Esta­do Espa­ñol. Pará­si­tos (por Ánge­les Maestro)

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 2 de mayo 2020

La con­tra­dic­ción entre lo públi­co y lo pri­va­do en la sanidad

La gran can­ti­dad de muer­tes evi­ta­bles de las últi­mas sema­nas ha
per­mi­ti­do que muchas per­so­nas tomen con­cien­cia – y esa es una de las
pocas cosas que hay que agra­de­cer a la actual epi­de­mia – de las enormes
caren­cias de la sani­dad públi­ca y de que éstas son el resul­ta­do de un
lar­go pro­ce­so de des­man­te­la­mien­to. Y es obvio que el mor­tí­fe­ro virus no
es res­pon­sa­ble de ello.

El resi­den­te del gobierno ha lle­ga­do a plan­tear una «Refor­ma
Cons­ti­tu­cio­nal para blin­dar la sani­dad públi­ca» y para «tener un sistema
de salud mucho más fuer­te». Su pro­pues­ta evi­den­cia el inexis­ten­te valor
prác­ti­co de los dere­chos socia­les (sani­dad, vivien­da, educación,
tra­ba­jo, etc) reco­no­ci­dos en la Cons­ti­tu­ción, más allá de haber servido
de anzue­lo a un pue­blo incau­to al que le hicie­ron creer duran­te la
Tran­si­ción que todo eso ser­vi­ría para entrar en el paraí­so del «esta­do
del bien­es­tar». Esas decla­ra­cio­nes no supo­nen más que un brin­dis al sol,
dado que se nece­si­ta una mayo­ría de al menos de dos ter­cios del
Par­la­men­to para refor­mar la Cons­ti­tu­ción. Y es evi­den­te que no va a
con­tar con los votos, no sólo de la dere­cha, sino del pro­pio PSOE, como
vere­mos más adelante.

En el mis­mo sen­ti­do, algu­nos medios de comu­ni­ca­ción están promoviendo
una reco­gi­da de fir­mas lle­gan­do a pro­po­ner que la finan­cia­ción mínima
de la sani­dad públi­ca sea el 7% del PIB, garan­ti­za­da por ley.

Más allá de las bue­nas inten­cio­nes que pue­den guiar estas propuestas –
aun­que en el caso del pre­si­den­te del gobierno no cabe ale­gar ignorancia
– la reali­dad es mucho más com­ple­ja. En este tra­ba­jo pre­ten­do aclarar
que el incre­men­to de la par­ti­da pre­su­pues­ta­ria des­ti­na­da a la sani­dad no
sir­ve para eli­mi­nar las cau­sas fun­da­men­ta­les de la pre­ca­rie­dad del
sis­te­ma sani­ta­rio público.

Detrás de la sani­dad se mue­ven pode­ro­sí­si­mos intere­ses pri­va­dos que,
de hecho, esta­rían encan­ta­dos con un aumen­to sus­tan­cial del gasto
sani­ta­rio por­que, al final, aca­ba­ría en sus bolsillos.

El pres­ti­gio­so epi­de­mió­lo­go Usa­ma Bilal[1] afir­ma en una recien­te entre­vis­ta[2] que
las cau­sas fun­da­men­ta­les de que el Covid – 19 esté gol­pean­do en el
Esta­do espa­ñol más fuer­te que en otros paí­ses no están en lo que hemos
hecho en los últi­mos tiem­pos, sino en deci­sio­nes polí­ti­cas que se vienen
toman­do des­de hace trein­ta años. Él es uno de los muchos científicos
espa­ño­les que tuvo que emi­grar para desa­rro­llar su pro­fe­sión por­que aquí
la polí­ti­ca cien­tí­fi­ca obe­de­ce al prin­ci­pio «que inven­ten otros», más
si cabe en una espe­cia­li­dad médi­ca como la epi­de­mio­lo­gía cen­tra­da en
des­cu­brir las cau­sas socia­les de la enfermedad.

Efec­ti­va­men­te la degra­da­ción del sis­te­ma sani­ta­rio tie­ne una larga
his­to­ria que no ha sido sólo fru­to de la desidia de los gobier­nos, sino
muy al con­tra­rio, de deci­sio­nes polí­ti­cas acti­vas y trascendentales
des­ti­na­das a debi­li­tar la sani­dad públi­ca y cuya impor­tan­cia se ha
ocul­ta­do sistemáticamente.

