Chi­le. Ollas comu­nes en la región de Valparaíso

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 10 de julio de 2020

La soli­da­ri­dad expre­sa­da a tra­vés de la orga­ni­za­ción popu­lar de las ollas comu­nes en los sec­to­res más des­po­seí­dos, sur­ge a tra­vés de unas de las más vita­les nece­si­da­des del ser humano que es la ali­men­ta­ción para poder sub­sis­tir como seres vivos. Esto se pro­du­ce por la fal­ta de apo­yo por par­te de las ins­ti­tu­cio­nes muni­ci­pa­les y guber­na­men­ta­les ante las medi­das de cua­ren­te­na que han impues­to en las dis­tin­tas comu­nas más afec­ta­das de nues­tro país por la pan­de­mia del virus COVID 19.

Esta for­ma de orga­ni­za­ción soli­da­ria como ali­men­ta­ción gru­pal en sec­to­res espe­cí­fi­cos siem­pre han exis­ti­do des­de antes de la civi­li­za­ción huma­na, ya que es una for­ma de sobre­vi­vir ante la orga­ni­za­ción y esca­sez de ali­men­tos. hoy en día esto se ve refle­ja­do una vez más en las pobla­cio­nes por la fal­ta de ingre­sos y de tra­ba­jo que per­mi­te la remu­ne­ra­ción y la com­pra de ali­men­tos en la pobla­ción, ade­más del mie­do a las altas mul­tas por estar en la calle ya que hay un con­trol espe­cial por par­te de la poli­cía y las fuer­zas arma­das hacia las per­so­nas que se encuen­tren en las calles y sin per­mi­so espe­cial. Esto a impo­si­bi­li­ta­do muchas fuen­tes de tra­ba­jo prin­ci­pal­men­te el sec­tor del comer­cio calle­je­ro y restoranes.

Ante esta situa­ción la orga­ni­za­ción popu­lar refle­ja­da en las ollas comu­nes en las pobla­cio­nes y espe­cial­men­te en los sec­to­res peri­fé­ri­cos de las ciu­da­des de la quin­ta región (Val­pa­raí­so, Viña del Mar, Quil­pué, Villa Ale­ma­na) ha sido una herra­mien­ta fun­da­men­tal para la sobre­vi­ven­cia, esto ha per­mi­ti­do que varias orga­ni­za­cio­nes como gas­tro­nó­mi­cos rea­li­zan­do ollas comu­nes en cerros de Val­pa­raí­so, como tam­bién pobla­cio­nes que nun­ca se han orga­ni­za­do tomen las rien­das en el asun­to para tener reunio­nes y rea­li­zar ollas comu­nes en que poco a poco la gen­te ha vis­to estas ins­tan­cias para y se ha suma­do tan­to para apor­tar como para reci­bir ayu­da entre ellos mismos.