Israel. Pone a prue­ba de nue­vo la deter­mi­na­ción del mun­do con una posi­ble ane­xión en Cisjordania

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 11 de julio de 2020—

Para Israel la comu­ni­dad inter­na­cio­nal impor­ta poco, ladra, pero no muer­de. Trump es un férreo alia­do y ni las poten­cias euro­peas ni Rusia ni Chi­na se jue­gan un inte­rés estra­té­gi­co en Cis­jor­da­nia, esce­na­rio pro­pi­cio para piso­tear la lega­li­dad sin temor a consecuencias.

Ante la posi­ble ane­xión de par­te de Cis­jor­da­nia, un terri­to­rio pales­tino ocu­pa­do, la Unión Euro­pea (UE) dis­cu­te posi­bles san­cio­nes, la UE aler­tó sobre «con­se­cuen­cias que dura­rán déca­das» y Egip­to y Jor­da­nia, sus socios ára­bes, advir­tie­ron que esto podría cam­biar su rela­ción, pero en Israel una ense­ñan­za de la his­to­ria recien­te podría pesar más: la comu­ni­dad inter­na­cio­nal ladra, pero no muerde.

El 1 de julio el mun­do ente­ro espe­ra­ba que el fla­man­te Gobierno de coa­li­ción de Israel, lide­ra­do por Ben­ja­min Netan­yahu, cum­pla uno de sus acuer­dos fun­dan­tes y pre­sen­te ante el Par­la­men­to su plan para ane­xar uni­la­te­ral­men­te par­tes de Cis­jor­da­nia, pre­su­mi­ble­men­te aque­llas que con­tie­nen a las colo­nias más gran­des y al fér­til y estra­té­gi­co Valle del Jor­dán, fron­te­ri­zo con Jordania.

En medio de des­acuer­dos con el núme­ro dos del Gobierno, el ex jefe del ejér­ci­to Benny Gantz, esto no suce­dió y socios de Netan­yahu habla­ron de una pos­ter­ga­ción has­ta afi­nar deta­lles con el pre­si­den­te de Esta­dos Uni­dos, Donald Trump, quien inclu­yó estos pla­nes en su lla­ma­do plan de paz en febrero.

Des­de enton­ces, la comu­ni­dad inter­na­cio­nal ‑poten­cias mun­dia­les y regio­na­les, Gobier­nos de paí­ses veci­nos, la UE y orga­ni­za­cio­nes civi­les- puso en mar­cha su maqui­na­ria diplo­má­ti­ca para fre­nar una nue­va ane­xión israe­lí de terri­to­rio obte­ni­do en la lla­ma­da Gue­rra de los Seis Días, en 1967.

Pero este esce­na­rio no es nue­vo para Israel.

«No esta­ría­mos hoy en 2020 dis­cu­tien­do esto si no se hubie­sen tra­za­dos líneas fir­mes en 1980 y 1981», opi­nó recien­te­men­te el rela­tor espe­cial de la UE para la situa­ción de dere­chos huma­nos en los terri­to­rios pales­ti­nos ocu­pa­dos, el cana­dien­se Michael Lynk, en una entre­vis­ta con Al Jazeera.

«Israel apren­dió una lec­ción incues­tio­na­ble sobre la impu­ni­dad: la comu­ni­dad inter­na­cio­nal apro­ba­rá reso­lu­cio­nes con­tra la ane­xión, adop­ta­rá reso­lu­cio­nes con res­pec­to a la ile­ga­li­dad de la cons­truc­ción de los asen­ta­mien­tos y, sin embar­go, no hará vir­tual­men­te nada a Israel.», agregó.

En 1980, con un tono menos con­fron­ta­ti­vo que no incluía la pala­bra ane­xión, el Par­la­men­to israe­lí ane­xó Jeru­sa­lén este ‑otro de los tres terri­to­rios que la UE reco­no­ce como ocu­pa­do y poten­cial­men­te par­te del futu­ro Esta­do pales­tino- y, un año des­pués, hizo lo mis­mo con las Altu­ras del Golán, una mese­ta de valor mili­tar estra­té­gi­co que había arre­ba­ta­do a Siria tam­bién en 1967.

La comu­ni­dad inter­na­cio­nal con­de­nó y no reco­no­ció las ane­xio­nes, pero nada cam­bió has­ta el año pasa­do, cuan­do el Gobierno de Trump reco­no­ció la sobe­ra­nía israe­lí sobre ambos territorios.

Un diplo­má­ti­co que en esa épo­ca esta­ba des­ti­na­do a la UE recor­dó a Télam (Agen­cia argen­ti­na de noti­cias) que los paí­ses ára­bes y el enton­ces blo­que socia­lis­ta con la extin­ta Unión Sovié­ti­ca a la cabe­za impul­sa­ron una res­pues­ta más dura, con san­cio­nes con­tra Israel, pero ni Esta­dos Uni­dos ni las poten­cias euro­peas ni paí­ses de menor peso como los lati­no­ame­ri­ca­nos apo­ya­ron esa iniciativa.