Para poder com­pren­der este pro­ce­so es impor­tan­te acla­rar algunos
con­cep­tos. La sani­dad públi­ca y la sani­dad pri­va­da no son compartimentos
estan­cos, y mucho menos com­ple­men­ta­rios. En reali­dad están tan
ínti­ma­men­te rela­cio­na­das que son un bino­mio inse­pa­ra­ble. La relación
entre ambas es muy seme­jan­te a la que se esta­ble­ce entre hos­pe­da­dor y
pará­si­to, cla­ve – por cier­to – en el estu­dio de las enfermedades
infecciosas.

El para­si­tis­mo, recor­dan­do la bio­lo­gía, es un tipo de sim­bio­sis en la
cual el pará­si­to depen­de del hués­ped y vive de él depau­pe­rán­do­lo, sin
lle­gar a matar­lo. El pará­si­to obtie­ne bene­fi­cios y el hos­pe­da­dor, daños.

Los ecto­pa­rá­si­tos: las ase­gu­ra­do­ras pri­va­das y los conciertos.

La evi­den­te ana­lo­gía para cual­quie­ra que ana­li­ce el asun­to con
inde­pen­den­cia de cri­te­rio, es decir, que no ten­ga intere­ses vinculados
al capi­tal pri­va­do, lle­gó a cons­ti­tuir un axio­ma, inclu­so para el PSOE
de los últi­mos años del fran­quis­mo. En su pro­gra­ma polí­ti­co se afirmaba,
por ejem­plo, que era impo­si­ble desa­rro­llar una sani­dad públi­ca de
cali­dad sin nacio­na­li­zar la indus­tria farmacéutica.

Pocos años des­pués, en 1982, tras la vic­to­ria del PSOE por mayoría
abso­lu­ta, esta afir­ma­ción se vería con­fir­ma­da exac­ta­men­te al revés. El
diri­gen­te más des­ta­ca­do del PSOE en mate­ria de sani­dad, Ciria­co de
Vicen­te, un hom­bre capa­ci­ta­do y con plan­tea­mien­tos de izquier­das, no fue
desig­na­do minis­tro como se espe­ra­ba. La pode­ro­sa indus­tria farmacéutica
le hizo saber a Feli­pe Gon­zá­lez que De Vicen­te no tenía su confianza.
En su lugar fue nom­bra­do Minis­tro de Sani­dad Ernest Lluch, un hom­bre muy
cer­cano a Far­ma­in­dus­tria, la aso­cia­ción empre­sa­rial de la industria
far­ma­céu­ti­ca esta­ble­ci­da en España.

En estas con­di­cio­nes no es de extra­ñar que la Ley Gene­ral de Sanidad
eli­mi­na­ra artícu­los muy impor­tan­tes, que sí apa­re­cían en los primeros
borra­do­res, como el some­ti­mien­to del Medi­ca­men­to a la planificación
gene­ral del Sis­te­ma Nacio­nal de Salud o la prohi­bi­ción expre­sa de los
con­cier­tos con enti­da­des privadas.

En la actua­li­dad casi el 12% del gas­to sani­ta­rio públi­co esta­tal va
des­ti­na­do a con­cier­tos, una pro­por­ción en cons­tan­te cre­ci­mien­to y mucho
mayor en Comu­ni­da­des Autó­no­mas como Cata­lu­ña y Madrid.

El incre­men­to expo­nen­cial de la con­tra­ta­ción de la sani­dad pública
con empre­sas pri­va­das se ha desa­rro­lla­do en sen­ti­do con­tra­rio de la
inver­sión y el desa­rro­llo de los ser­vi­cios públi­cos. Con el argu­men­to de
dis­mi­nuir las lis­tas de espe­ra se ha con­cer­ta­do masi­va­men­te la
rea­li­za­ción de inter­ven­cio­nes qui­rúr­gi­cas de media­na o baja complejidad,
muy ren­ta­bles, en clí­ni­cas pri­va­das que en muchas oca­sio­nes están muy
por deba­jo de los están­da­res de cali­dad exi­gi­bles y a las que se permite
selec­cio­nar pacien­tes. Es evi­den­te que para la sani­dad públi­ca quedan
todas las inter­ven­cio­nes cos­to­sas y aque­llas per­so­nas con patologías
múl­ti­ples o de edad avanzada.

