Para­guay. La hidro­vía Para­guay-Para­ná, cla­ve del caso Vicentin

Por Ernes­to Hadi­da /​Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 19 de junio de 2020

Los ojos están pues­tos sobre la empre­sa Reno­va, la sub­fac­tu­ra­ción y el rol de Glen­co­re. La UIF inves­ti­ga la trian­gu­la­ción de expor­ta­cio­nes que hacía Vicen­tin a tra­vés de las aguas del Para­ná, ante la impo­si­bi­li­dad de saber dón­de ter­mi­na Glen­co­re y empie­za Vicen­tin en la fir­ma Renova

“ Vicen­tin no era una isla”. Así al menos lo cree el titu­lar de Uni­dad de Infor­ma­ción Finan­cie­ra (UIF), Car­los Cruz, en el escri­to que el orga­nis­mo le pre­sen­tó a la fis­ca­lía a car­go de Gerar­do Polli­ci­ta para que inves­ti­gue si Vicen­tin “for­ma par­te de una red cor­po­ra­ti­va que inclu­ye 16 fir­mas en el país y otras tan­tas en Uru­guay, Para­guay, Bra­sil y España”.

Cruz, como antes el direc­tor del Ban­co Nación Clau­dio Lozano, y aca­so tam­bién el gober­na­dor de San­ta Fe, Omar Perot­ti, intu­yen que las ope­ra­cio­nes de la cerea­le­ra son tan oscu­ras y barro­sas como las aguas del Para­ná. La UIF, de hecho, cree que “exis­ten indi­cios que nos per­mi­ten sos­te­ner que Vicen­tin no sólo habría simu­la­do su esta­do de cesa­ción de pagos, sino que, a su vez, habría uti­li­za­do su estruc­tu­ra en el exte­rior y/​o la de Glen­co­re para remi­tir sus ganan­cias al extranjero”.

Pero Cruz no es el pri­me­ro. Pasa­ron ya casi seis meses des­de que el infor­me de Clau­dio Lozano saca­ra del limo los balan­ces de Vicen­tin e hicie­ra evi­den­te que “de las 20 empre­sas en que Vicen­tin SAIC tie­ne par­ti­ci­pa­ción (sea con­tro­la­da o vin­cu­la­da), en las 17 empre­sas para las que se pre­sen­ta infor­ma­ción, todas tie­nen patri­mo­nio neto posi­ti­vo, des­ta­cán­do­se el caso de Vicen­tin Para­guay, Olea­gi­no­sa San Loren­zo y Reno­va (en la que actual­men­te tie­ne una par­ti­ci­pa­ción minoritaria)”.

“En el caso de los resul­ta­dos, la situa­ción es dife­ren­te, dado de que 11 de estas 17 empre­sas tie­nen resul­ta­do posi­ti­vo. Den­tro de las que tie­nen resul­ta­do posi­ti­vo, ade­más de Reno­va, se des­ta­ca el caso de Vicen­tin Para­guay, Friar y Vicen­tin Euro­pa”. Datos que dan indi­cios fuer­tes de dos cues­tio­nes: la trian­gu­la­ción de expor­ta­cio­nes que hacía Vicen­tin a tra­vés de las aguas del Para­ná y la impo­si­bi­li­dad de saber dón­de ter­mi­na Glen­co­re y empie­za Vicen­tin en la fir­ma Renova.

Cabe recor­dar que Reno­va no es una fir­ma más del hol­ding Vicen­tinYPF Agro, la empre­sa que se hará car­go como fidu­cia­rio de Vicen­tin, le com­pra cer­ca del 40% del bio­tea­nol y bio­die­sel que usan Glen­co­re y Vicen­tin en la plan­ta Reno­va, ins­ta­la­da en el Gran Rosa­rio, en las loca­li­da­des de San Loren­zo y Tim­búes. Para mejo­rar ese nego­cio, Vicen­tín obtu­vo un prés­ta­mo de USD295 millo­nes para finan­ciar la ope­ra­to­ria de la molien­da de soja a tra­vés de la fir­ma Reno­va, con un prés­ta­mo otor­ga­do por los ban­cos de la Cor­po­ra­ción Finan­cie­ra Inter­na­cio­nal (CFI), miem­bro del Gru­po del Ban­co Mun­dial, Nati­xis y Rabo­bank. Indi­cios que le hicie­ron poner el ojo a Cruz, de la UIF, sobre la empre­sa Renova.

Pero en reali­dad Vicen­tin pare­ce cada vez más una para­da hacia el des­tino final: la dis­cu­sión sobre la situa­ción actual de la hidro­vía Para­guay – Para­ná. La hidro­vía es la yugu­lar del sis­te­ma agro­ex­por­ta­odor argen­tino: por ahí sale el 80% de lo que pro­du­ce el cam­po. La ruta flu­vial, que tie­ne una exten­sión de 3.422 kiló­me­tros, que reco­rre Argen­ti­na, Uru­guay, Para­guay y Bra­sil, mue­ve unos USD70.000 millo­nes, unos 4.400 buques que trans­por­tan cien millo­nes de toneladas.

