Méxi­co. Pemex, entre la deu­da y la corrup­ción heredadas

Tania Damián /​Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 19 de mar­zo de 2020

El 18 de mar­zo Pemex lle­gó a su 82 ani­ver­sa­rio arras­tran­do una pesa­da heren­cia: la quie­bra téc­ni­ca por la deu­da de apro­xi­ma­da­men­te 2 billo­nes de pesos y los pro­ble­mas cau­sa­dos por la corrup­ción, como las com­pras inne­ce­sa­rias de plan­tas cha­ta­rra que dis­traen recur­sos. Con el cam­bio de rum­bo, ape­nas empie­za a remon­tar el des­plo­me de la pro­duc­ción que se regis­tró con Peña

En el mar­co del 82 ani­ver­sa­rio de la Expro­pia­ción Petro­le­ra, la esta­tal Petró­leos Mexi­ca­nos (Pemex) aún enfren­ta una seve­ra cri­sis pro­duc­to de la deu­da que arras­tra del sexe­nio de Enri­que Peña Nie­to, pero tam­bién de tres déca­das de saqueo y corrup­ción, advier­ten aca­dé­mi­cos. A ello se suma la caí­da de los pre­cios inter­na­cio­na­les del cru­do y la vola­ti­li­dad de los mer­ca­dos inter­na­cio­na­les energéticos.

El inves­ti­ga­dor Emi­lio Zorri­lla Váz­quez –doc­tor en inge­nie­ría indus­trial por la Paci­fic Wes­tern Uni­ver­sity y por Geor­gia Ins­ti­tu­te of Tech­no­logy– resu­me las peo­res heren­cias que aún afec­tan a la petro­le­ra: la quie­bra téc­ni­ca, por­que sus pasi­vos (apro­xi­ma­da­men­te por 2 billo­nes de pesos) supe­ran su capi­tal; el des­plo­me de la pro­duc­ción –con Enri­que Peña se pasó de 2.5 millo­nes de barri­les a 1.6 millo­nes – , el aban­dono de las refi­ne­rías que ope­ra­ron al 35 por cien­to de su capa­ci­dad ins­ta­la­da; “haber crea­do un mons­truo de filia­les pri­va­das por medio de PMI Comer­cio Inter­na­cio­nal”; y el saqueo por dos vías: el régi­men fis­cal que impli­ca­ba una gra­ba­ción de entre 80 y 110 por cien­to de las uti­li­da­des y la corrupción.

Por más de 30 años, la prin­ci­pal empre­sa pro­duc­ti­va del Esta­do ha sido gol­pea­da por una polí­ti­ca de des­man­te­la­mien­to y pri­va­ti­za­ción, que ha con­ver­ti­do a Méxi­co de pro­duc­tor de cru­do a impor­ta­dor de pro­duc­tos refi­na­dos. Al res­pec­to, el eco­no­mis­ta Eduar­do Rome­ro Brin­gas expli­ca a Con­tra­lí­nea que el esque­ma de expor­ta­ción e impor­ta­ción de hidro­car­bu­ros de Pemex, así como la cri­sis que enfren­ta en sus dife­ren­tes sec­to­res, se deben a que ha sido con­ce­bi­da erró­nea­men­te como empre­sa con fines de lucro cuan­do en reali­dad debe­ría ser con fines de desa­rro­llo nacional.

El aca­dé­mi­co de la Uni­ver­si­dad Nacio­nal Autó­no­ma de Méxi­co (UNAM) deta­lla que “una empre­sa de desa­rro­llo nacio­nal, al menor cos­to posi­ble, pro­por­cio­na bene­fi­cios para la indus­tria­li­za­ción del país; sin embar­go, una empre­sa con fines de lucro saca la máxi­ma uti­li­dad a cual­quier pre­cio: si se daña el país o el mun­do es lo de menos, ellos tie­nen que sacar lucro”.

De esa visión, advier­te, se deri­va el hecho de que el país ha comer­cia­li­za­do el petró­leo cru­do sin nin­gún valor agre­ga­do. “Es la máxi­ma estu­pi­dez: es una obten­ción rápi­da de uti­li­da­des por una sola vez, por­que el petró­leo no se va a renovar”.