Las enor­mes lis­tas de espe­ra – sobre todo la espe­ra para diagnóstico –
como expre­sión de la degra­da­ción de la sani­dad públi­ca han producido
otra con­se­cuen­cia enor­me­men­te lucra­ti­va: la esca­la­da meteó­ri­ca de las
póli­zas de segu­ros pri­va­dos. Las cifras para 2019 eran las más altas de
la his­to­ria: 10 millo­nes de per­so­nas. El escán­da­lo mayor es la gran
can­ti­dad de ins­ti­tu­cio­nes públi­cas que pagan, con dine­ro también
públi­co, póli­zas pri­va­das a sus miem­bros y fami­lia­res[3]. A ello ha con­tri­bui­do nota­ble­men­te la apli­ca­ción de impor­tan­tes deduc­cio­nes fis­ca­les[4] apli­ca­bles a autó­no­mos y empre­sas des­de 2016 y vigen­tes en la actua­li­dad. Es el zorro guar­dan­do las gallinas.

Vol­vien­do al símil bio­ló­gi­co las empre­sas ase­gu­ra­do­ras pri­va­das, cuya
bue­na salud depen­de del dete­rio­ro de la sani­dad públi­ca con el apoyo
impa­ga­ble – o no – de deci­sio­nes de vario­pin­to color polí­ti­co, serían
ecto­pa­rá­si­tos (como las garra­pa­tas o los pio­jos). Estos ecto­pa­rá­si­tos se
desa­rro­llan en el exte­rior del hos­pe­da­dor, la sani­dad públi­ca, al igual
que las empre­sas que pres­tan ser­vi­cios sani­ta­rios con sus propias
ins­ta­la­cio­nes y recur­sos, aun­que ya hemos vis­to la impor­tan­te quinta
colum­na con la que cuen­tan en el inte­rior en el caso que nos ocupa.

Y en sani­dad no se tra­ta fun­da­men­tal­men­te de que el dine­ro público,
sali­do de nues­tros bol­si­llos, vaya a enri­que­cer a unos cuan­tos, sino de
que ese sucu­len­to nego­cio se hace a cos­ta de vidas, de muertes
pre­ma­tu­ras y per­fec­ta­men­te evi­ta­bles. Al res­pec­to no se pue­de olvi­dar la
dra­má­ti­ca situa­ción que se ha vivi­do en los hos­pi­ta­les públicos
obli­ga­dos a no aten­der pacien­tes mayo­res de 70 años por fal­ta de
recur­sos mien­tras la sani­dad pri­va­da exhi­bía ins­ta­la­cio­nes de cuidados
inten­si­vos dis­po­ni­bles[5]
a pre­cios de mer­ca­do. Ni el gobierno esta­tal, ni nin­gún gobierno
auto­nó­mi­co ha movi­do un dedo para inter­ve­nir todos los recursos
nece­sa­rios, a pesar de que el pri­mer Decre­to de Esta­do de Alar­ma preveía
esta posibilidad.

Como bue­nos pará­si­tos apro­ve­chan la debi­li­dad del opo­nen­te. En todos
los medios de comu­ni­ca­ción asis­ti­mos al escar­nio de una intensificación
de la publi­ci­dad de ase­gu­ra­do­ras (Sani­tas, Ades­las, DKV, etc) que
ofre­cen aten­der a per­so­nas enfer­mas mayo­res de las cla­ses socia­les que
pue­den per­mi­tir­se ese gasto.

Los endo­pa­rá­si­tos: ges­tión pri­va­da con finan­cia­ción pública.

La his­to­ria de los endo­pa­rá­si­tos, de la pene­tra­ción del capital
pri­va­do en la sani­dad públi­ca es más com­ple­ja. Es una gue­rra de
trin­che­ras. Es la con­se­cuen­cia de la cri­sis gene­ral del capi­ta­lis­mo que
ve caer sus bene­fi­cios en sec­to­res pro­duc­ti­vos y se refu­gia en el
paraí­so dora­do de los ser­vi­cios públicos.

