Tra­bas al refu­gia­do polí­ti­co vas­co Asier Guri­di para vol­ver a Eus­kal Herria

Asier Guri­di, ex pre­so y refu­gia­do polí­ti­co vas­co natu­ral de Oña­ti (Gipuz­koa) tomó el camino del exi­lio en el año 2001, esta­ble­cién­do­se pos­te­rior­men­te en la Repú­bli­ca Boli­va­ria­na de Vene­zue­la. Tomó esta deci­sión ante la per­se­cu­ción que sufría por par­te del Esta­do espa­ñol y tenien­do dos cau­sas pen­dien­tes con el apa­ra­to judi­cial español.

Las cosas no han sido fáci­les para Asier duran­te estos años, en 2013 fue dete­ni­do por Inter­pol y pasó tres meses pre­so en El Heli­coi­de, sede del SEBIN (Ser­vi­cio boli­va­riano de Inte­li­gen­cia Nacio­nal). Ade­más, varias veces duran­te estos años el Esta­do espa­ñol ha soli­ci­ta­do su extra­di­ción des­de Vene­zue­la. Des­de su deten­ción, su úni­ca docu­men­ta­ción ha sido una hoja de soli­ci­tud de refu­gio en Vene­zue­la, que reno­va­ba cada tres meses. Al care­cer de cedu­la de iden­ti­dad el día a día es muy com­pli­ca­do, no pudien­do abrir una cuen­ta en un ban­co, ni tener tar­je­tas de cré­di­to y débi­to, no pue­de tener licen­cia de con­du­cir, ni empren­der un nego­cio, ni tener su pro­pia línea de telé­fono, etc…

Unos meses atrás, a Asier le comu­ni­ca­ron que, de las dos cau­sas que tenía pen­dien­tes con la jus­ti­cia espa­ño­la, una había sido archi­va­da y otra había pres­cri­to, lo que le abría la posi­bi­li­dad de regre­sar legal­men­te a Eus­kal Herria, ante lo cuál el refu­gia­do polí­ti­co comen­zó a hacer los trá­mi­tes para su regre­so. Sin embar­go, esto coin­ci­dió con el con­fi­na­mien­to por la pan­de­mia del coro­na­vi­rus, que­dan­do la ofi­ci­na del con­su­la­do espa­ñol en Vene­zue­la cerra­da duran­te meses.

Final­men­te, unos meses des­pués, Asier con­si­guió una cita en el con­su­la­do para el día 30 de sep­tiem­bre. Asier expli­ca que ese día se pre­sen­tó en el con­su­la­do espa­ñol de Cara­cas con la docu­men­ta­ción que tenía (par­ti­da de naci­mien­to y una foto de car­net para reno­var el pasa­por­te) y con 14.500.000 bolí­va­res sobe­ra­nos en efec­ti­vo para el pago de tasas. La secre­ta­ria le recri­mi­nó que vinie­ra con el dine­ro en efec­ti­vo pre­gun­tán­do­le si no tenía tar­je­ta de cré­di­to, a lo que Asier res­pon­dió que no podía tener tar­je­ta por­que care­cía de documentación.

Pasa­do el trá­mi­te del pago de tasas pasó a la ven­ta­ni­lla para reno­var su Pasa­por­te, entre­gan­do los docu­men­tos que lle­va­ba. El fun­cio­na­rio empe­zó a hacer el Pasa­por­te, pero le empe­zó a pre­gun­tar a Asier si no tenía DNI o Pasa­por­te, él le dijo que no, que el últi­mo pasa­por­te que tuvo era de hace 25 años. El fun­cio­na­rio entró enton­ces den­tro de las ofi­ci­nas y al cabo de un rato salió dicién­do­le a Asier que no tenían for­ma de iden­ti­fi­car­le y que nece­si­ta­ban con­sul­tar con Madrid, dán­do­le una nue­va cita para unos días des­pués, el día 5 de octubre.

Ese día Asier vol­vió al con­su­la­do espa­ñol en Cara­cas, al lle­gar fue a la ven­ta­ni­lla con la docu­men­ta­ción que tenía. El fun­cio­na­rio entró un momen­to a la ofi­ci­na y salió dicién­do­le que espe­ra­ra en la sala de espe­ra. Al rato de la espe­ra apa­re­cie­ron dos fun­cio­na­rios del con­su­la­do tra­jea­dos y encor­ba­ta­dos, se diri­gie­ron a Asier por su nom­bre y le ofre­cie­ron pasar a hablar con ellos al inte­rior de las ofi­ci­nas. Asier acce­dió, y ahí lo que le comu­ni­ca­ron fue que no le iban a dar el pasa­por­te ni a otor­gar­le su iden­ti­dad. Asier pro­tes­ta­ba dicién­do­les que eso es un dere­cho humano bási­co y uni­ver­sal, pero los fun­cio­na­rios le decían que sola­men­te esta­ban dis­pues­tos dar­le un sal­vo­con­duc­to, siem­pre y cuan­do acep­ta­rá regre­sar en un vue­lo huma­ni­ta­rio al Esta­do espa­ñol, y que una vez allí sería dete­ni­do para entre­gar­le a Fran­cia por una euro­or­den que tie­ne pen­dien­te allí.

