Boli­via. Adria­na Guz­mán: «Nos pare­ce impor­tan­te la reapa­ri­ción de Feli­pe Quis­pe por­que tie­ne his­to­ria, tie­ne fuer­za y es garan­tía de lucha para nosotras»

Por Car­los Azná­rez y María Torre­llas, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 14 de agos­to de 2020.

Adria­na Guz­mán se defi­ne como femi­nis­ta comu­ni­ta­ria y anti­pa­triar­cal, es una refe­ren­cia de esa lucha en Boli­via y tam­bién siem­pre está vol­ca­da en la pelea por los dere­chos ances­tra­les de su pue­blo. Des­de los ini­cios del gol­pe fas­cis­ta ha plan­tea­do la resis­ten­cia y aho­ra en el mar­co del levan­ta­mien­to popu­lar tie­ne mucho que decir sobre las for­mas de hacer polí­ti­ca des­de aba­jo que se plan­tea su gente.

-¿Cómo estás vien­do este levan­ta­mien­to gene­ra­li­za­do de todo Boli­via con­tra la dic­ta­du­ra?

-Gra­cias por el espa­cio, es impor­tan­te poder sacar dife­ren­tes voces des­de Boli­via, por el cer­co mediá­ti­co que esta­mos tenien­do no solo des­de el gol­pe, sino el cer­co mediá­ti­co que está vivien­do el mun­do por el coro­na­vi­rus y que se ocu­pa solo de eso y no de las masa­cres que están comien­do los gobier­nos. Enton­ces hay dos momen­tos, el gol­pe que no ha sido reco­no­ci­do por muchos, es el gol­pe al pue­blo, que ha ter­mi­na­do en un gol­pe de esta­do. Fue nece­sa­rio el gol­pe al pue­blo para hacer el gol­pe de esta­do por­que el poder resi­de en el pue­blo, el pue­blo ha deci­di­do no ser más sir­vien­te, emplea­do, peo­nes de los terra­te­nien­tes y las oli­gar­quías. Es el pue­blo el que ha deci­di­do denun­ciar y resis­tir a seguir cons­tru­yen­do esas cla­ses oli­gár­qui­cas, con­ser­va­do­ras, prin­ci­pal­men­te en el orien­te del país, aun­que están en todo el país. Por detrás de eso los capi­ta­les inter­na­cio­na­les, pero son los terra­te­nien­tes, los mis­mos que en 2008 que­rían una lim­pie­za étni­ca, que­rían aca­bar con los indios. Son ellos los que sos­tie­nen eco­nó­mi­ca­men­te este gol­pe. Duran­te el gol­pe fue difí­cil reac­cio­nar, por­que no nos espe­rá­ba­mos un gol­pe duran­te 13 años no nos hemos teni­do que movi­li­zar o enfren­tar­nos a los mili­ta­res. Ha sido difí­cil reac­cio­nar. Sien­to que este segun­do momen­to es la reac­ción de ese ante­rior momen­to, un poco tar­día, un poco por la inge­nui­dad, por el mie­do que se ha gene­ra­do des­de el gobierno de fac­to. Pero es la rabia que trae­mos des­de el gol­pe, son las humi­lla­cio­nes, el racis­mo impu­ne en todos los espa­cios, en los medios de comu­ni­ca­ción, la per­se­cu­ción a las muje­res de polle­ra, las que­mas de las casas de los com­pa­ñe­ros de las orga­ni­za­cio­nes socia­les, de los indí­ge­nas, de los movi­mien­tos al socia­lis­mo, indí­ge­nas tam­bién. Enton­ces tene­mos una rabia acu­mu­la­da. Es dig­ni­dad, no es rabia por la rabia mis­ma. Es por la dig­ni­dad, no pue­den matar­nos así. No pue­den matar así a nues­tros her­ma­nos. La humi­lla­ción ha segui­do, y per­ma­ne­ce en el gobierno. Y sigue sien­do impu­ne con la pos­ter­ga­ción de las elec­cio­nes, como si noso­tros no tuvié­ra­mos la pala­bra, como si no impor­ta lo que pedi­mos. Creo que es una rabia acu­mu­la­da y creo que estos meses del gobierno de fac­to han pro­fun­di­za­do, no solo la rabia sino una cues­tión de super­vi­ven­cia. Por­que si no saca­mos al gobierno de fac­to, nos mori­mos por el virus o nos mori­mos de hambre.