El eco­no­mis­ta Eduar­do Rome­ro con­si­de­ra que es nece­sa­rio que Pemex aban­don­de su esque­ma expor­ta­dor y apues­te por la indus­tria de los refi­na­dos “con muy alto valor agre­ga­do y tener mucho más ingre­sos, mucho mayo­res de lo que obten­dría­mos con el cru­do. […] Ade­más esta­ría­mos redu­cien­do el ago­ta­mien­to de nues­tras reservas”.

Por su par­te, el inves­ti­ga­dor Fabio Bar­bo­sa expli­ca que en este momen­to el pro­ble­ma núme­ro uno que enfren­ta Petró­leos Mexi­ca­nos y toda la indus­tria petro­le­ra inter­na­cio­nal es la gue­rra de pre­cios que aca­ba de esta­llar, com­pli­ca­da por el fenó­meno del coronavirus.

Por el pro­ble­ma de salud públi­ca que se vie­ne exten­dien­do en el mun­do, la tras­na­cio­nal Gold­man Sachs –“un gru­po de inver­sión fun­da­do en 1869 y que tie­ne rami­fi­ca­cio­nes en todo el mun­do petro­le­ro”– advier­te “que debe­mos irnos pre­pa­ran­do para un esce­na­rio de 20 dóla­res [en los pre­cios del barril] en Esta­dos Uni­dos en el futu­ro. Éste sería el prin­ci­pal pro­ble­ma, por­que los acei­tes mexi­ca­nos son, en su mayor par­te, pesa­dos y amar­gos, es decir con un con­te­ni­do muy ele­va­do de azu­fre lo cual indi­ca cos­tos de extrac­ción y de pro­ce­sa­mien­to mucho más ele­va­dos que los cru­dos dul­ces y lige­ros, y esto nos expul­sa del mer­ca­do. Es un pro­ble­ma para la mayor par­te de nues­tros cam­pos petro­le­ros, pero es tam­bién un pro­ble­ma muy gra­ve, inmi­nen­te para los petró­leos de Esta­dos Uni­dos, que es nues­tro gran pro­vee­dor, por­que estos acei­tes tam­bién lle­gan expul­sa­dos del mercado”.

La rique­za petrolera

Fabio Bar­bo­sa –inves­ti­ga­dor del Ins­ti­tu­to de Inves­ti­ga­cio­nes Eco­nó­mi­cas y aca­dé­mi­co de la Facul­tad de Inge­nie­ría de la UNAM– obser­va que, en Pemex, “el gobierno del pre­si­den­te López Obra­dor sig­ni­fi­ca una nue­va eta­pa total­men­te dis­tin­ta, dia­me­tral­men­te dife­ren­te a la de los gobier­nos neo­li­be­ra­les de los últi­mos sexe­nios”. La prin­ci­pal dife­ren­cia, indi­ca, es que los gobier­nos pasa­dos recu­rri­rían a des­pi­dos masi­vos ante una cri­sis como la que enfren­ta Méxi­co aho­ra con el coro­na­vi­rus y la caí­da de los precios.

“El últi­mo gobierno neo­li­be­ral que pade­ci­mos lo úni­co que supo hacer fue correr de mane­ra inmi­se­ri­cor­de a miles de tra­ba­ja­do­res petro­le­ros de cam­pos, como los Poza Rica [Vera­cruz], Tabas­co y Cam­pe­che; lo úni­co que hizo fue des­pe­dir­los, cerrar ins­ta­la­cio­nes petro­quí­mi­cas, cerrar todo tipo de infra­es­truc­tu­ras petro­le­ras, pozos, sus­pen­der pro­duc­ción y abrir las puer­tas para incre­men­tar las impor­ta­cio­nes mexi­ca­nas de gaso­li­na e inclu­so de petró­leo grin­go. Pue­do ase­gu­rar que el actual gobierno del licen­cia­do López Obra­dor no va a des­pe­dir tra­ba­ja­do­res, que no va a cerrar ins­ta­la­cio­nes; por el con­tra­rio, ten­go la espe­ran­za de que, con algu­nas suge­ren­cias res­pe­tuo­sas que vamos hacer pro­fe­so­res y tra­ba­ja­do­res petro­le­ros al gobierno, podría man­te­ner­se la plan­ti­lla labo­ral e inclu­so dar empleo a algu­nos de nues­tros estudiantes”.

