­mi­nal y con­de­nar a pri­sión a algu­nos de sus diri­gen­tes. O como la irrup­ción en Fran­cia del movi­mien­to de los cha­le­cos ama­ri­llos con­tra el alza en el pre­cio de los com­bus­ti­bles, la injus­ti­cia fis­cal y la pér­di­da del poder adqui­si­ti­vo. O el sur­gi­mien­to de redes anti­fas­cis­tas y anti­rra­cis­tas en todo el terri­to­rio de la Unión Euro­pea que pro­cu­ran la ciu­da­da­nía uni­ver­sal. Ade­más de la per­sis­ten­cia de una poten­te movi­li­za­ción feminista.

Ela­bo­rar una visión sobre ese vie­jo mun­do que cae estre­pi­to­sa­men­te y el nue­vo que emer­ge con gran­des difi­cul­ta­des requie­re que sea vivi­da, pen­sa­da, ana­li­za­da, des­de las luchas de resis­ten­cia de aba­jo que for­man la cons­te­la­ción aso­cia­ti­va en defen­sa de la vida.

La expe­di­ción euro­pea no debe sor­pren­der. De por sí, muchos de los colec­ti­vos que resis­ten en Euro­pa han acom­pa­ña­do a los zapa­tis­tas des­de 1994. Luca Casa­ri­ni, acti­vo par­ti­ci­pan­te duran­te muchos años en los Cen­tros Socia­les ita­lia­nos, decía: tene­mos un sue­ño. En ese sue­ño naci­mos el pri­me­ro de enero de 1994, al lado de los zapa­tis­tas. El sue­ño es bueno, y no es total­men­te fan­ta­sio­so, pero la reali­dad es otra.

Ese sue­ño no es exclu­si­vo de Luca. A pesar de los años trans­cu­rri­dos des­de el levan­ta­mien­to del EZLN, por toda Euro­pa muchas fuer­zas se sien­ten pro­fun­da­men­te iden­ti­fi­ca­das con el zapa­tis­mo. Un buen núme­ro de ellas, ha desem­pe­ña­do un papel cla­ve en el movi­mien­to de movi­mien­tos que enfren­tó la glo­ba­li­za­ción neo­li­be­ral, en las pro­tes­tas con­tra la inva­sión y gue­rra de Irak, en el el com­ba­te a la emer­gen­cia fas­cis­ta, en la ocu­pa­ción de pla­zas públi­cas, en la defen­sa de los migran­tes, en la lucha con­tra los desahu­cios des­pués de la cri­sis de 2008 y mil y en mil y un com­ba­tes más.

Des­de hace más de 26 años, miles de estos acti­vis­tas han via­ja­do regu­lar­men­te en misio­nes soli­da­rias a los cam­pa­men­tos rebel­des en Chia­pas. El gobierno mexi­cano depor­tó a dece­nas de ellos y les prohi­bió regre­sar al país. Par­ti­ci­pa­ron acti­va­men­te en el I Encuen­tro por la Huma­ni­dad y con­tra el Neo­li­be­ra­lis­mo, con­vo­ca­do por el EZLN en la Sel­va Lacan­do­na en 1996. La izquier­da ins­ti­tu­cio­nal los bau­ti­zó (con un dejo de des­pre­cio) como los are­tu­dos, por la moda mas­cu­li­na de uti­li­zar peque­ños pen­dien­tes. Curio­sa­men­te, estos are­tu­dos, pro­ta­go­ni­za­ron un ciclo de luchas his­tó­ri­cas alre­de­dor del alter­mun­dis­mo y reno­va­ron la izquier­da euro­pea des­de abajo.

La deci­sión de zapa­tis­tas, CNI-CIG y Fren­te de Pue­blos en Defen­sa del Agua y de la Tie­rra de More­los, Pue­bla y Tlax­ca­la, de levar anclas y zar­par a Euro­pa, será así, una espe­cie de visi­ta de vuel­ta para encon­trar­se con los vie­jos ami­gos a los que les han brin­da­do hos­pi­ta­li­dad a lo lar­go de dos déca­das y media. Un acto de reci­pro­ci­dad para refren­dar el com­pro­mi­so de luchar en todas par­tes y a todas horas, has­ta su des­truc­ción, con­tra el capitalismo.

FUENTE: La Jornada



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