Qui­zás por eso aún nadie habla de la hidro­vía, aun­que el pre­si­den­te Alber­to Fer­nán­dez lo hizo pocas horas de comen­zar su man­da­to, en diciem­bre del año pasa­do, cuan­do anun­ció que la explo­ta­ción de la hidro­vía, hoy en manos de dos empre­sas denun­cia­das: la empre­sa Eme­pa de Gabriel Rome­ro, empre­sa­rio rela­cio­na­do con el radi­ca­lis­mo y que decla­ró en la “cau­sa cua­der­nos” haber paga­do USD600 mil para lograr la exten­sión por una déca­da de la con­ce­sión en 2010; y del bel­ga Jan de Nul, que per­te­ne­ce a los her­ma­nos Peter y Dirk De Nul. cuya con­ce­sión ven­ce en 2021, pasa­rá a manos de las pro­vin­cias “que tie­nen la hidro­vía y usan la hidro­vía” como dijo el pre­si­den­te Fernández.

Lo cier­to es que el pasa­do “cua­der­nis­ta” de Rome­ro y pese al acer­ca­mien­to de Jan de Nul hacia algu­nos gober­na­do­res (en febre­ro el gober­na­dor de Cha­co, Jor­ge Capi­ta­nich, reci­bió a los emba­ja­do­res de Bél­gi­ca, Peter Mad­dens y de Para­guay, Julio César Vera Cáce­res y a Jan Pie­ter de Nul, CEO glo­bal de Jan Del Nul Group) es pro­ba­ble que muchos acuer­dos, táci­tos y expre­sos, se cai­gan lue­go de la expro­pia­ción de Vicen­tin.

El tema cen­tral, afir­man muchos sena­do­res cer­ca­nos a la vice­pre­si­den­ta, Cris­ti­na Fer­nán­dez, sigue sien­do el ingre­so de dóla­res al país, la sub­fac­tu­ra­ción y el rol de Glen­co­re. Y es que por la hidro­vía este año podrían salir más de USD28.000 millo­nes, dóla­res que la eco­no­mía argen­ti­na nece­si­ta para sobre­vi­vir a la pan­de­mia aca­so más que la vacu­na del Covid19. Con­tro­lar esos dóla­res a tra­vés de una empre­sa bajo sobe­ra­nía esta­tal como Vicen­tin le ser­vi­rá al Gobierno para saber cuá­les son los nive­les reales de sub­fac­tu­ra­ción de expor­ta­cio­nes de las gran­des cerea­le­ras (que algu­nos creen en más de USD5.000 millo­nes por año) y quien es el mayor elu­sor y eva­sor del fis­co en el rio Para­ná. Las mira­das, por aho­ra, van diri­gi­das hacia la fir­ma anglo-suiza.

Pero el affai­re Vicen­tin tam­bién logre fil­trar y hacer públi­ca la extra­ña y sos­pe­cho­sa tra­ma que lle­vó a la cár­cel a dos pesos pesa­dos del Para­ná: el pri­me­ro, el jefe del Sin­di­ca­to Uni­do de Por­tua­rios Argen­ti­nos, Her­me Orlan­do “Vino calien­te” Juá­rez, quien fue­ra un hom­bre de mucho poder en el Gran Rosa­rio, dete­ni­do en el mar­co de un mega­ope­ra­ti­vo poli­cial acu­sa­do de extor­sión y lava­do de dine­ro y que al que el juez Adrián Gon­zá­lez Char­vay le per­mi­tió vol­ver a su casa, a ori­llas del río Para­ná. El segun­do, Omar “Caba­llo” Suá­rez ex titu­lar del Sin­di­ca­to de Obre­ros Marí­ti­mos Uni­dos (SOMU), quien ayer la Sala 1 de la Cáma­ra Fede­ral revo­có el pro­ce­sa­mien­to por lava­do de dinero.

Esos dos hom­bres, aho­ra sin el yugo de la selec­ti­va Jus­ti­cia macris­ta bajo sus espal­das, aca­so podrán con­tar cua­les y de qué empre­sas eran las bar­ca­zas del con­voy de 16 uni­da­des con 24 mil tone­la­das de car­ga, que tran­si­tan a menu­do en la hidro­vía Para­guay– Para­ná (y la cual equi­va­le a la car­ga de 20 tre­nes de 40 vago­nes cada uno, o a 960 camio­nes car­gan­do 25 tone­la­das cada uno) que solían ir vacías al Para­guay y vol­ver lle­nas al país, cuan­do supues­ta­men­te habían sali­do reple­tas de la Argentina.

Una pre­gun­ta que se hacen sena­do­res, miem­bros de la UIF, jue­ces para­gua­yos y fis­ca­les argen­ti­nos, que creen haber encon­tra­do, sor­pre­si­va­men­te, un “trián­gu­lo de las ber­mu­das soje­ro” en sue­lo para­gua­yo, don­de las olea­gi­no­sas y los cerea­les le des­apa­re­cían al fis­co, no ya abdu­ci­dos por OVNIS, sino por la codi­cia de varias empre­sas loca­les y multinacionales.

FUENTE: BAE

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