Méxi­co. Con gas lacri­mó­geno, gas pimien­ta y gol­pes, poli­cías agre­die­ron a muje­res el 28S

Ali­ne Espi­no­sa Gutierrez/​Resu­men Latio­ame­ri­cano, 29 de sep­tiem­bre de 2020

Colec­ti­vas femi­nis­tas, perio­dis­tas y socie­dad civil de diver­sos esta­dos del país denun­cia­ron haber sido agre­di­das con gol­pes y dete­ni­das de mane­ra arbi­tra­ria por par­te de poli­cías de la Cui­dad de Méxi­co, Vera­cruz y Tijua­na, duran­te las mar­chas que rea­li­za­ron con moti­vo al Día de Acción Glo­bal por un Abor­to Legal, Segu­ro y Gratuito.

La tar­de de ayer en la CDMX, mani­fes­tan­tes par­tie­ron del Monu­men­to de la Revo­lu­ción rum­bo al Zóca­lo capi­ta­lino. Con pan­car­tas y car­te­les, exi­gían lega­li­zar el abor­to en todo Méxi­co, pero a pocos metros de haber ini­cia­do la mar­cha, fue­ron encap­su­la­das fren­te a la Torre del Caba­lli­to, en Refor­ma, por poli­cías de segu­ri­dad públi­ca sin nin­gu­na razón.

La estu­dian­te Luna pla­ti­có en entre­vis­ta con Cimac­no­ti­cias que los poli­cías comen­za­ron a rodear­las y fue ahí don­de el pano­ra­ma se vis­lum­bró incier­to. “Eran el tri­ple de poli­cías en com­pa­ra­ción con las mani­fes­tan­tes. Nos man­tu­vie­ron así dos horas mien­tras nos aven­ta­ban gas lacri­mó­geno, gas pimien­ta y nos rocia­ron con extintores”.

Luna con­si­de­ró a esta mar­cha como una de las más fuer­tes en las que ha esta­do debi­do a la mag­ni­tud de la repre­sión, inclu­so dijo que los poli­cías no con­si­de­ra­ron la diver­si­dad de per­so­nas que acu­den a las mar­chas, esto lue­go de que una de las jóve­nes que par­ti­ci­pó y que tie­ne pade­ci­mien­tos res­pi­ra­to­rios sufrió un ata­que de asma como resul­ta­do del gas pimien­ta y fue tras­la­da­da al hospital.

“El gas pimien­ta pica­ba los ojos. A mi me sacó de onda que hicie­ran eso por­que no había una razón”, aña­dió. A pesar de ello, Luna y sus ami­gas se man­tu­vie­ron de pie a un paso len­to, pero al lle­gar a Bellas Artes de nue­vo la poli­cía las encap­su­ló y a los gases se le suma­ron los petar­dos y golpes.

Pasa­das las sie­te de la noche lo úni­co que se podía res­pi­rar era gas, por lo que Luna entró en páni­co como muchas otras, pues los poli­cías no las deja­ban reti­rar­se. Su úni­ca sali­da sur­gió cuan­do por una esqui­na de la línea huma­na que las cubría se abrió un espa­cio, y por ahí, los poli­cías les per­mi­tie­ron irse una a una, lue­go de revi­sar sus pertenencias.

A tra­vés de redes socia­les las orga­ni­za­cio­nes denun­cia­ron que los actos rea­li­za­dos por la poli­cía fue­ron con­tra­rios a su pro­to­co­lo de actua­ción en con­tex­to de mani­fes­ta­cio­nes, y des­ta­ca­ron que debe res­pe­tar­se una dis­tan­cia entre la segu­ri­dad públi­ca y las mani­fes­tan­tes de más de un metro con el fin de garan­ti­zar la liber­tad de protesta.

Por su par­te, la Red Nacio­nal de Defen­so­ras de los Dere­chos Huma­nos en Méxi­co (RNDDHM) deman­dó que el gobierno mexi­cano garan­ti­ce el ejer­ci­cio de la libre mani­fes­ta­ción e hizo res­pon­sa­ble a las auto­ri­da­des de la inte­gri­dad de las mani­fes­tan­tes tan­to en esta enti­dad como en Vera­cruz, don­de tam­bién se sus­ci­ta­ron agresiones.