Para el eco­no­mis­ta Rome­ro Brin­gas, fue la polí­ti­ca corrup­ta que ha ope­ra­do en Pemex por años la que deri­vó en que muchos tra­ba­ja­do­res alta­men­te cali­fi­ca­dos y con gran expe­rien­cia fue­ran sus­ti­tui­dos por per­so­nal que “lo que sabía era hacer nego­cios, no desarrollo”.

Sobre el tema, el doc­tor Zorri­lla men­cio­na que es fun­da­men­tal la reasig­na­ción de los tra­ba­ja­do­res que fue­ron des­pe­di­dos entre 2012 y 2018, y que están afi­lia­dos al sin­di­ca­to de la Unión Nacio­nal de Téc­ni­cos y Pro­fe­sio­nis­tas Petroleros.

Por su par­te, el eco­no­mis­ta Elie­zer Mora­les expre­sa que en la his­to­ria del Sin­di­ca­to de Tra­ba­ja­do­res Petro­le­ros de la Repú­bli­ca Mexi­ca­na, los intere­ses de los tra­ba­ja­do­res pocas veces han sido repre­sen­ta­dos. “Yo nun­ca he creí­do que el sin­di­ca­to los represente”.

Prio­ri­ta­rio, el tema petrolero

En este 2020 y a pesar del con­tex­to adver­so y todo el saqueo al que ha sido some­ti­da por años, Pemex sigue sien­do la prin­ci­pal empre­sa del Esta­do mexi­cano. Al res­pec­to, el doc­tor Zorri­lla Váz­quez seña­la que “no se aca­bó la galli­na de los hue­vos de oro”, en refe­ren­cia a la decla­ra­ción que hizo Peña Nie­to duran­te su sexe­nio sobre el decli­ve de la pro­duc­ción de petróleo.

El exper­to indi­ca que las reser­vas petro­le­ras de Méxi­co ascien­den a unos 8 mil millo­nes de barri­les, que alcan­zan para los pró­xi­mos 11 años. Es un hecho que los gobier­nos ante­rio­res “nos han que­ri­do con­ven­cer de ya no tene­mos [petró­leo] para así dejar Pemex. Enton­ces esta­mos ali­men­ta­dos de mentiras”.

Pro­duc­to de esa cam­pa­ña de des­in­for­ma­ción, advier­te, sur­gió una ini­cia­ti­va que pre­ten­de que Pemex aban­do­ne la explo­ra­ción en yaci­mien­tos de aguas some­ras y terre­na­les, con el argu­men­to de que ya no hay reser­vas, y así se ini­cie la explo­ra­ción en aguas pro­fun­das que es suma­men­te cos­to­sa. “Hay una des­orien­ta­ción para que­rer­nos lle­var a aguas pro­fun­das, pero no es el momen­to. Si alguien quie­re irse pues que sean los extran­je­ros y que gas­ten su dine­ro, ahí sí pode­mos irnos en aso­cia­ción con ellos ¿por qué no?”

El doc­tor Zorri­lla con­si­de­ra que “es evi­den­te la estra­te­gia de debi­li­tar a Pemex has­ta apa­gar­lo”. Ello se refle­ja en el aumen­to del cos­to de la deu­da que, entre 2001 y 2018, subió de 300 mil millo­nes de pesos a 2 billo­nes de pesos, es decir que hubo un aumen­to de la deu­da de casi 600 por cien­to. Esto “puso en una situa­ción ver­da­de­ra­men­te pro­ble­má­ti­ca a Pemex, es decir la que­bró téc­ni­ca­men­te por­que los pasi­vos eran supe­rio­res a los activos”.

