Colom­bia. Armas de expor­ta­ción hechas en casa

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 9 de enero de 2021.

Colom­bia se ha ido con­vir­tien­do len­ta­men­te en un país pro­duc­tor y expor­ta­dor de armas gra­cias a la indus­tria mili­tar, Indu­mil, enti­dad encar­ga­da de fabri­car y comer­cia­li­zar armas, muni­cio­nes, explo­si­vos y acce­so­rios de vola­du­ras por man­da­to cons­ti­tu­cio­nal. Hace par­te del Minis­te­rio de Defen­sa y en los últi­mos años ha sor­pren­di­do por la favo­ra­bi­li­dad en sus cifras de ven­tas que han cre­ci­do sig­ni­fi­ca­ti­va­men­te al con­quis­tar nue­vos mer­ca­dos en Orien­te Medio, sobretodo.

Indu­mil expor­ta su varia­da pro­duc­ción inclui­da dota­cio­nes mili­ta­res a 17 paí­ses en el mun­do y tam­bién fabri­có insu­mos médi­cos para luchar una pandemia.

Actual­men­te, por medio de Indu­mil, Colom­bia expor­ta armas a 17 paí­ses entre los que se encuen­tran Esta­dos Uni­dos, India, Tur­quía, Sudá­fri­ca, Para­guay, Gua­te­ma­la, Emi­ra­tos Ara­bes Uni­dos, entre otros. En su catá­lo­go, se pue­den encon­trar dife­ren­tes revól­ve­res con sello nacio­nal y tam­bién dis­tri­bu­ye, en terri­to­rio colom­biano, dis­tin­tas armas de impor­ta­ción como las Beret­tas ita­lia­nas, las CZ che­cas, las Glock aus­tria­cas o las Jeri­cho israe­lís. Ade­más, Indu­mil pro­du­ce todos los insu­mos nece­sa­rios para ope­ra­cio­nes de des­mi­na­do huma­ni­ta­rio, las cua­les han sido amplia­men­te uti­li­za­das en los últi­mos años tan­to en Colom­bia como en paí­ses como Ango­la o Camboya.

Al cie­rre del año 2019, las cifras de ven­tas en el exte­rior de Indu­mil lle­ga­ron a un pico his­tó­ri­co con 75.945 millo­nes de pesos, 7.000 millo­nes más que en 2018. El cre­ci­mien­to es más evi­den­te si se le com­pa­ra con los 8.481 millo­nes de pesos ven­di­dos en 2017 y los 9.284 millo­nes repor­ta­dos en el año 2016.

El evi­den­te éxi­to de la indus­tria mili­tar colom­bia­na se debió a varios fac­to­res: prin­ci­pal­men­te, el engan­che de dos pro­duc­tos de dicha empre­sa en las fuer­zas mili­ta­res de los Emi­ra­tos Ára­bes Uni­dos que, para ese enton­ces, inten­si­fi­ca­ba su lucha con­tra el Esta­do Islá­mi­co en paí­ses veci­nos como Yemen, Irak y Siria.

Solo en el 2019, Colom­bia le ven­dió 3.000 bom­bas MK 82 y 8.000 deto­na­do­res al ejer­ci­to emi­ra­tí, el cual des­em­bol­só por dicha com­pra 39.000 millo­nes de pesos a Indu­mil, un nego­cio soña­do y muy tra­ba­ja­do por par­te de los direc­ti­vos de la empre­sa que lle­va­ban años bus­can­do cerrar­lo. Es tan así que en 2015 y 2016, emi­sa­rios del jeque Jali­fa bin Zayed Al Naha­yan y del rey Sal­mán bin Abdu­la­ziz, los monar­cas de Emi­ra­tos Ára­bes Uni­dos y Ara­bia Sau­di­ta, res­pec­ti­va­men­te, visi­ta­ron por invi­ta­ción de sus direc­ti­vos la fábri­ca de muni­cio­nes de Indu­mil en Soga­mo­so. Un año des­pués de la últi­ma visi­ta, en el 2017, una comi­ti­va de la com­pa­ñía esta­tal colom­bia­na via­jó a Abu Dha­bi a expo­ner sus pro­duc­tos béli­cos y logró con­ven­cer a varios ofi­cia­les ára­bes a mirar a Colom­bia en bus­ca de armas.

Sin embar­go, otro ele­men­to cla­ve a tener en cuen­ta es el pro­duc­to estre­lla de indu­mil: los fusi­les Galil Cor­do­va. Solo Indu­mil pro­du­ce estos fusi­les en el mun­do pues, aun­que los Galil son armas de ori­gen israe­lí, Israel dejó de pro­du­cir­los hace más una déca­da y Colom­bia, acos­tum­bra­do a estos en sus Fuer­zas Mili­ta­res, los per­fec­cio­nó a tal pun­to que bue­na par­te de las pie­zas de los fusi­les ven­di­dos a paí­ses como Gua­te­ma­la son de dise­ño colombiano.

En una tar­de de junio del 2019, en un even­to pri­va­do en Bogo­tá, el gene­ral Luis Miguel Ral­da, enton­ces minis­tro de Defen­sa gua­te­mal­te­co y el almi­ran­te Her­nan­do Wills, geren­te de Indu­mil, fir­ma­ron un con­tra­to por más de 35 mil millo­nes de pesos para la adqui­si­ción, por par­te de las fuer­zas mili­ta­res de ese país, de 8 mil fusi­les Galil Cor­do­va, cali­bre 5,56×45 milí­me­tros, pro­du­ci­dos y ensam­bla­dos en Colombia.

Pero las armas están lejos de ser el ver­da­de­ro fuer­te de Indu­mil y las expor­ta­cio­nes tam­bién están lejos de ser la prin­ci­pal fuen­te de recur­sos. De hecho, los pro­duc­tos mili­ta­res repre­sen­tan solo el 15,5% de las ven­tas mien­tras que los explo­si­vos y las emul­sio­nes repre­sen­tan el 77,8%. Estos últi­mos insu­mos son uti­li­za­dos amplia­men­te en pro­yec­tos mine­ros y de infra­es­truc­tu­ra en todo el país.

Muy bien ha sabi­do adap­tar­se Indu­mil a las nece­si­da­des de los colom­bia­nos. El pri­me­ro de abril del 2020, cuan­do no se habla­ba de nada dis­tin­to del coro­na­vi­rus en Colom­bia y el mun­do, la empre­sa anun­ció que tem­po­ral­men­te deja­ba de con­cen­trar­se en la pro­duc­ción de armas para enfo­car­se en la faci­li­ta­ción de insu­mos médi­cos nece­sa­rios para con­tra­rres­tar la pan­de­mia. Ese día, la empre­sa se com­pro­me­tió a fabri­car al menos 3 mil camas y mue­bles hos­pi­ta­la­rios para el sec­tor de la salud en Colom­bia. Ade­más, paten­tó un gel anti­bac­te­rial pro­pio de bajo cos­to y, des­de sep­tiem­bre del 2020, empe­zó a ensam­blar los res­pi­ra­do­res arti­fi­cia­les desa­rro­lla­dos por la Uni­ver­si­dad del Rosario.

Para el 2022, Indu­mil pro­yec­ta incre­men­tar sus expor­ta­cio­nes de armas e insu­mos mili­ta­res en 200 mil millo­nes de pesos.

Fuen­te: Las 2 orillas

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