El camino de la pri­va­ti­za­ción se ini­cia en la déca­da de los 90, con
la eufe­mís­ti­ca­men­te lla­ma­da exter­na­li­za­ción de par­tes esen­cia­les de un
hos­pi­tal como son los ser­vi­cios de lim­pie­za, lavan­de­ría, coci­nas o
segu­ri­dad, y no ha cesa­do de ampliar­se a labo­ra­to­rios, radiodiagnóstico,
cela­do­res, etc.

El pis­to­le­ta­zo para la entra­da masi­va de capi­tal pri­va­do en la
sani­dad lo dio la apro­ba­ción en el Con­gre­so de los Dipu­tados de la Ley
1597 de nue­vas for­mas de ges­tión, que con­tó con los votos del PP
(gober­nan­do en mino­ría) el PSOE, PNV, CiU y Coa­li­ción Cana­ria. ¿Pue­de
ima­gi­nar­se mayor con­sen­so polí­ti­co? Pues aún hubo más. Al día siguiente
de la vota­ción la Fede­ra­ción de Sani­dad de CC.OO. mos­tró su satisfacción
por tan amplio acuer­do en torno a una Ley cla­ve para «moder­ni­zar» la
sani­dad pública.

¿Pue­de soñar el capi­tal algo mejor que con­tar con financiación
públi­ca, tener la clien­te­la ase­gu­ra­da, poder impo­ner con­di­cio­nes de
pre­ca­rie­dad labo­ral, supe­di­tar los recur­sos ofer­ta­dos a la obten­ción de
bene­fi­cios y selec­cio­nar pacien­tes rentables?

A ese escan­da­lo­so pri­vi­le­gio, que supo­nía mul­ti­pli­car por seis en el perio­do de con­ce­sión la inver­sión rea­li­za­da[6],
se apun­ta­ron las empre­sas cons­truc­to­ras en rui­na tras el esta­lli­do de
la bur­bu­ja inmo­bi­lia­ria, la gran mayo­ría vin­cu­la­das a la tra­ma Gur­tel[7], mul­ti­na­cio­na­les de la sani­dad pri­va­da y fon­dos de capi­tal-ries­go[8].

Los datos acu­mu­la­dos que expon­go a con­ti­nua­ción expli­can el horror
vivi­do en los hos­pi­ta­les duran­te esta epi­de­mia. En la sani­dad pública
madri­le­ña, des­de 2008 se vie­ne pro­du­cien­do una bru­tal dis­mi­nu­ción de
per­so­nal, ace­le­ra­da con la crea­ción de los once nue­vos hos­pi­ta­les de
ges­tión pri­va­da y finan­cia­ción públi­ca. Se han per­di­do más de 7.000
tra­ba­ja­do­ras y tra­ba­ja­do­res, de ellos 3.000 sani­ta­rios con licen­cia­tu­ra o
diplo­ma­tu­ra[9], y per­ma­ne­cen cerra­das cer­ca de 3.000 camas.

El aná­li­sis de este pro­ce­so, com­ple­jo, pero que es indispensable
cono­cer, des­bor­da los obje­ti­vos de este artícu­lo y ya ha sido rea­li­za­do[10],
aun­que este rigu­ro­so aná­li­sis no haya tras­cen­di­do a los gran­des medios
de comu­ni­ca­ción. Este silen­cio no sor­pren­de si se tie­ne en cuen­ta que
esta infor­ma­ción des­en­mas­ca­ra intere­ses polí­ti­cos y empre­sa­ria­les que, a
su vez, con­tri­bu­yen deci­si­va­men­te a la finan­cia­ción de esas mismas
empre­sas de comunicación.

La indus­tria far­ma­céu­ti­ca: para­si­tis­mo absoluto

Pue­de decir­se sin temor a exa­ge­rar que la indus­tria farmacéutica
tie­ne en sus manos las rien­das fun­da­men­ta­les de la polí­ti­ca sanitaria.
En este caso su fun­cio­na­mien­to sería más pare­ci­do al de un virus:
pene­tra en la célu­la, modi­fi­ca su fun­cio­na­mien­to y depen­de de ella para
su mul­ti­pli­ca­ción. Es lo que se cono­ce en bio­lo­gía como parasitismo
absoluto.