Res­pec­to de la corrup­ción, el inves­ti­ga­dor se refie­re a dos casos emble­má­ti­cos, de las dece­nas que exis­ten en la petro­le­ra: la com­pra de las plan­tas cha­ta­rra de Agro­ni­tro­ge­na­dos (ProAgro) y Gru­po Fer­ti­nal en el sexe­nio de Peña Nie­to. Por ello, indi­ca, el actual gobierno reci­bió una empre­sa lle­na de nego­cios sucios, corrup­ción, des­truc­ción y abu­so sistemático.

En Pemex abun­dan las for­mas de corrup­ción. El eco­no­mis­ta Elie­zer Mora­les Ara­gón –aca­dé­mi­co de la Facul­tad de Eco­no­mía de la UNAM– expli­ca a Con­tra­lí­nea el fenó­meno del “con­tra­tis­mo”: la asig­na­ción a con­tra­tis­tas de tareas que Pemex tenía la obli­ga­ción de cum­plir. Por ello, afir­ma, Méxi­co debe recu­pe­rar la indus­tria petro­le­ra e ini­ciar un pro­ce­so de recons­truc­ción prác­ti­ca­men­te total de empre­sa. “El país nece­si­ta tener bajo su coman­do las fuen­tes ener­gé­ti­cas para poder avanzar”.

Para el aca­dé­mi­co, recu­pe­rar la capa­ci­dad ope­ra­ti­va del sis­te­ma de refi­na­ción es per­ti­nen­te; sin embar­go, la cons­truc­ción de la refi­ne­ría en Dos Bocas es cues­tio­na­ble. “Tene­mos seis refi­ne­rías que tie­nen capa­ci­dad ins­ta­la­da y que indu­da­ble­men­te pudie­ron haber sido suje­tas de una recu­pe­ra­ción de otro tipo”.

Res­pec­to de la corrup­ción en Pemex, el eco­no­mis­ta Eduar­do Rome­ro men­cio­na que, aun­que se está com­ba­tien­do, no se ha logra­do aca­bar por­que la empre­sa con fines de lucro per­mi­te hacer nego­cios y por ello la pro­ba­bi­li­dad de corrup­ción es muy alta, debi­do a los gran­des intere­ses eco­nó­mi­cos que están en ries­go. Inclui­dos, dice, los de las empre­sas extran­je­ras que ope­ra­ban en colu­sión con los ser­vi­do­res públi­cos mexicanos.

Aña­de que en el caso del robo de com­bus­ti­bles de los duc­tos sí se ha com­ba­ti­do y ha dis­mi­nui­do. Sin embar­go, advier­te, que aún hay hua­chi­col gran­de, “que real­men­te ha pro­vo­ca­do gran­des pér­di­das en la rique­za del país y es la entre­ga de con­tra­tos inde­bi­dos a empre­sas extran­je­ras, aun­que sean lega­les son inde­bi­das y son ilegítimas”.

El aca­dé­mi­co Elie­zer Mora­les afir­ma que Pemex y, en gene­ral, la indus­tria ener­gé­ti­ca sufrió una polí­ti­ca de ani­qui­la­ción, ya que pre­ten­día ser sus­ti­tui­da por un “apa­ren­te sis­te­ma de com­pe­ti­ti­vi­dad o de libre com­pe­ten­cia que son abso­lu­ta­men­te fal­sos […]. La des­truc­ción del mono­po­lio esta­tal se con­vir­tió en un fin en sí mis­mo”. Por ello, seña­la, es indis­pen­sa­ble la depu­ra­ción de la estruc­tu­ra al inte­rior de Pemex.

Al res­pec­to, el doc­tor Emi­lio Zorri­lla afir­ma que, ade­más de una selec­ción cui­da­do­sa de la gen­te que está en pues­tos cla­ve y así evi­tar el trá­fi­co de influen­cias –“de lo que yo lla­mo usos y cos­tum­bres de los regí­me­nes ante­rio­res” – , Pemex nece­si­ta finan­cia­mien­to. “Es impor­tan­te saber cómo se va a finan­ciar para sacar­la de este lío”.