Asier no ha teni­do infor­ma­ción ofi­cial de esta euro­or­den soli­ci­ta­da por la jus­ti­cia fran­ce­sa, pero por la pren­sa ha podi­do ente­rar­se de que en 2007 fue con­de­na­do a 2 años de cár­cel y que en 2009 el Esta­do fran­cés dic­tó una euro­or­den pidien­do su detención.

Así las cosas, aho­ra Asier está en una situa­ción en la que, el Esta­do espa­ñol no va soli­ci­tar su extra­di­ción, ya que ya no tie­ne cau­sas pen­dien­tes con la jus­ti­cia espa­ño­la (de hecho sien­do el con­su­la­do sue­lo espa­ñol, podría haber sido dete­ni­do allí, pero actual­men­te Espa­ña no tie­ne nada con­tra él), pero su vuel­ta a casa se hace más difí­cil, y ade­más en Vene­zue­la sigue sin docu­men­ta­ción y sin iden­ti­dad ofi­cial, con todos los pro­ble­mas que ello le aca­rrea para poder lle­var una vida nor­mal ahí. Ade­más de todo lo cita­do ante­rior­men­te, Asier antes de su deten­ción en 2013, se había gana­do la vida ejer­cien­do como taxis­ta y moto­ta­xis­ta, pero aho­ra se encuen­tra impe­di­do para ejer­cer cual­quie­ra de esos tra­ba­jos, ya que le exi­gen docu­men­ta­ción para la cuál es impres­cin­di­ble tener la cédu­la de iden­ti­dad. En los últi­mos años tam­bién ha ejer­ci­do de entre­na­dor de fút­bol, pero dada su situa­ción de apá­tri­da e indo­cu­men­ta­do, se encuen­tra impe­di­do para par­ti­ci­par en cur­sos de capa­ci­ta­ción y apren­di­za­je, don­de se exi­ge cédu­la. De la mis­ma mane­ra, ha tra­ta­do de ganar­se la vida ven­dien­do zumos de naran­ja en la calle, pero la Poli­cía Muni­ci­pal lo des­alo­jó por no tener el per­mi­so del muni­ci­pio; per­mi­so que, para soli­ci­tar­lo, es impres­cin­di­ble la cédu­la de iden­ti­dad. Todo esto suma­do a no poder tener cuen­ta en el ban­co, ni tar­je­ta de cré­di­to (con el pro­ble­ma que supo­ne eso hoy en día en Vene­zue­la, ante la fal­ta de dine­ro en efec­ti­vo que hay en el país), ni telé­fono a su nom­bre. Inclu­so le han nega­do el poder com­prar ali­men­tos en mer­ca­dos del gobierno, así como en super­mer­ca­dos capi­ta­lis­tas, por care­cer de la docu­men­ta­ción nece­sa­ria. Y todo esto sin asig­na­ción para sus­ten­to de nin­gún tipo. Otro pro­ble­ma impor­tan­te es que al care­cer de docu­men­tos y de cédu­la de iden­ti­dad no pue­de ejer­cer la patria potes­tad de su hijo Iban. Una situa­ción que se alar­ga des­de ya hace 7 lar­gos años. Esto se aña­de al hecho de ser un refu­gia­do polí­ti­co y de estar sepa­ra­do por miles de kiló­me­tros de sus seres que­ri­dos: su hijo, su com­pa­ñe­ra, sus padres…

Asier des­cri­be la situa­ción en la que se encuen­tra de “muer­te civil”. Aun­que ya no tie­ne cau­sas pen­dien­tes con la jus­ti­cia espa­ño­la, pare­ce ser que el Esta­do espa­ñol no le quie­re poner fácil el regre­so a Eus­kal Herria. Ade­más, a esto se le suma la otra cau­sa en el Esta­do fran­cés, con una con­de­na de 13 años atrás de la que Asier nun­ca ha sido infor­ma­do ni notificado.

Mien­tras tan­to, la fal­ta de iden­ti­dad ofi­cial y de docu­men­ta­ción le siguen hacien­do muy difí­cil el día a día en Vene­zue­la, y ni el Esta­do espa­ñol ni la Repú­bli­ca Boli­va­ria­na de Vene­zue­la le dan solu­ción algu­na, hacien­do que la situa­ción se alar­gue inde­fi­ni­da­men­te. Asier ha lle­ga­do inclu­so a acu­dir a la Cruz Roja Inter­na­cio­nal y tie­ne la inten­ción de acu­dir ante la ACNUR para denun­ciar la situa­ción de apá­tri­da en la que se encuentra.

Itu­rria: La hai­ne

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