En este levan­ta­mien­to, se ha nota­do algu­nas con­tra­dic­cio­nes por par­te de la diri­gen­cia del MAS. Por un lado, la exi­gen­cia de las elec­cio­nes para el 6 de sep­tiem­bre, cuan­do el gobierno ya había deci­di­do el 18. Por otro lado, ha sur­gi­do al calor de la rebe­lión de las bases la idea de que la con­sig­na fun­da­men­tal es que se vaya Añez. Ahí está el movi­mien­to de Feli­pe Quis­pe y otra gen­te que, como vos decís, está har­ta y no es la rabia por la rabia, sino un pro­ble­ma de auto­de­fen­sa. En ese sen­ti­do, vemos que Evo Mora­les sigue insis­tien­do en que los blo­queos no cuen­tan con tan­to apo­yo, lo ha dicho explí­ci­ta­men­te. Por otro lado, insis­te en amol­dar­se a la fecha del 18 de octu­bre. ¿Cómo ves esta rebe­lión de las bases por enci­ma de la dirigencia?

-Creo que en Boli­via siem­pre hemos teni­do otras for­mas de hacer polí­ti­cas, no solo demo­crá­ti­cas, o bina­rias, el par­ti­do y el esta­do, o la dere­cha y la izquier­da. Cuan­do el her­mano David Cho­quehuan­ca dice no somos ni de dere­cha ni de izquier­da, es así. No es que en Boli­via se pue­dan deci­dir las cosas así. Por muchas cosas. Por­que tene­mos una his­to­ria dis­tin­ta, por­que tene­mos una his­to­ria de colo­ni­za­ción, por­que hay una izquier­da que tam­bién ha sido colo­nia­lis­ta y teñi­da por los pará­me­tros de Euro­pa. Ento­nes, hay for­mas dis­tin­tas de hacer polí­ti­ca y se mez­clan en estos momen­tos. No sé si son con­tra­dic­cio­nes en sí, si son con­tra­rias, pero res­pon­den a for­mas de hacer polí­ti­ca en Boli­via. Una de las cosas prin­ci­pa­les son las orga­ni­za­cio­nes, las cosas se deci­den en Cabil­do, se defi­nen en las asam­bleas, se defi­nen con las auto­ri­da­des del blo­queo. No deci­den los que dia­lo­gan en el pala­cio. Añez ha teni­do el agra­do, el úni­co, de con­vo­car a los par­ti­dos polí­ti­cos, a las orga­ni­za­cio­nes socia­les, al mis­mo tiem­po. Las orga­ni­za­cio­nes tie­nen una posi­ción, era que se res­pe­tan las elec­cio­nes del 6 de sep­tiem­bre. Ha sido una movi­li­za­ción deci­di­da en Cabil­do, la del 28 de julio, ha con­vo­ca­do la COB a pue­blos indí­ge­nas, indios, a femi­nis­tas, hemos esta­do ahí para defi­nir huel­ga gene­ral inde­fi­ni­da y blo­queos para el res­pe­to de la ley del 6 de sep­tiem­bre. La res­pues­ta del gobierno fue repre­sión, más racis­mo y decir que somos igno­ran­tes que blo­quea­mos, y no deja­mos dejar el oxí­geno, que no deja­mos pasar las ambu­lan­cias, y eso es men­ti­ra. No hay posi­bi­li­dad de dia­lo­go ahí. No se le pue­de creer al fas­cis­mo. Eso hace que muchas orga­ni­za­cio­nes plan­tea­mos, la renun­cia de Añez, no bas­ta con las elec­cio­nes del 6 de sep­tiem­bre. No hay garan­tías. Se ha per­di­do toda ins­ti­tu­cio­na­li­dad. Qué le pode­mos pedir a Añez si nadie tie­ne pala­bra en este gobierno, ni Sal­va­dor Rome­ro del Tri­bu­nal, ni a ella, ni al minis­tro de gobierno. No hay ins­ti­tu­cio­na­li­dad que se pue­da com­pro­me­ter. Por otro lado, par­ti­dos como el MAS han tra­ta­do de poner­le un can­da­do al 18 de octu­bre por­que es cier­to que ya se había modi­fi­ca­do la fecha y no esta­ba este can­da­do de que era ina­mo­vi­ble, era una posi­bi­li­dad. Noso­tros opta­mos por seguir a las orga­ni­za­cio­nes en las calles, son ellos los que están pasan­do ham­bre, aho­ra pasan­do frio mien­tras la neva­da, son ellos pues los que están enfren­tan­do el tema del ham­bre, el pro­ble­ma de la salud. Se están murien­do nues­tros her­ma­nos y nues­tras her­ma­nas. Enton­ces no sé si se esta­rán murien­do los fami­lia­res del com­pa­ñe­ro Evo, pero nues­tras fami­lias sí, por­que ha des­apa­re­ci­do la aten­ción, han des­apa­re­ci­do los medi­ca­men­tos y los anti­bió­ti­cos bási­cos. Entien­do a las orga­ni­za­cio­nes que están pidien­do la renun­cia de Añez, nos pare­ce impor­tan­te la reapa­ri­ción de Feli­pe Quis­pe por­que tie­ne his­to­ria, tie­ne fuer­za y es garan­tía de lucha para nosotras.