La indus­tria far­ma­céu­ti­ca no sólo con­tro­la la cuar­ta par­te del gasto
sani­ta­rio públi­co total, cer­ca de 25.000 millo­nes de euros, sino que
tie­ne una influen­cia deci­si­va en la for­ma­ción del per­so­nal sanitario,
diri­ge la tota­li­dad de la inves­ti­ga­ción (se inves­ti­ga y se fabri­ca lo
ren­ta­ble[11],
no lo efi­caz), y en la prác­ti­ca con­tro­la la pres­crip­ción de
medi­ca­men­tos. Hay un indi­cio que ayu­da a expli­car este escándalo
coti­diano: muchos altos car­gos del sis­te­ma sani­ta­rio, del más variopinto
color polí­ti­co, pro­ce­den de mul­ti­na­cio­na­les del medi­ca­men­to o pasan a
ser reclu­ta­dos por éstas[12].

El asun­to cen­tral no es que el gas­to far­ma­céu­ti­co sea ele­va­do, sino
que se cal­cu­la que el 50% de los medi­ca­men­tos pres­cri­tos no son
nece­sa­rios[13] y
ade­más pro­vo­can mul­ti­tud de efec­tos inde­sea­bles, entre ellos miles de
muer­tes al año. El hecho de que los fár­ma­cos más pres­cri­tos, con mucho,
sean los ansio­lí­ti­cos y anti­de­pre­si­vos da idea de has­ta qué pun­to se
está medi­ca­li­zan­do el males­tar social.

El caso más escan­da­lo­so ha sido el de los hemo­de­ri­va­dos, para los que
la OMS reco­mien­da enca­re­ci­da­men­te una indus­tria públi­ca esta­tal. La
obten­ción de san­gre por par­te de las mul­ti­na­cio­na­les farmacéuticas
median­te pago en dine­ro o en bene­fi­cios peni­ten­cia­rios a quie­nes la
apaor­tan (sec­to­res de la pobla­ción con alta pre­va­len­cia de infecciones)
ha sido res­pon­sa­ble de la trans­mi­sión de infec­cio­nes tan gra­ves como la
Hepa­ti­tis B y C o el SIDA.

El nego­cio pri­va­do fue­ra de la sani­dad pública.

Espe­ro haber con­tri­bui­do a acla­rar que el asun­to no se resuel­ve sólo
con aumen­tar el pre­su­pues­to de la sani­dad públi­ca. El esta­do de salud de
una per­so­na enfer­ma para­si­ta­da por una tenia no mejo­ra aumen­tan­do la
inges­ta alimenticia.

Jun­to al incre­men­to de recur­sos estric­ta­men­te públi­cos es
impres­cin­di­ble eli­mi­nar el nego­cio pri­va­do de la sani­dad públi­ca. Es
radi­cal­men­te fal­so que la «com­ple­men­te». El obje­ti­vo prio­ri­ta­rio de la
obten­ción cre­cien­te de bene­fi­cios, con­sus­tan­cial a la empre­sa privada,
es estric­ta­men­te opues­to al de la sani­dad públi­ca: mejo­rar el esta­do de
salud de toda la pobla­ción. Y el capi­tal pri­va­do para desarrollarse
nece­si­ta soca­var, debi­li­tar y, en defi­ni­ti­va, subor­di­nar el
fun­cio­na­mien­to del sis­te­ma a sus intere­ses. Exac­ta­men­te igual que los
parásitos.

Para cons­truir una sani­dad públi­ca poten­te no valen propuestas
gran­di­lo­cuen­tes como la Refor­ma de la Cons­ti­tu­ción, que por otro lado
son impo­si­bles dada la corre­la­ción de fuer­zas polí­ti­ca. El camino es
rela­ti­va­men­te más sen­ci­llo, si de ver­dad exis­tie­se volun­tad polí­ti­ca. En
pri­mer lugar, es nece­sa­rio lle­var a cabo un cam­bio nor­ma­ti­vo y
desa­rro­llar­lo con todas sus con­se­cuen­cias: dero­gar el artícu­lo 90 de la
Ley Gene­ral de Sani­dad, que per­mi­te los Con­cier­tos con empresas
pri­va­das, y dero­gar por com­ple­to la Ley 1597 de Nue­vas For­mas de
Ges­tión. Ambas leyes, aun­que son uti­li­za­das amplia­men­te por el PP y las
dere­chas nacio­na­lis­tas, tie­nen el sello del PSOE.