Ello, por­que el défi­cit fis­cal de la petro­le­ra ha esta­do acom­pa­ña­do por un aumen­to en la deu­da públi­ca. “Es indis­pen­sa­ble irse a un défi­cit fis­cal por el valor con­cre­to de la baja del pre­cio del petróleo”.

El doc­tor Zorri­lla agre­ga que la petro­le­ra otor­gó a los ban­cos y empre­sas extran­je­ras 70 con­tra­tos para extrac­ción de hidro­car­bu­ros, de los cua­les sólo han saca­do del sub­sue­lo 15 millo­nes de dóla­res: “15 mise­ra­bles millo­nes de dóla­res de petró­leo, eso quie­re decir que no han inver­ti­do, son una bola de devo­ra­do­res”. Seña­la que la Con­fe­de­ra­ción Patro­nal de la Repú­bli­ca Mexi­ca­na, “y otros enemi­gos del país –como las cali­fi­ca­do­ras y los ban­cos extran­je­ros – ” piden que se res­pe­ten esos con­tra­tos, pero tie­nen que ser eva­lua­dos y ver si son legí­ti­mos; los que no sean o no ten­gan inver­sión se deben cancelar.

En rela­ción a estos temas, el eco­no­mis­ta Rome­ro Brin­gas afir­ma que la deu­da que con­tra­jo Pemex es impa­ga­ble en el sen­ti­do de que las ganan­cias de la empre­sa no serán sufi­cien­tes. Por ello debe impul­sar el desa­rro­llo, “para que con los ingre­sos del país se pue­da pagar esa deu­da que es tre­men­da”. Si se pre­ten­de “seguir pagan­do a Pemex con Pemex, lo úni­co que vamos a hacer es entre­gar la empre­sa al sec­tor pri­va­do […]. Ése es el plan, endeu­dar­la tan­to para des­pués embargarla”.

Sin embar­go, el doc­tor Emi­lio Zorri­lla ase­gu­ra que la nece­si­dad de sol­ven­tar la deu­da de Pemex es urgen­te. Ade­más, seña­la, hay que aca­bar con pro­ble­mas muy rele­van­tes, como el hecho de que el sec­tor pri­va­do no quie­re inver­tir, “y ¿por qué?, por­que quie­ren que les regre­se­mos el dine­ro y más aún la ener­gía eléc­tri­ca. Tene­mos un enemi­go en casa, el sec­tor pri­va­do, un enemi­go muy serio”.

Por su par­te, el aca­dé­mi­co Mora­les Ara­gón recal­ca la impor­tan­cia de los esfuer­zos actua­les para recu­pe­rar las acti­vi­da­des de Pemex y reen­fo­car el papel de los hidro­car­bu­ros. Y obser­va, es nece­sa­rio ins­tru­men­tar tareas urgen­tes de recu­pe­ra­ción en cuan­to a sus capa­ci­da­des extrac­ti­vas, de refi­na­ción y pro­duc­ción, para que se con­vier­ta en un ins­tru­men­to efi­caz que ayu­de al cre­ci­mien­to y des­pués al desa­rro­llo del país. “Espe­re­mos que a par­tir del cuar­to, quin­to o sex­to año de este gobierno se pue­da ver una situa­ción modificada”.

A esto se aña­de la opi­nión de Eduar­do Brin­gas, quien indi­ca que los mexi­ca­nos tie­nen una tarea impor­tan­te con las empre­sas nacio­na­les. En el caso Pemex, “debe­mos ser cien­to por cien­to soli­da­rios con ella, des­de empe­zar con cosas tan insig­ni­fi­can­tes como com­prar gaso­li­na con Pemex y no con­su­mir a Che­vron, Shell ni a nin­gu­na otra”, has­ta hacer un uso racio­nal en el con­su­mo energético.

Derro­char el gas, la gaso­li­na y demás deri­va­dos de los hidro­car­bu­ros es estar “afec­tan­do la polí­ti­cas que se están hacien­do actual­men­te para sacar ade­lan­te a la empre­sa y, más impor­tan­te, al país”. Por lo tan­to, la socie­dad tie­ne un com­pro­mi­so en el tema ener­gé­ti­co con el país.