La orga­ni­za­ción expli­có que el encap­su­la­mien­to o “Ket­ting” repre­sen­ta tác­ti­cas repre­si­vas que ponen en ries­go la vida de las per­so­nas y vul­ne­ra su dere­cho a liber­tad de reu­nión y expre­sión, ade­más de “ser una expe­rien­cia trau­má­ti­ca para quie­nes se que­dan atra­pa­das den­tro”, aclaró.

“El plan era acorralarnos”

En la Ciu­dad de Xala­pa, Vera­cruz, las muje­res tam­bién se die­ron cita en pun­to de las 12 del día en el Par­que cen­tral, en el via­duc­to de Juá­rez, con el fin de que más asis­ten­tes pudie­ran reu­nir­se, al ser un lugar espa­cio­so y así par­tir del Tea­tro del esta­do “Gral. Igna­cio de la Lla­ve” rum­bo a la ave­ni­da prin­ci­pal de la ciudad.

Ahí espe­ra­ron por dos horas. De pron­to, gra­na­de­ros se acer­ca­ron a ellas, las rodea­ron con una valla huma­na y les cerra­ron cual­quier espa­cio de sali­da en menos de 10 minu­tos. Si que­rían reti­rar­se, los poli­cías les exi­gían mos­trar una iden­ti­fi­ca­ción y revi­sar sus pertenencias.

“El plan era aco­rra­lar­nos. Un vehícu­lo de la fuer­za civil se esta­cio­nó. Era sor­pren­den­te la can­ti­dad de poli­cías que había. Su torre se encuen­tra a media cua­dra del Via­duc­to, pero nun­ca había vis­to que las auto­ri­da­des se movi­li­za­ran y accio­na­ran tan rápi­do y a esa mag­ni­tud”, decla­ró una defen­so­ra, que deci­dió omi­tir su nom­bre, en entre­vis­ta con Cimacnoticias.

Acto segui­do, con­tó que los poli­cías comen­za­ron a empu­jar­las para lle­var­las hacia el Via­duc­to, pero calles ade­lan­te, la vio­len­cia se con­vir­tió en físi­ca y el gas pimien­ta hizo pre­sen­cia. “Noso­tras sólo que­ría­mos tran­si­tar lo res­tan­te para seguir con el tra­yec­to habi­tual”, aña­dió la manifestante. 

Recor­dó que hace un año un hom­bre la aco­só en el par­que Juá­rez, pero al inten­tar denun­ciar este acto con un poli­cía de los cami­nan­te, como allá los lla­man, no encon­tró a uno, por ello les tomó por sor­pre­sa la pre­sen­cia de la poli­cía y más que las supe­ra­ran en número. 

Colec­ti­vas y orga­ni­za­cio­nes pidie­ron a todas las muje­res que hayan sido heri­das o rocia­das con gases, estar al pen­dien­te de sín­to­mas como mareo, irri­ta­ción de nariz, arrit­mia car­dia­ca, entre otros, y de pre­sen­tar­los, reco­men­da­ron acu­dir con un médico.

Dete­ni­das sin razón

En la noche del 28S, mani­fes­tan­tes de Tijua­na decla­ra­ron que poli­cías detu­vie­ron de mane­ra for­za­da y sin razón algu­na, a diver­sas mani­fes­tan­tes, entre ellas meno­res de edad que par­ti­ci­pa­ron en la mar­cha, ya que la movi­li­za­ción se desa­rro­lla­ba de mane­ra pacífica.

Evi­den­cia­ron que los vehícu­los de la poli­cía no tenían pla­cas y has­ta la maña­na de hoy muchas de esas muje­res aún se des­co­no­ce su para­de­ro y otras ‑ase­gu­ra­ron colec­ti­vas- fue­ron encon­tra­das en dis­tin­tos Minis­te­rios Públicos.

En redes socia­les, las colec­ti­vas com­par­tie­ron una lis­ta de nom­bres que ini­ció con cin­co, a estos se suma­ron 12, y lue­go más, por lo que pidie­ron dar difu­sión pron­ta sobre la situa­ción de sus com­pa­ñe­ras y familiares.

Ante ello, decla­ra­ron que hacen res­pon­sa­bles al gobierno de Tijua­na por la inte­gri­dad de las muje­res y exi­gie­ron: ¡Sanas se las lle­van, sanas las queremos!

Publi­ca­do ori­gi­nal­men­te en CIMAC Noti­cias

FUENTE: des­In­for­me­mo­nos

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