-Esta­mos vien­do los videos de las mar­chas, que van a El Alto. Hemos vis­to a las muje­res, es impre­sio­nan­te el pro­ta­go­nis­mo de las her­ma­nas que van a la cabe­za. Las hemos vis­to defen­der al pue­blo. Esa refle­xión me intere­sa. Habías dicho que se la pasa mal, pero quie­ro que nos cuen­tes esas luchas de las mujeres.

-Las muje­res siem­pre esta­mos. Duran­te el perio­do que ter­mi­nó en la masa­cre del 2003, las que hemos sos­te­ni­do las movi­li­za­cio­nes hacien­do la comi­da, cui­dan­do a los hijos, con­vo­can­do a la mar­cha, lle­gan­do a la mar­cha, cui­da­do que no maten a los her­ma­nos, curan­do los heri­dos, ente­rran­do nues­tros muer­tos, somos las muje­res. No hemos esta­do tan visi­bles en 2003, por­que el machis­mo era más gran­de y noso­tras tam­bién tenía­mos un lugar en esa con­for­ma­ción machis­ta. 13 años des­pués ya no que­re­mos estar detrás, coci­nar­les, cui­dar­les, curar­les tene­mos que dis­cu­tir den­tro de las asam­bleas que se hacen en las calles y en los cami­nos. Eso ha pasa­do, no son 13 años en vano. Son 13 años de saber que, sin nues­tra pala­bra, se comen­ten erro­res. Si no está nues­tra pala­bra ahí, se tran­za. se nego­cia ¿Quié­nes esta­mos sos­te­nien­do la cri­sis? Somos las muje­res las que sali­mos a ven­der, unas pan, otras medias, otras pas­te­les, otras lavan­di­nas, otras alcohol, otras bar­bi­jos, de todas las for­mas y colo­res. Somos las muje­res las que tene­mos que inven­tar cómo lle­va­mos comi­da a nues­tras casas. Inclui­do nues­tro com­pa­ñe­ro que ha que­da­do des­em­plea­do por­que era alba­ñil, por­que era del trans­por­te. Está pasan­do por nues­tro cuer­po. Es terri­ble lo que está pasan­do en Boli­via. No hay de don­de sacar pla­ta para com­pra comi­da. Con los blo­queos la comi­da está más cara. Un pollo cos­ta­ba 30 pesos aho­ra está 90. Un kilo de car­ne de 40 pasó a 100. Una libra de cebo­lla que cos­ta­ba 6 pesos aho­ra está 12. Está muy gra­ve. Y fren­te al virus quie­nes nos hemos hecho car­go de lle­var a nues­tros her­ma­nos al hos­pi­tal, de bus­car medi­ci­na tra­di­cio­nal. De bus­car anti­bió­ti­cos, otra vez las muje­res. Son las muje­res las que están espe­ran­do y ponen cuer­po, hacen blo­queo con el cuer­po, por­que no pue­den ente­rrar un cuer­po. No hay pla­ta para cre­mar­los. Es una cues­tión polí­ti­ca pero tam­bién una cues­tión de supervivencia.