El futu­ro de Pemex

El cam­bio de rum­bo en Pemex podría sig­ni­fi­car ampliar su ran­go de vida, sin embar­go no es un camino fácil. Eduar­do Rome­ro expli­ca que ni siquie­ra con el des­cu­bri­mien­to de nue­vos yaci­mien­tos se faci­li­ta la situa­ción de la petro­le­ra. Aún no han impac­ta­do al inte­rior de Pemex: el impac­to se refle­ja­rá cuan­do sean explo­ta­dos y aún no están en esa. Sin embar­go, advier­te que no hay nin­gu­na nece­si­dad de aca­bar rápi­da­men­te con las reser­vas petro­le­ras. “Lo que sé es nece­sa­rio para el desa­rro­llo del país es pro­ce­sar el cien­to por cien­to del cru­do extraí­do del sub­sue­lo, no sola­men­te por la uti­li­da­des que se van a obte­ner, sino por­que el efec­to mul­ti­pli­ca­dor es muy gran­de: si se pro­ce­sa den­tro del país ese efec­to mul­ti­pli­ca­dor se que­da den­tro del país”.

Aña­de que lle­ga­rá un momen­to en el que se ago­ten las reser­vas, enton­ces Méxi­co impor­ta­rá cru­do para pro­ce­sar­lo, por­que el nego­cio no está sola­men­te en tener el petró­leo en el sub­sue­lo, está en la capa­ci­dad de procesarlo.

El doc­tor Zorri­lla Vás­quez indi­ca que, para ese momen­to de decli­ve total del poten­cial petro­le­ro, deben ope­rar ade­cua­da­men­te las plan­tas petro­quí­mi­cas. Actual­men­te, dice, lo que se requie­re es satis­fa­cer la deman­da de gaso­li­na y aumen­tar la pro­duc­ción de cru­do. Una vez cubier­tas esas nece­si­da­des, el res­to de la pro­duc­ción podrá ser uti­li­za­da para petro­quí­mi­ca. Actual­men­te se están pro­du­cien­do 1.7 millo­nes de barri­les dia­rios, y para que el país sea auto­su­fi­cien­te en gaso­li­na es nece­sa­rio pro­du­cir 1.3 millo­nes de barri­les extra. Es impor­tan­te la inver­sión en la pro­duc­ción de petro­lí­fe­ros; sin embar­go, hay que esta­ble­cer jerar­quías en las necesidades”.

No obs­tan­te, para Eduar­do Rome­ro, mien­tras el país no cuen­te con la capa­ci­dad de pro­ce­sar y ten­ga la nece­si­dad de sol­ven­tar la deu­da eco­nó­mi­ca como la tie­ne Pemex, no hay otra alter­na­ti­va que expor­tar cru­do. Es un mito, indi­ca, que los ingre­sos por expor­ta­cio­nes de cru­do se estén uti­li­zan­do para pagar deu­da públi­ca: se están uti­li­zan­do para com­prar gaso­li­na “y no nos alcan­za ni siquie­ra para eso”.

Untypp denun­cia des­pi­dos de la cuar­ta transformación

Seve­riano Oso­rio Vás­quez, repre­sen­tan­te de tra­ba­ja­do­res acti­vos y jubi­la­dos y miem­bro del comi­té eje­cu­ti­vo nacio­nal de la Unión Nacio­nal de Téc­ni­cos y Pro­fe­sio­nis­tas Petro­le­ros denun­cia que Pemex ha veni­do apli­can­do una nue­va estruc­tu­ra o micro­es­truc­tu­ra don­de redu­ce algu­nos pues­tos y apro­ve­cha “para meter gen­te muy cer­ca­na a ellos y enton­ces hacen des­pi­do de tra­ba­ja­do­res, sin que les impor­te su anti­güe­dad. Enton­ces cual­quier tra­ba­ja­dor es vul­ne­ra­ble aun­que ten­ga mucha anti­güe­dad, no debe­ría ser así por­que la ley esta­ble­ce pre­fe­ren­cias de anti­güe­dad y capa­ci­dad”. Advier­te que es en Coatza­coal­cos don­de más des­pi­dos se han registrado.