Jun­to a ello, para empe­zar a enfren­tar el mayor pará­si­to de la
sani­dad públi­ca, es pre­ci­so crear una indus­tria far­ma­céu­ti­ca públi­ca que
se ocu­pe de la inves­ti­ga­ción, fabri­ca­ción y dis­tri­bu­ción de, al menos,
los 433 medi­ca­men­tos con­si­de­ra­dos esen­cia­les por la OMS[14]. Y no sería impo­si­ble, toman­do como base la expe­rien­cia del Cen­tro Mili­tar de Far­ma­cia de la Defensa.

Nego­cio pri­va­do y sani­dad públi­ca son incom­pa­ti­bles. En estas
sema­nas, y lo más duro está por lle­gar, esta­mos comprobando
dolo­ro­sa­men­te que el capi­ta­lis­mo no fun­cio­na. La vida es otra cosa.

Ánge­les Maes­tro. Red Roja

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[1] Usama
Bilal estu­dió medi­ci­na en la Uni­ver­si­dad de Ovie­do y obtu­vo el Máster
en Salud Públi­ca en la Uni­ver­si­dad de Alca­lá de Hena­res (Madrid). Hizo
su tesis doc­to­ral en la Johns Hop­kins Bloom­berg School of Public Health
(EE.UU.) y reci­bió en 2018 el pre­mio «Early inde­pen­den­ce» del National
Ins­ti­tu­tes of Health.

[2] https://​www​.info​li​bre​.es/​n​o​t​i​c​i​a​s​/​p​o​l​i​t​i​c​a​/​2​0​2​0​/​0​4​/​2​9​/​u​s​a​m​a​_​b​i​l​a​l​_​e​p​i​d​e​m​i​o​l​o​g​o​_​t​u​r​i​s​m​o​_​m​a​s​i​v​o​_​n​o​s​_​h​a​c​e​_​m​u​y​_​v​u​l​n​e​r​a​b​l​e​s​_​l​a​s​_​e​p​i​d​e​m​i​a​s​_​1​0​5​5​8​5​_​1​0​1​2​.​h​tml

[3] Entre
ellos, los dos millo­nes de per­so­nas inclui­das en MUFACE (fun­cio­na­rios),
MUGEJU (jue­ces) e ISFAS (ejér­ci­to y poli­cía). Ins­ti­tu­cio­nes públicas
como Con­se­jo Con­sul­ti­vo de Cana­rias, las Jun­tas Gene­ra­les de Ála­va, la
anti­gua Comi­sión Nacio­nal de la Ener­gía, RTVE y el FROB, han teni­do, o siguen tenien­do para sus miem­bros y fami­lia­res segu­ros médi­cos pri­va­dos paga­dos con dine­ro públi­co. Tam­bién la Aso­cia­ción de la Pren­sa de Madrid, man­tie­ne para sus afi­lia­dos este pri­vi­le­gio des­de 1982. http://​cas​ma​drid​.org/​i​n​d​e​x​.​p​h​p​/​c​o​m​u​n​i​c​a​d​o​s​/​3​8​1​-​a​s​i​s​t​e​n​c​i​a​-​s​a​n​i​t​a​r​i​a​-​p​r​i​v​a​d​a​-​c​o​n​-​f​o​n​d​o​s​-​p​u​b​l​i​c​o​s​-​p​r​i​v​i​l​e​g​i​o​s​-​m​a​n​t​e​n​i​d​o​s​-​p​o​r​-​v​i​e​j​o​s​-​y​-​n​u​e​v​o​s​-​p​a​r​t​i​dos

[4] Para
los autó­no­mos y sus fami­lias la deduc­ción por póli­za de segu­ro de salud
es de 500 euros por per­so­na y año. Las empre­sas des­gra­van el 100% del
gas­to abo­na­do por segu­ros médi­cos a sus emplea­dos a efec­tos de Impuesto
de Socie­da­des, al ser con­si­de­ra­do «gas­to social». Para los trabajadores
no se con­si­de­ra retri­bu­ción la pri­ma del segu­ro de salud paga­do por la
empre­sa y por lo tan­to está exen­ta de tributación.