El enton­ces Gobierno esta­dou­ni­den­se de Jimmy Car­ter ni siquie­ra apo­yó la reso­lu­ción de con­de­na del Con­se­jo de Segu­ri­dad ‑se abs­tu­vo- por­que espe­ra­ba seguir avan­zan­do con Israel en la mesa de nego­cia­ción en Camp David, el pro­ce­so que había con­se­gui­do hacía ape­nas dos años la paz entre Israel y Egipto.

Hoy, en cam­bio, Car­ter no duda que «la pla­nea­da ane­xión de Israel de has­ta el 30% de Cis­jor­da­nia vio­la­ría las leyes inter­na­cio­na­les que prohí­ben la adqui­si­ción por la fuer­za de terri­to­rio», según un comu­ni­ca­do publi­ca­do en las últi­mas semanas.

Al año siguien­te, en 1981, la reac­ción de Esta­dos Uni­dos fue dife­ren­te no solo por­que ya gober­na­ba Ronald Reagan, sino por­que se tra­ta­ba de la ane­xión de un terri­to­rio per­te­ne­cien­te a un Esta­do reco­no­ci­do ‑Siria- y alia­do de la Unión Soviética.

Esta vez, Esta­dos Uni­dos sí votó a favor de la reso­lu­ción de con­de­na del Con­se­jo de Segu­ri­dad y has­ta se com­pro­me­tió a dis­cu­tir «medi­das apro­pia­das» en el órgano de la UE si Israel no daba mar­cha atrás.

Nacio­nes Uni­das nun­ca impu­so nin­gu­na «medi­da apro­pia­da», pero el Gobierno de Reagan sí decre­tó san­cio­nes uni­la­te­ra­les con­tra Israel como la sus­pen­sión tem­po­ral de un acuer­do de coope­ra­ción mili­tar y una com­pra del Depar­ta­men­to de Defen­sa por 200 millo­nes de dóla­res, cuan­do Tel Aviv nece­si­ta­ba divisas.

El Depar­ta­men­to de Esta­do jus­ti­fi­có su males­tar en un comu­ni­ca­do: «La acción israe­lí se tomó sin avi­sar­nos o dis­cu­tir­lo antes con nosotros.»

Ade­más de que la comu­ni­dad inter­na­cio­nal ladra pero no muer­de, esta pare­ce ser otra lec­ción que apren­dió Israel de aque­llos años.

A dife­ren­cia de 1981, cuan­do la ane­xión de las Altu­ras del Golán podía hacer temer un efec­to domi­nó de las alian­zas de la Gue­rra Fría, hoy Israel pare­ce jugar en un table­ro de poten­cias mun­dia­les y regio­na­les más favorable.

Trump es un férreo alia­do y ni las poten­cias euro­peas ni Rusia ni Chi­na se jue­gan un inte­rés estra­té­gi­co en Cisjordania.

Otro diplo­má­ti­co con vas­ta expe­rien­cia en la región expli­có a Télam que los paí­ses veci­nos tam­po­co están intere­sa­dos en inver­tir el capi­tal polí­ti­co que les que­da en la cau­sa pales­ti­na, más allá de una reac­ción declarativa.

Jor­da­nia y Egip­to son férreos alia­dos de Esta­dos Uni­dos, pero ade­más en los últi­mos años sus débi­les eco­no­mías estu­vie­ron sos­te­ni­das en par­te por los paque­tes de ayu­da finan­cie­ra de las monar­quías del Gol­fo, que en los últi­mos años tie­nen una bue­na rela­ción no decla­ra­da e intere­ses ali­nea­dos con Israel.

Irán, la úni­ca poten­cia regio­nal que riva­li­za con Israel, tie­ne el poder de pro­fun­di­zar la des­es­ta­bi­li­za­ción de con­flic­tos veci­nos y has­ta aumen­tar la asis­ten­cia a gru­pos arma­dos pales­ti­nos, pero no tie­ne las alian­zas regio­na­les ni el poder pro­pio para san­cio­nar o ais­lar a Israel.

Pero mien­tras el table­ro polí­ti­co de los Gobier­nos pare­ce más favo­ra­ble a una ane­xión israe­lí hoy que hace 40 años, el con­tex­to en las calles en la región ‑en gran par­te por la fal­ta de legi­ti­mi­dad de muchos de estos Gobier­nos, entre ellos el pro­pio pales­tino- es más ines­ta­ble y, poten­cial­men­te, explosivo.

PALES​TI​NA​LI​BRE​.org

Fuen­te: www​.gru​po​la​pro​vin​cia​.com

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