Res­pec­to de la situa­ción actual de la empre­sa, indi­ca que ante la aus­te­ri­dad repu­bli­ca­na, en Pemex sí hay per­so­nal en exce­so pero en la áreas admi­nis­tra­ti­vas de la Ciu­dad de Méxi­co, “por­que en las plan­tas, al con­tra­rio: con las reha­bi­li­ta­cio­nes se requie­re mucho más per­so­nal, que ten­ga expe­rien­cia y esté capa­ci­ta­do para desa­rro­llar el tra­ba­jo. Enton­ces, en este 82 ani­ver­sa­rio creo que es impor­tan­te des­ta­car el refor­za­mien­to a las reha­bi­li­ta­cio­nes de las plan­tas para tener una sobe­ra­nía en los pro­duc­tos petro­lí­fe­ros, que no depen­da­mos de nin­gún país, que no ten­ga­mos que impor­tar pro­duc­tos petro­lí­fe­ros o hidro­car­bu­ros que ten­ga­mos noso­tros la auto­su­fi­cien­cia, apar­te de que es más eco­nó­mi­co pues gene­ra­mos empleo en México”.

Por su par­te, Ale­jan­dro Coro­na Vare –secre­ta­rio de rela­cio­nes y difu­sio­nes de la Unión– expli­ca que, más allá de los des­pi­dos (más de 600), la Untypp ha logra­do la mem­bre­cía de 2 mil 400 per­so­nas en 12 sec­cio­nes de todo el país. “Con muchas difi­cul­ta­des hemos logra­do ampliar nues­tros dere­chos de repre­sen­ta­ción que la empre­sa ha que­ri­do aco­tar mucho tiem­po, esto es de los pocos bene­fi­cios que hemos sen­ti­do, no en lo labo­ral don­de hemos sufri­do terrorismo”.

Agre­ga que la Unión ha con­se­gui­do que al pro­fe­sio­nis­ta se le die­ra el aumen­to del 3.9 por cien­to del año pasa­do, que sólo le iban dar a los manua­les, así como que se les res­ti­tu­ye­ra a varios afec­ta­dos el que les hubie­ran reti­ra­do la pres­ta­ción de gaso­li­nas y gas. “Lo pedi­mos para nues­tros afi­lia­dos y se lo die­ron a todos los trabajadores”.

Con­si­de­ra que Pemex ha bus­ca­do invi­si­bi­li­zar­los: “por ejem­plo no deja hue­lla docu­men­tal de los logros admi­nis­tra­ti­vos que hemos con­se­gui­do. Actual­men­te tene­mos aten­ción a nivel local, cosa que antes no: había una sola ven­ta­ni­lla aquí en la Ciu­dad de Méxi­co, actual­men­te se nos están des­con­tan­do cuo­tas vía nómi­na, pero esas cuo­tas no apa­re­cen en el reci­bo; por ejem­plo, noso­tros tene­mos acce­sos a fun­cio­na­rios de recur­sos huma­nos pero no hacen públi­ca esa cues­tión. Tene­mos que ir caso por caso. Lo que la empre­sa quie­re es que la Untypp no lla­me la aten­ción, no se vuel­va popu­lar y no cau­se un impac­to posi­ti­vo entre la pobla­ción para que no aumen­te su afi­lia­ción. Le temen a la Untypp, pero hemos ido cre­cien­do y ha sido por la per­sis­ten­cia y la tena­ci­dad de lide­raz­gos que vie­nen de hace a de 30 años o más de lucha con­tra el neo­li­be­ra­lis­mo y que aho­ra se han teni­do que enfren­tar a que tam­bién tie­nen que luchar con­tra el abu­so labo­ral pro­pio de la nue­va administración”.

Fuen­te: Contralínea

Itu­rria /​Fuen­te

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