[5] https://​www​.redac​cion​me​di​ca​.com/​s​e​c​c​i​o​n​e​s​/​p​r​i​v​a​d​a​/​c​o​r​o​n​a​v​i​r​u​s​-​s​a​n​i​d​a​d​-​p​r​i​v​a​d​a​-​c​a​m​a​s​-​u​c​i​-​o​c​u​p​a​d​a​s​-​l​i​b​r​e​s​-​9​564

[6] http://​www​.cas​ma​drid​.org/​i​n​d​e​x​.​p​h​p​/​c​o​m​u​n​i​c​a​d​o​s​/​6​2​1​-​l​o​s​-​n​u​e​v​o​s​-​h​o​s​p​i​t​a​l​e​s​-​d​e​-​m​a​d​r​i​d​-​u​n​a​-​s​a​n​g​r​i​a​-​q​u​e​-​n​o​-​c​esa

[7] http://www.casmadrid.org/index.php/noticias/348‑2016-03 – 08-era-de-esperar-los-grandes-casos-de-corrupcion-politica-salpican-a-la-sanidad

[8] https://​dem​peus​per​la​sa​lut​.word​press​.com/​2​0​1​3​/​0​2​/​2​1​/​c​o​m​o​-​s​e​-​g​e​s​t​a​-​y​-​a​-​q​u​i​e​n​-​b​e​n​e​f​i​c​i​a​-​l​a​-​p​r​i​v​a​t​i​z​a​c​i​o​n​-​d​e​-​l​a​-​s​a​n​i​d​ad/

[9] http://​www​.cas​ma​drid​.org/​i​n​d​e​x​.​p​h​p​?​i​d​s​e​c​c​=​c​o​m​u​n​i​c​a​d​o​s​&​i​d​=​6​5​&​t​i​t​u​l​o​=​C​O​M​U​N​I​C​A​DOS

[10] Maes­tro, A. (2013) Cri­sis capi­ta­lis­ta y pri­va­ti­za­ción de la sani­dad. Edi­to­rial Cis­ma. Dis­po­ni­ble en: http://​www​.cis​mae​di​to​rial​.es/

[11] Con
fre­cuen­cia se dan situa­cio­nes de des­abas­te­ci­mien­to de fmedicamentos
nece­sa­rios pero poco ren­ta­bles que la indus­tria far­ma­ceú­ti­ca deja de
fabri­car. Recien­te­men­te ha sal­ta­do a los medios de comu­ni­ca­ción la
esca­sez de medi­ca­men­tos úti­les para el tra­ta­mien­to de algu­nos casos de
COVID-19, como la hidro­xi­clo­ro­qui­na o nece­sa­rios para la seda­ción, como
los rela­jan­tes neu­ro­mus­cu­la­res. http://​espa​nol​.arth​ri​tis​.org/​e​s​p​a​n​o​l​/​l​a​-​a​r​t​r​i​t​i​s​/​e​n​f​e​r​m​e​d​a​d​e​s​-​r​e​l​a​c​i​o​n​a​d​a​s​/​e​s​c​a​s​e​z​-​h​i​d​r​o​x​i​c​l​o​r​o​q​u​i​na/

[12] https://​www​.dsa​lud​.com/​r​e​p​o​r​t​a​j​e​/​e​l​-​f​e​n​o​m​e​n​o​-​d​e​-​l​a​s​-​p​u​e​r​t​a​s​-​g​i​r​a​t​o​r​i​a​s​-​e​n​-​e​l​-​c​a​m​p​o​-​d​e​-​l​a​-​s​a​l​ud/

[13] Joan
Ramón Lapor­te, cate­drá­ti­co de far­ma­co­lo­gía clí­ni­ca es sin duda el mayor
exper­to en polí­ti­ca del medi­ca­men­to y una de las esca­sí­si­mas voces no
sobor­na­das por la indus­tria. https://​www​.elsal​to​dia​rio​.com/​i​n​d​u​s​t​r​i​a​-​f​a​r​m​a​c​e​u​t​i​c​a​/​j​o​a​n​-​r​a​m​o​n​-​l​a​p​o​r​t​e​-​m​e​d​i​c​a​m​e​n​t​o​-​c​o​v​i​d​1​9​-​1​0​-​e​u​r​o​s​-​n​o​-​m​a​n​o​s​-​p​r​i​v​a​das

[14] https://​www​.who​.int/​e​s​/​n​e​w​s​-​r​o​o​m​/​d​e​t​a​i​l​/27 – 02-2020-who-launch-e-eml

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