-Otro tema que se ha pues­to en mar­cha como ocu­rrió pre­vio al gol­pe, es la pre­sen­cia del para­mi­li­ta­ris­mo, la Unión Juve­nil Cru­ce­ñis­ta, la resis­ten­cia juve­nil Kocha­la, todos estos orga­nis­mos que mane­ja la dic­ta­du­ra para tra­tar de gene­rar gue­rra civil. A ellos sí les intere­sa la gue­rra civil por­que saben que rom­pen la uni­dad del pue­blo de algu­na mane­ra, por­que trae muer­te y trae dolor. ¿Crees que el movi­mien­to popu­lar está pre­pa­ra­do, aho­ra que ha aumen­ta­do el nivel de desa­fío, para enfren­tar una repre­sión de todo tipo. La repre­sión legal entre comi­llas y la ile­gal que están ponien­do en algu­nos bloqueos.

-Los par­ti­dos, la Cen­tral Obre­ra Boli­via­na, están nego­cian­do una fecha para las elec­cio­nes, si es que el gobierno de fac­to las res­pe­ta. Si se resol­vie­ra el tema y final­men­te se hicie­ran elec­cio­nes y se alcan­za­ra otro gobierno, esto no sig­ni­fi­ca que se va a resol­ver el tema de los para­mi­li­ta­res, ellos no van a des­apa­re­cer con las elec­cio­nes. Su tra­ba­jo es des­es­ta­bi­li­zar cual­quier gobierno que no sea de dere­cha que asu­ma des­pués de las elec­cio­nes. Creo que ahí está la orga­ni­za­ción del pue­blo cuan­do plan­tea la renun­cia de Añez, que se vayan todos los fas­cis­tas es un pri­mer paso para enfren­tar a todos los gru­pos para­mi­li­ta­res. Ya hay una auto­or­ga­ni­za­ción, está la resis­ten­cia juve­nil del Cha­pa­re, está la resis­ten­cia en Gua­ri, los Pon­chos Rojos que se habían orga­ni­za­do. Lue­go mi preo­cu­pa­ción como femi­nis­ta, la auto­or­ga­ni­za­ción y la auto­de­fen­sa comu­ni­ta­ria es total­men­te legi­ti­ma en un con­tex­to como este. Ahí nos hace tram­pa el machis­mo, por­que si nues­tros hijos van a ir en moto a enfren­tar­los, los van a masa­crar, por­que detrás de los para­mi­li­ta­res están los mili­ta­res y los poli­cías, no están los para­mi­li­ta­res solos, detrás están los tan­ques. No que­re­mos que nues­tros hijos mue­ran. Es un pri­mer paso pen­sar la auto­de­fen­sa para que la auto­de­fen­sa sea comu­ni­ta­ria, para que la auto­de­fen­sa sea del terri­to­rio, del pue­blo, no es una auto­de­fen­sa que pelea por la silla pre­si­den­cial. Eso segu­ra­men­te se defi­na en las elec­cio­nes. Es una pelea por nues­tra for­ma de vida. Que­re­mos vivir tran­qui­las, sin para­mi­li­ta­res vio­lán­do­te, siguién­do­te, masa­crán­do­te. Sin que nues­tros hijos estén en moto enfren­tán­do­se. Para eso solo que­da una auto­de­fen­sa orga­ni­za­da, lejos del machis­mo, cer­ca de la memo­ria de la comunidad.

-Gra­cias Adria­na. Todo el áni­mo posi­ble que le poda­mos man­dar para que ter­mi­ne esto con el triun­fo popu­lar que es lo que se está bus­can­do y de algu­na mane­ra ha sido cor­ta­do por el gol­pe de estado

-Gra­cias. Aquí vamos a seguir resis­tien­do has­ta que haya triun­fo popular.

Trans­crip­ción: Julia Mottura

Itu­rria /​Fuen­te

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